-No pude tener una mejor idea Colagusano, todo esta resultando según lo planeado- dijo una voz iría en un tono alegre- Dumbledore esta cada día mas débil, puedo sentirlo- terminó casi en un susurro.
-Pero y si alguien...- comenzó a decir un hombre calvo con nariz puntiaguda y ojos pequeños, pero fue interrumpido.
-¡Imposible!- gritó la otra voz – Sabes muy bien que esa poción esta prohibida, ni el propio Dumbledore podría librarse del castigo si alguien descubre que utilizó a chicos para hacerla- concluyó con un dejo de ira.
-Pero Señor, y si alguien más...- insistió Colagusano, con temblor en su voz. Su cara mostraba arrepentimiento por haber lanzado la ultima frase.
-No digas tonterías Colagusano, queda muy poco tiempo, Dumbledore no sobrevivirá a esto- explicaba con una nota de seguridad la otra voz – y ya no habrá nadie que pueda interponerse en mis planes- terminó la segunda voz estallando luego en una sonora carcajada.
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Una hermosa luna nueva adornaba el cielo de los paisajes de Hogwarts y sus rayos de luz se colaban por las ventanas de la sala común de Gryffindor, iluminando tenuemente la estancia. Eran más de las 2 de la madrugada y normalmente se encontraba vacía a esa hora, aunque en esta ocasión era diferente. Un muchacho de unos quince años con cabello negro azabache revuelto se hallaba dormido en uno de los sillones, frente a la chimenea.
Se despertó sobresaltado, su cicatriz le dolía. Acababa de soñar con Voldemort y en el sueño él estaba muy feliz porque pensaba que seria el fin de Dumbledore. Pero estaba muy equivocado; él y sus amigos impedirían que eso pasara aunque tuvieran que recibir un castigo por ello. Se incorporó lentamente, con una de sus manos aun puesta en su cabeza, la cicatriz seguía doliendo, sabia que esto ocurría cada vez que el que no debe ser nombrado estaba muy feliz o muy enojado, era una especie de conexión con las emociones del señor tenebroso.
Miro hacia el retrato de la Señora Gorda. Sus amigos aun no regresaban. ¿Les habría pasado algo?. ¿Los habrían descubierto?. Quizás Filch... no, eso no era posible, tenían el mapa merodeador con ellos y la capa invisible. Pero ya había pasado demasiado tiempo desde que salieron. ¿Se necesitaría tanto tiempo para eso?. Él no era un experto en esas cosas, más bien su conocimiento era muy poco, y en experiencia tenia menos que eso. Por lo menos ahora podría preguntarle a su amigo algunas de sus dudas, así no se sentiría tan ignorante al respecto. Por un momento pensó en lo que hubiera pasado si lo que se necesitaba para Virgo Aqua hubiese sido un chico virgen y una chica descendiente de los Homoignis. Entonces tendría que haberlo hecho él y... ¿Ginny?. Sacudió la cabeza ante este pensamiento, si Ron llegara a enterarse de seguro lo mataría. Sonrió al recordar lo celoso que podía llegar a ser su amigo. Justo en ese instante una cabellera pelirroja atravesaba el retrato de la Señora Gorda, seguido de una chica de cabellos enmarañados.
-¡Ron, Hermione!- exclamó Harry – Ya me tenían preocupado, no creí que tardaran tanto- Agregó sonriendo al ver la expresión que ponían sus amigos al oír lo último que decía.
-No fue tanto- Contestó Ron frunciendo el entrecejo y con el rostro casi del color de su cabello.
Harry tuvo que hacer esfuerzos para no estallar en carcajadas.
-Bueno, bueno, eso ya no importa, ¿lo tienen?- Preguntó Harry con interés mientras se paraba del sillón para acercarse a sus amigos que se encontraban de pie a unos metros de él. Ron saco una botellita del bolsillo de su pantalón enseñándosela Harry. Él trato de tomarla pero Ron alejo la botella rápidamente apretándola en su mano.
