7 CapítuloEl baile de Navidad

Navidad ya había llegado. Como había un baile cerca, el colegio estaba repleto de alumnos, que habían decidido quedarse. Los profesores habían aceptado con ganas esta idea y habían decorado el Gran Comedor con mucho entusiasmo. Guirnaldas, árboles, estatuas de ángeles por todos lados, gnomos que cantaban villancicos, todo lucía perfecto.

-James ¿no irás al baile?-le preguntó Sirius en la Torre Gryffindor.

-No-contestó James, tirado cerca de la chimenea.

-¿No conseguiste pareja?-preguntó Remus

-Sí, iré con Sybill-

-Pues prepárate-le dijo Peter, lanzándole la ropa de gala.

Unas horas después, los cuatro muchachos estaban listos.

Sirius tenía una camisa blanca y pantalones negros. Tenía el cabello castaño oscuro, que se lo había cortado, más o menos peinado. Tenía una túnica de terciopelo negro que le combinaba muy bien con los ojos claros y el pelo oscuro.

Remus tenía una túnica color camel, que le quedaba muy bien con el cabello color arena y los ojos verdes. No se había peinado, su cabello era muy dócil, así que no necesitó tocárselo. Peter llevaba una túnica color rojo, que había intentado por todos los medios que le quedara bien, ya que Sirius se la había prestado, pero fue imposible, Peter nunca tendría el cuerpo de sus amigos, ellos eran casi 20 cm más altos que él. James tenía puesta una túnica color azul, que le quedaba alucinante con el cabello azabache, el cual fue imposible peinarlo, éste era un caso perdido, "espero que mis hijos no hereden mi cabello" dijo (N/A: eso demuestra que desear en voz alta no sirve de NADA, uu), cuando Sirius intentó ayudarlo con ese enemigo que tenía en la cabeza. Se veían muy guapos (N/A: ¡qué papitos los tres, ahhhhh!), hasta Peter (N/A: y eso ya es mucho decir, --u).

Bajaron al Gran Salón.

Allí vieron a sus respectivas parejas. James le oyó decir a Remus "que chica más hermosa", refiriéndose a Cat, que lucía preciosa con su vestido escotado color rosa, sus aros dorados y su cabello recogido en una trenza. Sirius casi se desmaya al ver a Bella con una remera súper escotada y una mini falda blanca, con el bonito cabello dorado con rizos.

James se encontró en la mesa de Gryffindor con Sybill, que se veía hermosa con la ropa verde y la pollera blanca. Estaban hablando cuando James la vio. A Lily. Ella vestía de rojo y bordo. La pollera, de color bordo, tenía perlas incrustadas. La remera, escotada, dejaba al descubierto una parte de sus bonitos senos. Su cabello, color sangre, estaba peinado con bucles y sus hermosos ojos verdes delineados en negro. El corazón de James palpitaba. Se sentía como un idiota por lo que le ocurría. Quería ser como Sirius, audaz y extrovertido, para hacer todo lo que se le pasara por la cabeza, así lograría, por lo menos, un beso de la preciosa muchacha.

Todo era como en un sueño, hasta que James vio a la pareja de Lily: Snape. Se sentía despreciado, patético, humillado. No podía creer que la chica la cual amaba con todo su ser, con la que soñaba y se excitaba cada noche, saliera con su peor enemigo.

Lily notó la mirada de James.Quiso salir corriendo a sus brazos, pero recordó que Severus estaba allí, lo dejaría en ridículo si hiciera eso. "¿Por qué acepté ser su pareja?¿por qué no le pregunté a James?"se decía a sí misma, mirando a su compañero de baile. Lily se sentía una gran estúpida, ella siendo una gryffindor, sentada entre tantos slytherins.

Severus tuvo que gritarle varias veces para que le prestara atención.

Estaba tan absorta mirando al guapo buscador que no se había dado cuenta de que el baile había comenzado. Se levantó, rechazando la invitación de Severus de ir a bailar, y, dirigiéndole una mirada a James, que en ese momento la miraba, salió del Gran Salón.

James estaba ocupado mirando como Sirius iba desapareciendo, cuando miró a Lily, que le dirigió una mirada bastante significativa, mientras ella salía del Salón.La siguió.

