sexta parte: VISITAS
-ho dios mio, pasen todos, ¿no se han mojado?- bilma les miraba con preocupación, los chicos le sonrieron y shigeru hablo con energía – claro que no señora sekai, el único descuidado aqui fue satoshi!- bilma le miro y comenzó a reír , el joven del pelo negro se puso rojo- mama! ¿ a quien apoyas? Al mas gracioso?- todos se quedaron callados, satoshi puso una cara de descontento, pero todo se desvaneció, pues los profundos ojos negros, del joven, brillaron.
Brillaron mucho.
miro a todos y comenzó a reír alegremente.
Todos, le siguieron.
Mas sin embargo, de repente, una mirada triste se apodero del joven entrenador, bilma lo miro, pero este, escondió rápidamente ese sentimiento...
No quería que nadie se enterara.
Así que sonrió.
Sonrió.
Pero... no de verdad
Cuarto para las 10...
Era ya tarde
-y...dime hijo...- bilma mantenía la mirada fija en la ensalada, mientras repartía con tranquilidad a todos los invitados.
Satoshi no le respondió, solo miraba perdidamente hacia fuera.
Miraba la oscuridad.
Las hojas.
Observaba algo.
Sea lo que fuere, lo hacia con tristeza, miraba con tristeza, estaba tan metido en sus pensamientos, sus profundos ojos negros y alegres, perdieron por un momento el brillo... bilma le hablo con mas volumen y claridad –hijo? – Satoshi parpadeo rápidamente, volvió en si, dejo al satoshi que estaba triste y le sonrió a su madre y a los invitados para no preocuparles- ¿si? Que pasa mama?- todos en la mesa, lo miraron con aire de extrañeza, se miraron entre ellos, satoshi los miro...
-anda sato!!! Estas muy raro!- sigeru hablo con asombro, y con algo de preocupación, le miro profundamente, entrecerrando los ojos -¿acaso sucede algo?- satoshi les miro de nuevo y les sonrió- nada!, nada me pasa! Sigamos cenando!- el joven, tomo una copa con prontitud y disimulando, les sonrió a todos, a su vez, ellos tomaron su copa- un brindis!...- todos sonrieron empino la copa de cristal hacia todos sus invitados- por los amigos!- volteo hacia su madre manteniendo la copa de fino cristal, inclinada- por la familia- y finalmente la alzo con prontitud- por el triunfo!- todos aplaudieron y se alegraron, soltaron serpentinas y confeti, aclamaban a satoshi, comían alegremente.
Por un momento... leo quedo en el olvido...
Solo por un momento...
El profesor oak, comía alegremente su platillo, al igual que todos, prontamente, se llevo la mano a la barbilla, miro el platillo – bilma, esto es un manjar y no quisiera importunar, pero le hace falta algo...- bilma le miro y comenzó a pensar- ¿algo?-pensó-...no...- negó suavemente con la cabeza y convenciéndose a si misma, le contesto con suavidad- no, claro que no, todo esta ahi... pollo, pimiento...cebolla...chile...- lo decía, mientras numeraba con los dedos- consomé....- hiroshi los miro con esa clásica alegría y comento alegremente- jengibre! A este delicioso guisado le hace falta el jengibre señora sekai!- bilma sonrió- a si! Claro! ¿cómo pude olvidarlo!? Jengibre!...- después bilma reanudo a comer su plato... pensó por unos instantes, repasando a cada invitado en la mesa...
Bilma se levanto espantada, sorprendió a todos, a penas y pudo murmurar su nombre...
-L-Leo... no ha vuelto....¡¡de seguro algo le ocurrió!!!- bilma miro a su hijo, implorándole con la mirada, satoshi se levanto de la mesa con susto –E-es cierto....leo...¡MI PRIMO NO ESTA AQUÍ!- todos los invitados ignoraban todo cuanto satoshi y bilma hablaban, haruka los miro y con poco interes les comento –y...¿quién es ese tan leo?- satoshi le miro con seriedad –el, es mi primo- haruka se apeno al ver que la preocupación de madre e hijo, era verdaderamente alarmante...
-VOLERE PRONTO!!!! CENEN SIN MI!!!-
un satoshi preocupado, se perdia entre la oscuridad de la calle, corria muy rapido y desaparecio en un santiamén de la vista de todos... shigeru miro con dulzura y consuelo a bilma – se que esta bien- le dijo, bilma sonrio débilmente. –gracias- este comentario no parecio animar del todo a la señora sekai, shigeru, la miro de nuevo, y le sonrio – todo va a estar bien ha? Dejen esas caras largas!-
todos sonrieron.