-Quisiera guardarla yo, son mis... – Ron se detuvo- ...ya sabes...- Dijo finalmente con un tono escarlata en su rostro aun mas intenso que hace un instante.
Harry nuevamente tuvo que hacer esfuerzos para no reír, pero Hermione no lo consiguió, soltando una nerviosa carcajada.
-Lo siento- se disculpó – Pero eso fue gracioso- agregó sonriéndole a sus amigos. Ron la miró con una expresión entre enojo y diversión, para luego sonreír de una manera que recordaba a los gemelos que tenia de hermanos.
-Y también es tu... – Dijo Ron picaramente provocando que Hermione se sonrojara violentamente y que Harry no lograra contener la risa en esta ocasión. Poco a poco la expresión de su amiga se fue transformando en una que mostraba ira.
-¿No podías simplemente aceptar mis disculpas?¿tenias que cobrármela cierto?- Hermione le reclamó indignada a Ron. Harry suspiro resignado, y se sentó nuevamente sobre un sillón, preparándose para una nueva pelea. Pero algo increíble paso para sorpresa de él, y de Hermione.
-Lo siento Hermione, me pareció gracioso decir eso. No creí que te molestara- dijo Ron en tono serio, agachando la cabeza.
Hermione por segunda vez en la noche no daba crédito a lo que oía, ¿ese era su amigo Ron?. No, no podía ser, Ron nunca se disculparía de inmediato, si no que le echaría la culpa de todo a ella para luego discutir a gritos, y para rematar todo ella correría a su habitación y el seguiría empecinado en su versión de la historia por varios días. Algo no le cuadraba en todo esto.
Ron como leyendo sus pensamientos agregó – No quiero discutir esta noche- sonrojándose por tercera vez en ese rato.
Hermione solo atino a sonreír y asentir, agachando la cabeza para ocultar el rubor que también se apoderaba en ese instante de su rostro.
Harry estaba atónito ante la escena que había presenciado, si hasta el momento no había sentido curiosidad por saber que había sucedido en el cuarto de los requisitos, ahora ésta le carcomía por dentro. Ron sin duda seria sometido a un incomodo interrogatorio.
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-Ya deja de preguntarme Harry, no te diré nada- Dijo el pelirrojo con el entrecejo fruncido y visiblemente molesto.
-Pero Ron, solo quiero saber que ocurrió anoche- Interrogó Harry en tono de suplica.
-Sabes muy bien que ocurrió anoche Harry- contestó Ron denotando cansancio en su respuesta.
-Si se que ocurrió, pero no como ocurrió. ¿Cuantas veces tengo que explicártelo?- Insistía el chico de cabello revuelto mientras caminaba por un pasillo casi corriendo para seguirle el paso a su amigo.
-Me lo has explicado miles de veces, pero mi respuesta es ¡no te lo voy a decir!- Exclamó Ron mientras se paraba de pronto plantándose frente a Harry y se ponía ambas manos en su cabeza en señal de desesperación. Harry había estado interrogándolo desde la noche anterior y ya tenia exhausto a Ron. Si bien en un comienzo las preguntas del chico de lentes incomodaban al pelirrojo haciéndolo sonrojar de sobremanera, había sido tanto el hostigamiento a que Harry lo había sometido que por fin se terminó acostumbrando al tema.
-¿Pero no se supone que somos amigos?- continuaba el chico de la cicatriz poniendo cara de víctima.
-No seas chantajista Harry- Dijo Ron mientras se daba vuelta y continuaba su apresurado paso - y si te pones en esas, Hermione también es tu amiga-
-¡Pero no puedo preguntarle a ella!- se quejó Harry –es una chica... y dudo que me responda- le explicó a su amigo.
-Yo tampoco te responderé- Respondió Ron decidido.
-Entonces no te dejare en paz- dijo Harry tranquilamente.
No era que Ron no considerara a Harry su amigo, si no que para el había sido tan especial lo ocurrido la noche anterior que quería guardarlo como un tesoro. Además, no consideraba adecuado revelarle aspectos tan íntimos a su amigo, no seria justo para Hermione, y en opinión del pelirrojo eso no correspondía al comportamiento de un hombre de verdad, sobre todo si ese hombre amaba tanto como él a la mujer que había sido su amante. Ese seria por lo tanto un secreto de ambos, a menos que Hermione decidiera lo contrario.
