Hi.. ^^... este es el primer fic que escribo.. asi que no sean tan crueles… ; _ ; .. okis??.. :(

Sorry por el titulo.... no se me ocurrió nada mejor... ; _ ;

Demás esta decir que ninguno de estos personajes son míos, si no que de la talentosa escritora J.K Rowling, que me tiene con los nervios de punta esperando el 5 libro!!... ¬¬

AVISO IMPORTANTE!!... SPOILER!!!... así que si no has leído el cuarto libro no leas este fic.. :P

Ah!...y este fic no es apto para menores de edad, solo para personas con criterio formado (o deformado.. jejejeje... :P)

Ok..ok.. ya no doy mas lata, ha leer!.

MaGiCa-chan ^.^

INOCENCIA ¿ROBADA?

REGRESO A HOGWARTS

Harry se encontraba ordenando su baúl, al día siguiente regresaba a Hogwarts, esto sin duda era siempre motivo de alegría para él, pero ahora que estaba en La Madriguera con su amigo Ron las cosas eran diferentes. En ese momento comprendía a la perfección el porque a todos les gustaban las vacaciones. No había libros, ni deberes, solo diversión. Claro, eso solo si no vives con los Dursley.

Las semanas de vacaciones que había pasado con ellos no habían sido muy diferentes a las anteriores, salvo a que tía Petunia había renunciado a mantener a Dudley a dieta, dadas sus constantes pataletas y a que había descubierto que de todos modos, su "adorable hijo al morirse de hambre les pedía comida a sus compañeros, que como lo apreciaban demasiado, no se la negaban a su pobre angelito".

Esto había salvado a Harry de morirse de hambre, y aunque sabia que sus amigos irían al rescate, no le simpatizaba demasiado la idea de comer nuevamente tartas durante todo el verano.

Harry pensaba en el numero de chicos que habían sido golpeados por su primo para quitarles la comida cuando una voz lo saco de sus pensamientos.

-¿En que piensas Harry? ¿Acaso en quien-tú-sabes? Ya te dije que mejor no pien.... – pero esta vez fue el pelirrojo el que fue interrumpido.

-No, pensaba en algo peor.. pensaba en los Dursley- repuso Harry haciendo una mueca de dolor y provocando una sonora carcajada en su amigo, la cual él imito.

Durante el curso pasado habían ocurrido muchas cosas, Harry había terminado compitiendo en el Torneo de los tres magos, y lo peor, Voldemort había regresado. Harry presenció su vuelta a la vida, y el asesinato de Cedric Diggory , el capitán del equipo de quidditch de la casa Hufflepuff y quien también participaba en el torneo. Aun se sentía culpable, él era el responsable de que Cedric corriera con esa suerte. Si tan solo le hubiera hecho caso y hubiese cogido la copa...

-¿Y ahora?- pregunto nuevamente Ron, sacándolo una vez mas de sus pensamientos.

Harry se encogió de hombros, Ron había tratado todo el tiempo que estuvo en La Madriguera que olvidara lo ocurrido y que disfrutara de sus vacaciones, y en parte lo había logrado. Pero no podía evitarlo, Voldemort había vuelto, eso tenia a todo el mundo mágico con los pelos de punta, y como no iba a preocuparlo a él, si era la primera victima en su lista. Ahora regresaría a Hogwarts, ese era el lugar en que se sentía mas protegido, sabia perfectamente que Voldemort no se atrevería a realizar un ataque directo al colegio estando Dumbledore.

-Gracias Ron- dijo Harry dejando a su amigo con cara de pregunta y agregando: -¿ya terminaste de ordenar tu baúl?-

-¡Bromeas! ¡yo no soy Hermione!- repuso Ron con aire ofendido.

Harry no pudo evitar reír.

-Sinceramente Harry creo que tanto estar con ella ya te ha comenzado a afectar, ya casi acabas de ordenar tu baúl. ¡Espero que no me afecte a mi también!-. El pelirrojo puso cara de pánico al pronunciar la última frase.

Ambos estallaron en carcajadas, y Harry agradecía el hecho de que Hermione estuviera lejos en ese momento, o de seguro ella y su amigo hubiesen entablado una de sus acostumbradas peleas.

-¿No me digas que no la extrañas?-. Harry quería saber que le contestaría Ron, si algo conocía bien de su amigo era que nunca reconocía lo que sentía, sobre todo cuando se trataba de la chica de cabellos castaños y enmarañados que tenían por amiga. Sin embargo, también sabia que él no podía, mas bien, no sabía esconder sus verdaderos sentimientos al reaccionar. Ron sencillamente era demasiado transparente.

