Capítulo 7: Sentimientos agresivos
Y ahí estaba ella. Hermione Granger como nunca había sido vista... en el suelo y sosteniendo una de las mejores escobas de carrera... su Dardo Dragón 317. Harry pareció ver pasar todos los momentos junto a Hermes frente a sus ojos y sintió una puntada en el corazón seguida de un nudo en la garganta. Ni hablar de la cara de sorpresa del chico al igual que la de Steve junto a los Magpies. Vander fue el primero en cerrar la boca de sorpresa mientras el publico empezaba a apaciguar sus cantos de victoria. Ninguno quería acercarse al cuerpo desfallecido de la chica. Tal vez pensaban que se trataba de una ilusión óptica causada por el calor de aquel día.
Harry intentaba asimilar lo que sucedía. Hermes es Hermione, Hermes es Hermione... Hermes es una mujer!!! Su mejor amiga!!! Respiraba agitadamente y dejando entrar aire a grandes bocanadas pensando que podía hacer para revertir aquella situación. Su cabeza parecía querer estallar en pedazos.
Steve y los Magpies también intentaban captar lo que sucedía. No podían creerlo, ese chico que había llegado a reclamar un puesto de buscador y que había compartido tantas experiencias así como las numerosas victorias no era mas que Hermione Granger, la niña de la que se habían burlado aquel día de primavera.
Solo cuando Severus Snape cargó el cuerpo de la chica y se disponía a sacarla del campo, Harry reacciono y piso el campo a un lado de la DD17 de Hermes.
- Profes...
- Regrese a su puesto Potter, inmediatamente- el hombre no había ni siquiera volteado
- Pero...él- Harry pareció contener el aliento para referirse a...
- Mueva su asqueroso trasero de aquí o me veré obligado a atacarlo Potter ¡¡¡Ahora!!!- el hombre con la varita en la mano apunto a Harry en el pecho.
Harry no se movió, solo se quedó ahí valientemente, sosteniendo la mirada clavando sus pies en la tierra firmemente; y en un instante sintió como la brisa le daba de lleno en el rostro, vio el cielo del campo y sus gafas cayeron. El hechizo de Snape había sido mas que efectivo y Harry cayó el césped con el costado derecho del cuerpo adolorido y sin poder reaccionar todavía.
- Hermes es Hermione...
Las gotas saladas rozaron sus labios y no hubo que decir más. Lloró... como si algo se hubiera muerto. Su corazón, su consideración, su respeto... estaba muerto. Cayó en la oscuridad.
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La cena de esa noche fue algo totalmente inusual. Nadie en su sano juicio hubiera imaginado lo que habría terminado de suceder. Los Appleby Arrows festejaban su victoria y su buscador no parecía contento en lo mas mínimo. Había salido de la enfermería una hora antes ante la mirada preocupada de sus compañeros que intentaban mantener sus cinco sentidos en su lugar para el viaje al día siguiente.
Los Magpies estaban no tristes sino decepcionados y Vander no hacia mas que maldecir al cielo preguntándose "¿Por qué a mí?" aunque realmente su equipo no sabia si lo decía por lo sucedido con Hermes o por perder el campeonato. Steve solo atinaba a jugar con su comida nerviosamente con la mirada perdida y un brillo triste que nadie podría sacar nunca.
Al final del banquete final, las puertas se abrieron y Hermione Granger entró con la frente en alto pero sin dejar de sentir en cada centímetro de su cuerpo la mirada de sus compañeros. Severus iba tras de ella y sorpresivamente cuando la chica se subió al escenario puso una mano en su hombro para darle ánimos. Su mirada pasó de Steve a Harry y a un Draco Malfoy que antes había estado sorprendido pero que ahora estaba furioso debido que había perdido con Hermione en un partido anterior. La chica tomó aire y el mundo pareció detenerse para darle paso a una explicación.
- Mi nombre es Hermione Granger y quiero pedirles perdón a todos ustedes. La mayoría me ha visto competir convertida en un hombre para el equipo de los Moltrose Magpies pero... todo fue una farsa. No lo hice para lastimar a nadie, solo quería que mi sueño de jugar en campeonato fuera una realidad y, si bien lo cumplí... fui muy egoísta. No pensé en las consecuencias y eso fue un error. Sé que rompí las reglas pero... era mi sueño y quería luchar por él. Es por eso que quisiera pedirles a las personas que lastime en mi camino de autodescubrimiento que me perdonen... lo siento...
Cuando Hermione terminó todos quedaron atontados. La revelación de la chica era mas que sincera y a nadie se le hubiera cruzado la idea de que lo que había hecho había (posiblemente) haber roto alguna regla del campeonato. La primera en reaccionar fue Cho Chang ante el asombro de todos...
- Ja, eres patética Hermione Granger!!!- gritó la chica riéndose con ganas de Hermione.
Hermione empezó a sollozar débilmente ante el silencio que había en la sala mientras Snape apretaba mas el hombro de la chica y de inmediato fue Oliver Wood quien se puso de pie y aplaudió con todas sus fuerzas. Mas aplausos llegaron de otras mesas e incluso los Magpies se pararon sobre la mesa (excepto Steve que se fue de ahí en silencio y Vander que seguía enojado) gritando frases de animo a la chica. Harry le dedicó una de sus grandes sonrisas y miradas extasiadas de cariño antes de que Cho lo bajará de ahí y lo contuviera incluso cuando la chica de cabello enmarañado se retiraba.
Se detuvo frente a la habitación 298 y se dio cuenta de que no estaba sola.
- Si vienes a burlarte mejor mándame una postal- Hermione se volteo y se encontró con los ojos grises que siempre recibían a sus ojos de la misma manera.
- Vaya, vaya Granger se te acabó el jueguito- el chico volvía a regocijarse de gozo.
- Sabes, hay algo que no entiendo. Lo sabias ¿verdad? Entonces ¿por qué no dijiste nada?
- Tengo mi orgullo y no soy capaz de caer tan bajo- Draco se pavoneo delante de la chica sin remordimientos
- Mentiroso- Hermione susurró a la vez que volvía a llorar y Malfoy desviaba la mirada hacia cualquier otro lado. Pasó un largo rato con un silencio extraño y molesto. Estaba a punto de ir a consolarla pero no en vano había pasado años con ella en Hogwarts.
- Piensa lo que quieras Granger. Te creía más inteligente pero veo que no... lastima- la chica sonrió tras las lagrimas. Era como un empate temporal con Malfoy. Ya se verían cuando regresaran al colegio.
Una relación amor- odio era mucho mejor.
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Harry parecía no poder conciliar el sueño. Le había costado acostarse después de lo sucedido. No solo le había shockeado el asunto de "Hermes es Hermione" sino que además y sumado a eso estaba Cho. Desde que habían llegado al torneo, la chica lo había fastidiado todo el tiempo llegando por momento a asfixiarlo. Por supuesto la gota que había rebalsado el vaso había llegado ese mismo día cuando se había burlado de Hermione sin compasión. Esa no era la Cho que Harry quería ni mucho menos. Había decidido (si a balbucear unas palabras inentendibles se le llamaba decidir) hablar con ella al día siguiente y aclarar el vinculo que todavía podían seguir manteniendo.
