Capítulo 2: Cumpleañeros.
Estando un poco alejados de lo que parecía la muerte de Hao, Yoh y los demás shamanes se daban un merecido descanso en la región correspondiente, bueno, normalmente Yoh y Manta seguían recibiendo órdenes de Anna, no sólo sobre los quehaceres de la casa y la comida, sino de varios mandados más, por ejemplo: la tarea. Pronto sería Mayo 12, cumpleaños de Hao e Yoh. Anna había llamado por medios de espíritus a los chicos, para reunirse en casa de Yoh y pronto de ella. Todos habían aceptado la invitación, pero, no justificaba que Yoh no hiciera la cena y la comida. Preparando tallarines y sopa de carne, se sentó en la colina donde normalmente iba a reflexionar. Amidamaru detrás suyo en completo silencio. El día finalmente llegó, pensó Amidamaru. Yoh vestía de unos pantalones (doblados por fuera) verdes, estaba con sus sandalias normales, traía una coleta pero sus mechones seguían a los lados mientras que el cabello en la liga estaba alborotado, con una blusa de mangas dobladas también, abierta y un collar de picos en su cuello.
- Amo Yoh, ¿se encuentra bien?- preguntó la voz lejana del espíritu samurai.
- Sí, gracias, sólo que me puse a pensar en Hao.- dijo Yoh
- ¿Su hermano gemelo, pero, creí que él....?- se detuvo unos momentos antes de pensar si debía decir o no lo que pensaba.
- Descuida, puedes decirlo: está muerto, y eso es algo que nos quita a todos una carga encima.- dijo Yoh levantándose y estirándose un poco dando un bostezo.
- Amo Yoh.- dijo Amidamaru
- Es mejor que entremos, terminaré la cena para cuando lleguen.- dijo Yoh retirándose y entrando a la casa.
Manta fue el que ya se encontraba dentro de ésta, saludaba a su mejor amigo con una sonrisa de oreja a oreja y entre risas y jaloneos, le entregó un collar con un amuleto rojo que decía: Amistad. Según Manta, era para la buena suerte, y le agradecía ser su amigo, en muchas ocasiones, en que Manta se encontraba en peligro, éste siempre ayudaba en lo mejor posible, obviamente, el agradecimiento es un don muy especial y se refleja muy bien en el amigo Manta para esto. Anna se encontraba, con su vestimenta igual, y el paliacate en la cabeza, y sentada en el comedor, Manta llegó y la saludó, aunque, tímidamente.
- Hola Anna.- fue lo que dijo Manta.
- Hola.- dijo con voz seca y Manta tuvo una gota inmensa en la cabeza.
Estuvieron en una conversación silenciosa, mirando de un lado para otro hasta que llegó Yoh informando que la comida estaba lista, Anna se sintió satisfecha de tener a un prometido responsable, no es algo que puedes encontrar a la vuelta de la esquina, pero, en el fondo de su ser, ella lo amaba, siempre queriendo el bien para su prometido. Lo mejor de Yoh siempre había sido su madurez, aunque, sin mencionar que de vez en cuando se pone demasiado niño, pero sabe en qué momentos debe dar su opinión, aunque guarde mucho silencio, su sonrisa presente en cada momento, incluso, ya había tenido más confianza con ella, y también un tanto cariñoso (en cuestión de besos y abrazos).
Pasándole un brazo a Anna, comenzó a platicar con Manta. Sonó el timbre y de la puerta entró Ren/ Len Tao junto con su hermana Jun. Después vino Horo Horo (vestido de unos pantalones negros, un tanto aguados, y un chaleco negro con tiras azules alrededor del cuello y de los botones, su banda ahora era azul y tenis azules y sus manoplas negras decorada ligeramente con una tira azul) con su hermana menor Pilika que últimamente había crecido a una señorita (su cabello lo había arreglado en una coleta muy alta, vestida de una falda negra colegiala, y una blusa de tirantes negra), Lyserg con Morphine (su hada, y también había dejado la vestimenta de los X, ahora vestía de pantalones negros, al igual que los zapatos y una camisa de manga larga pero formal, blanca, y de botones, su cabello lo había cortado y crecido unos centímetros) Fausto VIII llegó (aquí Manta se puso detrás de Yoh un tanto asustado) Chocolove y Ryu. En fin, todos se encontraban para celebrar el cumpleaños 18 de su amigo y líder.
