Capítulo 4: Cambio de Hogares

Autor: H&H

Colaboración y Revisión: Rasta

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Christine, al llegar al aeropuerto de Liverpool, siguió todos los procesos necesarios para embarcarse y con el pasaporte no tuvo ningún problema. El vuelo número 525, destino a Francia salió a la hora programada sin retraso alguno. En el tiempo determinado, aterrizó en el aeropuerto Orly de Paris. Al bajar del avión puso sus cosas en orden, recogió su maleta y salió al aeropuerto en sí. Según indicaciones de Samantha, Luis la estaría esperando para regresar juntos a casa. Como desconocía el aeropuerto tenía mucho miedo de no poder encontrarlo, y a la vez estaba ansiosa por conocerlo. Se paró en un banquito de por ahí y buscó por todos lados. Un hombre comenzó a agitar la mano desesperado y muy emocionado con un ramo de flores en la mano. Christine lo reconoció, era Luis. Al instante sintió un vacío en el estómago, algo de nervios y emoción. Luis se le abalanzó y la abrazó muy fuerte, sin antes darle el ramo. Seguidamente, se separó y ella lo entendió perfectamente; el saludo. Sin dudarlo un segundo procedió y le salió tan bien, que pareciese como si no hubiera habido verano. Luis notó el corte de pelo y los agujeros en las orejas, se lo mencionó y le dijo que le quedaba estupendo. En seguida tomó el equipaje de la niña y salieron del aeropuerto rumbo a su casa.

Se embarcaron en un taxi no muy amplio y Christine miraba emocionada la ciudad, puesto que no la conocía. Todo era nuevo y emocionante, sin duda, Francia era un lugar muy bonito y su mamá no se había equivocado en elegirlo. El taxi se detuvo frente a un barrio muy tranquilo y una casa muy bonita. "Es esta, la número 7", se dijo Chris

- Llegamos – mencionó Luis

- ¿Perdón? – dijo saliendo de sus pensamientos

- Ya llegamos a casa

- Ah, ya veo – salió del compartimiento del auto ayudada por Luis.

Al llegar al pórtico, nuevamente la invadió la sensación de nerviosismo y emoción. Muchas preguntas invadían su cabeza. ¿Su mamá se creería que era Samantha? ¿Se daría cuenta que era Christine? Cuando se enterara, ¿La querría igual que como si fuera Samantha? Todos estos pensamientos terminaron cuando se abrió la puerta de la casa y dejó ver una casa muy bien cuidada, ordenada, lujosa, grande y tal cual la había descrito su gemela. Venía la segunda prueba: No equivocarse con los lugares de la casa, o comenzarían a sospechar.

Entro en la casa y el mayordomo condujo su equipaje a su cuarto. Comenzó a caminar asombrada por la casa, llegó a la sala donde había un cartel que decía: Bienvenida Samantha, pero no había nadie allí, así que siguió caminando hasta que llegó a lo que, según ella, debía ser el escritorio de su abuelo

- ¿Abuelo? Estoy en casa – saludó temerosa

- ¿Esa es mi pequeña? – pregunto con una voz algo apagada pero cargada de gran alegría

- Si, he vuelto

- Bienvenida a casa - le dijo él a la vez que la estrechaba fuertemente contra si mismo.

- ¡Samantha! – se escuchó la voz de una mujer bajando a toda prisa las escaleras. Christine salió a paso ligero hacia donde provenía la voz. Al verla, le pareció más linda de lo que Samantha la había descrito

- ¿Madre? – preguntó muy sorprendida

- ¡Has vuelto! – la abrazó

- No puedo creer que seas tu

- Yo tampoco - le besó la frente dulcemente - ¿Tu cabello? ¿Quien te lo dejo así?

- Una chica del campamento... ¿No te gusta?

- Se te ve estupendo. También te has perforado las orejas. ¿Eso es todo? ¿No hay mas sorpresas? – preguntó asombrada - ¡Oh! ¿Qué sucede?

- Sólo te extrañe mucho durante este tiempo - no pudo contener la emoción y se echó a sus brazos llorando.

- A mi me pareció una eternidad. Ven, subamos a mi dormitorio para que me cuentes que tal tu campamento – dijo tomándola de la mano.