De pronto Ron paro de caminar bruscamente sin darle tiempo a Harry de detenerse, chocando éste contra la espalda de su amigo.
-Ya llegamos- Anunció Ron sin siquiera inmutarse por el choque de Harry -Hermione debe estar esperándonos- Dijo al mismo tiempo que giraba el pomo de una puerta que anunciaba "no funciona".
Hermione Granger se encontraba sumida en sus pensamientos. Se había levantado muy temprano para comenzar con la preparación de la poción para salvar a Dumbledore, creyendo que esto la distraería de los acontecimientos recientemente ocurridos y de los sentimientos que apenas la noche anterior había aceptado. Pero ni eso, ni lo sollozos provenientes de una de las cabinas del baño en que se encontraba lograban abstraerla de las miles de ideas que se arremolinaban en su mente.
Myrtle la Llorona era un fantasma de una antigua alumna de Hogwarts, que había muerto en ese baño al mirar directo a los ojos del basilisco que habitaba en una cámara secreta creada en el colegio por uno de sus fundadores: Salazar Slytherin. Había sido abierta nuevamente cuando Harry cursaba segundo año, pero el consiguió matar al monstruo antes de que ocurriera otra muerte. Ella lloraba desconsoladamente en su cabina, murmurando lo que Hermione entendió como la razón de su pena. Alguien había cortado el agua del baño en que habitaba la fantasma (Probablemente Filch), impidiéndole abrir los grifos como acostumbraba en sus rabietas. "Ni siquiera siendo fantasma me dejan ser feliz", se quejaba justo cuando la puerta del baño se abrió, dejando pasar a la principal preocupación de Hermione, y a Harry, su otro amigo.
-Buenos días- Saludó la chica asomándose de la cabina en que estaba.
-Buenos días- Contesto Ron sonriéndole, lo que provocó que Hermione se sonrojara notablemente. A lo menos así fue para Harry, que también contesto al saludo.
-Hola, veo que llegaste temprano- le dijo al ver que Hermione ya tenia el fuego transportable y sumergible encendido en el retrete, y sobre éste el caldero, en el que ya comenzaban a ebullir los primeros ingredientes de la poción.
-Ya comencé a preparar la poción- Contestó Hermione – espero que no les moleste, pero creo que cada minuto vale oro-
-Muy bien pensado- la felicitó Ron- nosotros hubiéramos llegado antes si no fuera por... – agregó Ron sin acabar la frase.
-¿Por?- Interrogó Hermione mientras agregaba un nuevo ingrediente.
-Porque me quede dormido- Mintió Harry dándole un codazo en el costado a su amigo. Si Hermione se enteraba podría enojarse, y si así ocurría jamás lograría enterarse de nada por boca de Ron.
Ron lo miro con el ceño fruncido a la vez que se sobaba el lugar en donde el codo de Harry se había enterrado.
Hermione los miro divertida, ninguno de sus amigos era bueno mintiendo, pero sabía que tarde o temprano se enteraría de lo que había pasado en realidad. Pero no se imaginaba que eso seria mas temprano que tarde.
-¡Demonios!- Exclamó Harry de pronto – olvide traer los polvos de cuerno de unicornio-
-No lo habrías olvidado si no hubieses estado tan ocupado interrogándome- masculló entre dientes Ron, mientras se sentaba al lado de Hermione y veía como Harry salía del baño.
-¿Interrogándote?- Preguntó Hermione mirando al pelirrojo, dejándolo congelado. No había caído en cuenta que dijo en voz alta lo que estaba pensando. Su boca lo había traicionado una vez mas. Prefirió no mentirle a su amiga, de todos modos terminaría enterándose si Harry seguía en el mismo plan, de lo cual el pelirrojo estaba mas que seguro.
