Sombras
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Gracias a Laliari, Shadir, Aiko Maxwell, DarkLady-Iria por sus review's
Luna-wood: para mi Shun es mi niño adorado, precioso lindo,… eh, creo que me emocione. Pero me pregunto "por que lo hago pasar por esto?".
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Capitulo 2. Viernes y Sábado
Amanecía ya todos estaban listos para desayunar.
-Shun, dormistes bien?- pregunto Hyoga, al verlo llegar
-si- contesto con una gran sonrisa
-te sientes mejor Shun- pregunto Ikki que iba llegando y se sentaba a la mesa
-si, creo que solo estaba algo cansado-
-bien, me alegra escucharlo-
El desayuno fue interrumpido por la llegada de un invitado, Tatsumi lo llevo a la sala, Sahori fue avisada, y fue a atenderlo, para después llevarlo ante ellos.
-chicos, creo que recuerdan a Sorrento-, todos lo vieron con algo de nervios, pues aun no se acostumbraban a que ahora sus enemigos, son sus aliados.
-Buenos Días- saludaron Seiya y Shun, seguido de Shiryu, y después por Hyoga e Ikki estos con resignación
-Buenos Días- contesto al saludo
-Vino a avisarme que Julian quiere verme hoy e Ikki…- volteo a verlo con cara de nerviosismo –necesito que alguien me acompañe- recordando que a pesar de desear la paz entre ellos, aun sentía algo de desconfianza, sobre todo en el sentido amoroso.
-por mi no hay problema- dijo sin ganas
-es que, de ahí nos vamos a Grecia- menciono sin dejar su nerviosismo, pues Ikki había dejado claro que se quedaría
Shun entendió y comento –por mi no hay problema Ikki, es mejor que vayas-
-no Shun, en cuanto llegue a Grecia tomo otro avión a Japón-
El peliverde suspiro –Ikki, ya te dije que puedo quedarme solo-
-no se, no me siento a gusto dejándote-
-creo Ikki que estas siendo excesivamente sobre protector con Shun- comento Hyoga
-Hyoga tiene razón, además si algo pasara Shun nos avisaría- dijo Seiya
-estoy de acuerdo con ellos- expreso Shiryu
-no, si aquí ya todos están de acuerdos, creo que no me queda de otra que aceptar- Todos sonrieron, incluso el invitado al ver la escena de camarería que se le presento. –a que hora nos vamos?-
-en una hora- contesto Sahori
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Esa tarde Shun se despidió de Hyoga, Shiryu y Seiya, para después dedicarse a trabajar. Se encontraba sentado frente a su escritorio cando sintió la presencia de alguien tras de él, pero al girar no vio a nadie, lo ignoro y continuo con lo que hacia.
Anochecía y Shun estaba en la biblioteca consultando unos libros, cuando escucho pasos en el pasillo, salio creyendo que algún ladrón había entrado, pues no sentía ningún cosmos como para pensar que eran sus amigos o algún otro caballero. Salio en silencio para descubrir al invasor, los ruidos se alejaron, Shun los siguió hasta el gimnasio, al estar frente a la puerta escucho el movimiento de los aparatos como si alguien los estuviera usando, pensó en los caballeros de acero (1) y abrió esperando verlos, pero sus ojos le mostraron un lugar ausente de vida. Giro nuevamente al escuchar pasos tras de él, sintió que los pasos lo llevaban a la sala, camino esperando encontrar a alguien, "esto es extraño" pensó. Al llegar frente a la puerta principal escucho platicas y risas de niños en el exterior, "han de haber sido esos niños los que entraros, será mejor que hable con ellos", "ellos no deberían estar tan tarde fuera de su casa" se dijo a si mismo.
Salio y pudo escuchar como corrían alejándose de ahí, pero esta vez no los iba dejar escapar, y corrió hacia el mismo lugar que sintió que ellos huían, llego hasta los limites de la propiedad y no encontró nada "se me escaparon" pensó para si. Las risas se escucharon de nuevo, pero esta vez provenían de todos lado, el sonido aumento, de sus oídos escucho un zumbido que pronto se convirtió en dolor; se llevo las manos a sus orejas para tratar de tapar el sonido, pero fue en balde, se cayo de rodillas, de su garganta un quejido iba a salir, pero rápido se extinguió junto con el ruido.