Ambas se sentaron en la cama y se pusieron a conversar de todo un poco. Christine le contó mucho sobre el campamento y su mamá sobre trabajo y sus amistades. Luis, quien había estado desempacando la maleta de la niña, entró preguntando por un singular peluche. Christine se sorprendió mucho, sin duda era Copito. Mintió que era de una amiga y Luis lo quería botar, pero Christine reaccionó al instante y quedó en que se lo enviaría a su "amiga" por correo. Unos momentos después que Luis se hubiera ido, sonó el móvil de Hermione y le avisaron que había habido un problema en la editorial con uno de sus próximos libros y tenía que ir a revisarlo. Ella muy apenada se lo comentó a Christine y le propuso ir con ella, a lo que Chris aceptó gustosamente.

Las dos salieron de casa muy contentas, tomaron un taxi y fueron al centro de la ciudad, donde se encontraban la mayoría de editoriales. Entraron en un edificio muy grande y viejo, que a la vista de los muggles era un lugar deshabitado y a punto de demoler, pero el Ministerio se las había ingeniado para poner hechizos recordatorios. Este edificio al entrar en el y decir la clave, contaba con muchos pisos y muchas personas yendo de acá para allá. Caminaron por un largo pasillo, hasta que encontraron un ascensor vacío. Entraron en él y Hermione marcó el número 18. Christine veía muy sorprendida todo. Salieron del ascensor, caminaron un largo pasillo, doblaron a la derecha dos veces y se encontraron con una sala que decía: DEPARTAMENTO DE REDACCIÓN Y TRADUCCIÓN.

- Buenos días Señora Granger, veo que trae consigo a Samantha – saludó cordialmente un señor bajito y rechoncho.

- Buenos Días Alfred. ¿Cuál era la urgencia?

El señor le explicó la urgencia, que no era tan urgencia. Era la encuadernación de su último libro, la portada y contraportada y la traducción al idioma germano. Al instante Hermione encontró la solución y le dio algunas pautas. Chris veía asombrada todo a su alrededor y se quedaba sorprendida de lo eficaz e inteligente que era su mamá. Al cabo de unos minutos, el señor le comenzó a mostrar posibles diseños para la portada.

- ¿Cuál te gusta más Samantha? – preguntó su mamá

- Me parece que este no se vería nada mal – comentó al ver un dibujo de un duende poseyendo una varita, algo abstracto – Pero este tampoco – ahora era un dibujo muy desordenado de varias criaturas mágicas en una situación violenta y como idea principal un mago- En fin, ¿Cuál te gusta a ti mamá? - le sonaba algo raro decir aquella palabra.

- Verás, no me convencen mucho, pero creo que la segunda. Viendo que ya está solucionado, podemos irnos. Pasearon por el centro de la ciudad y pasaron por una tienda de novias...

- ¿No te piensas casar algún día de nuevo? – preguntó Chris con más de una intención, pero sobre todo para averiguar lo que le prometió a su hermana. ¿No te hace pensar en la palabra p? – dijo con una sonrisa triunfal al ver a su mamá nerviosa - ¿P?

- Mi papa – esta vez arrastró las palabras con un tono de obviedad.

- ¿Por qué tanta curiosidad en eso ahora?

- Porque nunca me hablas de él y no puedes culparme por querer saber y tampoco puedes evadir el tema por siempre. Por lo menos dime como era – dijo con otra gran sonrisa.

- Bueno tu padre era adorable – hizo una pausa - Lo conocí en el colegio, éramos compañeros de curso, junto con Ronald Weasley. El trío inseparable. – comenzó a llover muy fuerte, a lo que Hermione dio la conversación por finalizada. Tomaron un taxi y se fueron a su casa.

Mientras esto pasaba en Francia, una chica en Londres, bajaba de un avión procedente de Liverpool. Con su look hippie no pudo despistar a su papá quien la esperaba ansioso e inquietante en la pista. Un hoster le entregó su maleta y sintió una sensación de nervios y ansiedad, como la que había experimentado su gemela. Se fue directo donde estaba su padre, lo abrazó fuertemente. Él correspondió el abrazo, cogió su maleta en un brazo y en la mano la escoba de la niña. Los dos se subieron al auto que los aguardaba afuera. Salieron a la ruta que los llevaría a casa.