Dio muchas vueltas intentando encontrar (en vano) una posición para dormir; desistió al poco tiempo. Se levantó con una pena grande acumulada en el pecho y poniéndose una túnica roja sobre los hombros salió al pasillo del complejo habitacional del torneo. Caminó con paso lento hasta llegar a una sala de estar que contenía una amplia gama de sillones y a un lado la esplendorosa chimenea que brindaba un calor agobiante. Se sentó dejando caer su cuerpo como si fuera una culpa que sus nudosas rodillas no podían aguantar más.
Tal vez, la única luz que salía de la chimenea podría iluminarle la mente. Se sentía entre tinieblas y tenia la maldita sensación de que todos sabían lo que había estado pasando menos él. Recordó todos los momentos junto a Hermes, incluso recordó la primera vez que lo vio y como lo había ayudado. Un suspiro salió de su boca; el primero de una serie que demostraba lo decepcionado que estaba. Su cabeza quería un poco de paz, pero la misma frase se repetía una y otra vez...
"Hermes es Hermione; Hermes es Hermione; Hermes es Hermione..."
Siguió mirando el fuego y perdiéndose en el armonioso sonido de la madera quemándose. Si tan solo hubiera evitado a Hermes no estaría en ese dilema. Y es porque lo que le había contado a Sirius no era ninguna mentira... se había enamorado del buscador de los Magpies...
"Hermes es Hermione..."
Los pensamientos se acumularon en su cabeza y podía escuchar los latidos de su corazón palpitando en su sien derecha. La mirada turbia, el resplandor de la fogata, reacciones que Harry no podía evitar.
De pronto, unos pasos llamaron su atención y abrió los ojos buscando en la oscuridad del lugar al dueño de aquel ruido. Solo cuando esa persona estuvo lo suficientemente cerca de la chimenea, la luz de esta alumbró su figura.
- Necesito hablar contigo- Steve, el robusto muchacho miembro de los Magpies estaba de pie frente a Harry Potter con miles de dudas en su cabeza y preguntas en su boca.
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La cabeza de Remus Lupin parecía estar a punto de explotar y perder la compostura. En ese momento también maldijo a Dumbledore por enviar a sus "compañeros" como ayuda y a si mismo por provocar quizás todo el conflicto. Desde que habían llegado no hacia mas que aguantar gritos y peleas incluso al momento de dormir. Tanto que la segunda noche había tenido que ofrecerle un espacio en su habitación a Sirius al que había descubierto ahorcando a Snape en el cuarto contiguo. Remus pensó que el color de la cara de Severus era un poco más bonito que el pálido rostro de costumbre pero tuvo que ceder. Salvó al hombre sin recibir ni siquiera un simple "Gracias" a cambio. El gruñido furioso de Severus Snape lo sacó de lo que parecía ser un trance temporal que buscaba paz en su mente.
- Mira Black, no viajé 400 kilómetros en translador para escuchar tus estúpidos reclamos. Vine a cumplir lo que me encargaron y nada más ¿entendiste?
La vena en la frente de Sirius estallaría en cualquier momento, así que Remus decidió intervenir.
- Ya basta ustedes dos, dejen de comportarse así
- Cierra la boca Lupin, no me hables como si fuera un niño- Severus se cruzó de brazos enfadado
- Entonces deja de comportarte como tal, Severus!!!- el silencio se hizo presente así como una mínima expresión de sorpresa en la cara de Snape.
- Te dije que cerraras la boca de una buena vez!!!
- No le grites así a Remus!!! Tu carácter de viejo amargado no es su culpa- exclamó Sirius desafiando con la mirada al profesor de pociones
- Su incompetencia con los hechizos es lo que provocó que estemos aquí vigilando a Granger
- Tú eres el incompetente... Si le hubieras enseñado a hacer bien la poción no tendríamos que venir aquí siguiéndola a toda hora. Podríamos venir a ver el torneo- exclamó Sirius bastante mas enfadado
- Pues cuanto lo siento por ti Black, pero a diferencia tuya mi prioridad es mi trabajo, no mi placer.
- Por supuesto Snape!!! ¿¿¿Cuando en tu condenada vida has tenido placer???- Sirius rió de forma irónica enrojeciendo a Severus al extremo.
- Yo no me acuesto con cualquiera como tu, Black...
- No me exasperes Snape!!! Todavía no se como Dumbledore puede confiar en ti!!!- Sirius le dio la espalda cerrando los ojos y alzando las cejas en forma divertida.
- Alguien con una capacidad mental alta... para variar un poco ¿verdad Black?- Snape se relamió los labios antes de que Sirius pudiera perder la compostura.
- Si no te mato ahora es porque...- Sirius se vio interrumpido cuando sus pupilas se enfocaron en la manga de la túnica de Snape parecía estar listo para...
La puerta se abrió y dejó ver a un Harry muy enfadado con una mirada completamente amenazadora para los tres hombres. El chico avanzó directamente hacia su padrino Sirius Black y tiró del cuello de su túnica en forma enfermiza.
- Tú lo sabias!!! Sabias todo...TODO!!! Incluso cuando te conté lo que yo sentía por... por... por ESE!!! ¿Por qué? ¿Por qué no me lo dijiste? Maldita sea!!!- Harry sacudió a Sirius que no tenía palabras para defenderse.
- Harry, yo...
- Te odio!!! Entiendes... TE ODIO... te odio !!!- Harry gritaba sin control sacudiendo a Sirius que parecía haber perdido la conciencia- confié en ti... como hice hace años... como hicieron mis padres... y nos traicionaste... me traicionaste!!! ME TRAICIONASTE... Sirius... Sirius...
- ¡¡¡SIRIUS!!!- la voz de Remus lo hizo abrir los ojos mientras su respiración se mantenía acelerada. Sus pupilas estaban dilatadas y el sudor corría por todo su cuerpo.
- ¿Y Harry? ¿¡DONDE ESTÁ HARRY!?
- Tranquilo Sirius, fue un sueño. Un sueño provocado por el hechizo de Severus- exclamó Remus con voz suave e intentando tranquilizar a su amigo.
- Ese desgraciado, LO MATARÉ!!!- dijo Sirius levantándose de un salto del sillón en donde descansaba y yendo a buscar a Severus.
Efectivamente el hombre de cabello negro se encontraba tomando una reconfortante ducha. Contaba con que Sirius no se despertara en un par de horas pero hasta el mas acertado calculo de Severus hubiera fallado con la persistencia de Sirius Black. La puerta de madera se abrió dejando que el vapor saliera por ella y tan pronto como la cabeza del profesor de pociones se asomó por uno de los costados, recibió una toalla en la cara.
- Póntela alrededor de la cintura y sal inmediatamente para que pueda matarte- exclamó Sirius sin mirar siquiera la ducha.
- Púdrete Black- exclamó Severus con una mano en su rostro.
- Sal ahora Snape, no tengo estomago para verte siquiera así- dijo Sirius todavía con la mirada en otro sitio.
