Hola, hola, capítulo 32, este cap. Me encanta.... BESOS, GRACIAS POR LOS REVIEWS. M.O.S M.O.P M.O.M

32 Capítulo Los Hermanos sean unidos.

-Es muy lindo-dijo soñadora. -¿¿Figg enamorada de Snape???-dijo una voz odiosa por detrás de ellos. -Black, no molestes-le dijo Sirius a una de sus molestas primas. -Jejejeje, sé muy bien que te molestaría que eso ocurriera, ¿verdad precioso?-. -Bellatrix, por favor,¿tienes que ser tan obvia?-. -¿Por qué no te casas conmigo?? Acepta la proposición de mi padre-le dijo ella acercándose y tratando de besarlo. -1°: eres mi prima,2°: te odio y 3°: NUNCA ME CASARÉ CON ALGUIEN TAN ODIOSA- bramó en su cara. Bellatrix suspiró- Igualmente estoy enamorada de ti, galán- le dijo mordiéndole el labio. -BELLATRIX, NO TE ME ACERQUES ME DAS ASCO, BLACK APESTOSA-. -¿Por qué ella sí, y yo no?-le preguntó dolida. -Porque ella sí me gusta-. -Bellatrix, vete a la mierda-le dijo James enojado. -De acuerdo, cuñadito-le contestó irónica, dándose vuelta y yéndose. -Como la odio- murmuró Sirius con bronca. -¿Tu prima Bellatrix está enamorada de ti?-le preguntó Remus sorprendido. -Sí, y Narcissa está enamorada de James-dijo Sirius suspirando-para mi tío sería bueno que dos de sus hijas se casaran con dos magos sangre pura-. -O sea, tú y James- dijo Remus señalándolo. -Exacto-contestó Sirius-mis padres están chochos con la idea-. -Pero no te casarás con tu prima...o sí?- preguntó Cat, que sostenía a Bella, la cual intentaba lanzarse sobre cada chico que pasaba. -Esa fue una de las razones por las que huí de casa-. -Sirius-dijo una voz conocida para él. Dio media vuelta y se encontró con el rostro de su hermano. -¿Qué quieres Regulus?-le preguntó con sarcasmo. -¿Qué es este escándalo?-. -A ti no te importa- le contestó enojado. -No me faltes al respeto, te cuento que soy prefecto, aunque no creo que te importe-. -No, no me importa, debe ser un orgullo para esa estúpida que tienes de madre que su hijo predilecto sea "prefecto"- dijo riendo. -TE BAJARÉ PUNTOS IDIOTA- bramó Regulus, con un extraño brillo de furia en sus ojos zafiro. -PUES BAJAME TODOS LOS QUE QUIERAS, ME DA IGUAL LO QUE HAGAS, SLYTHERIN ASQUEROSO- bramó Sirius, tranquilo, no le tenía miedo a su hermano. -YA BASTA LOS DOS, BLACK, TE AVISO QUE YO TAMBIÉN SOY PREFECTA- dijo Lily, calmando los ánimos (N/A: me imagino, con ese grito....). -Mira, Sirius, lo mejor que puedes hacer es dejar de juntarte con...sangres sucias- dio tranquilo, mirando a Bella, y a Lily. -¿A quién le dices sangre sucia?-preguntó James enfurecido. -O...con medias sangres-siguió Regulus, observando a Remus y a Susan. -YA CIERRA LA BOCA BLACK-bramó James enfurecido. -CALLATE TÚ TRAIDOR, ESCORIA- bramó el hermano de Sirius escupiendo saliva, típico de los slytherins. -CIERRA TU MALDITA BOCOTA. IMBÉCIL, CONSENTIDO DE MAMÁ- le bramó Sirius en la cara, para luego propinarle una trompada que lo lanzaría contra la pared. Se lanzó sobre él, tomándolo del cuello y levantándolo en el aire. -CANUTO, SUÉLTALO-bramó Remus saltando sobre el apuesto moreno, e intentando que el joven soltara al slytherin. Varios alumnos que se encontraban allí empezaron a vitorear a Sirius, principalmente las muchachas. Regulus comenzaba a sangrar, debido a los golpes recibidos por parte de su hermano mayor, y escupió sobre la cara de Sirius, que lo soltó y se limpió le rostro. El menor de los Black intentó golpear a su hermano, pero James le propinó una patada en el bajo vientre, que lo hizo retroceder y caer al suelo. -Wingardium Leviosa-dijo la voz de Lily, segundos después Regulus flotaba en el aire, cabeza arriba, mostrando sus calzoncillos. -EVANS-bramó una voz que Lily y los demás conocían más de lo debido. -PROFESORA MCGONAGALL-bramaron todos a dúo, asustados. James obligó a Lily a bajar el brazo, por lo que Regulus cayó al suelo dándose un fuerte golpe haciendo mucho ruido. -¿QUÉ CREEN QUE HACEN?