6 CapítuloLa confusión
Lily lloraba sin cesar, mientras Cat intentaba consolarla y calmarla. Le habían quitado la ropa para lavársela, dejándola en ropa interior.
-¡¡¡¡ODIO A ESE POTTER!!!!-gritaba sollozando-¡es un maldito!-
-Lily, cálmate-decía Bella-toma, cámbiate-le dijo, dándole un poco de ropa. Lily se cambio deprisa y, con el cabello aun verde, salió de su habitación. Abajo se encontró con Sirius.
-Lily... -comenzó
-No me molestes, no intentes justificar a tu amigo-
-No, sólo quería decirte que él no tiene la culpa, la broma salió mal, eso era para Snape-
-NO MIENTAS-dijo ella, empujándolo y saliendo de la sala común. Salió del castillo, dirigiéndose a la cabaña de Hagrid, cuando dos manos la tomaron de la cintura.
-¿Qué quieres Snape?-le preguntó enfadada.
-¿Por qué ya no me dices Sevy?-preguntó él con un extraño tono en la voz.
-Yo... tengo mis razones-le contestó, sacándose las manos de él de la cintura.
-¿Podemos hablar de lo ocurrido hoy?-
La cara de Lily se crispó y un odio repentino hacia el apuesto muchacho de cabello azabache la envolvió.
No entendía por qué aquél precioso hombre la molestaba tanto, si ella le demostraba tanto cariño. Tampoco entendía por qué, habiendo pasado tantas cosas entre ellos dos, no se le hubiese declarado. ¿Acaso James no sentía amor por ella?,¿acaso él no se daba cuenta de cuanto ella lo amaba?.
-Bueno, sentémonos ahí-dijo ella, señalando un a hablar y, en un momento, Lily comenzó a llorar.
-¿Por qué me hace esto?-preguntó, restregándose los ojos-¿yo qué le he hecho?-
Severus le tomó el rostro e intentó besarla en los labios, pero Lily le corrió la cara. Le besó la mejilla y apoyó la cabeza de ella en su hombro.
-Potter es un cretino-dijo, mirando al muchacho de cabello azabache que los miraba desde el castillo.
James se quedó paralizado al ver a Lily y a Snape abrazados. Un sentimiento de odio, odio puro, se le formó en el estómago. Odiaba a Snape con toda su alma. Pero la angustia lo envolvió, instantes después, las lágrimas mojaban su bonito rostro. "Sirius tiene razón, ella no me ama". Corrió por los pasillos, llorando y gritando. No podía aguantar el dolor que le causaba darse cuenta que Snape iba ganando, que se la quitaría si no hacía algo pronto. El amor que sentía por ella podía llegar a ser fatal, llevándolo a James a hacer locuras.
"Pero... si nos besamos y... fue tan lindo"se decía a sí mismo; al menos para él habían sido importantes aquellos dulces besos que se habían dado años atrás. Llegó a la sala común de Gryffindor.Sirius, y las chicas que estaban con él, se sorprendieron al verlo. James tenía los ojos enrojecidos, la camisa desabrochada (era muy raro encontrarlo desarreglado) y la cara marcada de uñas.
-Cornamenta... ¿qué te pasó?-dijo, mirándolo de arriba abajo. Lo agarró de la túnica, haciéndole caso omiso a las chicas, que le decían que las dejara consolarlo, y lo llevó a la habitación.
-Canuto, tú eres mi mejor amigo, mi hermano, tú me entiendes-dijo sollozando.
-¿Qué quieres que entienda?-
-Lily y Snape-dijo James mirando al suelo. En ese instante le contó lo que había visto.
-Ay, Cornamenta, de veras que no sé cómo ella puede gustar de él, él no es atractivo-dijo-tampoco entiendo por qué ella no siente nada por ti, después de lo que le dijiste el año pasado-
Sirius tiró la gota que rebalsó el vaso. La cara de James se puso blanca, más de lo normal. James recordaba aquél día.
El último día de clases del año anterior, James le había dicho a Lily que la amaba, que era la chica más hermosa del mundo, que haría cualquier cosa por ella. Recordar las caras de sus compañeros, las risas de los slytherin y la expresión de ella, le daban escalofríos. Claro que Lily no le creyó.