- Que desgracia para ti Black. No olvides cerrar la puerta y esperar del otro lado- Severus levantó el ceño y antes de que la furia de Sirius volviera a estallar, Remus miró a Severus haciéndole entender que debía salir.
Severus salió y de inmediato notó la mirada de Sirius fija en la toalla que tenia alrededor de la cintura.
- Hay mas aun, pero está reservado para alguien mas Black- dijo irónicamente
- Tú desgraciado bastardo, te mataré- dijo Sirius y hubiera podido hacerlo de no ser por la intervención de Remus.
- Sirius ¡¡¡Tranquilízate!!!- su amigo lo abrazaba firmemente para que no pusiera sus manos sobre el cuello de Severus.
- Siempre tan violento Black, no esperaba menos de ti.
- Contigo no se puede ser de otra manera asquerosa serpiente!!! Suéltame Remus!!!- Sirius hizo un intento en vano de librarse de su amigo
- Una tregua!!! Una maldita tregua!!! Todos aquí tenemos una misión que cumplir y para hacerlo nos necesitamos mutuamente así que por favor, dense la mano y hagan una tregua ¡¡¡Ahora!!!- el estado histérico de Remus sorprendió a ambos hombres.
Con el mayor de los disgustos y con un gesto de asco ambos hicieron un intento de darse la mano.
- Paz- dijo Sirius. Severus tardó en contestar...
- Paz- exclamó el profesor de pociones y si bien Remus volvió a su sonrisa habitual no sabia que ambos hombres había cruzado los dedos tras la espalda.
En ese momento se maldijo. Parecía una estúpida mirando el techo de esa habitación. Una habitación bastante tétrica por la decoración que tenia. Ni siquiera un toque de luz, vitalidad, ni un póster de Quidditch a la vista. Era la digna habitación de alguien macabro. No quiso observar con detalle porque a pesar de todo sentía que la estaban vigilando. Era consciente que era su propia paranoia la que la hacia permanecer allí sumado al miedo de enfrentar a sus antiguos compañeros. Mañana regresaba a Hogwarts de una forma triste, amargada y por sobre todo con Miedo en cada fibra de su ser. Estaba aterrorizada de la reacción de todos cuando regresara y pisara el Gran Comedor. El que no había sido informado por rumores había tenido que ver la tapa que "El Profeta Deportivo" le había dedicado.
Giró la cabeza intentando alejar esos pensamientos y chocando con un ojo verde que la miraba desde un frasco. Y fue allí cuando supo que no ganaba nada pensando una y otra vez en el escándalo, encerrada allí.
- Necesito aire- exclamó Hermione Granger y después de ponerse su túnica de quidditch tomó su DD17 y despegó por la ventana dejando atrás la habitación de Severus Snape.
Sinceramente el único pensamiento que pasó por su cabeza era el de escapar de allí lo antes posible. Pero los ojos negros no dejaban de clavarse como investigándolo minuciosamente. Después de un rato, el chico frente a él lanzó un suspiro, se puso de pie y habló directamente.
- Si te sirve de consuelo estoy pensando lo mismo que tú y creo que me siento peor. Por lo menos te queda el consuelo de que podrás verla todos los días y estoy seguro de que todo se solucionará.
La mirada de Harry seguía sin vida frente a las palabras de Steve. El chico de ojos negros suspiró de amargura. Era tan difícil de entender para el niño que vivió que él también sufría? Que sufría mas que nadie? Y sabia que no podía hablar con nadie porque nadie podría entender como podía sentirse. Nadie mas que quien se sintiera igual. Ni Vander, ni Arkis, ni Danshe ni ninguno de sus compañeros de los Magpies podría comprenderlo, solo Harry Potter. Cerró los ojos y la decepción volvió a su mente. Parecía estar viendo una y otra vez el cuerpo de Hermione tirado en el piso donde antes estaba Hermes.
- No tomes en cuenta mi silencio. Tu también sufres como yo por todo lo que sucedió. Nadie merece este sufrimiento, ni siquiera ella. Es peor que todas las heridas físicas que se puedan recibir... peor que una estúpida cicatriz y todo lo que eso demuestre- Harry bajó la mirada y Steve pareció sorprendido. Era como si el chico hubiera estado leyendo sus pensamientos.
- Sé que tu decepción es peor a la mía porque tú la conoces desde hace años y yo apenas un par de semanas. Ella es tu mejor amiga y te duele que te mienta. Pero imagina como tengo la conciencia... yo la aposté como si fuera un maldito trofeo con Malfoy y se lo dije a Hermes como si me importara un comino el destino de Hermione Granger y era ella!!! Me siento como un pobre diablo- Steve golpeó con fuerza la mesa más cercana y logró retener alguna débil lagrima
- Es mi culpa también. ¿Qué clase de amigo soy si ni siquiera tras una poción me di cuenta de que en realidad era ella?. La conozco hace años, sus facciones, todo su ser... y ni siquiera sospeché que se trataba de ella- Harry se agarró la cabeza con desesperación.
- Tu... ¿la amas verdad?- Steve pareció hacer esa pregunta con un deje de tristeza.
Harry pareció meditar bien la respuesta y después de cerrar sus ojos y poner inconscientemente su mano en el corazón contesto:
- Así es...- no pudo evitar el rubor en sus mejillas, el brillo en sus ojos y esa sonrisa totalmente sincera pero avergonzó tanto sus palabras que agachó la cabeza.
Steve vio la actitud del chico y no pudo evitar sonreír y lanzar una gran carcajada. Pasó una mano por su pelo negro y como vio a Harry todavía avergonzado decidió darle ánimos.
- Debes estar orgulloso de ella ¿eh? Es una gran jugadora de quidditch. Debes estar preparado, probablemente te derrote en un futuro partido!!! Tal vez hasta tenga otras habilidades ocultas!!!
Harry se quedó en silencio con un rubor todavía mas pronunciado y después de que Steve le extendió una mano estrechándola para seguir siendo su amigo le preguntó:
- Tu también estas?...
- Lo que yo sienta es poco importante ahora, pero escríbeme vía lechuza y envíame fotos de ella de vez en cuando. Sin celos Harry... sin celos... Ah, y yo me encargo de que Krum no interrumpa- dijo guiñándole un ojo y saliendo por la puerta.
El ojiverde sonrió satisfecho. Había hecho un gran amigo y había comprendido lo que sentía por Hermione. Ahora, sin obstáculos y sintiéndose un poco culpable por Steve se dirigió a su cama. En la mañana tendría mucho que hacer.
Hermione estaba agarrada a una rama con todas sus fuerzas. Las habilidades de quidditch de Hermes la habían abandonado y con eso se iba también la estabilidad en una escoba. Ella poco sabia de montar en una y mucho menos con una magnifica escoba de velocidad como la DD17. Estaba sujeta a un árbol en una posición poco cómoda y con su escoba veinte metros mas abajo echada en el césped. Quiso gritar pero el susto y el miedo a que la descubrieran la hizo desistir de esa idea. Se conformaba con sollozar en silencio en la rama como un diminuto monito.
Escucho entonces un silbido. Pensó que su imaginación le estaba jugando una mala pasada hasta que vio la sombra de alguien que pasaba por allí. Parecía haberla visto porque se acercó a ella.
