Creo que ha quedado algo corto este capítulo, pero no es de los más importantes que encontrarán en este fic, de hecho lo considero como el relleno de la historia... más tarde subiré el 12, me voy a esperar unos dos días para que medigan su opinión acerca de este chap. En verdad me interesa.
En otros asuntos... YA COMPRÉ LA PELÍCULA DE HARRY POTTER!!!, aunque no he tenido tiempo de verla por cuestion de las tareas, debo aceptarlo... en esta escuela me negrean... en fin...
Erm... disclaimer: Esto no es mio... bueno, no lod personajes que reconocen. Richie y ahora Sigfrid (Junto a algunos más de los que nunca oyeron hablar) son mios...
Esta era la primer mañana sin nieve desde la noche de navidad. Un día soleado aunque frío. Algunos de los estudiantes se encontraban en sus salas. Pero la mayoría había tomado el anuncio del desayuno muy en serio y decidieron pasar por los patios del castillo.
Dumbledore había anunciado que a partir de la segunda semana de febrero los viajes a Hogsmeade se reanudarían aunque ya podían salir a los campos. A partir de esa fecha, todos los fines de semana habría viajes hacia el pueblo.
Los merodeadores no parecían muy entusiasmados, para ellos nunca estuvo restringido el acceso hacia la tienda de dulces. Hacía ya un par de años que habían descubierto un pasaje que los llevaba directo desde Hogwarts. Decidieron jugar un poco con la nieve del campo.
"Por favor Señor... permitid que la realidad esté lejos de lo que atormenta mi corazón... por favor..." una chica suplicaba de rodillas al borde de una magnífica cama de plumas. Su rostro lleno de lágrimas.
"Izzy, estáis ahí?" Vino una voz tras la puerta.
La chica limpió las lágrimas lo más rápido que pudo y talló sus ojos, lo que menos quería es que la vieran llorar.
"Que se le ofrece señor? Ya no es hora adecuada para visitas..."
"Disculpe, pero necesitaba hablarle."
"Es imperativo?"
"No, pensé que érais mi amiga..."
"Espere un momento... debo cambiar mis ropas. No es correcto que como caballero, me veais así." Dijo levantándose de la cama. "Marie.. Selene..."
Dos mucamas llegaron para ayudar a su señora. En menos de diez minutos la chica salió de la habitación vestida en lila.
"Gracias por atenderme." El chico que aguardaba tras la puerta le dirigió una sonrisa cálida.
"Después de todo vos sois mi amigo señor..."
Después de ese día, Lily había tenido cuidado de hacer un encantamiento de bloqueo en la puerta, para evitar las acostumbradas sorpresas de James Potter. Había alcanzado ya las memorias del segundo año de Issobelle. Había hecho una extraña amistad con el heredero de la familia Gryffindor, Aidan Gryffindor.
...Anté ya ha alcanzado su edad adulta, ha pasado los últimos meses muy cerca de los centauros. Se que no corre peligro cerca de ellos, pero se que nos les agrada su olor a humano, en especial uno mágico. Le he dicho que debe huir a los bosques mágicos cercanos a Francia, Mordred jamás lo alcanzaría ahí. Se niega a alejarse... sabe que mi vida está en peligro...
Philippe ha venido a visitarme hace algunos días, quería asegurarse de que me encontrara bien, me hubiera gustado que trajera consigo a papá. Lo extraño mucho...
"Ama Lily, el señor ha llegado..." Mindy hablaba tras la puerta.
Severus se encontraba en la sala común. Tendrían una sesión de encantamientos. El resto del día se fue junto a los fallidos intentos de Severus por conseguir hacer correctamente el encantamiento Enervate.
"Rye!" Lily llamaba a su lechuza desde el balcón de su sala. "Ven aquí preciosa, tengo algo para ti!" en su mano sostenía una carta.
Una figura negra se acercaba a la chica.
[Hola preciosa, como has estado?]
[Debería de buscar otro oficio... esta es la segunda carta que entrego desde que estoy aquí...]
