Notas iniciales de Natty:
Este capitulo es bastante corto, pero es el desenlace del anterior. ESCRIBAN REVIEWS!!!

Nunca mires hacia atrás Continuación: Mi final
Capítulo 13: La realidad es otra
por Natty & Irina


La joven se sentía feliz, pero ¿por qué? ¿Qué horas eran? La itako no recordaba nada de lo sucedido en los días anteriores. ¿Qué había pasado? Se sentía sumamente confundida, volteo hacia la ventana... ¡Era de día, nuevamente! ¿Cómo podía ser posible? Si hace pocas horas ella estaba acostada con... ¡Yoh! Ahora lo recordaba, ella e Yoh habían... ¡pasado el día anterior juntos! La itako volteo hacia el shaman, quien aun dormía. No podía ser posible, como pudo ocurrir esto?? Pero eso era lo que ella quería y no se iba a arrepentir por lo sucedido. La joven se sentó en la orilla del futón, necesitaba aclarar sus pensamientos. Simplemente no podía ser cierto, que diría Tamao si se enterase?? Definitivamente esto quedaría entre Yoh y ella, nadie mas podía saberlo. La rubia se envolvió en el cobertor rosa para pararse, cuando el shaman despertó...

- Anna... ¿qué pasa? ¿Adónde vas?

- J-je, je... Voy a darme un baño.

- ¡Oh! Esta bien.- dijo el shaman mientras se ponía los pantalones y la camisa

¿Por qué Anna se sentía tan abochornada frente a Yoh? El shaman se vistió más rápido que Anna en pararse. El joven se acerco a la rubia, la tomo de la mano y le dio un tierno beso. La rubia se ruborizo y salió de la habitación, tenia que darse un baño y aclarar su mente.

- ¿Qué he hecho? Esto no esta bien. ¿Qué pasara si se entera alguien mas? -esto era lo único en lo que pudo pensar la joven mientras se bañaba. Al salir de la bañera se fue a cambiar. Se arreglo un poco el cabello y se puso un vestido corto y negro. Salió a buscar a Yoh, tenia que hablar con él sobre lo sucedido. Lo encontró en la sala, estaba sentado... pensando. Parecía triste, pero ¿por qué? El shaman no se dio cuenta de la rubia hasta que esta le hablo, ahí fue cuando el shaman cambio su actitud y puso una sonrisa.

- ¿Qué ocurre, Anna?

- Nada, Yoh. Es solo que...

- ¿Qué haremos con esto, verdad?

- Si, bien sabes que nadie debe saberlo. Si no no sé que podrá ocurrir...

- Tienes razón, será nuestro pequeño secreto. ¿Si así lo deseas?

- Sí.

- Entonces, así será. Nadie nunca sabrá que vos y yo hemos pasado un día juntos. Nadie. Nunca. ¿Te parece?

- Yoh, vamos. No te molestes por esto. Tú sabes que la realidad es otra. Tú y yo ya no estamos comprometidos y menos ahora que vas a casarte.

- Lo sé, Anna. Lo sé. Por eso me duele tanto, solo en saber que jamás volveré a besar tus delicados labios ni podré tocar tu cabello...

- Yoh, por favor. No hagas esto mas difícil... Sabes bien que no puede haber nada entre nosotros Por favor no vuelvas a venir aquí, ni me toques... Por favor, Yoh. Por tu bien, por el mío y por el de Hanna. Quien sabe que podrá pasar si alguien se enterara de nosotros ahora...

- Esta bien, Anna. Si me disculpa, señorita Kyôyama debo irme.

- Yoh, no me digas así...

- Adiós, mi querida Anna... -susurro el shaman

La joven comenzó a llorar, pues sabia que entre ellos dos no ocurriría nada nunca mas... Era doloroso, pero así tenia que ser. Ellos lo sabían y aunque les causara dolor, tenia que ser así.

- Adiós, Yoh... Tu sabes que es por nuestro bien, pero pase lo que pase aun te q-querré...

- No, sshh... -la interrumpió el shaman- Anna, yo también. Pero nuestra unión esta prohibida ahora...

La joven lo condujo a la puerta y se despidieron con un largo y dulce beso. Al cerrar la puerta, ambos sintieron coraje, ¿por qué tenia que ser así? ¿Por qué no podían estar unidos? Lo sabían muy bien, por que las cosas cambian y... Ahora la verdad era otra, más dolorosa y triste, pero así era. La realidad es otra... todo había cambiado... Pero habría forma de cambiarla?? Habría??