-----Encuentro En El Callejon Diagon-----
Pasaron los días y pasaron las semanas, y el tiempo se fue volando. En un abrir y cerrar de ojos – ya era casi Septiembre. Época de comenzar las clases, pero antes que todo... primero lo primero. Buscar útiles en el ya conocido Callejón Diagon.
El Callejón Diagon era el lugar que todo joven estudiante de magia en Londres debía conocer. En este lugar encontrarías pociones, ingredientes mágicos, libros de magia y criaturas extrañas, capas y sombreros de hechiceros, todo lo que un mago necesita.
Era Agosto, una semana antes de terminar el mes, y todos los jóvenes magos se encontraban aquí. Harry había venido con los Weasley para sus compras; al llegar, la primera parada fue el banco de Gringotts, un banco resguardado por gnomos. Luego, Harry se fue con Ron a Flourish & Blotts para comprar sus nuevos libros. En el camino, se encontraron con Hermione quien había llegado ese mismo día...
-¡Hola, chicos! – exclamó ella. Ya era hora de que llegaran, tienen muchos libros que comprar, se están atrasando.
-Hermione... - reclamó Ron. No han comenzado las clases y ya estás que fastidias
-¿En serio? – pregunto la joven hechicera. ¿Es eso verdad, Harry?
-Este... hmm... - tartamudeó Harry.
En ese preciso momento apareció Ginny y Harry se alegró mucho de verla. La llamó y ella se acercó en medio de la discusión entre Hermione y su hermano. Harry y Ginny dejaron el lugar del conflicto y se fueron a Florean Fortescue, la heladería. Ahí comieron helados de todos los sabores, incluso uno que cambiaba de sabor cada vez que le ponían la cuchara.
Pasaron unas dos horas y Ginny estaba segura de que había subido de peso, se lo comento a Harry como broma, pero este solo se puso rojo. Él sabe bien que uno no debe tocar el tema del peso mientras se habla con una mujer... ¿mujer? Acaba de llamar Ginny... ¿mujer? – bueno, tiene 16, ya no es una niña...
-Harry, no tienes porqué ponerte colorado... es solo una broma. ¿estás bien? – preguntó Ginny a un Harry que estaba mudo, estaba perdido en su pensamiento... sobre Ginny.
-Si, si, si... estoy bien. – contestó rápido Harry.
-¿Estas seguro? A ver... ¿de qué estaba hablando?
-Este... hmm... - Harry se puso más rojo. – Espera, espera... yo sé, déjame pensar...
-Viste, Harry... estabas pensando en otra cosa...
-¡No! – mintió Harry.
-Si... pero no me importa.
-¿No te importa? – dijo un poco sorprendido.
-No... no soy tu novia o nada por el estilo. No tienes porqué prestar atención si no quieres.
-Ginny, no lo tomes a mal... pero no fue por no querer prestar atención...
Harry le iba a decir a Ginny que estaba pensando en ella mientras ella hablaba, le iba a decir... pero algo se lo impidió.
-Hola, Harry querido... - era la Sra. Weasley. ¿Qué hacen acá los dos solos? ¿Dónde está Ron?
-Oh... - Harry respondió. Ron empezó a pelear con Hermione de nuevo y Ginny fue a mi rescate, y los dejamos solos.
-¡Ay! Qué barbaridad... estos parecen enamorados, peleándose por cualquier cosita.
Harry y Ginny se miraron y se rieron calladamente. Era cierto, Ron y Hermione discutían mucho, y últimamente han estado discutiendo más de lo normal.
En algún lugar del Callejón Diagon, estaban Ron y Hermione aún discutiendo sobre quién tenía más razón. Y luego se dieron cuenta... Harry ya no estaba. Habían empezado a buscar a Harry cuando Hermione se tropieza con una persona, era un chico con cabello desordenado... por un momento ella pensó que era Harry, pero se dio cuenta que este chico no lo era.
-Lo siento mucho – dijo Hermione con su cara de avergonzada.
-No te preocupes, estaba caminando sin cuidado – dijo el chico con sus ojos azules mirándola, y luego solo se fue caminando.
Hermione se quedó mirando al chico hasta que se dio cuenta que Ron la miraba, y se puso aún más colorada. Ron estaba a punto de empezar a molestarla cuando ella vio a Harry. Él estaba caminando con Ginny, también habían visto a Hermione y a Ron. Se acercaron a ellos y lo primero que dijeron fue:
-Ya dejaron de pelear – dijo Ginny tratando de molestar a su hermano.
-No empieces Ginny – reclamó Ron.
-Mamá piensa que ustedes dos están... - se burló la pelirroja.
Ron se puso súper colorado y Hermione lo siguió. Harry y Ginny empezaron a reír a carcajadas. De pronto alguien se topó con ellos. Era el mismo chico que se había tropezado con Hermione. Se disculpó con Ginny, a la que había empujado más. Ron estaba a punto de hacerse el hombre y pedirle que se disculpe con todos, pero Hermione y su hermana lo detuvieron. El chico del cabello desordenado azulado, se disculpo con todos y las dos muchachas quedaron embelezadas con sus ojos azules y mirada intensa. El chico solo se fue y dejó al grupo de amigos parados en medio del callejón Diagon.
-¿Qué fue eso? – pregunto Ron todo molesto.
-¿Lo habías visto antes? – preguntó Harry.
-No, pero es una molestia.
Las chicas no decían nada y Ron les reclamó. Y Hermione empezó a discutir con él otra vez, pero esta vez Ginny se unía a la causa. Pasaron unos momentos cuando, de pronto, fueron interrumpidos por un joven pálido, con cabello claro y ojos de amargado, era Malfoy. Había crecido, ya tenia 17, pero seguía con la misma actitud.
-Bueno, Potter... no hay nada que decir, tus amistades están cada vez más locos.
-Cállate, Malfoy. Nadie te invitó a la conversación.
-Pero Potter, yo no necesito que me inviten... yo me meto a una conversación cuando me de la regalada gana y punto. Aún no entiendo porqué te juntas con magos de tercera y una de sangre muggle.
-¡Lárgate, Malfoy! ¿Qué pasa? Tú viejo te dejó abandonado y necesitas atención...
Malfoy se tomó a pecho eso, le dio la mirada maligna al grupito de Harry y se fue, maldijo a Harry y también le dijo que se pudra. Luego se encontró con Crabe y Goyle, y los tres se fueron lejos.
-Potter no sabe lo que se avecina, y cuando suceda... nosotros estaremos en primera fila para ver su sufrimiento. – dijo Malfoy con un tono helado. – Va a recibir lo que se merece y pagará por todos los problemas que ha causado.
Los estúpidos de Crabe y Goyle solo rieron, sin entender de lo que estaba hablando Malfoy. Pero él sabía que algo grande se avecinaba y él y sus amigos eran parte.
