3 Capítulo La prueba de Quidditch.

-Potter, Black ¡¡presten atención!!-bramó la profesora Mc Gonagall, al día siguiente. James y Sirius se sobresaltaron al oírla y le pusieron una gran sonrisa de disculpas, a lo que las chicas rieron embobadas. "Qué estúpidas que son algunas" pensó Lily celosa mientras miraba a los dos muchachos, principalmente a James, que habían estado jugando con avioncitos de papel. La clase de Transformaciones ya había terminado.

-¡Lily!-gritó Cat cuando salían de la clase-¿escuchaste?,habrá otra prueba de quidditch.

-¿Qué?-le preguntó Lily, camino a Adivinación -pero ¿por qué?,no ha salido ningún integrante del equipo-dijo perpleja.

Cat la miró y se encogió de hombros. Estaba a punto de hablar, cuando Arabella le metió un codazo.

Potter y su pandilla se acercaban. Una lluvia de piropos cayó sobre los muchachos, luego de un suspiro general.

-¡¿Cómo pudiste Cornamenta?!-le preguntó Sirius a James-¿por qué lo hiciste?-

-Por honestidad-contestó, a lo cual un alumno comenzó a reír. Severus Snape, un alumno de Slytherin y enemigo mortal de los cuatro muchachos, principalmente de James y Sirius, se había acercado a ellos.

-¿Tú honesto Potter?,por favor-dijo arqueando las cejas.

-No te metas Snape-le dijo James cerrando los puños.

-¿Qué sucede?-preguntó Lily, que había escuchado la conversación. A Snape las pupilas se le dilataron y el corazón se le aceleró. "Está cada día más hermosa"pensó, mirando a la pelirroja de arriba abajo.

Otra de las razones por las que Severus y James se odiaban era por causa de Lily; ambos estaban enamorados de ella.

-Nada Lily, nada-dijo Severus con voz dulce-Potter está molestando-

-¡¡¡ESO NO ES CIERTO!!!-bramó James-ÉL EMPEZÓ- dijo, mirando a Lily.

-Tú sabes a quien creerle, Lily-dijo Severus, tomándola de la mano, a lo que Lily se soltó. Sirius, Peter y Remus se miraron sorprendidos. ¿Qué estaba ocurriendo?,¿Evans no salía con Snape?.

-Tienes razón Snape-dijo ella. Los tres muchachos volvieron a mirarse.

James estaba desconcertado igual que sus amigos, que lo miraban con los ojos muy abiertos. El año anterior, se había corrido la voz de un romance entre un slytherin (Severus) y una gryffindor (Lily), lo cual era patético e imposible.

-Deja de molestar a James-le dijo ella a Severus, que se sorprendió. James le sonrió a Lily y ésta se ruborizó.

-¿Qué está pasando aquí?-le preguntó Peter a Sirius en voz baja.

-No lo sé, parece que Evans ya no quiere a Snape-.

-¿Eso es bueno?-preguntó Remus, que se había arrimado.

-Es muy bueno Lunático, Colagusano¿no lo ven?¡Cornamenta tiene el camino libre!-dijo sonriendo; los tres se sonrieron.

-Vete Snape-dijo James y Severus desapareció por los pasillos.-Muchas gracias eh... ¿Evans?-dijo él, tímido.

-Puedes llamarme Lily, somos amigos ¿no?-dijo ella acercándosele. Los otros tres se miraron, estaban boquiabiertos.

-Y tú, puedes llamarme James-dijo ruborizándose y con el estómago haciéndole cosquillas. Hacía tiempo que había intentado quitarse a Lily de la cabeza, en vano. Creyendo que ella salía con Snape, se había hecho a un lado, lastimándose a sí mismo.

-Ah, claro eh... ¿Jimmy?-dijo ella rascándose la cabeza. Sirius y los otros dos rompieron en carcajadas. A James no le gustaba que lo llamaran así, decía que lo hacía idiota.

-¿Jimmy?-preguntó sorprendido-¿por qué no Jim?-

-De acuerdo-contestó Lily, sonriendo, yendose con sus amigas.

-BRAVOOOOOO-le dijo Sirius, palmeándolo en la espalda.

-La tienes muerta, Cornamenta-dijo Remus.

-No, debe ser un juego-dijo James, tocándose el pelo.

Esa misma tarde era la prueba de quidditch. A Lily le fue excelente y Madame Hooch le dijo que ya estaba en el equipo como cazadora. La profesora McGonagall estaba allí y la felicitó por el triunfo.

-Gracias profesora, por la nueva oportunidad que me está dando-le dijo Lily.

-¿A mí?,agradéceselo a Potter-

-¿A Potter?-preguntó, agarrándose la cara-¿por qué?-

-Potter confesó haber hechizado tu escoba el año pasado y me pidió si podía hacer una nueva prueba de quidditch, diciendo que tú te merecías estar en el equipo-

-Ah-dijo Lily, con una extraña sensación en el estómago.

Corrió hacia el castillo, sudando y sucia y buscó a James por todos lados. Lo encontró en la biblioteca, riendo con sus compañeros mientras cumplía el castigo que McGonagall le había dado(limpiar las estanterías), a lo que Sirius dijo sorprendido -¿Sólo te ha mandado limpiar las estanterías???¿qué le pasa a esta mujer???-

-Potter-dijo Lily sin aliento. Los cuatro muchachos dejaron de reír y la miraron.-Gracias-dijo ella abrazándolo.

James se quedó paralizado, al igual que sus amigos. No sabía que hacer, la chica a la que amaba con todo su ser estaba allí, junto a él, y no hacía nada.

-¿Qué puedo hacer para compensarte?-preguntó ella. Sus bonitos ojos verdes brillaban y sus mejillas estaban arreboladas.

-No te entiendo-contestó él. Podía sentir el suave aliento de ella, lo que lo hacia poner vulnerable.

-Estás cumpliendo mi sueño, James-dijo azorada-por la prueba de quidditch, McGonagall me lo contó-dijo mientras se arreglaba el cabello rojizo-gracias- .

-Entonces cúmpleme mi sueño-dijo él. Sentía a su corazón galopar como un caballo salvaje.

-¿Qué?-preguntó ella, mirándolo a los ojos.

-Bésame-dijo.

Sirius, Remus y Peter cayeron de la silla al escucharlo.

Lily se ruborizó muchísimo ante la petición, pero accedió con gusto.

James y Lily se besaron. Al principio fue un beso casto, con los labios apretados, pero luego se hizo más fuerte, más ansioso. Él llevó la mano a su nuca. Le fue separando los labios para introducir profundamente su lengua. Lily lo abrazó y abrió la boca para devolverle el beso; la lengua sinuosa y húmeda se entrelazó con la suya. Ella saboreaba a James como si fuese fruta madura, estaba disfrutando mucho el momento, él besaba muy bien. Sus manos se unieron para luego terminar recorriendo el cuerpo del otro. James le acarició la cintura, mientras ella le acariciaba la espalda e introducía sus manos en la camisa de él. En ese momento, James se separó. Lily no quería terminar, le había gustado mucho ese momento.

-Snape-dijo James mirando hacia atrás. Severus se encontraba mirándolos, con los puños apretados.

-Perdón por la interrupción, tórtolos-dijo y desapareció, saliendo al pasillo.