- Felicidades Yoh.- dijo Jun, la hermana de Len.
- Gracias.- fue lo único que comentaba Yoh sonriendo tímidamente, y de vez en cuando le daba un beso a Anna en su mejilla izquierda.
- ¿Cómo la han pasado durante este tiempo?- preguntó Horo Horo observando a Lyserg.
- Morphine y yo hemos ido a visitar a la princesa Jun, se encuentra bien, pero descansando después de todo, creo que todos merecemos eso.- dijo Lyserg, mientras que su hada se colocaba en su hombro sentada, se mostraba feliz.
- ¿Qué me dices tú Len?- nuevamente Horo Horo preguntó ahora observando al chico ojos dorados (o como sea)
- Visité a mi familia.- mencionó en tono de "pocos amigos".
- ¿Acaso ustedes no salieron a ningún lado?- preguntó Fausto a Horo Horo y a Pilika.
- Sólo estuvimos un tiempo con la familia.- dijo Pilika sonriendo
Hubo un momento de silencio por parte de todos, a pesar de tener un gusto por volverse a ver, es como si no tuvieran un tema de conversación para hablar, todos tenían pensado que Yoh se sentiría un poco triste por la muerte de su hermano gemelo, Yoh se encontraba con una sonrisa, pero no una con la que todos se sintieran a gusto, era una sonrisa como quien dice: Falsa. Manta era el que estaba muy feliz, cambió de lugar por el de Anna, por que Fausto estaba del otro lado de Yoh y reía nervioso.
- Sé que todos piensan en Hao.- dijo Yoh, todos excepto Anna pusieron sus ojos blancos (típico en la serie)
- ¿Acaso...sabe leer la mente nuestro bro'?- preguntó Chocolove con su típico acento de confusión.
- No es eso Chocolove, es simplemente que yo, al igual que ustedes, no sé la respuesta de lo que pasó en verdad. Pero, Hao por el momento no está, vamos a celebrar y por favor, despéjense de lo que sucedió.- dijo Yoh, mientras que Anna, sorpresivamente, lo miró, tal vez debido a su respuesta.
- Yoh tiene razón, mejor pongámonos a celebrar.- dijo Manta
- Feliz cumpleaños, señor Hao.- dijo Apacho desde donde estaba sentado al otro extremo del pilar.
-........- Hao no mencionó, estaba en medio del pilar, la cabeza un poco baja con los ojos cerrados, y los brazos cruzados. Después de 2 minutos, Hao abrió los ojos y miró a Apacho que estaba un tanto lejos.
Apacho seguía sin saber qué decir ni qué hacer, sin embargo, una felicitación era lo que tal vez su señor necesitaba ahora en esos momentos. Hao se vino acercando a Apacho y mientras iba, Apacho se acercó a un cuerpo rescostada en el suelo. Rini aún no despertaba, casi un día completo estaba dormida.
- Lady Rini no despierta.- dijo Apacho, desde el día anterior, el señor Hao le había pedido el favor de llamarla por ese respeto. Hao se acercó y miró desde donde estaba a Rini acostada.
- Lo sé, gracias por la felicitación.- dijo Hao sin mucha importancia, y se puso de cuclillas, cargó con una mano por la espalda de Rini y la otra la sujetaba por debajo de las rodillas.
Nuevamente Rini colocó su cabeza ligeramente hacia atrás, pero con ayuda de Apacho, logró que la cabeza se colocara en el pecho del señor Hao. La tomó unos instantes en sus brazos, mirándola tan hermosa dormida. ¿Cuánto tiempo sin verla? Sabiendo perfectamente que no es la misma persona, el alma de su difunta esposa se encontraba en el cuerpo de ella, tal vez si iba con el Libro de los Muertos, un mito egipcio, lograría que la verdadera Rini volviera a la tierra, pero...le gustaba...le gustaba que estuviera el cabello rosa, la piel suave y blanca, los ojos marrones, simplemente: hermosa.