-Creo que debes fijarte en otra chica, Cornamenta-dijo Sirius-hay muchas enamoradas de ti-
-¿Quién?-preguntó James suspicaz.
-Kate Thompson-dijo-si quieres te doy más nombres-
-¿La golpeadora de Hufflepuff?¡bromeas!-dijo James sorprendido.
-¿Por qué crees que te persigue a ti en vez de a la bludger?-
-Canuto-dijo, sentándose al lado de su amigo-yo estoy enamorado -
-No eres el único-
-¡¿Qué?!-
-Remus-
Luego de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, los dos muchachos decidieron dar una vuelta por la cabaña de Hagrid para planear un baile para Navidad.
-Podríamos decirle a Lunático que la invite a bailar-propuso Sirius.
-No lo hará, es muy tímido-dijo James, haciendo un ademán de impaciencia.
-¿Qué estás buscando?-preguntó Sirius luego de un minuto de silencio.
James tenía el libro de Transformaciones abierto sobre las piernas.
-Quiero ver si hay algún hechizo para convertir a Snape en un lindo basilisco-dijo-así, tal vez, Lily se fije en mí-siguió, a lo que Sirius irrumpió en carcajadas.
-Cornamenta, mira quienes vienen-dijo metiéndole un codazo. Snape y Malfoy se acercaban. Venían hablando y, cuando los vieron, se callaron. Lily venía detrás de ellos.
-Potter, ¿qué tal?¿sigues llorando?-le preguntó Severus
-¿Qué te pasa cara de serpiente?-le dijo James levantándose.
-No lo llames cara de serpiente-dijo Lily. James la miró de arriba abajo.
Sintió una fuerte punzada en el pecho cuando vio que Lily abrazaba a Snape.Estuvo a punto de llorar, pero se contuvo.
-¿Qué pasa Potter?¿te gané?-le preguntó Snape al oído.
Un tremendo derechazo impactó en la cara de Severus, que cayó de espaldas al suelo.
-¿Qué haces?-le gritó Lily.Ella tomó a Snape del brazo y lo llevó hacia el castillo.
-No les des importancia-dijo Sirius, al ver que su amigo estaba a punto de quebrarse en llanto-¿te parece bien lo del baile?-
-Pero, ¿en dónde lo haremos?-dijo James, de acuerdo con el cambio de tema.
-¿Por qué no lo hacemos aquí?-
-¿Nos dejará Dumbledore?-
-Pregúntale-dijo Sirius, poniéndole la mano en el hombro-tú eres como su hijo-dijo, agarrándolo de la túnica.
En el camino hacia el castillo, se encontraron con Arabella, que se ruborizó al ver la seductora sonrisa de Sirius.
-Hola-le dijo Sirius.
-Hola-contestó ella suspirando. Un deseo inmenso de besar al muchacho la envolvió de arriba abajo. Ganas de lanzarse sobre él y lamer cada parte de su hermoso cuerpo y hacerlo morir de placer y, si era necesario, obligarlo a desvestirse y hacerle el amor. Pero de pronto cayó en la realidad, hacer eso sería imposible y, además, no sería necesario obligarlo, él solito se entregaría.
-¿Tienes algo que hacer en Navidad?-le preguntó Sirius
-Creo que no-dijo Bella. Sus sueños se estaban haciendo realidad, ¿Sirius Black le estaba proponiendo salir con él?.
-Bien-dijo él, besándole la mano y yendo hacia el castillo.
-¿Tu nueva presa Canuto?-le preguntó James con una sonrisa. Sirius no le contestó. Mientras, Arabella se tocaba la mano, sin la más mínima idea de lo que estaba pasando. No podía creer que al fin el chico que le gustaba hace 5 años la registrara. O, tal vez, era solo un jueguito del bombón de ojos azules.
James tenía la obligación de preguntarle a Dumbledore.El problema era entrar a su despacho: se necesitaba la clave, o contraseña, para poder entrar. En eso pensaba cuando chocó con él.
-Profesor-le dijo, rascándose la cabeza.
