Sombras

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Este fic, esta dedicado a los que me apoyaron en mis otros fic's, esperando que les agrade.

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Capitulo 1. Lunes a Jueves

Todo había salido bien, después de la última batalla, aunque para él, el dolor de saber el sufrimiento que causo nunca desaparecería. Algo crecía aparte de la pena, algo que el mismo no se podía explicar, pero que sabia que era parte de ese mismo sufrimiento. Necesitaba superarlo y liberarse de su dolor, pero no quería que los demás se preocuparan por él.

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Una nueva vida comenzaba y con ello nuevas obligaciones, todos habían sido revividos por petición de Atenea a su gran padre Zeus, quien le otorgo el permiso de revivir a todos los que ella quisiera.

Seiya, Shun, Hyoga y Shiryu, entraron a la escuela; Seiya y Shun entraron al mismo grado pero en diferentes salones, al igual que Hyoga y Shiryu; y aunque estaban separados siempre se reunían. Ikki no quiso pues el decía ya no estar para esas cosas y Shaorí le dio trabajo en la fundación, el cual acepto por petición de su hermano.

-este fin de semana, Sahorí quiere que vayamos a Grecia- comento Shiryu

-que bien, seria como un descanso, ya me aburrió la escuela- comento Seiya

-ja Seiya, si la escuela es bastante entretenida, aprende uno muchas cosas- agrego Shiryu

-si tú lo dices-

-qué tienes Shun, te veo muy serio?- pregunto Hyoga a quien tenia a un lado

-es que creo que no voy a poder ir con ustedes-

-por que?- interrogo Seiya

-uno de mis maestros dejo mucha tarea para la siguiente semana, y seria más conveniente que me quede a hacerla-

-mm, eso esta mal, y por que no la adelantas?- comento Shiryu

-pues tratare de hacerla lo mas pronto posible-

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Esa noche en la mansión Kido, donde 4 jóvenes descansaban de lo que ahora era los deberes de su vida diaria. Un joven peliverde no había podido conciliar el sueño y se revolvía en su cama, extrañas visiones le llegaban su mente, entre sombras veía gesto de personas con penas y dolores esas imágenes le hacían sentir culpa y tristeza, pero sobre todo dolor. Esas escenas que le mostraba su mente nunca antes las había visto ni las habías sentido, como si cada una de esas personas fueran torturadas en un mundo desconocido para él.

Estaba acalorado y bajo por agua, al llegar a las escaleras escucho ruidos de trastes y utensilios moviéndose, bajo sabiendo que alguien estaría ahí. Se acerco y pudo ver la luz salir de la rendija de la puerta, entro con calma y saludo a la persona.

-Hola Shiryu-

-Hola Shun, también bajastes por agua?-

-si- tomo un vaso del estante el cual siempre estaba ordenado –que buscabas?- pregunto recordando el ruido anterior

Shiryu lo miro con sorpresa –nada-

-es que escuche ruidos como si estuvieran buscando algo-

-a de haber sido cuando trate de agarrar el vaso sin ver, pero ya acomode todo- Shiryu lavo el vaso que ocupo y lo coloco en su lugar –bueno, ya me voy a subir que descanses pequeño-.

-buenas noches- se despidió no muy feliz, no le gustaba que le llamaran pequeño; era todavía un niño lo aceptaba, pero había pasado por muchas cosas que lo habían hecho madurar, además tenia la misma edad de Seiya, porque solo a él lo trataban como a un niño, sobre todo su hermano a quien mas quería y a quien mas hizo sufrir, deseaba que el "tal vez" existiera y regresar al pasado y ser un niño mas fuerte y no el llorón que ellos siempre tendrán en su mente.