-Me ha estado preguntando sobre... – se detuvo mientras sentía que toda su sangre se agolpaba en sus mejillas -sobre lo que paso anoche- dijo por fin evitando la mirada de la chica. De pronto el pelirrojo mostraba mucho interés en una mancha de moho que había en el techo.
-Ah- soltó Hermione - ¿Y le has dicho algo?- consultó luego. También parecía que había encontrado muy interesante el botón de su túnica, con el que jugaba en ese momento.
-Nada- Murmuró Ron –No creo que sea correcto, aunque sea mi amigo- dijo volteando nuevamente a ver a su amiga. Hermione lo miró con aire interrogativo. –Fu... fue algo especial... será n-nuestro secreto... si.. si tu así lo quieres- Dijo finalmente entre tartamudeos y frases cortadas, bajando luego la mirada. Se odió a si mismo en ese instante, parecía que todo había vuelto a ser como antes y el se había encargado de sacar el tema a relucir.
Hermione sonrió dulcemente ante la declaración de su amigo. Estaba descubriendo una faceta de Ron que desconocía, pero que en vez de desencantarla, le hacia sentir que amaba aun mas al chico que ahora subía su mirada para enfrentar la suya.
Ron esperaba una respuesta, y al no escucharla levanto su vista para encontrar a una sonriente Hermione. Al verla así sintió que su corazón se aceleraba tanto que creyó que se le iba a salir del pecho, se parecía mucho a las sonrisas de la noche anterior. De pronto sintió un deseo incontenible de besarla nuevamente, sabia que quizás lo pagaría caro luego, pero su cabeza no mandaba en ese momento y siguió su impulso acercándose lentamente a Hermione, con la vista fija en sus labios.
Hermione vio como Ron se acercaba a ella con claras intenciones de besarla. No entendía el porque de su acción, pero no era el momento de pensar. Simplemente cerro los ojos acercándose ella también al chico, para facilitarle la tarea.
-¿Acaso no pueden respetar el dolor ajeno?- Gimió Myrtle interrumpiéndolos, para luego estallar en un desconsolado lloriqueo. Estaba flotando fuera de la cabina mirándolos a través de los cristales de sus nacarados anteojos. Ron y Hermione se separaron completamente sonrojados.
-¡Yo morí aquí!- exclamó la fantasma haciendo gorgoritos con su voz producto del llanto –y ustedes vienen a hacer sus cosas..-
-No estábamos haciendo nada- se defendió Ron.
-¡Yo los vi!, seguro luego ustedes dos...- Abrió los ojos desmesuradamente y se sonrojo de un tono plateado –Por Merlín, ni siquiera el lugar donde ha muerto alguien lo respetan. Pero claro, como es Myrtle la fea, la llena de granos, la tonta, no importa nada... – Dijo dándose media vuelta rumbo a su cabina donde comenzó nuevamente a llorar pero en un tono mas alto que el anterior, si eso era posible.
Se produjo un incomodo silencio entre Ron y Hermione (solo interrumpido por el llanto de Myrtle, pero eso no contaba para ellos), hasta que por fin Harry llego con un frasco en su mano, entrando también a la cabina mientras decía que prometía no distraerse mas en lo concerniente a la poción.
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El gran comedor lucia como era costumbre en días comunes, y el techo encantado de éste mostraba que afuera había un clima nublado y frío. Las cuatro mesas correspondientes a cada una de las casas estaban prácticamente vacías tanto de comida como de alumnos, los que a mediodía normalmente ya habían desayunado; sin embargo nuestro trío había llegado hace apenas unos minutos. Harry y Hermione querían quedarse vigilando la poción, pero Ron los persuadió para que bajaran a comer diciéndoles que sería sospechoso si se desaparecían por tanto tiempo, y que además, nadie estaba tan loco como para entrar al baño de Myrtle para escucharla llorar. Aunque obviamente la motivación del pelirrojo había sido su estomago que para esa hora ya rugía estruendosamente.
Según les había dicho Hermione la poción estaría lista para el domingo en la tarde, lo que era un gran alivio. Si hubiese sido un tiempo similar al que necesitaron para hacer la poción Multijugos Dumbledore ya no tendría esperanzas. Harry les contó sobre su sueño, y por aquello suponían que el director estaba muy débil, así que decidieron ir a su despacho apenas acabaran la poción.