Se levanto, cansado por el dolor y el miedo, no sintió presencia alguna, ni algo que le indicara de donde había provenido el ruido, no quiso saber más y se dirigió a su cuarto, con paso lento, mientras veía con nervios todo a su alrededor, esperando que algo apareciera.
Giro la perilla de su cuarto, y al empujar, "eso" estaba en su silla, de un solo golpe su corazón comenzó a acelerarse, el sudor le corría por el cuerpo, retrocedió unos pasos, al chocar con la pared cerro los ojos, pero cuando los abrió, "eso" ya no estaba, pero lo sentía, sus sentidos le indicaban una presencia amenazante. Se quedo inmóvil, su cuerpo no le respondía, seguía asustado, el corazón aun no se calmaba, la sangre se acumulaba en sus venas, la palidez se hizo presente, trato de estar en guardia, pero solo pudo dejarse caer apoyándose en la pared, seguía atento, podía sentir esa presencia en su habitación, no se movía, no daba indicios de atacar, pero no dejaba de ser agresiva, cerro sus ojos con fuerzas, esperando que así desapareciera, no supo cuanto tiempo estuvo ahí, hasta que se durmió.
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Se levanto pesadamente, la posición en que había quedado lo dejado algo cansado, al despertar por completo, sintió todo en calma, ningún rastro de algo que lo perturbara, reviso toda la mansión, incluyendo el jardín y nada.
Regreso a su punto de origen, se detuvo fijando su atención en su habitación, no había nada, no sentía nada, entro y vio que todo estaba tal cual lo dejo. En ese momento se percato de lo infantil que se había comportado, "soy un caballero al servicio de Atena, como puedo espantarme así" se reprendió a si mismo, "por eso me tratan como a un niño". Todo en él se había calmado, y olvidaría lo sucedido, pues solo había sido un delirio de su mente que se encontraba cansada.
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Se encontraba en la sala trabajando en sus deberes, "no podía estar todo el tiempo encerrado en mi cuarto", se dijo a si mismo por el hecho de haber abandonado su habitación. Aun estaba cansado y no tardo en que el sueño lo llevara de nuevo a un mundo onírico.
Una ciudad corrompida, aun derrumbándose con la presencia de la destrucción y la muerte, la gente corría, gritaba con pánico y dolor, venían de todos lados, no había lugar seguro, corrían, huían de todo, buscando una salvación inexistente, unos caían derrotados, otros de sufrimiento, otros de agonía. Shun caminaba, algo lo llevaba, llego al mismo lugar que la vez anterior, sombras pasaban, no tenían forma ni luz, la misma mujer se le presento aun sangraba, ella lo vio lo tomo de sus ropas, -no sigas- le dijo en un quejido rasposo, como si le costara hablar, la mujer rápido lo soltó y huyo, sin importarle mas. Shun no se detuvo, no sabia porque, pero debía ir, descubrir la verdad.
La gente corría a su lado, algunos chocaban contra él, manchando su ropa de la sangre que ellos derramaban sin importarles morir desangrados, toda la gente huía, salían del palacio deseaban estar lo mas lejos posible, sus rostros mostraban gestos deformes causados por el terror. A Shun no le importaba, camino y llego al lugar del trono, estaba abandonado, se sentía la soledad en ese lugar, sintió un escalofrió y se abrazo así mismo, el frió penetraba por sobre su piel. Sus pies lo llevaron al mismo lugar, se detuvo, observo el lugar, era un salón amplio de diferentes tonalidades grises, una fuente a su izquierda, llena de moho y agua estancada, alumbrada por la ausencia de techo sobre esta, algunas ramas de enredaderas secas colgaban del vortice del techo; a su derecha en las paredes colgaban pinturas irreconocible, el tiempo había borrado cualquier marca que indicaran que habían plasmado los pintores en ellas. En frente el trono y detrás de este un paso hacia un cuarto oscuro, que parecía mas una pared negra que una arco de puerta, los destellos del agua alumbraba ese paso, notando que la oscuridad ahí era profunda. "¿el agua se movía?", pensó con espanto "¿Cómo si no hay viento?". Sintió movimiento, la tierra se estremeció levemente, miro sus pies para comprobar si era un temblor suyo, o del piso.