-Te ves hermosa-le dijo él en el momento en que ella se detuvo para mirarlo.

-Muchas gracias-le contestó ella, acercándose. La respiración de él comenzó agitarse, mientras miraba a la preciosa muchacha acercarse.

Lily se detuvo ante él. Le tomó la mano y besó sus dedos, inhalando ese suave olor que tenían las manos del buscador. James no aguantó más. La tomó de la cintura, la apretó contra él y la besó. Se besaron, como tantas veces lo habían hecho. Ambos se excitaban con el cuerpo del otro y con sus respiraciones jadeantes. Él le besó el cuello, le acarició los muslos y la apretó más contra él. Ella sentía el pene tieso de él entre sus ó a gemir inconscientemente, sin darse cuenta que alguien los miraba desde una de las estatuas de Gryffindor.

Severus se encontraba allí, con la cara crispada por la bronca y el odio. Escuchó que Lily le decía a James "te deseo", mientras el muchacho de pelo azabache le besaba el cuello. Severus no lo soportó más. Salió de allí, jurando vengarse de James y yendo hacia el Gran Salón.

James y Lily volvieron al baile, asombrados de lo que habían hecho.

-¿Dónde estabas?-le preguntó Sybill a James cuando éste se sentó.

-Eh... en el baño-contestó rápidamente.

-¿Bailamos?-preguntó ella con ojos brillantes. En ese momento se escuchaba una balada.

Ella no esperó a que él respondiera y, tomándolo del brazo, lo llevó a la pista.

"Ay, no" murmuró James para sí, cuando Sybill le abrazó la cintura. "¿Por qué a mí?" pensaba James, mirando al techo y rogando que la canción no se convirtiera en chicle. "¿Dónde estará Canuto?" pensó, mirando a su alrededor y buscando a su mejor amigo, que había desaparecido junto con su pareja. La balada terminó. "Al fin" murmuró James, yéndose a sentar velozmente, como si estuviera en un partido y con la Snitch esperándolo en su silla.

Comenzaba otra canción lenta y James no tuvo mejor idea que sacar a bailar a la pelirroja que lo miraba con poco disimulo. Se acercó lentamente y vergonzoso a la mesa en donde ella estaba sentada(N/A: la mesa de los Slytherins, James era medio suicida, --u).

-Lily-dijo él.

-¿Si?-preguntó ella, sobresaltándose y ruborizándose al ver al muchacho de pelo azabache tan cerca.

-¿Laibas congimo?-se le había trabado la lengua. Lily irrumpió en carcajadas. La piel blanquísima de James se volvió levemente rosada.

Se aclaró la garganta y se arrodilló. Lily lo miró asombrada, con las mejillas de casi el mismo color de su cabello y detrás de ella, Severus lo miraba a James de una manera detestable.

-Perdón-dijo, aclarándose de nuevo la garganta-¿me permitirías esta pieza bella dama? sería un gran honor para mí que me la concediera-siguió besándole la mano. A Lily le pareció muy gracioso que James le hablara así.

-De acuerdo-contestó, levantándose de la silla.

Todas las chicas los miraron asombradas, murmurando palabras odiosas contra Lily. Bailaron la balada, abrazándose. James sintió el dulce aroma a jazmines de Lily y ella sintió el aroma de él, aroma que le hizo recordar al beso francés que ambos se habían dado el año anterior, el cual desató lo irremediable: el amor y el deseo que se sentían. Se entregaron el uno al otro.

Severus, del otro lado de la pista, tenía ganas de golpear a James, pero no lo hizo, sabía muy bien que Lily se enojaría mucho con él.

El tema pasó volando, para peor de James, que le había encantado bailar abrazado a Lily. Fueron a sentarse y la despidió en la mesa de los slytherins con un dulce beso en la mejilla, beso que dejó a Lily sorprendida y ruborizada como un tomate.

James decidió ir a buscar a los muchachos, los cuales habían desaparecido.