-¿Yo?, ¿a ella?, c... co... como crees!!, bueno... tal... tal vezunpoco-. Había dicho lo ultimo muy rápido, con la intención de que Harry no dijera nada y se apresuro a agregar antes de que su amigo intentara pronunciar cualquier cosa - es nuestra amiga Harry, por eso... la extraño, pero solo un poco... ¡¡¿que te quede claro eh?!!-

Harry sonrió, definitivamente conocía mucho a su amigo.

Ahora era Ron el que se había quedado callado e inmerso en sus pensamientos. Claro que extrañaba a su amiga, demasiado para su gusto. Esto lo había torturado mucho las primeras semanas de vacaciones, quería ver a Harry y también a Hermione, pero debía confesar que mas a ella que a su amigo. ¿Pero porque?, si era con Harry con quien se llevaba mejor, con ella siempre discutían, siempre conseguía sacarlo de sus casillas. El año pasado por ejemplo, ¿cómo se le podía ocurrir ir al baile con el estúpido de Vicky?.

Ron había empuñado sus manos mientras pensaba en esto, Harry no quiso empeorar aun mas su ánimo así que mejor hizo caso omiso de su gesto y prefirió decirle que bajaran a cenar y que luego continuaban con los baúles.

La mañana siguiente, como siempre ocurría en La Madriguera el día en que volvían a clases, reinaba un aire de tristeza por las ya finalizadas vacaciones. Esta vez tampoco enviaron coches desde el ministerio, Harry supuso que Fudge aun negaba que Voldemort había regresado y que por eso el señor Weasley no había podido conseguirlos. Nuevamente viajaron en taxis muggles e igual que el año anterior los conductores no parecían muy contentos con sus pasajeros.

El viaje había sido un alboroto, Fred y George habían vuelto a las andadas aunque la señora Weasley los había vigilado todo el verano. Esta vez su invento consistía en unas bombas de humo, mal olor y sonido que estallaban solo con decir: "Slytherin apesta". Para mala suerte de ellos, Ron había pronunciado la frase que las activaba.

-¡Otra vez con los «Sortilegios Weas­le! Denme todo lo que llevan consigo- gritaba enfadada la sra. Weasley.

-Pero mama, si no llevamos nada- dijo George con cara de niño bueno.

-¡dime donde consiguieron esas bombas Ron!- repuso Fred –¡están buenísimas!

-¿Donde que..? el menor de los pelirrojos parecía no haber comprendido el intento de su hermano por librarse del regaño de su madre.

-¿Creen que soy una tonta?, ¡Accio!

Pero nada apareció, las bombas que estaban en poder de los hermanos ya habían estallado y el esto se encontraba a salvo en los baúles. La sra. Weasley tuvo que resignarse, pero no sin antes advertirles que si se llegaba a enterar de algo no dudaría en enviarles un vociferador.

Por fin llegaron a King's Cross, se pararon frente al anden nueve y tres cuartos tratando de no llamar la atención, aunque como siempre, eso era prácticamente imposible. Finalmente pasaron usando "técnicas" para tratar de que ningún muggle los viera durante el proceso.

Ron y Harry se apresuraron a subir al expreso de Hogwarts, debido a que la Sra. Weasley comenzaba una nueva reprimenda a sus inventivos hijos y a que ambos se morían de ganas por ver a su amiga después de tanto tiempo.

Encontraron a Hermione en uno de los vagones.

-¡Chicos!, que alegría verlos- dijo esbozando una gran sonrisa. – me subí antes para reservar el vagón- los chicos también sonrieron al verla.

-¿Como estas Hermione?, ¿qué tal es Italia?- dijo Harry sentándose frente a ella.

-¡Genial Harry!, tienen una historia muy interesante, además, me entere que muchos de los dioses a quienes adoraron fueron en realidad brujos, ni te imaginas la sorpresa que me lleve en una de las bibliotecas cuando vi toda una sección de libros mágicos, claro que estaban ocultos para los muggles... –

-¿Y porque no fuiste de vacaciones con Vick... Víktor?- Ron no pudo aguantarse las ganas de preguntárselo. Si bien su amiga les había mandado cartas diciendo que iría a Italia de vacaciones con sus padres, y luego contándoles como le iba, nunca menciono en ninguna de ellas el porque no había aceptado la invitación de Krum.

-Mis padres no me lo permitieron-

-¿O sea que querías ir?-

-¿Y eso que tiene de malo?-

-¿Qué que tiene de malo?¿no te das cuenta?, ese Krum es de armas tomar, ¿y si hubiese intentado hacerte algo?

-Vamos Ron, Viktor nunca hubiese hecho algo así, el es un caballero.

-¿Y ADEMÁS LO DEFIENDES?. ¡ES EL COLMO!-. Las orejas y la cara de Ron estaban tan rojas que ya se confundían con su pelo.