-Sí, James-
-¿Podríamos hacer un baile para Navidad?-
-¿Para?-le preguntó, arqueando las cejas.
-Ah... quiero invitar a alguien a salir y... el baile sería perfecto-dijo James ruborizándose.
Dumbledore se puso pensativo. Sus ojos claros iban de un lado a otro.
-De acuerdo, entonces-le contestó, guiñándole un ojo.
"Creo que metí la pata" pensó James, "no debí decírselo".
En la sala común de Gryffindor se encontró con Lily.Ella lo miró con odio, sentada en uno de los sillones.
La tomó del brazo y la acercó a su cara. Los bonitos ojos verdes de ella se humedecieron. Miles de pensamientos pasaron por su cabeza, como besarla, pero luego recordó que ella lo golpearía o, lo que era peor, no le dirigiría la palabra nunca más.
Lily tuvo el mismo deseo que él. Sentía su cálido calor corporal. Atinó solo a tocarle el hermoso cabello azabache y a mirarlo a los ojos, esos preciosos ojos color café, con los cuales él hacía suspirar a más de una bruja. Miró ese bonito cuerpo de buscador que él tenía. Todas sus fantasías pasaron por su cabeza y recordó los sueños que tenía con él, con ese cuerpo, con esos ojos, con ese aroma.
-Potter-murmuró ella, a punto de entregarse al famoso buscador. James sólo atinó a decir ¿me perdonas?
-¿Qué?-preguntó ella, sin poder creer que él sólo dijera eso. Intentó recordar aquél odio que tanto la atormentó ese día, pero no lo encontró.
-Si, te perdono-le contestó, tratando de quitarse el suave aroma de él de la mente, o mejor dicho, de sus fosas nasales.
-¡Qué bueno! ¿amigos de nuevo?-dijo él, sonriendo, sacándole un suspiro a Lilly, suspiro que solo ella pudo escuchar, ya que por todo los medios trató de taparlo, rogando que él no se diera cuenta de que ella moría por besar eso lindos labios carnosos que le sonreían.
-Sí, amigos de nuevo-contestó ella
Él dio media vuelta y se fue a su habitación.
Lily lloraba sin cesar, mientras Cat intentaba consolarla y calmarla. Le habían quitado la ropa para lavársela, dejándola en ropa interior.
-¡¡¡¡ODIO A ESE POTTER!!!!-gritaba sollozando-¡es un maldito!-
-Lily, cálmate-decía Bella-toma, cámbiate-le dijo, dándole un poco de ropa. Lily se cambio deprisa y, con el cabello aun verde, salió de su habitación. Abajo se encontró con Sirius.
-Lily... -comenzó
-No me molestes, no intentes justificar a tu amigo-
-No, sólo quería decirte que él no tiene la culpa, la broma salió mal, eso era para Snape-
-NO MIENTAS-dijo ella, empujándolo y saliendo de la sala común. Salió del castillo, dirigiéndose a la cabaña de Hagrid, cuando dos manos la tomaron de la cintura.
-¿Qué quieres Snape?-le preguntó enfadada.
-¿Por qué ya no me dices Sevy?-preguntó él con un extraño tono en la voz.
-Yo... tengo mis razones-le contestó, sacándose las manos de él de la cintura.
-¿Podemos hablar de lo ocurrido hoy?-
La cara de Lily se crispó y un odio repentino hacia el apuesto muchacho de cabello azabache la envolvió.
No entendía por qué aquél precioso hombre la molestaba tanto, si ella le demostraba tanto cariño. Tampoco entendía por qué, habiendo pasado tantas cosas entre ellos dos, no se le hubiese declarado. ¿Acaso James no sentía amor por ella?,¿acaso él no se daba cuenta de cuanto ella lo amaba?.
-Bueno, sentémonos ahí-dijo ella, señalando un a hablar y, en un momento, Lily comenzó a llorar.
-¿Por qué me hace esto?-preguntó, restregándose los ojos-¿yo qué le he hecho?-
Severus le tomó el rostro e intentó besarla en los labios, pero Lily le corrió la cara. Le besó la mejilla y apoyó la cabeza de ella en su hombro.