- ¿Qué no piensas poner música? – preguntó Harry

- Bueno – puso en una estación de música tranquila, a lo que Harry la miró extrañado.

- A propósito, gracias por las cartas que no recibí

- Oh, papá, quise escribirte pero estuvimos muy ocupadas

- ¿Quienes?

- Una chica q conocí, nos hicimos muy buenas amigas, ella es adorable

- ¿Adorable? ¿Desde cuando eres tan propia? – dijo entre risas

- Bueno, es importante culturizarse un poco, ¿no papá?

- ¿Por qué me llamas papá cada vez que te digo algo? ¿Lo extrañaste?

- Si, es eso – dijo para salir del apuro

Ya estaban llegando a los terrenos de Harry cuando, de repente, se vio a lo lejos la casa. Los ojos de Chris parecían brillar, y temblaba de emoción.

Al parecer, Harry lo notó y le dijo:

- ¡Creo que vuelves a ser la Chris de antes!

Llegaron a la casa y Harry cuadró la camioneta en el estacionamiento. Se apresuraron en bajar y salió la niñera a recibirla. Ali ladraba desde un balcón en forma de saludo.

- ¡Hola Chris! ¿Cómo estás? – saludó muy animada Amalia - ¡Cuánto has crecido! No dejes que el loco de tu papá te mande a un campamento nuevamente. Ha sido una eternidad. Te hice tu comida preferida – calló un momento - ¿Por qué tan callada?

- No, por nada, solo los extrañe mucho. Estoy un poco cansada. Eso es todo

- Ven entremos – se dirigieron a una terraza - Estas muy cambiada, no tienes apetito y ni hablas

- ¿Tu crees? Soy la misma de antes. Hola Ali – trató de acariciar al perro que sólo ladraba como si se tratara de un desconocido. Amalia la miró extrañada – Es por el olor al campamento. Por eso no me reconoce.

Luego ellas se fueron a su cuarto, para arreglar sus cosas. Mientras Amalia ordenaba algunos calcetines, Chris se apoyó en el alféizar de la ventana y echó una mirada hacia la piscina. Divisó a una chica alta y morena, bastante delgada y con un mentón algo prominente. La primera impresión que tuvo, por alguna razón, fue que se trataba de una persona envidiosa. Le preguntó a Amalia sobre la mujer.

- Oh, es la nueva novia de tu padre- respondió esta- para serte franca, no me cae muy bien.

Chris volvió a sacar la cabeza y vio que Harry había salido, llevando una gran botella de vino. Adivinando que pronto se besarían, apartó la mirada.

Cuando ordenó todo, se fue a la piscina donde se encontraba Cho y Harry se la presentó oficialmente como su novia. Esto le cayó bomba a la niña, y en el momento en que él las dejó solas, le inventó cosas como que no era la primera y que siempre hacía lo mismo con todas las chicas. En la noche, llamó muy alarmada a su gemela para contarle la situación.

- Hola, con Samantha, ¿por favor?

- ¿Samantha? – mencionó Luis muy confundido

- ¿Si? – contestó una niña saliendo de la cocina

- Oh, Samantha es para ti. Que raro, juraría que eres tu.

- ¿Alo? – contestó metiéndose en el armario

- ¡Hola, Chris! Hay problemas por acá. Papá esta de novio con Cho Chang. Es una mujer antipatiquísima, ambiciosa. Tenemos que apresurar el encuentro.

- Oh, lo siento Sam, pero yo quiero estar más tiempo con mi mamá.

- Pero Chris, es realmente urgente, sino no te llamaría

- Eh... - cogió una envoltura e hizo como interferencia - ¿Alo? ¿Alo? ¿Samantha? – cortó con una sonrisa maliciosa.

- Que apoyo obtengo de mi hermana- murmuró para sí misma.

Al salir del armario se encontró con tres personas fuera de él, preguntando el por que de esa actitud. Muy rápidamente inventó otra mentira y excusa, diciendo que era una vieja tradición y así pudo ir a su cuarto.