- Granger ¿qué haces ahí subida?- Oliver Wood con su sonrisa habitual y montado en su escoba se posicionó a su lado.
- Ahogando mis penas Oliver- dijo la chica aferrándose mas fuerte.
- Vaya manera y lugar que tienes para hacerlo. De todas formas si puedo ayudarte para que te desahogues dímelo.
- De seguro tu también piensas que soy una loca por haber hecho lo que hice- la chica suspiró apenada
- Por supuesto que no!!! Estoy convencido de que si tienes algo que quieres hacer debes hacerlo, aunque sea lo mas loco jamás pensado, y si el quidditch es tu fanatismo pues manifiéstalo como sea!!!. Hermione, lo vi apenas subiste al escenario. El miedo en tu rostro. ¿Temes regresar a Hogwarts?- la chica asintió en silencio- Entonces no soy yo quien debe ayudarte, eres tu misma. El miedo es superado poco a poco y así como lo hiciste hoy en el escenario, cuando estés en Hogwarts podrás decir todo sin miedo. Tus verdaderos amigos serán los que después de la verdad permanezcan a tu lado.
- Tienes razón, Oliver... gracias- las huellas de las lagrimas se habían secado al fin y el ex capitán de Gryffindor dirigió su mejor sonrisa.
- WOOD!!!!!!!!- el líder de su equipo, el Puddlemere United gritaba su nombre dándose así por descubierto. Había salido sin permiso en el medio de la noche.
- Lo siento Hermione, debo irme o me matarán. Piensa en lo que te dije, adiós- dijo el chico dando la vuelta y regresando a su habitación.
- Adiós Oliver- exclamó la chica ya con una sonrisa y utilizando una mano para saludar a su amigo y entonces se percato...
- Espera Wood, ayúdame a bajar!!!!!! *_*
La mañana parecía sacado de un cuento de hadas. Hermione se asomó con toda la vitalidad a saludar al sol por la ventana de la habitación de Severus Snape. Una sonrisa amplia apareció en su boca y después de desperezarse fue directamente a tomar un baño. Su profesor de pociones no había aparecido en toda la noche y eso en cierto modo la inquietaba debido a que Severus la había ayudado. Tomándose su tiempo y dejando que las gotas de la ducha resbalaran lentamente por su cuerpo se bañó y dejó que sus pensamientos malos se fueran con las tibias burbujas de jabón.
Después de salir de allí se vistió elegantemente y de manera rebosante se dirigía al comedor cuando encontró a Severus Snape dormido en una silla junto a su puerta.
- Ya era hora de que despertara Granger. El desayuno ha terminado ya pero...
- ¿Qué?- Hermione pareció decepcionada y alarmada al mismo tiempo.
- Podemos hacer una excepción- dijo haciendo aparecer un banquete sobre el escritorio solo para la chica.
- Oh, gracias profesor- dijo la chica saltando para abrazarlo, al segundo de eso Severus ya se quejaba aunque internamente tenia una sonrisa
- Quíteme sus asquerosas manos de encima Granger.
Hermione obedeció y comió de inmediato disfrutando cada bocado aunque sabia que debía apresurarse porque en media hora regresaría a Hogwarts. Los transladores ya no eran necesarios debido a las fallas que habían presentado algunos haciendo aparecer a gente en lugares incorrectos. Regresarían en el Expresso de Hogwarts. La chica empacó sus cosas rápidamente dejando arriba de la valija el periódico del profeta deportivo y una foto con los Magpies y Harry y se dirigió al anden.
Todos los equipos estaban allí, incluso los Magpies. La chica retrocedió asustada antes de que sus compañeros la vieran pero tropezó con Remus que venia acompañado de un Sirius transformado en Padfoot. La chica miró fijamente al licántropo
- No puedes evitarlo. Debes ir, Hermione.
La chica no tomo bien el consejo y miró a Sirius en busca de ayuda pero el solo le acaricio la rodilla en forma de apoyo. Remus la abrazó y después hizo que la chica fuera con los Magpies.
Caminó con miedo y como si cada paso fuera un camino al precipicio se acercó. Vander y los demás se quedaron viéndola y Steve que estaba de espaldas a ella se preguntaba por que todos estaban con la boca abierta mirando tras de él. Se volteó de inmediato encontrándose con la cara apenada de la chica. Steve la miró primero apenado pero luego cariñosamente. La abrazó y la chica terminó llorando en su hombro.
El abrazó fue cálido y demostró un montón de sentimientos guardados por ambos. Cuando Hermione dejó de sollozar, Steve se separó de ella y le susurró al oído.
- Ve con él, te necesita- la chica comprendió perfectamente y cuando acercó sus labios a los de ella que había cerrado los ojos, frenó a unos centímetros de su boca y la besó en la frente.
- Suerte- fue lo único que escucho de los Magpies que le sonrieron y la animaron.
- Ahí está- exclamaron Danshe y Arkis a la vez y Hermione volteo para ver a Harry Potter desorientado y saludando a Remus y Sirius.
Con el apoyo de sus compañeros que la observaban se fue acercando a Harry mientras su padrino y su ex profesor se alejaban. Estaba a solo unos centímetros, feliz porque sabia que Harry podía corresponderle. Tan feliz se sentía y tantas eran las ganas de que las mariposas en su estomago salieran en forma de palabras cariñosas que corrió hacia el chico sin importarle nada.
Y entonces se dio cuenta...
Harry Potter, el chico que amaba estaba ahí. A su lado, Cho Chang le comía la boca prácticamente a besos. Lo demás fue confuso, sintió un frío en la nuca y una angustia resentida... y por sobre todo la mirada absorta de Harry que se le clavaba como un puñal al ver que ella, Hermione Granger miraba la escena desde lejos con una lagrima solitaria en su mejilla.
N/A: Me ha costado muchísimo actualizar este fic, pero había prometido hacerlo así que antes de salir de viaje quería publicar un capitulo. Hace como 10 días que vengo escribiendo esto y me alegra muchísimo haberlo podido terminar. A toda la gente que me ha pedido continuación espero haber satisfecho su ansiedad y les diré que como saldré de viaje no voy a poder actualizar pronto pero ya tengo la idea fija de cómo continuarlo, no como antes que no sabia ni que iba a pasar con Hermione.
Vicky_mv_11: Me alegra que te guste la historia. Como te habrás dado cuenta Hermes y Hermione son la misma persona así que Harry está enamorado de ambos ^^
Jenny Anderson: Si quieres saber lo que va a pasar sigue leyendo ^^. Espero te siga gustando el fic!!!
Oracle: Friend de siempre, espero te super guste el capitulo y sigas leyendo el fic. Realmente a Hermi no le quedó la nariz chueca ^^ pero el corazón le ha quedado algo malito -_-. Espero te pongas a escribir pronto. Besos, tu fan Nº 1!!!
Zato Ichi: aquí tienes el capitulo con la reaccion de todos, y no te preocupes que en el proximo capitulo está el destino de Hermione en Hogwarts!!! Gracias por el review!!!
Besos, los quiere. Dejen reviews que me animan a escribir mas!!!