-Potter es un cretino-dijo, mirando al muchacho de cabello azabache que los miraba desde el castillo.
James se quedó paralizado al ver a Lily y a Snape abrazados. Un sentimiento de odio, odio puro, se le formó en el estómago. Odiaba a Snape con toda su alma. Pero la angustia lo envolvió, instantes después, las lágrimas mojaban su bonito rostro. "Sirius tiene razón, ella no me ama". Corrió por los pasillos, llorando y gritando. No podía aguantar el dolor que le causaba darse cuenta que Snape iba ganando, que se la quitaría si no hacía algo pronto. El amor que sentía por ella podía llegar a ser fatal, llevándolo a James a hacer locuras.
"Pero... si nos besamos y... fue tan lindo"se decía a sí mismo; al menos para él habían sido importantes aquellos dulces besos que se habían dado años atrás. Llegó a la sala común de Gryffindor.Sirius, y las chicas que estaban con él, se sorprendieron al verlo. James tenía los ojos enrojecidos, la camisa desabrochada (era muy raro encontrarlo desarreglado) y la cara marcada de uñas.
-Cornamenta... ¿qué te pasó?-dijo, mirándolo de arriba abajo. Lo agarró de la túnica, haciéndole caso omiso a las chicas, que le decían que las dejara consolarlo, y lo llevó a la habitación.
-Canuto, tú eres mi mejor amigo, mi hermano, tú me entiendes-dijo sollozando.
-¿Qué quieres que entienda?-
-Lily y Snape-dijo James mirando al suelo. En ese instante le contó lo que había visto.
-Ay, Cornamenta, de veras que no sé cómo ella puede gustar de él, él no es atractivo-dijo-tampoco entiendo por qué ella no siente nada por ti, después de lo que le dijiste el año pasado-
Sirius tiró la gota que rebalsó el vaso. La cara de James se puso blanca, más de lo normal. James recordaba aquél día.
El último día de clases del año anterior, James le había dicho a Lily que la amaba, que era la chica más hermosa del mundo, que haría cualquier cosa por ella. Recordar las caras de sus compañeros, las risas de los slytherin y la expresión de ella, le daban escalofríos. Claro que Lily no le creyó.
-Creo que debes fijarte en otra chica, Cornamenta-dijo Sirius-hay muchas enamoradas de ti-
-¿Quién?-preguntó James suspicaz.
-Kate Thompson-dijo-si quieres te doy más nombres-
-¿La golpeadora de Hufflepuff?¡bromeas!-dijo James sorprendido.
-¿Por qué crees que te persigue a ti en vez de a la bludger?-
-Canuto-dijo, sentándose al lado de su amigo-yo estoy enamorado -
-No eres el único-
-¡¿Qué?!-
-Remus-
Luego de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, los dos muchachos decidieron dar una vuelta por la cabaña de Hagrid para planear un baile para Navidad.
-Podríamos decirle a Lunático que la invite a bailar-propuso Sirius.
-No lo hará, es muy tímido-dijo James, haciendo un ademán de impaciencia.
-¿Qué estás buscando?-preguntó Sirius luego de un minuto de silencio.
James tenía el libro de Transformaciones abierto sobre las piernas.
-Quiero ver si hay algún hechizo para convertir a Snape en un lindo basilisco-dijo-así, tal vez, Lily se fije en mí-siguió, a lo que Sirius irrumpió en carcajadas.
-Cornamenta, mira quienes vienen-dijo metiéndole un codazo. Snape y Malfoy se acercaban. Venían hablando y, cuando los vieron, se callaron. Lily venía detrás de ellos.
-Potter, ¿qué tal?¿sigues llorando?-le preguntó Severus
-¿Qué te pasa cara de serpiente?-le dijo James levantándose.
-No lo llames cara de serpiente-dijo Lily. James la miró de arriba abajo.
Sintió una fuerte punzada en el pecho cuando vio que Lily abrazaba a Snape.Estuvo a punto de llorar, pero se contuvo.
-¿Qué pasa Potter?¿te gané?-le preguntó Snape al oído.
Un tremendo derechazo impactó en la cara de Severus, que cayó de espaldas al suelo.
