décima parte: SEDA

aun la miraba.

La miraba aun, con sensualidad...

Esa mirada, una mirada deseable... sus ojos, brillaron...

Brillaron mucho...

El seductor leo, aun la miraba, la chica le sonrió aun mas.

No parecía percatarse en lo absoluto.

No percataba lo que ella provocaba en el joven seminarista.

Al contrario, solo le miro, esperaba a que el, le expresara algo, no exactamente un agradecimiento, si no, una palabra.

Una cualquiera.

Quería cerciorarse, que el se encontraba en perfectas condiciones...

Leo, estaba a punto de responder... movió ligeramente los labios...

Aun estaba anonado, y sus reacciones fueron tan torpes, que se sentó frente a ella con rapidez y moviéndose acartonadamente.

La chica le miro con ojos acariciadores.

-es grato saber que se encuentra bien- luego su cara se tono triste – no fue nada agradable, encontrarle en este estado- de repente, le sonrió – pero me alegro, ya que ahora esta mucho mejor, ¿no es así joven?

ella, me esta hablando...

lo esta haciendo...

dirige a mi, una hermosa y cálida sonrisa.

Agradables palabras salen se su boca...

Nadie mas me esta provocando lo que ella a mi ahora... nadie..

..esa boca...

¿cómo contestarle?

Soy torpe...

Y ella....ella es un sueño

La chica se dirigía a el con respeto, era un seminarista.

El, solo le negó con brusquedad, con movimientos torpes, provocando una pequeña risa de la joven.

-no se preocupe, no tiene que agradecerme si no quiere, yo, no busco eso.. solo quiero revisarle, eso es todo-

leo se sorprendió aun mas. Con movimiento torpe, hizo su cabeza hacia atrás, movió su ahora, húmedo cabello...

aquella joven, se preocupaba por el.

Sin siquiera conocerle.

Eso, le ablando el corazón...

Y trato de hacer lo mismo con su mirada,

Pero esta, le traicionaba, pues venia con sensualidad a la joven...

No podía hacerlo de otra manera.

Imposible.

Tan metido se encontraba en sus pensamientos, que se exalto aun mas, al sentir la fina y blanca mano en su pecho, seguida de un movimiento suave.

La chica pego con suavidad su cabeza a su pecho.

Leo, sentía que estallaba...

Ahora estaba tan estimulado...

Que solo cerro los ojos, entreabrió la boca y soltó su cuerpo... dejo que sus brazos rozaran suavemente contra el césped, hincado y con los ojos cerrados, se dejo...

...sin pronunciar palabra alguna...

dejo que ella, lo palpara

Su respiración se agito, cada vez, iba mucho mas rápida... pero en silencio...

Su sonrojo aun estaba ahí...

Pasaron alrededor de 15 minutos.

Leo, había olivado por un momento, que se encontraba en medio del bosque, con una hermosa joven a su lado, preocupada por el, desinteresadamente.

Despertó de sus pensamientos, cuando ella, recogió su mano suavemente, la llevo entre las suyas y le miro.

Leo,trato de que algo saliera de su boca.

Imposible.

Estaba, inmóvil....

-se que no soy buena haciendo esto....pero...- la chica se apeno y bajo la vista, leo ansiaba oírla, ansiaba oír lo que quería decirle...¿en que no era buena?...ella era, perfecta.

Fue tal el impacto de esas letras.

Que Con mucho esfuerzo, y rompiendo el hielo, leo se dejo oir, su suave voz varonil, le imploro que le respondiera...

Quería irla de nuevo...

la miro con deseo...

-¿no eres buena...dime...dime... podrías decirme en que no lo eres?....- la chica alzo la vista y le sonrió –joven, yo no soy buena enfermera- leo, le miro, con asombro, luego, con ternura....

no sabia que era lo que el ocurría...

tal vez, era la primera joven que lo palpaba de esa manera...

tal vez...solo tal vez... había logrado despertar, al hombre, que se encontraba dentro de el...

la ternura, un sentimiento de protección...o...

...tal vez...

solo tal vez...

se había, enamorado...

la joven, contemplo sus ojos, lo miro, con asombro y de nuevo, le sonrió con la mirada- he improvisado algunos vendajes, con un ropaje que llevaba conmigo, creo que le ayudaran a retener la sangre, por lo menos hasta que este a salvo en su casa- leo la miro sin parpadear- los bosques suelen ser peligrosos, y mucho mas de noche.- la chica le hablo con alegría- supongo que querrá saber lo que pronostique en su cuerpo, disculpe, no soy buena...yo...- la chica se apeno, pero por que sentía que hablaba como todo una enfermera experta, cuando en realidad, lo único que hacia, era guiarse por su instinto.

leo, que aun no parpadeaba, solo la miro, profundamente- por favor...siga...-leo le hablo blando, tratando de retener su ansiedad, le encantaba que le hablara.

Y pensar, que ella solo era una desconocida...

Dolorosamente, lo era...

Ella, le miro con asombro y bajo la cabeza. mientras eso ocurría,

Leo se llevo sus dedos a la cabeza...

Una tela suave, le rodeaba por completo... suave...

Tal vez...

...era seda