Levanto su cara "eso" estaba ahí, frente a él, a unos centímetros, unos ojos rojos en un rostro que no podía definir, el miedo, su sangre se acumulo, no podía respirar, intento moverse, la boca deforme de "eso" se abrió, logro dar unos pasos hacia atrás, sus brazos se colgaron a su lado, el pecho le dolía, sus oídos sufrían, la ropa se le pegaba por el sudor, la garganta le dolía, escucho un quejido de esa boca, deseaba gritar, tenia que gritar, "es un sueño" se decía, cerro los ojos, un grito salio de lo mas profundo de sus ser.
Shun despertó agitado, aun no se recuperaba, su corazón latía a ritmo acelerado, sudaba frió, su boca estaba seca, sus oídos aun zumbaban por el dolor, intentaba calmarse, pero aun sentía todo muy cercano. Se levanto y camino a la ventana, necesitaba aire freso.
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Era algo tarde, pensaba en todo lo que le estaba pasando, se encontraba en la cocina tomando agua, solo de recordar le daba sed, había llenado el vaso varias veces, no llevaba la cuenta. Escucho unos ruidos provenientes de la entrada principal, su cuerpo se tenso de inmediato, se oyeron unos paso, ruidos de golpes al piso, se relajo un poco al escuchar los pasos alejarse, parecían subir, su mente le decía "no es nada, calmate", su corazón latía con fuerza que no permitió que escuchara su mente. En un momento de razón, logro relajarse, trato de descubrir alguna presencia, le costo trabajo, hasta que escucho la puerta de la cocina abrirse.
-Hola Shun te estaba buscando-
El peliverde se relajo, y se burlo de si mismo –Hola Ikki, no te escuche llegar- minti
-que haces?-
-tomando un poco de agua-
-y tu tarea?- reprendi
-la estoy haciendo- dijo con fastidio
-más te vale-
-si oniisan- remarco sus ultima palabra –y por cierto que haces aquí?-
-que no me querías contigo?- pregunto con una sonrisa
-sabes que no me refiero a eso-
-te dije que regresaría hoy después de dejar a Sahori en Grecia-
-creí que te quedarías. Pues es una reunión muy importante-
-no la verdad desde el principio no me intereso, sabes que no soy del tipo sociable-
Shun, por fin se había calmado, tenia a su hermano consigo, con él siempre se había sentido a salvo, y le daba valor el saberlo.
-aun es temprano, por que no salimos a pasear un rato y comemos fuera?-
-eh?- emitió con sorpresa
-me dijo Shiryu que te has estado esforzando mucho en la escuela, y estoy de acuerdo con él, por eso saldremos para que te relajes un poco-
-esta bien- dijo con alegría, pues realmente deseaba distraerse.
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Ambos se habían ido a acostar, a Shun le costo trabajo dormirse, se sintió nervioso al entrar de nuevo a su cuarto, pero sabia que no había nada que temer, necesitaba relajarse y tomar las cosas con calma.
Estaba tomado de la mano de su hermano, ambos habían salido al patio a jugar, todos los niños estaban entretenidos, sin percatarse de su presencia. El viento comenzó a soplar, los árboles hicieron movimientos de vaivén, Shun comenzó a sentir un aire frió, no sintió mas la presencia de su hermano, lo busco con la vista, estaba solo, el lugar estaba desierto, el único movimiento era el que producía el viento, camino en búsqueda de alguien, su boca se movió llamando a su hermano, pero ningún sonido salía de ella, era solo un niño abandonado, sus ojos comenzaron a humedecerse, dos lagrimas recorrieron sus mejillas.
-eres un llorón- se escucho decir con burla. Shun estaba rodeado por los niños que lo veían con odio y lastima.
-eres débil-
-tu hermano no esta aquí para que te defienda-
--que harás cobarde?-
Shun se estremeció, las voces golpeaban su mente, su corazón palpitaba con fuerzas, el frió aumentaba.
-llorón-
-débil-
-cobarde-
No podía soportar mas, el no eras así, ya no, debía ser fuerte, ser un hombre, como tantas veces le dijo su hermano.
-BASTA- grito, las voces cesaron. Se vio a si mismo, ya no era mas ese niño, era de nuevo él, aquel que había enfrentado muchas y muy duras batallas.