Battousai Tomoe
Y ahí estaba ella. Hermione Granger como nunca había sido vista... en el suelo y sosteniendo una de las mejores escobas de carrera... su Dardo Dragón 317. Harry pareció ver pasar todos los momentos junto a Hermes frente a sus ojos y sintió una puntada en el corazón seguida de un nudo en la garganta. Ni hablar de la cara de sorpresa del chico al igual que la de Steve junto a los Magpies. Vander fue el primero en cerrar la boca de sorpresa mientras el publico empezaba a apaciguar sus cantos de victoria. Ninguno quería acercarse al cuerpo desfallecido de la chica. Tal vez pensaban que se trataba de una ilusión óptica causada por el calor de aquel día.
Harry intentaba asimilar lo que sucedía. Hermes es Hermione, Hermes es Hermione... Hermes es una mujer!!! Su mejor amiga!!! Respiraba agitadamente y dejando entrar aire a grandes bocanadas pensando que podía hacer para revertir aquella situación. Su cabeza parecía querer estallar en pedazos.
Steve y los Magpies también intentaban captar lo que sucedía. No podían creerlo, ese chico que había llegado a reclamar un puesto de buscador y que había compartido tantas experiencias así como las numerosas victorias no era mas que Hermione Granger, la niña de la que se habían burlado aquel día de primavera.
Solo cuando Severus Snape cargó el cuerpo de la chica y se disponía a sacarla del campo, Harry reacciono y piso el campo a un lado de la DD17 de Hermes.
- Profes...
- Regrese a su puesto Potter, inmediatamente- el hombre no había ni siquiera volteado
- Pero...él- Harry pareció contener el aliento para referirse a...
- Mueva su asqueroso trasero de aquí o me veré obligado a atacarlo Potter ¡¡¡Ahora!!!- el hombre con la varita en la mano apunto a Harry en el pecho.
Harry no se movió, solo se quedó ahí valientemente, sosteniendo la mirada clavando sus pies en la tierra firmemente; y en un instante sintió como la brisa le daba de lleno en el rostro, vio el cielo del campo y sus gafas cayeron. El hechizo de Snape había sido mas que efectivo y Harry cayó el césped con el costado derecho del cuerpo adolorido y sin poder reaccionar todavía.
- Hermes es Hermione...
Las gotas saladas rozaron sus labios y no hubo que decir más. Lloró... como si algo se hubiera muerto. Su corazón, su consideración, su respeto... estaba muerto. Cayó en la oscuridad.
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La cena de esa noche fue algo totalmente inusual. Nadie en su sano juicio hubiera imaginado lo que habría terminado de suceder. Los Appleby Arrows festejaban su victoria y su buscador no parecía contento en lo mas mínimo. Había salido de la enfermería una hora antes ante la mirada preocupada de sus compañeros que intentaban mantener sus cinco sentidos en su lugar para el viaje al día siguiente.
Los Magpies estaban no tristes sino decepcionados y Vander no hacia mas que maldecir al cielo preguntándose "¿Por qué a mí?" aunque realmente su equipo no sabia si lo decía por lo sucedido con Hermes o por perder el campeonato. Steve solo atinaba a jugar con su comida nerviosamente con la mirada perdida y un brillo triste que nadie podría sacar nunca.
Al final del banquete final, las puertas se abrieron y Hermione Granger entró con la frente en alto pero sin dejar de sentir en cada centímetro de su cuerpo la mirada de sus compañeros. Severus iba tras de ella y sorpresivamente cuando la chica se subió al escenario puso una mano en su hombro para darle ánimos. Su mirada pasó de Steve a Harry y a un Draco Malfoy que antes había estado sorprendido pero que ahora estaba furioso debido que había perdido con Hermione en un partido anterior. La chica tomó aire y el mundo pareció detenerse para darle paso a una explicación.
- Mi nombre es Hermione Granger y quiero pedirles perdón a todos ustedes. La mayoría me ha visto competir convertida en un hombre para el equipo de los Moltrose Magpies pero... todo fue una farsa. No lo hice para lastimar a nadie, solo quería que mi sueño de jugar en campeonato fuera una realidad y, si bien lo cumplí... fui muy egoísta. No pensé en las consecuencias y eso fue un error. Sé que rompí las reglas pero... era mi sueño y quería luchar por él. Es por eso que quisiera pedirles a las personas que lastime en mi camino de autodescubrimiento que me perdonen... lo siento...
Cuando Hermione terminó todos quedaron atontados. La revelación de la chica era mas que sincera y a nadie se le hubiera cruzado la idea de que lo que había hecho había (posiblemente) haber roto alguna regla del campeonato. La primera en reaccionar fue Cho Chang ante el asombro de todos...
- Ja, eres patética Hermione Granger!!!- gritó la chica riéndose con ganas de Hermione.
Hermione empezó a sollozar débilmente ante el silencio que había en la sala mientras Snape apretaba mas el hombro de la chica y de inmediato fue Oliver Wood quien se puso de pie y aplaudió con todas sus fuerzas. Mas aplausos llegaron de otras mesas e incluso los Magpies se pararon sobre la mesa (excepto Steve que se fue de ahí en silencio y Vander que seguía enojado) gritando frases de animo a la chica. Harry le dedicó una de sus grandes sonrisas y miradas extasiadas de cariño antes de que Cho lo bajará de ahí y lo contuviera incluso cuando la chica de cabello enmarañado se retiraba.
Se detuvo frente a la habitación 298 y se dio cuenta de que no estaba sola.
- Si vienes a burlarte mejor mándame una postal- Hermione se volteo y se encontró con los ojos grises que siempre recibían a sus ojos de la misma manera.
- Vaya, vaya Granger se te acabó el jueguito- el chico volvía a regocijarse de gozo.
- Sabes, hay algo que no entiendo. Lo sabias ¿verdad? Entonces ¿por qué no dijiste nada?
- Tengo mi orgullo y no soy capaz de caer tan bajo- Draco se pavoneo delante de la chica sin remordimientos
- Mentiroso- Hermione susurró a la vez que volvía a llorar y Malfoy desviaba la mirada hacia cualquier otro lado. Pasó un largo rato con un silencio extraño y molesto. Estaba a punto de ir a consolarla pero no en vano había pasado años con ella en Hogwarts.
- Piensa lo que quieras Granger. Te creía más inteligente pero veo que no... lastima- la chica sonrió tras las lagrimas. Era como un empate temporal con Malfoy. Ya se verían cuando regresaran al colegio.
Una relación amor- odio era mucho mejor.
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Harry parecía no poder conciliar el sueño. Le había costado acostarse después de lo sucedido. No solo le había shockeado el asunto de "Hermes es Hermione" sino que además y sumado a eso estaba Cho. Desde que habían llegado al torneo, la chica lo había fastidiado todo el tiempo llegando por momento a asfixiarlo. Por supuesto la gota que había rebalsado el vaso había llegado ese mismo día cuando se había burlado de Hermione sin compasión. Esa no era la Cho que Harry quería ni mucho menos. Había decidido (si a balbucear unas palabras inentendibles se le llamaba decidir) hablar con ella al día siguiente y aclarar el vinculo que todavía podían seguir manteniendo.