-¿Qué haces?-le gritó Lily.Ella tomó a Snape del brazo y lo llevó hacia el castillo.
-No les des importancia-dijo Sirius, al ver que su amigo estaba a punto de quebrarse en llanto-¿te parece bien lo del baile?-
-Pero, ¿en dónde lo haremos?-dijo James, de acuerdo con el cambio de tema.
-¿Por qué no lo hacemos aquí?-
-¿Nos dejará Dumbledore?-
-Pregúntale-dijo Sirius, poniéndole la mano en el hombro-tú eres como su hijo-dijo, agarrándolo de la túnica.
En el camino hacia el castillo, se encontraron con Arabella, que se ruborizó al ver la seductora sonrisa de Sirius.
-Hola-le dijo Sirius.
-Hola-contestó ella suspirando. Un deseo inmenso de besar al muchacho la envolvió de arriba abajo. Ganas de lanzarse sobre él y lamer cada parte de su hermoso cuerpo y hacerlo morir de placer y, si era necesario, obligarlo a desvestirse y hacerle el amor. Pero de pronto cayó en la realidad, hacer eso sería imposible y, además, no sería necesario obligarlo, él solito se entregaría.
-¿Tienes algo que hacer en Navidad?-le preguntó Sirius
-Creo que no-dijo Bella. Sus sueños se estaban haciendo realidad, ¿Sirius Black le estaba proponiendo salir con él?.
-Bien-dijo él, besándole la mano y yendo hacia el castillo.
-¿Tu nueva presa Canuto?-le preguntó James con una sonrisa. Sirius no le contestó. Mientras, Arabella se tocaba la mano, sin la más mínima idea de lo que estaba pasando. No podía creer que al fin el chico que le gustaba hace 5 años la registrara. O, tal vez, era solo un jueguito del bombón de ojos azules.
James tenía la obligación de preguntarle a Dumbledore.El problema era entrar a su despacho: se necesitaba la clave, o contraseña, para poder entrar. En eso pensaba cuando chocó con él.
-Profesor-le dijo, rascándose la cabeza.
-Sí, James-
-¿Podríamos hacer un baile para Navidad?-
-¿Para?-le preguntó, arqueando las cejas.
-Ah... quiero invitar a alguien a salir y... el baile sería perfecto-dijo James ruborizándose.
Dumbledore se puso pensativo. Sus ojos claros iban de un lado a otro.
-De acuerdo, entonces-le contestó, guiñándole un ojo.
"Creo que metí la pata" pensó James, "no debí decírselo".
En la sala común de Gryffindor se encontró con Lily.Ella lo miró con odio, sentada en uno de los sillones.
La tomó del brazo y la acercó a su cara. Los bonitos ojos verdes de ella se humedecieron. Miles de pensamientos pasaron por su cabeza, como besarla, pero luego recordó que ella lo golpearía o, lo que era peor, no le dirigiría la palabra nunca más.
Lily tuvo el mismo deseo que él. Sentía su cálido calor corporal. Atinó solo a tocarle el hermoso cabello azabache y a mirarlo a los ojos, esos preciosos ojos color café, con los cuales él hacía suspirar a más de una bruja. Miró ese bonito cuerpo de buscador que él tenía. Todas sus fantasías pasaron por su cabeza y recordó los sueños que tenía con él, con ese cuerpo, con esos ojos, con ese aroma.
-Potter-murmuró ella, a punto de entregarse al famoso buscador. James sólo atinó a decir ¿me perdonas?
-¿Qué?-preguntó ella, sin poder creer que él sólo dijera eso. Intentó recordar aquél odio que tanto la atormentó ese día, pero no lo encontró.
-Si, te perdono-le contestó, tratando de quitarse el suave aroma de él de la mente, o mejor dicho, de sus fosas nasales.
-¡Qué bueno! ¿amigos de nuevo?-dijo él, sonriendo, sacándole un suspiro a Lilly, suspiro que solo ella pudo escuchar, ya que por todo los medios trató de taparlo, rogando que él no se diera cuenta de que ella moría por besar eso lindos labios carnosos que le sonreían.
-Sí, amigos de nuevo-contestó ella
Él dio media vuelta y se fue a su habitación.