Lily sólo sonrió. Ella no había comprado una lechuza para usarla como cartero. Sólo quería alguien con quien hablar... Lykos y Rye, el gato y la lechuza eran perfectos para la tarea.
[No te quejes, vives mejor que el resto de las lechuzas de todo el castillo]
[Si claro, ese felino esquizofrénico que parece todo menos gato al que llamas mascota ha tratado de desplumarme cuatro veces y no dudo que a la quinta logre más que arrancarme las plumas del trasero... a eso llamas buena vida!?]
Si, debía aceptar que su gato era algo 'especial'. Likos dio prueba de detestar cualquier tipo de alimento para mascota. A decir verdad, le gustaba cazar a su alimento más que a ningún otro gato. Era por eso que Lily había decidido llamarlo Likos (Lobo en griego), por la mirada de constante acecho y su color blanco grisáceo (ceniza). En estos momentos, se encontraba cómodamente acurrucado en su cesto junto a la chiemenea *Puuuurrrrrr*
[Sabes que en el fondo te adora!]
[Si claro... Para quien es la carta?]
[Será un viaje largo querida... Debes llevarla a Heinrick Lönd, en Bulgaria.]
[Eso es a lo que llamo diversión, es todo un reto!]
La lechuza emprendió el vuelo.
"Espero que lo aprecies Lupin."
Los días pasaban lentamente, febrero estaba por terminar, y las pruebas trimestrales tenían a todos de cabeza. Era el periodo en que la biblioteca y las salas comunes estaban a reventar. Algunos chicos de los grados superiores daban tutorías en algunos salones del tercer piso, y se les veían en grupos que reunían a distintas casas preparando sus deberes.
Entre ellos se encontraba Lily.
La pelirroja había decidido ayudar un poco a los chicos que no lo hacían muy bien en materias como encantamientos y algo de herbología. De vez en cuando se topaba con algún problema en Pociones. Pero había logrado convencer a Severus Snape para que diera una tutoría a las demás casas en la materia.
Remus Lupin, Peter Petigrew y Sirius Black también estaban en el mismo espacio discutiendo en una de las esquinas. Lily estaba segura que era referente a la clase de transfiguraciones de hacía unas horas: La profesora había anunciado que tendrían que entregar un proyecto para fin de cursos. Sería hecho en equipos de tres, no importaba si se combinaban casas. Tendrían que demostrar sus conocimientos por medio de la creación de un hechizo o rito de magia. Y tendría un alto porcentaje en la calificación final.
"Sirius deja eso y ven!" fue el grito que James dejó salir después de que la pequeña reunión llegó a su fin.
"Debes tener cuidado en el movimiento de la varita Kile, recuerda que debes dar un moviento suave para que se relaje y pueda proyectar el hechizo..." Lily explicaba pacientemente a un pequeño de Hufflepuff. Su voz estaba llena de dulzura.
James se encontraba muy cerca de Lily también, pero ayudaba a algunos con transformaciones. Sus peores grados los tenía en Encantamientos, pero tenía planeado hacer una pequeña visita mas tarde a la 'maestra' para una sesión privada.
Una chica se había acercado a él, era Melissa Harrington, una Gryffindor de quinto grado conocida por salir desde hacía un año con el Slytherin más guapo y odiado en todo Howgarts, Lucius Malfoy. Era la clase de chica sencilla y amable. Su rostro siempre proyectaba la suave sonrisa de una adolescente enamorada y sus ojos esa chispa de felicidad. Sin embargo, este día era todo lo contrario, sus ojos decían que había estado llorando durante largo tiempo, sus mejillas estaban coloradas y en sí todo su semblante parecía decir que el cualquier momento desfallecería.
Los dos salieron de la sala.
"Lily, podrías revisar mi varita?"... "Señorita Evans, está bien este moviento con la muñeca?" "... Aquí se enfatiza?"... "Princesita... " las voces llegaban a ella por todas las direcciones.
La lista de preguntas no terminaba, estaban sofocando a la pelirroja. Sirius Black se acercó entonces y tomó de la mano a la chica. La sacó de aquel desastre y la llevó cerca de Remus y Peter.