- Vamos Apacho.- dijo Hao caminando por entre los pilares seguido de Apacho quien le seguía el paso a su señor.
- ¿A donde vamos señor Hao?- preguntó Apacho.
- Iremos a buscar a los otros.- dijo Hao atravesando los pilares en donde nuevamente se mostraban las águilas guardianes.
Caminaron por el bosque alrededor de una hora y media cuando se detuvieron en un espacio conocido para ellos, era uno en donde anteriormente habían descansado, con una fogata para cocinar, y se sentaron en el piso, el espíritu de fuego apareció y Hao ordenó que vigilara los alrededores. En ese momento Rini comenzó a despertar, poco a poco, con pesadez, sus ojos se entrecerraron y los párpados se abrieron, la vista era doble al principio, pero forzándola un poco más, ahora veía normal. El chico que había visto estaba con Apacho en medio del bosque, sentado con los brazos cruzados y la mirada baja y cerrada. Rini sintió su peso del cuerpo, no quería moverse pero tenía qué hacerlo. Así que jaló su cuerpo para sentarse, y lo hizo, aunque torpemente por el sueño todavía. Rini caminó lentamente hacia Hao, hasta que se percató de que estaba en una concentración en lo que el chico hacía, dio media vuelta cuando:
- Lady Rini despertó, señor Hao.- dijo Apacho y Rini viró nuevamente cuando Hao dejó de hacer lo que hacía.
Ambos quedaron mirándose, mutuamente sin saber qué decir, Rini abría la boca pero no salían palabras, sólo titubeaba, cuando miró alrededor de donde estaban, comenzaba a ponerse más frío de lo normal. Se sentó en el suelo tapándose los hombros con las manos, y el cabello rosa se vino de frente.
- Hace frío, puedes venir si quieres.- dijo Hao volviendo su vista hacia la fogata, cerrando los ojos seguido de que bajaba la cabeza para dormir un poco. Apacho estaba vigilando unos pescados que se asaban en la fogata con palos, 3 con exactitud.
Rini se acercó, un paso a paso, sin despegar la vista al joven quien intentaba relajarse, bueno, eso lo que ella pensaba, pero era sólo una teoría, cuando llegó cerca de la fogata, separada por completo tanto de Apacho como de Hao...¿Hao? ¿Así se llamaba? Era un nombre bonito, corto, simple, pero le quedaba. Miró detrás y observó el espíritu de Hao vigilando. A pesar de que seguía asustaba intentaba recordar lo que le había pasado. "Primero estaba en casa, vine aquí con la llave, pero ¿cómo es que llegué aquí? ¿Podré regresar?" se preguntaba mientras que, olvidándose de lo demás, metió su mano debajo de su cuello y sacó la cadena larga y fina, con la llave.
- "Esta llave es para llegar a la tierra donde está Serena y las demás ¿cómo llegué aquí? ¿por qué no hay explicación?"- pensaba Rini al momento en el que una mano la sacó de sus pensamientos.
Apacho le puso su mano en su hombro, Rini guardó la llave, cuando Apacho le entregó una capa color blanca, y Rini la aceptó...
- El señor Hao no quiere que pase frío, lady Rini.- dijo Apacho sonriendo ligeramente.
Rini miró a Hao con la misma posición, ¿por qué era tan reservado consigo mismo? o por lo menos ¿qué estará pensando? Rini se puso la capa de Hao que le había prestado, y Apacho se retiró. Quitó los pescados que estaban ya listos para comerse, pero dejaron que se enfriara un poco la comida y Apacho se fue a buscar algo de agua, llevando de quién sabe donde, una botella vacía. Tanto Rini como Hao estaban de extremo a extremo, ella lo miraba directamente, y de reojo observaba a su alrededor. Ni hablar...se quedó donde estaba. ¿Cómo es que estar con alguien peligroso, la hiciera sentir segura? Sin notarlo Apacho regresó de borreguito (Rini sonrió ya que se acostumbró a verlo de esa manera y le gustaba, ) con la botella y llegó primero con Rini. Volvió a la normalidad.