-¿Y PORQUE NO LO VOY A DEFENDER?. por Merlín Ron, yo se con quienes trato, además, yo se me defender, soy lo bastante inteligente para... –

-Claro, se me había olvidado, ESTOY TRATANDO CON LA PERFECTA SABELOTODO- Dijo Ron antes de que Hermione terminara la frase.

Hermione solo bajo la mirada y salió corriendo del vagón.

Otra vez, una vez mas, había sido un idiota. ¿porque siempre tenia que terminar peleando con ella?.

-Deberías ir a disculparte- Harry lo saco de sus pensamientos. Eso ya se estaba haciendo costumbre.

-¿PORQUE SIEMPRE TE PONES DE PARTE DE ELLA?- dijo Ron gritando y también salió del vagón.

Harry cada vez entendía menos a su amigo. O quizás -¿cada vez mas?-

Ron caminaba a través de los vagones sin saber donde iba. Nuevamente había tratado mal a Hermione. Sabía perfectamente lo que tenia que decir para herirla y una vez mas se las había arreglado para hacerlo. ¿Porque no podía tener una relación como la de ella con Harry?. Ellos nunca peleaban.

-Ja, como si no lo supiera. ¡porque soy un idiota¡- dijo con exasperación.

Llegó al final de los vagones, abrió la puerta para salir a tomar un poco de aire a la especie de balcón que había en ese lugar. Pero al parecer alguien mas se le había adelantado.

Hermione tenía los ojos cerrados, el aire había provocado que su cabello se alborotara aun más de lo acostumbrado. De pronto, sintió la puerta del vagón abrirse.

Ron avanzo hasta Hermione, de verdad no sabía que decir, pero sentía la imperiosa necesidad de estar cerca de ella.

-Lo siento- murmuro –soy un idiota-

-Si lo eres- dijo Hermione esbozando una sonrisa

-Gracias por tu apoyo-dijo Ron también sonriendo.

-De nada, ¡para eso están los amigos¡- dijo ella soltando una pequeña carcajada.

-¡Entonces mejor me cuido de ser tu enemigo Hermione!- Ambos rieron de buenas ganas. Ron propuso volver al vagón, habían dejado solo al pobre Harry que de seguro ya estaba mas aburrido que en una clase de historia del profesor Binns.

Ambos iban en silencio, Hermione observo a Ron y sonrió. Nadie pensaría que alguien con esa cara de niño bueno fuera tan irascible cuando lo fastidiaban. También le parecía sorprendente la facilidad con que lograba irritarla hasta el punto de comenzar una pelea a gritos, para luego con una simple disculpa, perdonarlo como si nada. ¿Como no lo iba a perdonar?, era uno de sus mejores amigos, un chico extremadamente bueno y que siempre salía a su defensa aunque ella no lo pidiera.

De pronto, una voz la volvió a la realidad, se fijo en quienes eran, se trataba de Fred, George y Ginny.

-Los estábamos buscando hermano- repuso Fred poniendo cara de fingida felicidad

-Ya te extrañábamos hermanito- dijo George con una cara de aflicción que hubiese hecho reír hasta al mismo profesor Snape.

-Payasos- dijo Ron frunciendo el entrecejo.

-Oigan y ¿Harry?. La menor de los Weasley se había sonrojado completamente luego de hacer la pregunta.

-Es cierto, y ¿Harry?- Fred dijo lo último con expresión inquisitiva.

-Hermano, ¡por fin se han dado cuenta que tres son multitud!- dijo George guiñándole un ojo a Ron y Hermione.

Ahora las caras de Ron y Hermione hacían juego con el color de la casa de Hogwarts a la que pertenecían.

-No es lo que piensan…. –

-No tienes que darme explicaciones hermanito, Hermione es una gran chica, así que estoy completamente de acuerdo- Dijo George en tono pícaro, dándole unos golpecitos en la espalda a su hermano.

-Y yo también- repuso Fred inmediatamente, guiñándole un ojo. Justo en ese momento llegaban al vagón en que estaba Harry.

Harry vio a Ron y Hermione con las caras completamente enrojecidas, así que supuso que en vez de reconciliarse habían tenido otra discusión, pero prefirió no echar mas leña al fuego, mejor seria no insistir con la reconciliación y cambiar el tema.

-¿No me van a contar de las bombas que explotaron cuando veníamos de camino a la estación? Harry recordó de repente lo ocurrido en los taxis muggles y le pareció un excelente tema para calmar los ánimos.

-¿Son geniales no?. George sonrió con gran satisfacción.

-Son las bombas Weasley, con tres componentes: explosión, humo y mal olor. Y lo mejor de todo es que se activan con las palabras: Slytherin apesta. – explico el otro gemelo con gran orgullo, mientras todos reían.