A la mañana siguiente, en Londres, una chica estaba sentada en la mesa, sin mucho apetito. Amalia, su niñera se preocupó mucho por ello y sobre todo porque había escuchado la llamada a mitad de la noche. Luego de un apretón por parte de la niñera, Samantha pudo salir del comedor y se fue a la terraza, donde su papá escribía una lechuza para alguien del ministerio y se alistaba para su habitual entrenamiento con los Chudley Cannons.

- Chris, te estaba buscando. Quiero hablar contigo – dejó de escribir en el pergamino

- Yo también quiero hablar contigo

- Bueno, tu primero – la miró fijo

- Quiero hablar sobre mamá

- ¿Qué es lo que exactamente quieres saber? – preguntó un poco confuso

- Hola Harry – interrumpió Cho

- Hola, Cho. Justo estaba hablando con Chris

- Quería saber si en la tarde salimos.

- No te enojes, pero la tarde la iba a pasar con Chris, hace mucho tiempo que no estoy con ella – Cho se fue enfadada, pero simulando estar de acuerdo muy amablemente.

En la tarde, Harry le propuso ir a jugar un poco de Quidditch en los terrenos de la casa, a lo que ella aceptó gustosamente, puesto que le encantaba jugar eso. Después de un juego muy duro, ya que ella no era buscadora, sino guardiana, se pararon un momento para contemplar el paisaje y que Harry le dijera lo que quería decirle.

- ¿Lista para el campamento de verano?

- ¿Qué campamento?

- Al que vamos cada verano antes del inicio de clases.

- Cierto, ese campamento. Si, estoy lista.

- Hija, ¿qué piensas de Cho? – lanzó la pregunta sin rodeos

- Es agradable, pero extraña – mintió

- Aunque tu no lo creas...

- ¡Atrápame! – gritó y salió volando dejando a su papá con la palabra en la boca

Llegó a la sala con mucha pesadez y reclamando muy alto que era mucho para una niña de 11 años hacer lo que estaba haciendo. De pronto una voz salió de atrás del sillón. Era Amalia quien le preguntó porque ese cambio repentino de apetito, que Ali ya no la reconocía, ahora era limpia y ordenada y hablaba con mucha propiedad. Sam alegó que había cambiado un poco, pero no convenció a Amalia y al final terminó diciéndole su identidad, era Samantha Granger. La niñera se emocionó mucho y le quedó mirando.

- ¿Por qué me abandonaste así? – Harry aparecía en el momento y muy molesto. Felizmente no escuchó lo anterior. Notó la expresión de la cara de la niñera – ¿Por qué la miras de esa forma? – le preguntó

- La veo igual que como llego a esta casa. Tan hermosa y ahora esta tan grande. Te voy a preparar algo especial - se marchó muy emocionada.

- Chris te tengo que decir algo – comenzó Harry

- Bien, suéltalo

Harry le mencionó sobre su boda con Cho y que sería parte de la familia. Al principio se lo tomó como una broma, pero cuando se dio cuenta que no lo era, comenzó a hablar en francés muy fuerte, lo que sorprendió a Harry. Luego declaró que arruinaría a la familia si tomara esa decisión. Mas tarde, Harry le comunicó a Cho su conversación con su hija y la reacción que había tenido. Ella se ofreció a hablar nuevamente con la niña, alegando que eran cosas de mujeres. La encontró en un columpio por los jardines de la casa.

- Te cayó en el hígado, ¿no? – dijo acercándose con cautela

- Así es. No me gusta mucho la idea

- Escucha mocosa – comenzó con desprecio - Tu padre es el hombre que siempre soñé. Entiende, ya no eres la única mujer en su vida.

- O sea que el dinero y la fama, ¿Nada que ver? – preguntó desafiante

- Me casaré en dos semanas y no puedes hacer nada al respecto.

- Claro... – dijo con voz, sonrisa y mirada desafiante.

En Francia, durante el almuerzo, llegó un fax muy extraño. Era un perro con un 911. Luis lo recibió y se fue a la mesa a servir la cena. Christine quien estaba probando el vino que su mamá le había invitado y haciendo críticas sobre este, al ver el fax, lo comprendió al instante y se retiró de la mesa, disculpándose que quería tomar aire fresco. Al salir de la casa, se fue muy rápido al primer teléfono que tenía cerca. Felizmente estaba en un parque.