-bramó la profesora con la cara violeta. Los jóvenes se miraron asustados. Se produjo un silencio repentino en todo el lugar. -EXPLÍQUESE EVANS, POR SU COMPORTAMIENTO INDEBIDO- gritó el profesor Garett, viendo a uno de sus alumnos favoritos en el suelo. Miró a la profesora de Transformaciones-creo, Minerva, que deberíamos expulsar a estos alumnos-. McGonagall lo miró con sorna. -Seré yo la que decida eso, Orestes, ahora vete-dijo casi a los gritos y señalando hacia un lugar desconocido. Volteó a mirar a los siete gryffindors aterrorizados. -Señorita Evans, sígame-dijo seria. Lily tragó saliva ruidosamente. -Profesora-dijo James con aprensión. Ésta lo miró.-¿Puedo acompañarla?- McGonagall sonrió de soslayo. Asintió con la cabeza. James y Lily la siguieron. Sirius veía cómo su mejor amigo y la novia de éste caminaban despacio y abrazándose con ternura. Escuchó un gruñido desde el suelo. -Me las pagarás Sirius-dijo su hermano. Sirius se encogió de hombros, sin importarle lo que su hermano menor le dijese. Regulus se levantó del suelo lentamente, mirando a su hermano mayor con odio infinito, y salió de allí con paso lento. -No le hagas caso, Canuto-le dijo Remus en forma de consuelo. Sirius sonrió. Miró a Bella, que se había dormido en los brazos de Susan. Caminó hacia la morena, y tomó a la rubia en sus brazos. Miró a Remus, a Cat y a Susan. -Ya vuelvo, voy a la enfermería-dijo con voz preocupada. -------------------------------------- ---------------- Lily se encontraba sentada, con los brazos caídos y la mirada perdida. Su preocupación iba en aumento, además la profesora estaba tardando más de lo debido. Miró el escritorio con ojos húmedos, tenía mucho miedo del castigo de McGonagall. Movió la cabeza hacia los lados, intentando olvidar por qué estaba en el despacho de la profesora de Transformaciones. Sintió una mano en su hombro. Levantó la mirada y se encontró con los bellos ojos de James, que la miraban con comprensión. -Tranquila, nada te ocurrirá mientras yo esté contigo-le dijo abrazándola y besándole la comisura de los labios. Ella rió encantada y sacó la lengua, dándole a James la decisión de que la besara. El joven acercó el rostro de la pelirroja al suyo, e introdujo con gusto y profundamente su lengua en la boca de la muchacha, besándola sin culpa y fervorosamente. La puerta se abrió de golpe, haciendo que James y Lily se separaran. -Ejem, alumnos-dijo la profesora acercándose a su escritorio. Lily tragó ruidosamente, y tomó con fuerza la mano de James, el cual se había sentado junto a ella. Él la miró y la besó dulcemente, para tranquilizarla. -Profesora, déjenos explicar lo ocurrido-dijo James antes de que McGonagall pudiera abrir la boca. Ella se sentó y lo miró, esperando a que hablara. -Pues...lo ocurrido hace unos minutos en el pasillo..-la puerta se abrió de nuevo. Sirius llevaba a Arabella dormida en brazos. Se veía desesperado y preocupado. -Profesora, antes de que James comience a mentir, déjeme decirle que todo fue culpa mía- ella lo miró con los ojos muy abiertos. -Su hermano lo provocó-dijo James apresuradamente. Miró a su amigo. -Pero...