-Ahora entiendo porque estallaron- Harry sonrió al recordar que cuando iban camino a la estación Ron había dicho las palabras "mágicas".

-Wou, genial, aunque creo que no tendrán éxito en Slytherin y si lo hacen, no serian capaces de activarlas, son tan imbéciles que ni siquiera admiten su condición de apestosos- Ron ponía cara de asco al terminar la frase provocando una vez mas la risa de todos los del vagón.

El viaje continuo tranquilo. Hermione les contó a Harry y Ron acerca de sus vacaciones en Italia y ellos como habían estado entrenando muy duro quidditch. Ron se presentaría este año para el puesto vacante de guardián, dejado por Oliver Wood. Harry estaba convencido de que Ron seria el próximo guardián del equipo, había logrado muy buenos resultados con su entrenamiento. Claro, ¡como no!, si tres miembros del equipo de quidditch de Gryffindor lo habían entrenado personalmente.

El tren se detuvo, habían llegado a Hogwarts. Las carrozas los esperaban para llevarlos. A Harry le parecía increíble, era su quinto año en el colegio, pero parecía que todo hubiese pasado ayer. Cuando recibió la carta anunciando que lo habían seleccionado para el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, su llegada, la selección, la primera vez que vio a sus amigos, los enfrentamientos con Voldemort. Tantos recuerdos, buenos y malos, pero sin lugar a duda, todos inolvidables.

Luego de bajar de las carrozas, entraron al castillo, y se dirigieron rápidamente al Gran Comedor. Harry estaba hambriento. Si bien la Sra. Weasley les había dado un abundante desayuno, y durante el viaje compro golosinas a la señora del carrito, ya hacia un tiempo que parecía que su estomago no tenia limite. "Es que están creciendo", les había dicho la señora Weasley con una expresión de orgullo que parecía como si a él y a Ron los hubiesen nombrado ministros de magia.

-Les juro que me comería incluso un escreguto - al parecer, Ron tenia tanto apetito como su amigo.

Ambos estaban impacientes porque comenzara el banquete, sin embargo todavía faltaba el discurso con que Dumbledore daba la bienvenida cada año y la selección. Aun tendrían que esperar bastante para comer.

En ese momento algo llamo la atención a Harry. Dumbledore no estaba sentado en la mesa de los profesores. Pero parecía que no era el único que se había percatado, muchos chicos ya estaban comentando al respecto.

-¿Que crees que habrá pasado Harry?

-No lo se Ron, Sirius no me menciono nada en su ultima carta... aunque eso fue hace ya una semana- dijo Harry poniendo cara de preocupación.

-No se preocupen chicos, lo mas probable es que lo veamos aparecer de un momento a otro, debe estar atendiendo algún asunto import…. – Hermione se calló de repente, la profesora McGonagall se había levantado de su asiento y parecía que iba a hablar. Y en efecto, así fue.

-Atención por favor- en el Gran Comedor reino el silencio en cuestión de segundos.

-Lo primero es darles la bienvenida a un nuevo año en Hogwarts, lo segundo...- la profesora hizo una breve pausa como tratando de encontrar las palabras adecuadas para explicar lo que venia. -... explicarles lo que a la mayoría se debe estar preguntando, la ausencia del director Dumbledore-

En la sala se rompió el silencio dando paso a un murmullo generalizado.

La profesora carraspeo, con lo que nuevamente consiguió la atención y el silencio de sus alumnos.

-El profesor Dumbledore se encuentra indispuesto, no podrá asistir esta noche pero me pidió que les diera en su nombre una cordial bienvenida….

Harry ya no escucho mas del discurso, y tampoco presto mucha atención al resto de la ceremonia. ¿Dumbledore indispuesto? ¿a que se refería la profesora McGonagall con eso?¿seria grave?. Una infinidad de preguntas daban vueltas en la mente de Harry. Estaba preocupado, muy preocupado. Si lo de Dumbledore era grave, si le llegaba a pasar algo, sabia muy bien que en el mundo mágico ocurriría una gran tragedia. Dumbledore era al único a quien tenia algo de temor Voldemort y si el no estaba, sin dudas el señor tenebroso tomaría una vez mas el control.

∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞

este fic apesta… ¬¬

Tuvo aburrido.. cierto??.. ; _ ;

En el prox. Capitulo se descubrirán mas cosas.. (si es que me animo a escribirlo.. ^^U) como el porque Hermione y Ron tienen que hacer.. "eso".. jejejeje..

Dedicado a mi amigocha Marie que me animo para que escribiera, y a mi maestra querida… Ginger Weasley.. grax una vez mas!!.. XD