décima segunda parte: NIEBLA

El cielo parece querer llorar de nuevo....

Todo volvió a la oscuridad.

Y de nuevo.... una pesada gota, cayo, sobre el joven leo...

Un joven, que aun permanecía, parado, ahí. En el bosque...

Sus ojos miel, estaban perdidos en el infinito, aun sostenía la caja dorada, que aquella joven, le había obsequiado...

El horizonte le parecía infinito...

...ella había partido por ahí...

...por esa dirección...

¿alcanzarla?

...tal vez...

¿detenerla?

...lo deseaba...

¿y su nombre?

...no lo sabia...

lo único que el joven leo pensaba en ese momento, era atraparla...

cual hermosa mariposa...

y llevarla...

...quedársela por siempre...

...eso no le era posible... no ahora...

-LEO!!!!!!!!! LEO!!!!!!!!!!!!!! ¿D"NDE ESTAS?!!!! -

el joven seminarista miro hacia atrás...

había escuchado algo...

de entre la lluvia y los numerosos susurros del bosque, algo mas se filtraba...

-LEO!!!!!!!!-

movió los ojos, hacia la oscuridad...

y de pronto, le vio.

-s-satoshi?- el joven seminarista titubeo, hablo muy bajo, y por alguna extraña razón, no pudo moverse, la lluvia le detenía...

la sentía, pesada...

y se quedo ahí, varado, con medio cuerpo girado hacia el lado derecho...

el joven, figuraba a una criatura de un mundo mágico...

la niebla, bajaba con suavidad a sus pies, venerándole...

las luciérnagas lo rodeaban, a pesar de la lluvia que caía...

la luna se filtraba, y jugaba con su cruz de plata...

con su pelo, y su propio cuerpo...

sus ojos se miraban claros... pero de nuevo fríos.

Su boca entreabierta...

... parecía estar esperando algo...

-le!!!...o- un satoshi desesperado, dejo de gritar, al instante en que vislumbro de nueva cuenta a su primo... bajo su mano que colocaba anteriormente a lado de su boca, para que se grito se escuchara mas fuerte y cruzo con mucho cuidado los pequeños arbustos que le separaban de su joven primo, ambos, se miraron.

Un silencio se hizo presente...

Satoshi miraba hacia arriba a leo, ambos, empapados, se miraban.

La niebla les cubría ya medio cuerpo...

...y como un regalo...

el adolescente entrenador, pulió en su boca, una inocente risa...

cerro los ojos y comenzó a reír

-¡que bueno que te encontré! ¿sabes?- leo, le miro con atención- después de esto, mama querrá matarte! Jajaja!- leo lo miro con confusión, digirió cada palabra salida de la boca de su primo...luego, bajo la cabeza y sus ojos color miel ya no se vieron...

satoshi lo miro –anda ¿qué pasa leo?- el seminarista, hablo bajo -...perdón..yo te arruine fiesta...yo lo siento demasiado...- satoshi dirigió un mirada de alegría a su primo, coloco su mano tras la nuca y comenzó a reír de nuevo –eso ya no importa, ¡que bueno que esta bien!- leo aun seguía apenado –pero...yo- satoshi alzo la mano, en un ademán de silencio, leo, lo miro –mis amigos...querrán conocerte!- y reanudo su marcha, justo estaba quitando una ramita del camino...

leo, abrió los ojos y lo miro...

-satoshi...- ¿he?- el entrenador le miro con la rama aun en mano –gracias...-

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hola, soy yo Tokio, aquí con ustedes una vez mas.

¿saben? No me gustaría molestarles mucho, se que tienen cosas mucho mas importantes que hacer que leer estas palabras, de su servidora, pero esta vez, les escribo para algo muy pequeñito.

He cambiado de e-mail.

Para aquellas personas que quieran enviarme comentarios, tips o sugerencias [que serán muy bien recibidos] esta, es la nueva

aunque, si desean escribirme a la anterior, no abra problema.

gustosa esperare sus comentarios, o lo que quieran enviarme, les prometo contestar todos y cada uno de sus mensajes.

Su escritora.

Tokio.