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Un nuevo día llegaba y con el la noche, Shun seguía despierto haciendo sus deberes para poder acompañar a los demás a Grecia. Ocupado en sus tareas, escucho un extraño ruido provenir de su puerta, el cual ignoro, pero el ruido se repitió, se levanto con fastidio por ser interrumpido, al abrir la puerta no vio motivo alguno para ese ruido, se asomo y vio al parecer alguien esconderse, "era una broma" y decidió descubrirlos, además necesitaba despejar un poco su mente. Llego al lugar por donde había girado la sombra y dispuesto a recorrer el camino una nueva sombra pasó por su lado bajando las escaleras, llego abajo y no supo por donde seguir, regresaba sobre sus pasos cuando risas de niños provenientes del jardín le llamaron la atención, se acerco a la puerta para abrirla

-Hola Shun, otra vez vienes por agua-

El aludido se espanto y volteo con rapidez- Shiryu, no me espantes así- dijo con algo de nervios

Su compañero de larga cabellera comenzó a reírse, provocando un enojo en Shun –no te enojes, venias por agua?-

-no, escuche algo y salí a ver que era, despues escuche las risas de niños en el jardín, e iba a asomarme

-risas de niños, yo no escuche nada- camino a la puerta y saliendo unos pasos observo la oscuridad de la noche alumbrada por los astros, permitiéndole ver la ausencia de personas en los exteriores de esa mansión. –no hay nadie Shun-, el joven peliverde salio acompañando a su amigo y al igual que este comprobó que no había nadie, -has de estar cansado-

-a de haber sido eso, me voy a acostar, por cierto siempre bajas a tomar agua-

-si, siempre me da sed-

-y por que no llevas agua a tu cuarto, así evitas bajar-

-por que me gusta el agua fría, y con el calor que esta haciendo el agua se entibiaría-

-tienes razón, buenas noches-

-buenas noches-

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Amanecía el miércoles y Shun se desesperaba, ese día el profesor parecía creer que su materia era la única que tomaban los alumnos, les dejo aun más trabajos para su casa. El peliverde no disimulo su fastidio, no le quedaba de otra que quedarse el fin de semana a hacer los trabajos.

Esa tarde Shun esperaba ansioso la llegada de su hermano de un viaje de negocio donde acompaño a Sahorí.

-Hola Onissan- saludo al ver llegar a su hermano

-Hola Otouto- contesto mientras le daba un abrazo a Shun, Ikki al principio se asombro de que él no lo recibiera, Shun no lo habia dado pues quería demostrar que ya no era un niño, pero el gran cariño que sentía y el amor a las cosa le hacían actuar impulsivamente, y contesto el abrazo con alegría.

-Bienvenida Sahori- saludo Shun separándose de su hermano

-Hola Shun, hola chicos- saludo al ver llegar a los demás

-Hola Sahori, Ikki- saludaron los demás

-como les fue en su viaje?- pregunto Seiya

-bastante tranquilo, Shiryu les avisastes a los demás del viaje a Grecia-

-si lo hice, pero no podremos ir todos-

-por que no?- pregunto Sahori con curiosidad

Shun suspiro –es que tengo mucho trabajo y me quedare a hacerlo-

-Shun, te has atrasado en la escuela?- reprendió con enojo Ikki

-no oniisan, es que tengo un profesor que deja mucha tarea- pero al parecer Ikki no le creyó y le lanzo una mirada inquisitiva

-Ikki no te enojes, tiene razón, ya hemos escuchado como es ese profesor, y agradecemos no haberlo tenido nosotros- comento Hyoga para calmar a Ikki

-bueno, les creeré, entonces me quedare contigo para que no te quedes solo- "Ahí estaba otra vez", pensó Shun, a tratarlo como un niño que no podía quedarse solo dos días

-no Ikki, no necesitas quedarte, aunque… no se cual es el motivo del viaje a Grecia- al decir esas palabras todos voltearon a ver a Sahori.

-es una reunión por la paz- comento Sahori –Hilda y Julian irán para reafirmar nuestras alianzas, sobre todos porque sus guardianes también fueron revividos-

Todos sonrieron al conocer el motivo que significaba la llegada de aliados para un futuro lejano de nuevas guerras. Pero Shun cambio rápido su gesto a una de resignación pues no podía asistir.