Dio muchas vueltas intentando encontrar (en vano) una posición para dormir; desistió al poco tiempo. Se levantó con una pena grande acumulada en el pecho y poniéndose una túnica roja sobre los hombros salió al pasillo del complejo habitacional del torneo. Caminó con paso lento hasta llegar a una sala de estar que contenía una amplia gama de sillones y a un lado la esplendorosa chimenea que brindaba un calor agobiante. Se sentó dejando caer su cuerpo como si fuera una culpa que sus nudosas rodillas no podían aguantar más.
Tal vez, la única luz que salía de la chimenea podría iluminarle la mente. Se sentía entre tinieblas y tenia la maldita sensación de que todos sabían lo que había estado pasando menos él. Recordó todos los momentos junto a Hermes, incluso recordó la primera vez que lo vio y como lo había ayudado. Un suspiro salió de su boca; el primero de una serie que demostraba lo decepcionado que estaba. Su cabeza quería un poco de paz, pero la misma frase se repetía una y otra vez...
"Hermes es Hermione; Hermes es Hermione; Hermes es Hermione..."
Siguió mirando el fuego y perdiéndose en el armonioso sonido de la madera quemándose. Si tan solo hubiera evitado a Hermes no estaría en ese dilema. Y es porque lo que le había contado a Sirius no era ninguna mentira... se había enamorado del buscador de los Magpies...
"Hermes es Hermione..."
Los pensamientos se acumularon en su cabeza y podía escuchar los latidos de su corazón palpitando en su sien derecha. La mirada turbia, el resplandor de la fogata, reacciones que Harry no podía evitar.
De pronto, unos pasos llamaron su atención y abrió los ojos buscando en la oscuridad del lugar al dueño de aquel ruido. Solo cuando esa persona estuvo lo suficientemente cerca de la chimenea, la luz de esta alumbró su figura.
- Necesito hablar contigo- Steve, el robusto muchacho miembro de los Magpies estaba de pie frente a Harry Potter con miles de dudas en su cabeza y preguntas en su boca.
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La cabeza de Remus Lupin parecía estar a punto de explotar y perder la compostura. En ese momento también maldijo a Dumbledore por enviar a sus "compañeros" como ayuda y a si mismo por provocar quizás todo el conflicto. Desde que habían llegado no hacia mas que aguantar gritos y peleas incluso al momento de dormir. Tanto que la segunda noche había tenido que ofrecerle un espacio en su habitación a Sirius al que había descubierto ahorcando a Snape en el cuarto contiguo. Remus pensó que el color de la cara de Severus era un poco más bonito que el pálido rostro de costumbre pero tuvo que ceder. Salvó al hombre sin recibir ni siquiera un simple "Gracias" a cambio. El gruñido furioso de Severus Snape lo sacó de lo que parecía ser un trance temporal que buscaba paz en su mente.
- Mira Black, no viajé 400 kilómetros en translador para escuchar tus estúpidos reclamos. Vine a cumplir lo que me encargaron y nada más ¿entendiste?
La vena en la frente de Sirius estallaría en cualquier momento, así que Remus decidió intervenir.
- Ya basta ustedes dos, dejen de comportarse así
- Cierra la boca Lupin, no me hables como si fuera un niño- Severus se cruzó de brazos enfadado
- Entonces deja de comportarte como tal, Severus!!!- el silencio se hizo presente así como una mínima expresión de sorpresa en la cara de Snape.
- Te dije que cerraras la boca de una buena vez!!!
- No le grites así a Remus!!! Tu carácter de viejo amargado no es su culpa- exclamó Sirius desafiando con la mirada al profesor de pociones
- Su incompetencia con los hechizos es lo que provocó que estemos aquí vigilando a Granger
- Tú eres el incompetente... Si le hubieras enseñado a hacer bien la poción no tendríamos que venir aquí siguiéndola a toda hora. Podríamos venir a ver el torneo- exclamó Sirius bastante mas enfadado
- Pues cuanto lo siento por ti Black, pero a diferencia tuya mi prioridad es mi trabajo, no mi placer.
- Por supuesto Snape!!! ¿¿¿Cuando en tu condenada vida has tenido placer???- Sirius rió de forma irónica enrojeciendo a Severus al extremo.
- Yo no me acuesto con cualquiera como tu, Black...
- No me exasperes Snape!!! Todavía no se como Dumbledore puede confiar en ti!!!- Sirius le dio la espalda cerrando los ojos y alzando las cejas en forma divertida.
- Alguien con una capacidad mental alta... para variar un poco ¿verdad Black?- Snape se relamió los labios antes de que Sirius pudiera perder la compostura.
- Si no te mato ahora es porque...- Sirius se vio interrumpido cuando sus pupilas se enfocaron en la manga de la túnica de Snape parecía estar listo para...
La puerta se abrió y dejó ver a un Harry muy enfadado con una mirada completamente amenazadora para los tres hombres. El chico avanzó directamente hacia su padrino Sirius Black y tiró del cuello de su túnica en forma enfermiza.
- Tú lo sabias!!! Sabias todo...TODO!!! Incluso cuando te conté lo que yo sentía por... por... por ESE!!! ¿Por qué? ¿Por qué no me lo dijiste? Maldita sea!!!- Harry sacudió a Sirius que no tenía palabras para defenderse.
- Harry, yo...
- Te odio!!! Entiendes... TE ODIO... te odio !!!- Harry gritaba sin control sacudiendo a Sirius que parecía haber perdido la conciencia- confié en ti... como hice hace años... como hicieron mis padres... y nos traicionaste... me traicionaste!!! ME TRAICIONASTE... Sirius... Sirius...
- ¡¡¡SIRIUS!!!- la voz de Remus lo hizo abrir los ojos mientras su respiración se mantenía acelerada. Sus pupilas estaban dilatadas y el sudor corría por todo su cuerpo.
- ¿Y Harry? ¿¡DONDE ESTÁ HARRY!?
- Tranquilo Sirius, fue un sueño. Un sueño provocado por el hechizo de Severus- exclamó Remus con voz suave e intentando tranquilizar a su amigo.
- Ese desgraciado, LO MATARÉ!!!- dijo Sirius levantándose de un salto del sillón en donde descansaba y yendo a buscar a Severus.
Efectivamente el hombre de cabello negro se encontraba tomando una reconfortante ducha. Contaba con que Sirius no se despertara en un par de horas pero hasta el mas acertado calculo de Severus hubiera fallado con la persistencia de Sirius Black. La puerta de madera se abrió dejando que el vapor saliera por ella y tan pronto como la cabeza del profesor de pociones se asomó por uno de los costados, recibió una toalla en la cara.
- Póntela alrededor de la cintura y sal inmediatamente para que pueda matarte- exclamó Sirius sin mirar siquiera la ducha.
- Púdrete Black- exclamó Severus con una mano en su rostro.
- Sal ahora Snape, no tengo estomago para verte siquiera así- dijo Sirius todavía con la mirada en otro sitio.