-Sentía que moría de hambre, un minuto mas y creo que Ron Weasley hubiese dejado de existir- Dijo Ron de pronto tocándose su ahora satisfecho estomago con ambas manos. Sus amigos sentados a ambos lados de él rieron ante la ocurrencia del pelirrojo.
-Habría sido mejor así, un pobretón menos estorbando en la sociedad- Dijo un chico rubio de mirada fría y con expresión de superioridad en su rostro. Draco Malfoy estaba parado enfrente de ellos con sus inseparables guardaespaldas tras él.
-Porque no te mueres tu Malfoy- respondió irritada Hermione- Así seria un niño rico menos lamiéndole las suelas de los zapatos a los profesores-
-Vaya, vaya, ¿defendiendo al noviecito?- Dijo Draco con expresión de fastidio contenido en su rostro.
-Al menos tengo a mi lado a alguien que piensa- contestó Ron mirando a Crabbe y a Goyle. Éstos apretaron sus puños pero Malfoy les hizo una señal para que se quedaran al margen.
-No pudo ser mejor, mas bien, peor pareja, un pobretón con una sangre sucia. Que asco- Terminó diciendo el Slytherin con una mueca de repulsión.
Ron se iba a abalanzar sobre Malfoy pero Hermione y Harry lo detuvieron, y a Draco no le quedo mas remedio que irse al ver que la profesora McGonagall entraba en ese momento al gran comedor.
-¿Y cuando lo harán oficial?-
Ron volteo asustado al sentir tras el una voz que reconoció enseguida como la de uno de sus hermanos.
-Eres muy malo Ronnie, no les habías contado a tus hermanitos- Dijo Fred secándose unas imaginarias lagrimas.
-Hace tan poco era un bebe, y míralo ahora, con novia- dijo luego George con fingida emoción.
-Ya vez que rápido crecen los niños -siguió Fred con aire soñador.
-Ya cállense- dijo Ron enfadado y con la cara mas roja que las plumas de Fawkes.
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Tal como les había dicho Hermione, el domingo por la tarde el color marfil de la poción les indicaba que ésta ya estaba lista. Pusieron un poco dentro de un frasco y salieron corriendo del baño de Myrtle en dirección a la gárgola de piedra que resguardaba la entrada al despacho de Dumbledore.
-Caramelo longuilinguo- Dijo Harry frente a la Gárgola pero esta no se movió.
-No funciona, ¿qué hacemos ahora?- preguntó Ron con expresión desesperada.
-Claro que no funciona-
Los tres se sobresaltaron a oír la inconfundible voz de su profesor de pociones.
-¿O creen que las contraseñas se dejan eternamente?- dijo luego sarcásticamente.
-Necesitamos ver al director- Soltó Harry sin rodeos.
-Si bien recuerdo, ya lo vieron. No entiendo cual es el afán de molestar nuevamente a Dumbledore- dijo mirando amenazadoramente
-No vinimos a molestarlo, si no a curarlo- se apresuró a decir Hermione, dejando petrificado a Snape.
-No juegue con eso señorita Granger-
-No esta jugando- Dijo Ron levantando el frasco con la poción – Potion Incorruptus, nosotros la hicimos-
El hombre de pelo grasoso miró el frasco con los ojos tan abiertos que parecía que en cualquier momento de salían de sus orbitas.
-¿Saben en que líos se meterán por esto?- Los interrogó con el ceño fruncido luego de recuperarse de la impresión.
-Estamos concientes de ello, y no nos importa con tal de salvar al director- lo enfrentó Harry con aire seguro.
-Bien, no hay tiempo que perder- dijo Snape volteando hacia a la Gárgola, para luego agregar - pie de limón-
La gárgola cobro vida y se movió dejando a la vista una pared que se abría ante ellos dejándoles el paso libre.