- Gracias Apacho.- dijo Rini cuando éste le dejó la botella, ésta con más confianza, la tomó y le dio unos pequeños tragos.
- Lady Rini.- dijo Apacho cuando se iba a retirar, pero Rini le interrumpió.
- Apacho...¿qué le pasa a....al...señor Hao?- preguntó Rini sonrojada.
- El señor Hao desearía que le hablara de "t" y no de "usted".- dijo Apacho.
- Pero, si tú le hablas así de respeto.- dijo Rini sin entender.
- Apacho le debe mucho al señor Hao, por eso le tiene mucho agradecimiento, el señor Hao ayuda a Apacho cuando puede.- dijo el niño.
- Pero...¿siempre está así de serio?- preguntó Rini mirándolo.
- Sí, señor Hao no habla mucho, pero gusta de compañía...hoy, el señor Hao cumple años, Lady Rini.- dijo Apacho.
Rini quedó sorprendida al comentario que dijo Apacho, y se levantó. Apacho la miró sin decir nada y se fue caminando hacia su señor, mientras que Rini lo miraba retirarse, se sujetó la capa puesto que el viento comenzó a soplar de lado. Sin pensarlo dos veces, sacó una cajita con una palanca y la miró, pensando en que tal vez no le gustaría escuchar esa tonada. Sin embargo, era lo único que tenía para darle...nuevamente, paso a pasito comenzó a caminar en dirección de Hao. Cuando estuvo ya a su lado, se sentó con las piernas a un lado, y permaneció silencio, Hao no se movía, sólo estaba con sus párpados cerrados, cuando se escuchó una pequeña canción. Una tonada de una caja de música...Rini movía la palanca mirando la caja de música con mirada serena, pensando en su hogar.
Hao abrió sus ojos después de que la música terminó, y Rini colocó la caja de música en el suelo esperando respuesta, y fue cuando observó que Hao abría los ojos y después dirigía la vista hacia ella, Apacho estaba cerca pero no vio lo que su señor hacía.
- F-feliz...cu...m-ple-e-añ-os.- dijo muy rápido, por que se sentía incómoda, normalmente muchos tienen la idea de que cuando cumples años, es momento de relajo y de fiesta, pero no sabía si a eso se le podría decir "fiesta".
- ............- Hao no respondió.
- No te quedes callado...sólo intento...decirte que...que.- se quedó muda y se sonrojó, tal vez pensando en lo torpe que debía escuchar.
- .........- no respondía.
- Ay!.- dijo Rini en tono divertido, como si se hubiera equivocado, pensó Hao.
- ¿Por qué tienen la costumbre de regalar cosas?- preguntó Hao tomando la caja de música.
- ¿Eh?...pues...eh...ésa es una costumbre antigua, no sé exactamente qué decirte, pero...cuando uno da algo a alguien, es por que te tiene un aprecio o un cariño muy especial.- dijo Rini
- ¿Aprecio?, ¿qué palabra es esa?- dijo Hao en tono sarcasmo.
- El aprecio es una forma de decir que algo te gusta con especial, y lo demuestras....- se quedó callada "no lo estoy diciendo bien"....
- ..........- la miró sin expresión.
- El aprecio es cuando das mérito hacia las personas o hacia un objeto, como yo, en este caso, ésta caja de música, me la regalaron cuando era bebé y mi mamá solía tocarla para dormirme....- dijo Rini mostrando una sonrisa a Hao que lo dejó impactado: la sonrisa más hermosa que había visto en su vida.
- .................- seguía sin decir algo.
- .....no sé por qué....pero, cuando estoy triste, o sola, o tengo miedo...suelo tocar ésta pieza y la llevo conmigo siempre, por que, tengo el presentimiento de que tiene una magia, o algo que no sé cómo explicar...pero, me hace sentir bien, me relaja...- dijo Rini con total sinceridad.