- Que desgracia para ti Black. No olvides cerrar la puerta y esperar del otro lado- Severus levantó el ceño y antes de que la furia de Sirius volviera a estallar, Remus miró a Severus haciéndole entender que debía salir.
Severus salió y de inmediato notó la mirada de Sirius fija en la toalla que tenia alrededor de la cintura.
- Hay mas aun, pero está reservado para alguien mas Black- dijo irónicamente
- Tú desgraciado bastardo, te mataré- dijo Sirius y hubiera podido hacerlo de no ser por la intervención de Remus.
- Sirius ¡¡¡Tranquilízate!!!- su amigo lo abrazaba firmemente para que no pusiera sus manos sobre el cuello de Severus.
- Siempre tan violento Black, no esperaba menos de ti.
- Contigo no se puede ser de otra manera asquerosa serpiente!!! Suéltame Remus!!!- Sirius hizo un intento en vano de librarse de su amigo
- Una tregua!!! Una maldita tregua!!! Todos aquí tenemos una misión que cumplir y para hacerlo nos necesitamos mutuamente así que por favor, dense la mano y hagan una tregua ¡¡¡Ahora!!!- el estado histérico de Remus sorprendió a ambos hombres.
Con el mayor de los disgustos y con un gesto de asco ambos hicieron un intento de darse la mano.
- Paz- dijo Sirius. Severus tardó en contestar...
- Paz- exclamó el profesor de pociones y si bien Remus volvió a su sonrisa habitual no sabia que ambos hombres había cruzado los dedos tras la espalda.
En ese momento se maldijo. Parecía una estúpida mirando el techo de esa habitación. Una habitación bastante tétrica por la decoración que tenia. Ni siquiera un toque de luz, vitalidad, ni un póster de Quidditch a la vista. Era la digna habitación de alguien macabro. No quiso observar con detalle porque a pesar de todo sentía que la estaban vigilando. Era consciente que era su propia paranoia la que la hacia permanecer allí sumado al miedo de enfrentar a sus antiguos compañeros. Mañana regresaba a Hogwarts de una forma triste, amargada y por sobre todo con Miedo en cada fibra de su ser. Estaba aterrorizada de la reacción de todos cuando regresara y pisara el Gran Comedor. El que no había sido informado por rumores había tenido que ver la tapa que "El Profeta Deportivo" le había dedicado.
Giró la cabeza intentando alejar esos pensamientos y chocando con un ojo verde que la miraba desde un frasco. Y fue allí cuando supo que no ganaba nada pensando una y otra vez en el escándalo, encerrada allí.
- Necesito aire- exclamó Hermione Granger y después de ponerse su túnica de quidditch tomó su DD17 y despegó por la ventana dejando atrás la habitación de Severus Snape.
Sinceramente el único pensamiento que pasó por su cabeza era el de escapar de allí lo antes posible. Pero los ojos negros no dejaban de clavarse como investigándolo minuciosamente. Después de un rato, el chico frente a él lanzó un suspiro, se puso de pie y habló directamente.
- Si te sirve de consuelo estoy pensando lo mismo que tú y creo que me siento peor. Por lo menos te queda el consuelo de que podrás verla todos los días y estoy seguro de que todo se solucionará.
La mirada de Harry seguía sin vida frente a las palabras de Steve. El chico de ojos negros suspiró de amargura. Era tan difícil de entender para el niño que vivió que él también sufría? Que sufría mas que nadie? Y sabia que no podía hablar con nadie porque nadie podría entender como podía sentirse. Nadie mas que quien se sintiera igual. Ni Vander, ni Arkis, ni Danshe ni ninguno de sus compañeros de los Magpies podría comprenderlo, solo Harry Potter. Cerró los ojos y la decepción volvió a su mente. Parecía estar viendo una y otra vez el cuerpo de Hermione tirado en el piso donde antes estaba Hermes.
- No tomes en cuenta mi silencio. Tu también sufres como yo por todo lo que sucedió. Nadie merece este sufrimiento, ni siquiera ella. Es peor que todas las heridas físicas que se puedan recibir... peor que una estúpida cicatriz y todo lo que eso demuestre- Harry bajó la mirada y Steve pareció sorprendido. Era como si el chico hubiera estado leyendo sus pensamientos.
- Sé que tu decepción es peor a la mía porque tú la conoces desde hace años y yo apenas un par de semanas. Ella es tu mejor amiga y te duele que te mienta. Pero imagina como tengo la conciencia... yo la aposté como si fuera un maldito trofeo con Malfoy y se lo dije a Hermes como si me importara un comino el destino de Hermione Granger y era ella!!! Me siento como un pobre diablo- Steve golpeó con fuerza la mesa más cercana y logró retener alguna débil lagrima
- Es mi culpa también. ¿Qué clase de amigo soy si ni siquiera tras una poción me di cuenta de que en realidad era ella?. La conozco hace años, sus facciones, todo su ser... y ni siquiera sospeché que se trataba de ella- Harry se agarró la cabeza con desesperación.
- Tu... ¿la amas verdad?- Steve pareció hacer esa pregunta con un deje de tristeza.
Harry pareció meditar bien la respuesta y después de cerrar sus ojos y poner inconscientemente su mano en el corazón contesto:
- Así es...- no pudo evitar el rubor en sus mejillas, el brillo en sus ojos y esa sonrisa totalmente sincera pero avergonzó tanto sus palabras que agachó la cabeza.
Steve vio la actitud del chico y no pudo evitar sonreír y lanzar una gran carcajada. Pasó una mano por su pelo negro y como vio a Harry todavía avergonzado decidió darle ánimos.
- Debes estar orgulloso de ella ¿eh? Es una gran jugadora de quidditch. Debes estar preparado, probablemente te derrote en un futuro partido!!! Tal vez hasta tenga otras habilidades ocultas!!!
Harry se quedó en silencio con un rubor todavía mas pronunciado y después de que Steve le extendió una mano estrechándola para seguir siendo su amigo le preguntó:
- Tu también estas?...
- Lo que yo sienta es poco importante ahora, pero escríbeme vía lechuza y envíame fotos de ella de vez en cuando. Sin celos Harry... sin celos... Ah, y yo me encargo de que Krum no interrumpa- dijo guiñándole un ojo y saliendo por la puerta.
El ojiverde sonrió satisfecho. Había hecho un gran amigo y había comprendido lo que sentía por Hermione. Ahora, sin obstáculos y sintiéndose un poco culpable por Steve se dirigió a su cama. En la mañana tendría mucho que hacer.
Hermione estaba agarrada a una rama con todas sus fuerzas. Las habilidades de quidditch de Hermes la habían abandonado y con eso se iba también la estabilidad en una escoba. Ella poco sabia de montar en una y mucho menos con una magnifica escoba de velocidad como la DD17. Estaba sujeta a un árbol en una posición poco cómoda y con su escoba veinte metros mas abajo echada en el césped. Quiso gritar pero el susto y el miedo a que la descubrieran la hizo desistir de esa idea. Se conformaba con sollozar en silencio en la rama como un diminuto monito.
Escucho entonces un silbido. Pensó que su imaginación le estaba jugando una mala pasada hasta que vio la sombra de alguien que pasaba por allí. Parecía haberla visto porque se acercó a ella.