En la oficina de Dumbledore todo seguía igual a la ultima vez que lo habían visitado. Los cuadros de antiguos directores mostraban rostros compungidos y una bruja de mediana edad, con la cara redonda lloraba desconsoladamente recordándoles en algo a la fantasma del baño. Fawkes se encontraba en su percha, cantando una triste melodía, que a los amigos les pareció una triste canción de despedida.
Y ahí estaba Dumbledore, casi en la misma posición en que lo habían visto la última vez. Los tres gritaron al unísono al ver el aspecto del director. Si la ultima vez parecía muerto, ahora podrían haberlo asegurado. A Harry le recordó un zombi de las películas de terror con que Dudley lo mortificaba cuando era pequeño.
-Esta muy mal, pero creo que aun es tiempo- Dijo Snape arrebatándole a Ron el frasco, para luego abrirlo y sacar con su mano un poco de lo que parecía una simple crema cosmética.
-¡Ayúdenme!- exclamó luego mientras le aplicaba a Dumbledore la poción en el rostro.
Harry, Ron y Hermione se acercaron rápidamente, pero el Snape volvió a hablar.
-Usted no señorita Granger, salga por favor- ordenó mientras comenzaba a quitarle la capa al director.
Poco a poco la piel de Dumbledore comenzo a sanar, con lo que Harry y Ron suspiraron aliviados. La poción había sido un éxito.
-Y ahora dejen descansar al director- les dijo Snape empujándolos hacia la puerta, pero la voz de Dumbledore lo interrumpió.
-Me siento perfectamente Severus, y no necesito descansar si no unas buenas horas de baile, tengo las piernas acalambradas. Lastima que ya a esta hora se acabo el programa la hora de las brujas, esa Celestina Warbeck si que sabe de música - Terminó diciendo mientras se ponía de pie y estiraba las piernas.
-Pero profesor..- comenzó a decir Snape, sin embargo Dumbledore no lo dejo continuar.
-Llama a la señorita Granger por favor, necesito hablar con estos muchachos-
Snape obedeció pero no sin antes darles una severa mirada a Harry y a Ron, aunque a estos les pareció que era mas agradable que de costumbre. En un instante Hermione se encontraba al lado de sus amigos, mostraba una alegre, pero nerviosa sonrisa en su rostro. Estaba feliz por haber salvado al director, pero también sabia que lo mas probable era que fueran expulsados.
-Supongo que saben muy bien lo que han hecho- dijo Dumbledore mirándolos tranquilamente.
-Lo sabemos muy bien, director- Dijo Harry – Pero no podíamos permitir que muriera-
-A eso me refiero Harry, a que me salvaron la vida. Creo que estaré eternamente en deuda con ustedes. Sobre todo con el señor Weasley y la señorita Granger- dijo lo ultimo ofreciéndoles una sonrisa a los mencionados.
Ron y Hermione agacharon su mirada avergonzados.
-Creo que este año Gryffindor ganara nuevamente la copa, porque no creo que ninguna casa supere 600 puntos de ventaja. ¿qué opinas Severus?.-
Snape bufo y luego agregó -Pero señor, esa poción...-
-O si, si, la poción, casi lo olvido Severus, gracias por recordarme-
Harry trago saliva, mientras que Ron y Hermione seguían en la misma pose de hace un momento.
-Gracias a Merlín nadie se entero de mi estado. ¿se imaginan el alboroto que se hubiese armado?. Así que si nadie supo acerca de eso, tampoco es necesario informar acerca de la poción- Dijo Dumbledore guiñándoles un ojo al trío.
Snape soltó una especie de gruñido.
-Ahora creo que deben bajar a cenar- dijo luego con una gran sonrisa en el rostro.
Pero cuando se disponían a salir del despacho agregó – ¡Oh!, también lo olvidaba... Señorita Granger-
-Si profesor- contestó la aludida
-Creí que usted era mas precavida- dijo mirando seriamente a la castaña- y no saben como extraño comer un gran pedazo de pie de limón, ya saben, con estas heridas ardía mucho cada vez que trataba de comer. ¿Crees Severus que haya pie de limón para la cena?- terminó diciendo mientras salía de su despacho en dirección al gran comedor.