- ........- Hao miró la caja musical y después miró a Rini quien se colocaba la capa.
- (suspiro).- por parte de Rini quien ahora ponía sus piernas junto a ella, y las abrazaba con sus brazos y colocaba la cabeza encima de las piernas y miraba a la nada. Hao dejó la pequeña caja en el suelo, y volvía a su estancia de concentración, pero preguntándose....
- Entonces....¿por qué me das algo tan apreciado para ti?- se escuchó la voz de Hao. Rini lo observó sin comprender.
- Lo siento, es que....no tengo nada qué obsequiarte...pero...- dijo Rini un tanto apenada.
- Veo que no quieres deshacerte de esto, por que en tus ojos se puede ver que lo quieres demasiado, lo has tenido desde siempre, dices que te gusta su tono...¿por qué me lo estás obsequiando?- preguntó Hao mirándola.
- Por que de no ser por ti, no sé en donde me encontraría ahora, no sabría qué hacer....no tendría....(muda) deseos....de conocerte más a fondo....- dijo Rini apenada de lo que decía, quería que se abriera la tierra para que la tragase completita.
- ........- Hao no dijo nada, sólo tomó la caja musical, tomó una mano de Rini y le puso en ésta la caja.
- ¿eh?- se quedó en estado shock.
- No puedo aceptar algo que es tan importante para ti, amada Kliseph.- dijo Hao (Kliseph: esposa mía)
- ¿Pero....si yo...?- tartamudeó Rini cuando Hao le puso dos dedos en sus labios y la miró a los ojos.
Hao se puso en su posición de concentración...cerró sus ojos cuando Rini quedó un tanto sacada de quicio por lo sucedido...¿cómo explicar? Después de todo, tiene un corazón hermoso. Pensó la chica pelirosada. Llegó un momento en el que Apacho se durmió por su parte, se había comido su pedazo de pescado...Rini comía el suyo, aunque con desgano propio. ¿De verdad quería irse de ahí? ¿Estarían preocupados? Espero que no....
-....Diana me prometió no decir nada.- murmuró, pensando en voz alta.
- ¿Diana?- preguntó Hao, en su mismo estado.
- Mi gatita, así se llama.- respondió Rini cuando se llevó una mano a la boca "no debí decir eso..."
- ¿Tú gato habla?- preguntó Hao sin sorprenderse.
- Sí...- dijo Rini.
Ya era de tarde y aún seguían celebrando en casa de Yoh, éste había salido a su colina preferida, sentándose y poniéndose en una pose despreocupada, sus brazos en la cabeza, recargado en el árbol y las piernas extendidas. Anna miraba a Yoh desde la casa y lo buscó en la cima. Llegando....
- Pensé que estabas animado a ésta reunión.- dijo Anna
- Sí, y agradezco que los hayas invitado, pero por el momento sigo pensando en Hao.- dijo Yoh un tanto feliz.
- Llevamos tiempo después de lo que pasó.- dijo Anna sentándose al lado de Yoh mirando al cielo estrellado.
- Me pregunto, ¿qué hubiera pasado, si esto no hubiera pasado?- preguntó Yoh
- ¬¬.........no lo sé.- dijo Anna.
- Por un momento creí, haberte perdido.- dijo Yoh a Anna tomándole de la mano.
- Yo admito que me asusté mucho cuando absorbió tu alma.- dijo Anna.
- Lo bueno es que seguimos estando juntos.- mencionó Yoh.
Tanto uno como otro se levantaron de donde estaban tomados de la mano, se pusieron de frente a frente, cuando Anna puso su mano en la mejilla de Yoh. Pasando sus brazos alrededor de ella y juntando más su cuerpo, ella puso sus brazos por su cuello cuando se acercaron a un largo beso.
FIN DEL CAPÍTULO 2....
Notas de la autora: gracias por sus comentarios, de verdad, y espero que éste capítulo largo les guste, jajaja, no tenía nada que hacer, así que continué la historia. Dejen comentarios por favor, es mi primer fic de Shaman King.