- Granger ¿qué haces ahí subida?- Oliver Wood con su sonrisa habitual y montado en su escoba se posicionó a su lado.
- Ahogando mis penas Oliver- dijo la chica aferrándose mas fuerte.
- Vaya manera y lugar que tienes para hacerlo. De todas formas si puedo ayudarte para que te desahogues dímelo.
- De seguro tu también piensas que soy una loca por haber hecho lo que hice- la chica suspiró apenada
- Por supuesto que no!!! Estoy convencido de que si tienes algo que quieres hacer debes hacerlo, aunque sea lo mas loco jamás pensado, y si el quidditch es tu fanatismo pues manifiéstalo como sea!!!. Hermione, lo vi apenas subiste al escenario. El miedo en tu rostro. ¿Temes regresar a Hogwarts?- la chica asintió en silencio- Entonces no soy yo quien debe ayudarte, eres tu misma. El miedo es superado poco a poco y así como lo hiciste hoy en el escenario, cuando estés en Hogwarts podrás decir todo sin miedo. Tus verdaderos amigos serán los que después de la verdad permanezcan a tu lado.
- Tienes razón, Oliver... gracias- las huellas de las lagrimas se habían secado al fin y el ex capitán de Gryffindor dirigió su mejor sonrisa.
- WOOD!!!!!!!!- el líder de su equipo, el Puddlemere United gritaba su nombre dándose así por descubierto. Había salido sin permiso en el medio de la noche.
- Lo siento Hermione, debo irme o me matarán. Piensa en lo que te dije, adiós- dijo el chico dando la vuelta y regresando a su habitación.
- Adiós Oliver- exclamó la chica ya con una sonrisa y utilizando una mano para saludar a su amigo y entonces se percato...
- Espera Wood, ayúdame a bajar!!!!!! *_*
La mañana parecía sacado de un cuento de hadas. Hermione se asomó con toda la vitalidad a saludar al sol por la ventana de la habitación de Severus Snape. Una sonrisa amplia apareció en su boca y después de desperezarse fue directamente a tomar un baño. Su profesor de pociones no había aparecido en toda la noche y eso en cierto modo la inquietaba debido a que Severus la había ayudado. Tomándose su tiempo y dejando que las gotas de la ducha resbalaran lentamente por su cuerpo se bañó y dejó que sus pensamientos malos se fueran con las tibias burbujas de jabón.
Después de salir de allí se vistió elegantemente y de manera rebosante se dirigía al comedor cuando encontró a Severus Snape dormido en una silla junto a su puerta.
- Ya era hora de que despertara Granger. El desayuno ha terminado ya pero...
- ¿Qué?- Hermione pareció decepcionada y alarmada al mismo tiempo.
- Podemos hacer una excepción- dijo haciendo aparecer un banquete sobre el escritorio solo para la chica.
- Oh, gracias profesor- dijo la chica saltando para abrazarlo, al segundo de eso Severus ya se quejaba aunque internamente tenia una sonrisa
- Quíteme sus asquerosas manos de encima Granger.
Hermione obedeció y comió de inmediato disfrutando cada bocado aunque sabia que debía apresurarse porque en media hora regresaría a Hogwarts. Los transladores ya no eran necesarios debido a las fallas que habían presentado algunos haciendo aparecer a gente en lugares incorrectos. Regresarían en el Expresso de Hogwarts. La chica empacó sus cosas rápidamente dejando arriba de la valija el periódico del profeta deportivo y una foto con los Magpies y Harry y se dirigió al anden.
Todos los equipos estaban allí, incluso los Magpies. La chica retrocedió asustada antes de que sus compañeros la vieran pero tropezó con Remus que venia acompañado de un Sirius transformado en Padfoot. La chica miró fijamente al licántropo
- No puedes evitarlo. Debes ir, Hermione.
La chica no tomo bien el consejo y miró a Sirius en busca de ayuda pero el solo le acaricio la rodilla en forma de apoyo. Remus la abrazó y después hizo que la chica fuera con los Magpies.
Caminó con miedo y como si cada paso fuera un camino al precipicio se acercó. Vander y los demás se quedaron viéndola y Steve que estaba de espaldas a ella se preguntaba por que todos estaban con la boca abierta mirando tras de él. Se volteó de inmediato encontrándose con la cara apenada de la chica. Steve la miró primero apenado pero luego cariñosamente. La abrazó y la chica terminó llorando en su hombro.
El abrazó fue cálido y demostró un montón de sentimientos guardados por ambos. Cuando Hermione dejó de sollozar, Steve se separó de ella y le susurró al oído.
- Ve con él, te necesita- la chica comprendió perfectamente y cuando acercó sus labios a los de ella que había cerrado los ojos, frenó a unos centímetros de su boca y la besó en la frente.
- Suerte- fue lo único que escucho de los Magpies que le sonrieron y la animaron.
- Ahí está- exclamaron Danshe y Arkis a la vez y Hermione volteo para ver a Harry Potter desorientado y saludando a Remus y Sirius.
Con el apoyo de sus compañeros que la observaban se fue acercando a Harry mientras su padrino y su ex profesor se alejaban. Estaba a solo unos centímetros, feliz porque sabia que Harry podía corresponderle. Tan feliz se sentía y tantas eran las ganas de que las mariposas en su estomago salieran en forma de palabras cariñosas que corrió hacia el chico sin importarle nada.
Y entonces se dio cuenta...
Harry Potter, el chico que amaba estaba ahí. A su lado, Cho Chang le comía la boca prácticamente a besos. Lo demás fue confuso, sintió un frío en la nuca y una angustia resentida... y por sobre todo la mirada absorta de Harry que se le clavaba como un puñal al ver que ella, Hermione Granger miraba la escena desde lejos con una lagrima solitaria en su mejilla.
N/A: Me ha costado muchísimo actualizar este fic, pero había prometido hacerlo así que antes de salir de viaje quería publicar un capitulo. Hace como 10 días que vengo escribiendo esto y me alegra muchísimo haberlo podido terminar. A toda la gente que me ha pedido continuación espero haber satisfecho su ansiedad y les diré que como saldré de viaje no voy a poder actualizar pronto pero ya tengo la idea fija de cómo continuarlo, no como antes que no sabia ni que iba a pasar con Hermione.
Vicky_mv_11: Me alegra que te guste la historia. Como te habrás dado cuenta Hermes y Hermione son la misma persona así que Harry está enamorado de ambos ^^
Jenny Anderson: Si quieres saber lo que va a pasar sigue leyendo ^^. Espero te siga gustando el fic!!!
Oracle: Friend de siempre, espero te super guste el capitulo y sigas leyendo el fic. Realmente a Hermi no le quedó la nariz chueca ^^ pero el corazón le ha quedado algo malito -_-. Espero te pongas a escribir pronto. Besos, tu fan Nº 1!!!
Zato Ichi: aquí tienes el capitulo con la reaccion de todos, y no te preocupes que en el proximo capitulo está el destino de Hermione en Hogwarts!!! Gracias por el review!!!
Besos, los quiere. Dejen reviews que me animan a escribir mas!!!
Battousai Tomoe