Estaba parado frente a la puerta, en el patio a su izquierda estaban su hermano, Seiya, Sahori, Ikki, Hyoga, Shiryu, Jabu, Nachi, y los otros, a su derecha, los demás huérfanos que estuvieron con ellos durante su entrenamiento en la fundación. Una sombra apareció entre los niños, como una neblina, poco a poco formo una apariencia. Su cuerpo volvió a temblar, el miedo recorrió todo su cuerpo, "eso" estaba ahí, no lo veía, nadie lo veía, voces, gritos, lamentos llenaron el ambiente, tan fuertes y perturbadores que Shun tuvo que taparse los oídos, de repente todo cayo, "eso" giro su cara, veía desde esa distancia sus ojos rojos, movió la boca.
-ellos son míos, ustedes los olvidaron, tú los olvidastes-
Shun no entendía el reclamo, nunca fueron sus amigos esos niños, siempre lo maltrataban y lo hacían llorar, a pesar de que tenían que vivir juntos, nunca se estrecharon los lazos de amistad.
-por que me reclamas, algo de lo que no tengo la culpa?-
-tu obstuvistes tu armadura, ellos no-
-eso que tiene que ver-
-tu tenias a tu hermano, conseguistes tu armadura por él,…ello no tenían a nadie por quien seguir adelante-
-tampoco Seiya o Hyoga o los demás, pero aun así la consiguieron-
-entonces ellos- dijo extendiendo un brazo –eran los débiles y cobardes-
-yo no dije eso-, agito la cabeza, la discusión se le estaba haciendo muy pesada –pero aun no entiendo por que me reclaman esto?-
-conseguistes tu armadura por tu hermano, pero luchastes por una justicia que antes desconocías-, misma justicia que los abandono-
-nadie los abandono-
-entonces por que no están con ustedes?-
-cada quien forma su destino, el destino de ellos fue no ser caballeros-
-reniegas-
-yo no reniego, no es mi culpa-
-no es tu culpa?, no es tu culpa el haber matado tantas veces en nombre la tu justicia?, el haber hecho sufrir a tu hermano por tu cobardia?, el haber sido controlado por un Dios maligno?-
-te dije que no fue mi culpa, ya lo supere, por que me quieres lastimar?, por que me quieres hacer recordar el pasado?-
-por que yo soy lo que olvidastes-
-qué?-
-yo soy aquello que cargastes por años, tus penas y dolores, ahora tengo forma y poder, y he venido a recordártelo, no voy a SER ABANDONADO- apunto con un dedo la habitación de Ikki –si me olvidas, ellos lo pagaran-
Se escucho gritos de dolor, volteo a su izquierda, su hermano, Seiya, Sahori, Jabu, todos gritaban, algo los consumía por dentro. Shun trato de ir hacia ellos, pero no se movía, miro sus piernas, una neblina los cubría, el frió en el le lastimaba, la neblina subía, lo cubría poco a poco, su cuerpo no respondía, se sentía cansado, se asfixiaba, su mente aun no lo abandonaba, su corazón latía con fuerzas para apoyarlo, no podía caer, no era su culpa, "eso" no existía, no iba rendirse.
Levanto su rostro, su cuerpo tembló, "eso" estaba a su lado, vio extender una de sus manos, sus dedos, largos delgados, putrefacto, se podían ver, un movimiento y un grito…
Despertó, con un gran dolor en su pecho, agitado y sudoroso, se estaba calmando, se llevo la mano al pecho, sintió algo húmedo, sangre, la herida que le hizo "eso" sangraba. Shun se asusto, "no fue un sueño" temió, trato de levantarse, pero aun sentía el frió impidiéndole moverse. Intentaba calmarse, recobrar la compostura, lo estaba logrando.
De nuevo esa presencia, pero no estaba con él, estaba en algún lugar de la casa, logro levantarse, aun tenia el brazo en su herida, abrió la puerta del cuarto, temiendo que "eso" le hiciera daño a su hermano. Dio unos paso fuera de su habitación, la presencia desapareció, se quedo unos minutos ahí, temiendo que volviera, pero no lo sintió mas, fue al baño a curarse, se recostó en la cama, no podía hacer mas, estaba cansado.
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Continuara
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