Bilma, solo lo intento
-ho dios mio, pasen todos, ¿no se han mojado?- bilma les miraba con preocupación, los chicos le sonrieron y shigeru hablo con energía – claro que no señora sekai, el único descuidado aqui fue satoshi!- bilma le miro y comenzó a reír , el joven del pelo negro se puso rojo- mama! ¿ a quien apoyas? Al mas gracioso?- todos se quedaron callados, satoshi puso una cara de descontento, pero todo se desvaneció, pues los profundos ojos negros, del joven, brillaron.
Brillaron mucho.
miro a todos y comenzó a reír alegremente.
Todos, le siguieron.
Mas sin embargo, de repente, una mirada triste se apodero del joven entrenador, bilma lo miro, pero este, escondió rápidamente ese sentimiento...
No quería que nadie se enterara.
Así que sonrió.
Sonrió.
Pero... no de verdad
Cuarto para las 10...
Era ya tarde
-y...dime hijo...- bilma mantenía la mirada fija en la ensalada, mientras repartía con tranquilidad a todos los invitados.
Satoshi no le respondió, solo miraba perdidamente hacia fuera.
Miraba la oscuridad.
Las hojas.
Observaba algo.
Sea lo que fuere, lo hacia con tristeza, miraba con tristeza, estaba tan metido en sus pensamientos, sus profundos ojos negros y alegres, perdieron por un momento el brillo... bilma le hablo con mas volumen y claridad –hijo? – Satoshi parpadeo rápidamente, volvió en si, dejo al satoshi que estaba triste y le sonrió a su madre y a los invitados para no preocuparles- ¿si? Que pasa mama?- todos en la mesa, lo miraron con aire de extrañeza, se miraron entre ellos, satoshi los miro...
-anda sato!!! Estas muy raro!- sigeru hablo con asombro, y con algo de preocupación, le miro profundamente, entrecerrando los ojos -¿acaso sucede algo?- satoshi les miro de nuevo y les sonrió- nada!, nada me pasa! Sigamos cenando!- el joven, tomo una copa con prontitud y disimulando, les sonrió a todos, a su vez, ellos tomaron su copa- un brindis!...- todos sonrieron empino la copa de cristal hacia todos sus invitados- por los amigos!- volteo hacia su madre manteniendo la copa de fino cristal, inclinada- por la familia- y finalmente la alzo con prontitud- por el triunfo!- todos aplaudieron y se alegraron, soltaron serpentinas y confeti, aclamaban a satoshi, comían alegremente.
Por un momento... leo quedo en el olvido...
Solo por un momento...
El profesor oak, comía alegremente su platillo, al igual que todos, prontamente, se llevo la mano a la barbilla, miro el platillo – bilma, esto es un manjar y no quisiera importunar, pero le hace falta algo...- bilma le miro y comenzó a pensar- ¿algo?-pensó-...no...- negó suavemente con la cabeza y convenciéndose a si misma, le contesto con suavidad- no, claro que no, todo esta ahi... pollo, pimiento...cebolla...chile...- lo decía, mientras numeraba con los dedos- consomé....- hiroshi los miro con esa clásica alegría y comento alegremente- jengibre! A este delicioso guisado le hace falta el jengibre señora sekai!- bilma sonrió- a si! Claro! ¿cómo pude olvidarlo!? Jengibre!...- después bilma reanudo a comer su plato... pensó por unos instantes, repasando a cada invitado en la mesa...
Bilma se levanto espantada, sorprendió a todos, a penas y pudo murmurar su nombre...
-L-Leo... no ha vuelto....¡¡de seguro algo le ocurrió!!!- bilma miro a su hijo, implorándole con la mirada, satoshi se levanto de la mesa con susto –E-es cierto....leo...¡MI PRIMO NO ESTA AQUÍ!- todos los invitados ignoraban todo cuanto satoshi y bilma hablaban, haruka los miro y con poco interes les comento –y...¿quién es ese tan leo?- satoshi le miro con seriedad –el, es mi primo- haruka se apeno al ver que la preocupación de madre e hijo, era verdaderamente alarmante...
-VOLERE PRONTO!!!! CENEN SIN MI!!!-
un satoshi preocupado, se perdia entre la oscuridad de la calle, corria muy rapido y desaparecio en un santiamén de la vista de todos... shigeru miro con dulzura y consuelo a bilma – se que esta bien- le dijo, bilma sonrio débilmente. –gracias- este comentario no parecio animar del todo a la señora sekai, shigeru, la miro de nuevo, y le sonrio – todo va a estar bien ha? Dejen esas caras largas!-
todos sonrieron.
Bilma, solo lo intento