- ¿Hola?

- ¡Al fin llamas! Las cosas se están poniendo cada vez peor. Se van a casar en dos semanas, tienes que decírselo ya, o sino todo se va a arruinar.

- Oh, esta bien – dijo muy triste – Ahora en la noche voy al teatro con mi mamá y mañana por la mañana le lanzó la bomba.

- OK. Que no pase de mañana. Voy a hacer un plan y te llamo más tarde

- Adiós

Al salir de la cabina, para su sorpresa, estaba su abuelo. Al comienzo le trató de mentir, pero al ver que era en vano mentirle al abuelo, decidió que podía confiar en él. Así caminando por el parque y al paso que iba, Chris le contó toda la historia. El abuelo prometió ayudarlas en lo que necesiten.

A la mañana siguiente, Christine se sentía muy nerviosa de decírselo. Entró al cuarto, donde Hermione estaba hablando por teléfono sobre uno de sus libros, empujada por su abuelo y se sentó en la cama, esperando que su mamá terminase

- Oh! Debo terminar este capítulo y almorzaremos, para luego salir de compras

- No puedo, debo salir del país, para encontrarme con una amiga – dijo preocupada

- ¿Y donde exactamente? – preguntó entre risas

- En Londres con su padre, Harry Potter – se escondió en la cama. De repente, pareció que Hermione se dio cuenta de todo.

- Oh, tu no eres Samantha – musitó en voz baja asombrada y mirando al abuelo – Eres Christine – terminó destapando a la niña.

¡Hola! ¿Cómo están? Acá les dejo otro capítulo y espero que les guste, no pude poner como final el encuentro, porque se me hizo muy largo. Espero que de igual manera les guste y dejen reviews para saber su opinión. Gracias a Rasta por la revisión. Gracias a ustedes por leerlo, besos, ¡chao!

PD: Un Gran Paso no lo puedo continuar aun, por serios problemas con la computadora.

Contestación de Reviews: (Gracias a los que dejaron)

Arabella-G-Potter-Black: ¡Hola! Que bueno que te guste mi fict y perdón si me demoro mucho en actualizar, pero como comprenderás tengo 16 años y muchas responsabilidades a mi alrededor. Felizmente dentro de poco me libero de algunas y voy a tener un poquito mas de tiempo. A parte ya tengo las cosas más organizadas que antes y como lamentablemente no me puedo ocupar de mi otro fict por el momento, me voy a dedicar enteramente a este. Sin nada más que decir, espero que te guste este capítulo y acá tienes la actualización.

JeSsY WeAsLeY: ¡Hola! Gracias por eso de que está mejor que la película. Dicen por ahí que es mejor leer un libro que ver una película. Sobre gustos no hay nada escrito y espero que te guste este capítulo, por fin actualice.

AzazelBlack: ¡Hola! Que bueno que te gusto mi fict. Sobre el nombre de la película no sabría decirte, tiene mucho sentido el título que me nombras. Por si las dudas el título en inglés, el original, es: The Parent Trap. En Perú se estrenó como Juego de Gemelas y así lo alquilan y venden en las videotecas. Gracia por leerlo y ojalá te guste este capítulo.

Marie Ann: ¡Hola! Gracias por leerlo y en verdad la trama y lo que le pongo a esta historia llene tus expectativas. Acá tienes la continuación, ojalá te guste

S. Lily Potter: ¡Hola! Sin duda Harry como papá se va a ver demasiado, bueno sólo en nuestra imaginación, porque Rowling sólo escribirá hasta el libro 7. Perdón si te prometí el reencuentro para este capítulo, pero me quedó muy largo y preferí dejarlo para el siguiente.

Kari Granger de Potter: ¡Hola! Como verás, ya salí un poco de ese bloqueo que tenía y sin duda era porque tengo demasiadas cosas en la cabeza. Bueno que yo sepa cuando te hacer un agujero en la oreja, siempre es con una manzana, porque sino el limón te ardería, ya que limón con sangre no se lleva muy bien. Actualicé lo más rápido que pude.