Seiya lo noto –y si hablas con ese profesor y le pides de favor que te deje entregar los trabajos otro día-

-seria buena idea, mañana le pregunto-

-no Shun tienes que hacerte responsable, y por eso te quedas, no creo que la ausencia de algunos caballeros se note- comento Ikki

-bueno Ikki, recuerda que ustedes 5 son muy importantes- dijo con algo de pena Sahori, al querer decir que los quería a su lado en esa reunión

-ves por eso digo que tienes que ir- agrego Shun

-como crees que te voy a dejar solo dos noches-

-dos noches?- interrogaron los cuatro estudiantes

-vamos a salir el viernes en la tarde para empezar desde el sábado temprano a preparar todo lo necesario- dijo Sahori

-ves por eso no te voy a dejar solo tantos días-

-pero tu casi nunca estas, y además ya soy grande para cuidarme- dijo con enojo

-primero estoy de acuerdo que te dejo mucho, pero no te quedas solo, y segundo para mí siempre serás mi Otouto-

-hay Ikki, pero de todos modos seguiré el consejo de Seiya y hablaré con el profesor, pero te repito no es necesario que te quedes-

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Esa noche como las anteriores Shun se desvelaba adelantando su trabajo, pero estaba cansado de las desveladas que se durmió sobre su cuaderno.

Estaba en la mansión y veía a todos los huérfanos jugar, ahora que no había nadie para regañarlos, él estaba con su hermano sentado bajo un árbol, estaba feliz compartiendo esos momentos. Un rayo apareció cruzando el cielo, las nubes comenzaron a cubrir los rayos de sol, Shun alzo la vista las nubes formaban oscuras figuras de sombras humanas, Shun asustado volteo a ver a su hermano, pero él no estaba, se levanto para ver que los demás niños tampoco estaban, el miedo lo paralizo, la lluvia comenzó a caer sobre él como si quisieran perforarlo, corrió al otro lado del jardín, pero alguien lo llamo por detrás, volteo y sus ojos se agrandaron, su corazón comenzó a palpitar tan rápido que su pecho le dolía, los niños que estaban hace poco jugando, lo estaban viendo, todos cubiertos de sangre apuntándolo con rencor y odio, Shun volteo de nuevo para huir de ahí, al voltear vio a su hermano con Seiya, Jabu y los otros, Sahori también estaban, su expresión era seria, no lo veían a él, veían a los otros niños, Ikki los demás cambiaron su gesto a uno de burla y desprecio, sus caras lo asustaron, cayo sentado un nuevo rayo, un trueno, un grito de dolor perforándole la piel…

Shun se despertó sudoroso, respirando con dificultad, este "sueño" no era como los otros, donde veía a gente muriendo y sufriendo en su último momento, este era sobre su pasado, cuando vivia con los demás huérfanos. Se levanto, tenia mucho calor y abrió la ventana, en el jardín pudo ver a unos niños ocultándose entre los árboles que decoraban el lugar, "han de estar haciendo alguna broma a alguien" pensó, y bajo para comprobar que es lo que hacían. Al salir no encontró a nadie, pero escucho un pequeño llanto provenir de un rincón del jardín, se acerco.

-Shun que haces-

Shun brinco del susto y volteo rápidamente –Shiryu-

-que tienes? te vez muy pálido- dijo con preocupación

-nada, es solo que- trato de calmar sus latidos, primero el sueño y después la desaparición de los niños lo habían dejado muy tenso –es que vi desde mi ventana a uso niños esconderse entre los árboles, y baje a ver que querían-

-pero no hay más personas que tú y yo aquí Shun-

-si, lo se, lo mas seguro es que se hayan ido cuando me escucharon abrir la puerta- Shiryu aun lo veía con cierta preocupación, coloco una mano en la frente del chico

-tienes algo de calentura, será mejor que regrese a descansar-

No tenia ganas de seguir hablando sobre eso, así que siguió lo aconsejado por su amigo. Sin guardar sus cosas se propuso dormir, esperando que esas imágenes no regresaran a su mente.