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3 meses sin actualizar! O_O
les ruego a todos que me perdonen, pero la Universidad me tenia como loca, con decirles que las ultimas semanas dormia un promedio de 3 horas diarias (y hasta hice mi record de 34 horas sin dormir XD).
Y ya luego sali de vacaciones pero ocurrio algo que me bajo los animos y simplemente no tenia ganas de escribir. Con respecto a eso, siempre expresen su cariño a quienes quieran, y disfruten su vida, porque nadie tiene la vida comprada y nunca sabemos si las personas que queremos, o nosotros mismos no estaremos al día siguiente.
Y ya despues, me enferme, bueno, estoy enferma aun (tengo rinofaringitis y bronquitis ^^U), pero mi mama salio asi que no hay nadie que me regañe por estar levantada todo el dia B-).
Y a todas esas cosas se debio que me demorara tanto en subir este cap, mas bien en escribir ya que no tenia nada de nada. Pero no se si se dieron cuenta que hice un capitulo mas largo que lo que acostumbro, y eso fue para recompensar de algun modo (si se puede llamar recompensa XD) a todas las persnas que me dejaron review el capitulo pasado ^^, que fueron muchísimas!!!! Agradezco de corazon los mas de 60 reviews que me mandaron, eso es lo que me animo a seguir mi historia, ya que las opiniones de los lectores, por mas pequeñas que sean, son la mejor recompensa para las escritoras de fics (o para las que intentan ser escritoras XD), y lo que nos incentiva a seguir escribiendo. De verdad me senti muy bien con los comentarios (que los necesitaba luego de haber escrito ese capitulo ^^U), gracias por su apoyo!
Este capitulo va dedicado especialmente a Lil Granger, una personita muy especial que me animo siempre, que me hacia reir con sus mails o encontrar en ellos una palabra de apoyo cuando mas lo necesitaba. Gracias por todo amiga mia! Y dile a tu papa que arregle tu msn para hablar mas contigo, okas? ^^ y no te eches abajo como escritora, que lo haces muy bien! ^^
Va además para Princess of Darkness86, ves que no los abandone? Y no fue para tu cumple, pero consideralo un regalo atrasado, okis? ^^U
Tb dedicado a la i-chan (gracias por tus consejos, trate de seguirlos en este cap, aunque no se si me resulto, y no puedo dejar de hablar de comida, lo siento, ya sabes, "deformación profesional" XD!)
Bueno y tb dedicado a mi amigocha marie, a mi niño lindo, a mi sobrina, a Rupert Fan (mi petición en cada cap: continua blow! T___T!), a mi maestra querida (que aunque ya ni hablemos te tengo siempre en mi corazon), a miyu, a irene (eres super, me caes rete bien!! No se si te cumpla lo de HG, pero al menos la mencione en este cap, algo es algo, no? XD), a kiche y tb especialmente a sara (ford anglia 2000), que como ya dije antes, sus reviews me encantan ^^.
Y obviamente a todos los que me dejaron reviews!!! No puedo escribirle a cada uno porque tardaria un siglo ^^U, (y mi mama puede llegar, en cuyo caso no podre subir el cap). Pero como ya dije anteriormente, por ustedes es que sigo escribiendo =)
Espero que este capitulo no los decepcione, como siempre, no quede conforme con lo que escribi (opino que apesta XD), pero espero que no este del todo mal y que a ustedes les agrade ^^
Y como ven, deje algo mas en suspenso =D, ya ven como Dumbledore se hizo el loco despues de lo que dijo?? Por eso adoro a Dumbledore, tan cuerdo y tan loco a la vez (como que se parece a alguien que conozco =?... no me apunten!! Yo solo soy loca XD!)
Ya me quedo larguísimo otra vez lo de los cometarios ^^U
Pero ya me despido, pero no sin antes desearles a todos un muy feliz año, y que todos sus deseos y sueños se hagan realidad (ojala y a mi me llegue la carta para ir a Hogwarts ^____^)
No doy mas lata XD
JaNy