17 Capítulo_Sirius y sus sentimientos.

-James, cariño, despierta-dijo la dulce voz de Lily esa mañana. James abrió lentamente los ojos para ver a su novia, la cual estaba sentada junto a él y le acariciaba las orejas. -No lo despiertes así, nunca te obedecerá-dijo la potente voz de Sirius. Acto seguido, un fuerte almohadonazo impactó sobre su cabeza. James se levantó en el preciso momento en que Sirius le iba a pegar el segundo impacto y agarró su almohada para luchar con su amigo. Las almohadas se abrieron, haciendo volar las plumas dentro de éstas. -¡Ya basta!-gritaba Remus, que se había despertado en ese instante. -No, es divertido-dijo Sirius. Tenía el cabello castaño lleno de plumas, al igual que James. -Deténganse-dijo Lily. Saltó sobre James y cayeron juntos al suelo. Lily aprovechó la oportunidad y besó a James, mientras se revolcaban en el suelo y reían. -Te amo, chiquita-le dijo James. Sirius lo seguía golpeando a James, así que Lily se levantó y golpeó a Sirius en el abdomen. Sirius se agachó de dolor y se tiró al suelo. -Ayyyyyy-dijo dolorosamente. James se reía de su amigo. Remus solo miraba y sonreía. Lily se tiró sobre James y lo besó de nuevo. -Te mataré-le dijo Sirius a Lily y la levantó en el aire. Lily gritaba y pataleaba. Sirius abrió la puerta y salió disparado hacia la sala común, seguido de James, que agarró la almohada y lo persiguió. -MUCHACHOS, NO SALGAN ASÍ!!!!!!!-bramó Remus, pero sus dos amigos ya estaban abajo. -Suéltala-le gritaba James a Sirius pegándole con la almohada. Sirius le sacaba la lengua. Tiró a Lily sobre el sofá, cuando... -BOMBONES-bramaron varias chicas que habían bajado a la sala común. -Oh no-dijo Lily tapándose la boca. James y Sirius se miraron. Estaban semidesnudos de la cintura para arriba, dando un hermoso espectáculo de sus lindos torsos. Se miraron espantados y salieron corriendo en dirección a las habitaciones. Lily agarró la almohada que James tenía en la mano y comenzó a golpear a las chicas que lo querían tocar. -¿Qué pasó?-les preguntó Remus a los tres cuando entraron sin aliento a la habitación. -¡¡¡Esas @$'%&$#%"@!!!-bramó Lily abriendo la puerta. -Casi nos violan-dijo Sirius sin aire. -Cambiando de tema-dijo Remus-¿hoy empezamos la bromita?-preguntó. Los tres asintieron con la cabeza. Bajaron a desayunar... -Mhhh-dijo Lily cuando vio el tocino y los huevos. Se tomó de un trago el jugo de calabaza. -Vaya, sí que tienes hambre-le dijo James y le acarició la rodilla disimuladamente bajo la mesa. Lily le sonrió y le tiró un pequeño beso-¿Quieres?-le dijo, dándole un poco de tocino con el tenedor. James bromeó un rato con el tenedor y luego se comió el tocino que Lily le daba seductoramente. -Ya dejen de seducirse-dijo Sirius mirándolos-hoy, hoy, tenemos... - -Encantamientos-dijo Remus. -Espero practicar encantamientos estimulantes, me encantan-dijo James, agarrando una tostada. -¿Para qué? Yo ya soy bastante estimulante para ti, cariño-le dijo Lily por lo bajo. James la miró y se ruborizó levemente. -Te amo-le dijo James bajito. -Me tienen harrrrrrrto-dijo Sirius con cara de cansado. Miró hacia todos lados-¿y Arabella?-preguntó extrañado de no verla. -No lo sé, ¿por qué preguntas?-dijo Lily mirándolo significativamente. -Porque... porque... es mi amiga y... quiero saber... donde está-dijo ruborizadísimo. -Creo que estuvo llorando ayer-dijo Lily triste. -¿Llorando?-preguntaron a coro los jóvenes. Lily asintió con la cabeza. Sirius se apenó por Arabella. "La debe estar pasando mal" pensó "necesito verla, ¿qué le estará ocurriendo?". -¿Sabes dónde está?-preguntó Sirius. Lily asintió con la cabeza y señaló hacia arriba. Sirius se levantó de la silla. -Díganle al profesor Flitwick que tal vez no vaya a la clase, luego hablaré con él-dijo y se dirigió hacia la Torre Gryffindor. "¿Qué le pasará a Bella?, ¿tendrá problemas con alguien?, ¿le habrá pasado algo a sus padres?. No entiendo qué demonios le ocurre. A veces me hace pensar que está enamorada de mí y yo, de estúpido, me hago ilusiones y me entusiasmo. Luego me esquiva y me dice que no quiere nada conmigo. Yo... la amo tanto. Ella es tan distinta, es tan linda, tan rubia, tan perfecta. La amo. El problema es que era muy mujeriego, ella no me cree que por ella cambié" se detuvo en sus pensamientos, ya que estaba en la puerta de la habitación de las chicas. Golpeó suavemente. No escuchó nada, ni un sonido. Se asustó al escuchar un leve lloriqueo y luego un fuerte ruido. -Bella-gritó Sirius desde el otro lado de la puerta. La abrió lentamente. Miró en la oscuridad del cuarto, buscando a la muchacha. Ella estaba sentada junto a su cama y se secaba las lágrimas con las manos. No vio entrar a Sirius. Él le acercó un pañuelo. Ella se sobresaltó al verlo. -Sirius, ¿qué haces aquí?-preguntó tomando el pañuelo que, caballerosamente, Sirius le entregaba. -Vine a verte-dijo él sentándose junto a ella. Le tomó las manos dulcemente.-Dime qué te ocurre-le dijo acariciándole el cabello ondulado. Bella se puso pensativa. -Hace tiempo que lloro por los rincones-dijo ella. -¿De veras?- Ella asintió con la cabeza. -¿Por qué?-le preguntó besándole la mejilla. -Lloro por un muchacho-dijo ella. -¿Cuál?. Dime quién es y lo mato-dijo él haciéndose el héroe. -No puedo decírtelo-dijo ella. Se levantó, pero Sirius la retuvo. -No te vayas-le dijo él suplicante. Bella se agachó y lo besó dulcemente. Sirius se dejó llevar por ella. Se acostaron en el piso, Sirius sobre Bella. Se besaron fervorosamente. Sirius intentó quitarle la camisa a Bella, pero ella lo detuvo seriamente. -No, Sirius-dijo ella levantándose del piso y arreglándose el cabello. -Bella... yo te amo-le dijo Sirius con los lindos ojos azules humedecidos y la garganta seca. Bella lo miró unos instantes. Luego irrumpió en carcajadas. -¿Tú, enamorado?-preguntó ella riendo. Sirius frunció el ceño. -Sí, y de ti-dijo firmemente. "No puedo ser, no puede ser, Sirius no puede estar enamorado de mí, simplemente es... IMPOSIBLE" pensó Bella. Lo miró seria, para luego golpearlo en la cara. Sirius no entendía la reacción de ella. Se tomó el rostro. -¿QUÉ TE PASA???-preguntó enojado. -¿Por qué eres tan mentiroso?-preguntó Bella llorando. -No te estoy mintiendo Bella, me gustas mucho. Desde aquel día que me dijiste que me amabas, cuando lo hicimos. Me di cuenta desde ese momento que te amaba-le dijo. -No, no-decía Bella negando con la cabeza. Salió de la habitación. Sirius se quedó solo y triste.