-----Siberia Social-----
Luego de la cena de bienvenida, los alumnos y sus respectivas casas se fueron a sus cuartos. En el camino, Rob se cruzó con toda clase de chicas de Slytherin que esperaban obtener alguna clase de información acerca del este chico misterioso. Mientras todas ellas trataban de hablar al mismo tiempo, Rob vio a Hermione pasar. Se alejó de todo el barullo de gente y la empezó a seguir.
-Hey, Hermione. Espera... - gritó Rob.
-¿Si? – contestó Hermione con tono nervioso. ¿Qué, qué sucede? – tartamudeó.
-No sé, tú dime... no te he visto desde el incidente en el tren.
-Tú desapareciste...
-Es verdad, necesitaba pensar un poco.
-¿Acerca de qué? – preguntó Hermione con mas confianza.
-Nada importante. – Respondió Rob evasivamente.
Hermione lo vio directamente a los ojos, esa mirada no era la mirada de alguien malo. Al contrario, le daba seguridad... pero lo que pasó en el tren. Cómo se podría explicar eso... los Dementores estaban a punto de darle el beso del Dementor, pero retrocedieron. ¿Por qué? De pronto, la situación fue interrumpida por Harry y Ron. Cuando Rob intentó hablarles, ellos lo ignoraron y se llevaron a Hermione.
-¿Qué les pasa a ustedes? – reclamó Hermione.
-¿Acaso estás loca? – Le dijo Ron. Ese pata está en Slytherin, no nos juntamos con ellos... cualquiera que este en esa casa debe tener algo de malo.
-El Sombrero Seleccionador pudo haberse equivocado. Casi lo pone a Harry en Slytherin, por si no lo recuerdas.
-Pero Harry fue atacado por Voldemort, tú sabes la historia mejor que todos... de esa forma Harry obtuvo algunas de sus características.
-¡Hola! – gritó Harry. Estoy aquí, saben... presente, con ustedes... escuchando la conversación.
-Estás conmigo ¿verdad, Harry? – Harry hizo señas mostrando que no quería meterse – Voldemort pudo haber atacado a Rob también.
-Si lo atacó, ¿por qué no es famoso como Harry? – respondió Ron.
-No estoy segura, pero debe de haber una razón.
Así se la pasaron discutiendo hasta que entraron a la Sala Común de Gryffindor.
Cuando Harry y Ron se llevaron a Hermione, Rob quedó parado en el pasillo. Luego caminó por ellos hasta llegar las escaleras cambiantes. Las miró por un breve momento y luego se dijo a si mismo que debería ser como estar en casa de los Lindley. Escogió una escalera por donde subir y fue por ella. Caminando por unos minutos, viendo todo a su alrededor, llegó hasta la sala común de Slytherin.
Cuando entro en la sala, un gran grupo de chicas del último y penúltimo año lo rodearon, era casi imposible no notarlo. Sus ojos, su rostro, su actitud. A Malfoy no le gustó nada la idea, antes que llegara Rob, él era el chico al que todas las chicas querían... Rob se estaba metiendo en su territorio y eso no le gustaba para nada.
Rob fue directamente a su cuarto, el cual no compartía con nadie ya que no había suficientes alumnos para ponerlos en grupos de cinco personas. Él cerró la puerta y suspiró. Tanta gente, tan lejos de su hogar, tanto cambio en tan poco tiempo. Se tiró en la cama y puso la almohada en su cara.
Así pasó el tiempo, una semana para ser exactos. Su primera semana de clases fue un desastre. En Slytherin nadie le hablaba ya que parecía que Malfoy había hecho un berrinche y nadie quería hacer enojar al hijo de Lucius Malfoy. Los demás estudiantes, miembros de las otras casas, tampoco le hablaban ya que Rob pertenecía a Slytherin, y solo los Slytherin se juntan con los Slytherin.
Los alumnos de último año de Gryffindor tenían clase de pociones junto con los alumnos de Slytherin. El profesor Severus Snape, líder de Slytherin, enseñaba pociones. Snape era el profesor más chinchoso de todos, a casi nadie le gustaba. A él no le agradaban los alumnos, a excepción de los de Slytherin. Al alumno que más odiaba era a Harry ya que él no se llevaba muy bien con James Potter, papá de Harry.
En la clase de pociones, que se daba en uno de los calabozos, había mesas que acomodaban a dos alumnos por mesa. Harry compartió mesa con Ron, y Hermione terminó sentándose sola. Snape comenzó su clase como normalmente lo hacía, cuando de pronto, su clase fue interrumpida por Rob.
-Lo siento. – dijo un relajado Rob.
-Pero qué sorpresa. ¿Ha decidido a acompañarnos en la clase? Señor... - dijo, pausando, un irónico Snape.
-Ling, Rob Ling.
-Bueno, señor Ling. Estamos en la primera semana de clases y me da la oportunidad de quitarle 10 puntos a Gryffindor.
-¡Oh, no... profesor! Yo soy de Slytherin. – dijo Rob, sabiendo que Snape era el líder de su casa.
Los alumnos de Gryffindor dieron una pequeña carcajada, pero callaron rápidamente cuando Snape volteó y los miró con ojos fríos, llenos de ira. Harry y Ron eran los que más disfrutaban la escena, ya que Malfoy tenía cara de perplejo.
-Puede sentarse, Ling. – dijo un molesto Snape.
-Pero profesor, pensé que me iba a descontar puntos. – dijo un serio Rob, con sonrisa dibujada desde adentro.
-Oh, verdad... 10 puntos menos para Slytherin – dijo un amargado Snape. Siéntese al costado de la señorita Granger.
Cuando Snape le dijo eso, su corazón salteó un latido. Hermione lo vio directamente a los ojos, esos ojos azules que tanto la hacían pensar, ella se ruborizó un poco. Ron, en cambio, estaba completamente colorado de la cólera. Finalmente, Rob se sentó junto a ella que estaba un poco molestada por la irresponsabilidad de Rob al llegar tarde.
No hablaron durante toda la clase, cada quien hizo su poción. Ellos obtuvieron las mejores pociones de la clase, lo que a Snape le costó admitir. Luego de la clase, Rob se fue sin decir nada, Hermione se fue con Harry y Ron.
Hermione permaneció callada en la conversación de Harry y Ron con respecto a Rob y como manejó su situación con Snape. Ella sabía que si comentaba algo, cualquier cosita haría reventar a Ron. Él ya era bastante celoso y ahora que Rob estaba ahí, era peor.
-¿No fue de lo más chistoso cuando Rob entró e interrumpió a Snape? – dijo Harry.
-Si. – contestó Ron riéndose – especialmente cuando Snape puso su cara de '¿quién es este chibolo?'
-Y también me dio risa cuando Rob le dijo que estaba en Slytherin... Snape casi se muere.
-Hey, Hermione... ¿qué piensas de Rob? – preguntó un curioso Ron.
-Nada en particular, no le hablé mucho por si no lo notaste. – contestó una seria Hermione.
-Oh... vamos, tienes que haberle notado algo. – dijo un molestoso Ron.
-Bueno, ahora que lo mencionas... si, noté algo muy interesante. Rob... es... un gran... mezclador de pociones. En contraste contigo, que no haces nada. – contestó una irritada Hermione que ya no aguantaba a Ron. Se alejó de ellos.
-Uy! Eso debió doler... ¿eh, Ron? – comentó Harry.
-Hmm... debe estar en esos días...
-Sabes, ese comentario no le va a gustar...
-Ya sé, por eso solo te lo digo a ti.