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Shun se dirigía a la mansión con los demás, no había logrado que el profesor le diera una prorroga, así que todos vieron por obvia el hecho de que estuviera tan sumido en sus pensamientos, pero el peliverde no tenia solo en eso sus pensamientos, también lo llenaban las imágenes de la gente muriendo, en eso sintió una mano en su hombro, sacándolo de sus pensamiento, al voltear no vio a nadie, se quedo parado un momento ahí, y luego acelero sus paso para alcanzar a los demás, "tan metido estaba en mis pensamientos" se dijo así mismo al pensar un poco mas las cosas. También le preocupaban el sueño anterior sobre esos niños, él los recordaba a todos, aunque no sus nombres, algo en su mente le decía que no debía recordarlos, pero quería saber quienes eran, sentía una neblina cubrir sus recuerdos y decirle "detente, no entres mas".

Después de comer subió a su habitación a seguir trabajando, no quería seguir pensando en esas imágenes, le provocaban un leve dolor de remordimiento. Se había sentado y acomodo las cosas que ocuparían para que estuvieran mas a la mano.

Su mente se lleno de sombras grises y resplandores carmín, gente corría huyendo de aquello que temía, no se sentía esperanza, la oscuridad cubría todo rincón de luz, varios caían resignados lamentándose, sus llantos perforaban los oídos de los que seguían luchando, su poca voluntad se doblegaba ante una tormenta de dolor, muerte y sangre. Él camino entre cadáveres y gente agonizante, sus quejidos eran lamentos hirientes, caminaban sin rumbo ni razón, sus pies lo guiaban hasta la entrada de un palacio, el tiempo fue cruel con ese lugar, eran ruinas de lo que alguna vez fue un hermoso lugar, entro, la oscuridad ahí era mas pesada, un grito de una mujer ensangrentada corriendo huyendo de ese lugar, seguida de niños y hombre, ancianos y jóvenes, él no se movió, la gente lo ignoro solo deseaban huir. Sus pasos continuaran entre gritos y lamentos. Entro a un cuarto, un trono en medio, alguien cubierto por completo, le daba la espalda, una mano en el respaldo otra en la base, parecía cansado, silencio, no mas grito, no mas lamentos, no había viento, dio un paso, el eco se escucho, "eso" se irguió, Shun dio otro paso, se detuvo, sus pies no querían seguir avanzando, su mano en el pecho indicaba dolor, presión de saber que era "eso", lo conocía y lo temía, sus ojos se cerraron levemente al dolor, "eso" giro, Shun grito…

La silla había caído hacia atrás cuando se levanto, eran las 7 de la tarde. La puerta se abrió dio unos pasos lejos de ella.

-Shun, estas bien por que gritastes?- pregunto angustiado Ikki. Los demás entraron siguiéndolo

El peliverde aun respiraba con dificultad, el miedo lo había dejado sin habla

-estoy bien- logro articular después de unos segundos –es solo que me quede dormido y tuve una pesadilla- se acerco a la cama para sentarse, pues la silla seguía tirada, estaba mareado.

Shiryu le toco la frente como la vez anterior –me temo que te vas a enfermar- declaro al sentir la temperatura elevada en el chico

-hay Shun, te has estado presionando mucho en esto de la escuela - comento Hyoga

-no, estoy bien, es solo que me esta costando un poco acostumbrarme a esta nueva vida-

-pues a todos Shun, por eso hay que tratar de relajarnos un poco- declaro Seiya

-no te presiones tanto Shun, sino no puedes viajara este viernes no importa, mientras no te provoque problemas después- agrego Sahori

-si Shun, y para estar seguros, me quedare aquí contigo- dijo Ikki mientras se sentaba a un lado, Shun iba a protestar, pero ahora él mismo se sentía inseguro de quedarse solo.

Esa misma noches Shun, escucho de nuevo a los niños, pero esta vez no quiso bajar, cansado por lo vivido recientemente se acomodo y decidió ignorarlos.

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Continuara

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