¿qué tiene que ver la señorita Evans? Yo vi como ella hechizaba a Regulus Black- dijo McGonagall juntando sus manos sobre la mesa. -Profesora, él la llamó..-James tomó aire, le costaba muchísimo decir esa blasfemia-sangre sucia-. -A ella y a Bella-dijo Sirius rápidamente, y aun con Bella dormida sobre él. -Y llamó a James traidor y escoria-dijo Lily sollozando. James le tomó el rostro y la acercó a él, haciendo que ella apoyara la cabeza en su hombro. -Tranquila Lily, no te ocurrirá nada- dijo McGonagall mirando a la pelirroja con aprensión. Miró a James-hablé con el profesor Dumbledore- sonrió-no van a expulsarte-. -¿QUÉEEEEE?-dijeron a coro Sirius, Lily y James. El apuesto muchacho de cabello azabache sonrió, mientras su amigo soltaba a Arabella y se lanzaba sobre él y lo abrazaba. Lily los miró a ambos y comenzó a llorar de felicidad. James se separó del abrazo de Sirius y tomó en brazos a su novia, besándola con ternura. -Y en cuanto a ti, Lily-los tres la miraron asustados-harás tu castigo con ellos-. -Profesora-dijo Lily, tomando aire y tragando saliva-quiero dejar mi puesto como prefecta- las tres personas con ella la miraron sin comprender. Ella miró a James y sonrió dulcemente-No puedo ser prefecta siendo la novia de uno de los merodeadores, así que no quiero saber nada-.McGonagall sonrió también. -Sabia decisión-dijo riendo-ahora váyanse, y en cuanto al castigo, reúnanse con Filch esta noche- miró a Sirius-Black, lleva a Figg a la enfermería-. Los cuatro salieron del despacho de McGonagall con aires de felicidad. Lily y James se despidieron de Sirius, que llevaba a Arabella consigo. Lily volteó a mirar a su novio. -Amor, no te expulsarán-le dijo ella abrazándolo e introduciendo su mano en los pantalones de James. Él sonrió encantado e incitó a Lily a que profundizara sus movimientos. Y así lo hizo la colorada, mientras veía como su novio gemía de placer. Lo besó con pasión en los labios, al tiempo que James la apretaba contra él, le abría las piernas con las manos y le quitaba las bragas. -Espera-dijo Lily con un hilo de voz. Lo besó despacio, con dulzura-aquí no- tomándole la mano y dirigiéndose a otro lugar. -Pss, amor, ponte las bragas-le dijo James al oído. Lily comenzó a reír. Negó con la cabeza. -No lo haré, quiero ver tu cara al saber que tu novia "no lleva nada bajo la pollera"-dijo riendo, mientras tomaba la mano de James y la introducía dentro de su camisa, para que él acariciara sus senos. James sonrió con picardía. Acarició la suave tela del sostén, y rozó con su mano uno de los pezones, que se endureció al pellizcarlo. La acercó a él. -Te amo, Lily-le dijo, mientras le desabrochaba la camisa y la dejaba con el torso al descubierto. Le rozó la espalda con los dedos, logrando que Lily tuviera escalofríos. Ella gimió de placer al sentir las tibias manos de su novio rozando su piel lentamente. Las manos del buscador eran tersas, y tocaban su cuerpo con excitante búsqueda. Lily volvió a gemir cuando James le mordió el hombro, bajándole la túnica. -James, espera-dijo Lily cuando él la acorraló contra la pared. Él bufó. Ella le tomó la mano y lo encaminó hacia una estatua desconocida para el joven. Un mago con aspecto de perdido, con los guantes al revés, le hicieron acordar a Peter. Lily visualizó la puerta. -Empanada de calabaza-dijo ella. La puerta rechinó al abrirse, y entraron a un cuarto sumamente arreglado.