Yendo hacia la sala común, escuchó gemidos que provenían de una de las aulas vacías. Eran gritos de una mujer cegada por una pasión demasiado fuerte para describirla con palabras. A los gritos de la mujer se unieron los gemidos de un hombre. Era un coro de enamorados dándose amor uno al otro, muriendo de placer ambos con sus cuerpos desnudos y transpirados. James no quiso interrumpir el acto amoroso, así que pasó disimuladamente delante del aula .Él solo atinó a taparse la boca con las manos para no decir nada o lo arruinaría todo. Fue hacia la sala común y, dentro de ésta, se encontró a Remus y a Cat besándose en uno de los sillones cerca de la chimenea. James se aclaró la garganta. Remus y Cat se sobresaltaron al percatarse de su presencia y ella se ruborizó y se tapó la cara con las manos. Se levantó y se fue a su habitación.

James le hizo una gran sonrisa de disculpas a Remus, que lo miraba con ojos asesinos. En ese momento Lily entraba junto con Susan a la sala común.

-Buenas noches, muchachos-dijo la colorada saludando con la mano y guiñándole un ojo a James.Ambas se fueron a su habitación, en la cual se encontraron con Cat, que estaba sentada en su cama.

-¿Qué tal la fiesta?-preguntó cuando sus amigas entraron.

-Yo la pasé de maravilla-dijo Lily mientras se desvestía

-¿Qué es eso?-preguntó Susan a los gritos, yendo hacia Lily.

-¿Qué?-

-Esa marca en tu cuello, ¿es un chupón?-

-¡Sí!-gritó Cat lanzándose sobre la colorada, que se había ruborizado.

-¿Quién te lo dio?¿¿¿Severus???-preguntó Cat poniendo cara de asco.

-No le digan a nadie-dijo Lily, que intentó por todos los medios tapar la marquita-fue James-

-¡No!-dijo Susan tapándose la boca-con razón la pasaste de maravilla, picarona-

E irrumpieron en carcajadas. Lily agarró su diario íntimo y escribió en él el nombre del muchacho de pelo azabache y lo rodeó de corazoncitos.

-¿No es James el chico más guapo de Hogwarts?-preguntó con ojos brillantes.

-Sigue-dijo Susan con una gran sonrisa en los labios.

-James tiene los labios carnosos más lindos del mundo, a cualquiera le gustaría besarlo-dijo Lily azorada-tiene el cabello más suave y sedoso, el mejor cuerpo, los ojos más seductores, la voz más linda-dijo acostándose en su cama. Susan y Cat se miraron y se entendieron: Lily les estaba confesando sus sentimientos por James.

-¿Estás enamorada de James?-preguntó Susan disimuladamente.

Lily no le contestó. Estaba muy ocupada escribiendo en su diario palabras de amor hacia James.Su corazón estaba agitado y se sentía muy extraña, pero sabía bien lo que estaba sintiendo, este sentimiento lo tenía muy bien guardado hacía varios años, pero no aguantaba más el hecho de ocultarlo.

-Lily, no me contestaste-le dijo Susan, sacándola de su ensimismamiento.

-¿Cómo la pasaron ustedes?-preguntó haciéndole caso omiso.

-Yo la pasé GENIAL-dijo Cat-Remus es... -pero se cayó. Sabía muy bien que cualquier cosa que dijera sobre su noviazgo con Remus lastimaría a Susan, la cual estaba enamorada del muchacho.

Susan se encerró en el baño.

-Remus es el chico más dulce del mundo-le dijo Cat en voz baja a Lily.

-Y James es el más romántico-le contestó la otra en el mismo tono de voz.

-Estamos tan enamoradas-dijo Cat agarrándole la mano a su amiga.

Lily se quedó callada. No quería admitirlo, pero sí: estaba enamoradísima de James.

-Vamos a dormir ¿si?-preguntó la colorada muerta de sueño.

En la sala común, un enamorado Remus le contaba a un dormido James lo bien que la había pasado con Cat.

-Es tan bonita, Cornamenta-decía acostado en las rodillas de su amigo

-Se te ve muy feliz Lunático-dijo James bostezando

-A veces me siento un tarado, pero debe ser que estoy enamorado, dicen que cuando te enamoras te vuelves idiota, aunque te digo que vale la pena ser idiota entonces-

-Hablando de idiotas y tarados... ¿has visto a Canuto?-

-¿No estaba con Bella?-

James se puso pensativo.

-Mejor vayámonos a acostar-dijo James, mirando hacia la puerta, por la cual entraban varias chicas dispuestas a lanzárseles encima con tal de que los muchachos les dieran un beso.