"Lil, creo que tenemos algunos problemas técnicos..." inició el chico.
"Podrías...?" Remus preguntó sin rodeos.
Lentamente Lily volvió el rostro para encarar el de Sirius, sus ojos azules brillaban traviesamente.
"No... cambiar el sexo de una persona no es opción Sirius, además haré mi proyecto con Severus Snape. Lo siento chicos, pero tardaron mucho." Dijo al ver las intenciones de Sirius por hablar, con esto se dio la media vuelta y salió también.
"Alguien le dijo algo?"
Pronto llegó el sábado. Había llegado el día de la primer visita al pueblo y todos los chicos de tercer grado en adelante salieron desde las primeras horas para aprovechar el día.
Lily se paseaba discretamente por los campos, muy cerca del bosque prohibido. Había entablado una buena relación con Hagrid, el leñador; un hombre de alrededor de cuarenta años muy amable y por un gusto extraño por las criaturas peligrosas.
"Hola Lily, que te trae por aquí?" Hagrid había salido de su modesta cabaña, tenía puesto un delantal que parecía no haber lavado en años u ocupado para limpiar la chimenea. Su espesa barba estaba toda tostada y sus cejas habían perdido el color rojizo para mostrar un café negruzco.
"Problemas con el horno?"
*Ahem* "Algunos..." contestó timidamente el gran hombre. "Pero ha valido la pena, por fin han quedado cocidos!" dijo finalmente en un tono de triunfo y ondeando una charola de moldes.
La chica sabía muy bien a lo que se refería; desde hacía un tiempo Hagrid se empezó a interesar por la cocina, él lo llamaba repostería; ella, pociones experimentales. En la última semana había cocinado siete tipos de hongos en un intento de tartaletas... seis resultaron ser venenosos. Tambien había conseguido la receta de unos pastelillos de arándanos de la cocina de los elfos, todo habría salido bien de no ser que confundió las frutillas con semillas de plantas carnívoras que germinaron dentro del horno... y la lista seguía... y seguía.
Esta manaña había cocinado pequeños pasteles de chocolate que parecían inofensivos, Lily aún no entendía como el hombre seguía de pie después de esos hongos, el veneno de las plantas, y la cantidad de pociones que había confundido con ingredientes de cocina... solo había una explicación, debía ser inmune al envenenamiento, cosa que solo los gigantes podian hacer. Lo que le traía a la mente...
"Gustas una taza de te Lily, quiero que pruebes uno de estos, estoy seguro que quedaron deliciosos!"
"Será en otra ocasión Monsieur Hagrid, debo volver... a propósito, podrías hacerme un favor?" Se acercó al hombre.
"De acuerdo... si así lo quieres..."
"Arghh! Más despacio Lily, soy nuevo en esto!"
FRIGIOS
La chica apuntó nuevamente a una estátua. La congeló.
"Sev, si no puedes ver el sentido del hechizo, no valdrá de nada que lo haga cien veces." Lily reflexionaba. "Ahora, levanta tu varita y apunta a esa gárgola a tu izquierda..."
"Deberías saber que es un caso perdido Evans, no todos tienen lo que se necesita para hacer otra cosa que no sea pociones..." Un chico llegaba
"Es tu caso Potter?" Snape contestó rápidamente.
"No, lo mío son dificultades-"
"-Peores." Lily finalizó. "Que deseas Potter? Estamos ocupados aquí."
"Quería hablar contigo Babyred, tienes un minuto? No creo que el cerebro del Señor Snape pueda con más por el día de hoy. Deberías dejar que se le enfríe un poco, no es que me interese, pero podría explotar y-"
"-Entiendo el punto Potter. Habla."
"No tienes nada mejor que hacer Snapie? deberías ir a visitar a tu querido amigo Malfoy, de ser él, estaría deseando que alguien me bajara del techo de la torre de astronomía... ya sabes lo frío que ha estado el clima ultimamente... y más cuando el degenerado sólo usa su ropa interior." Una risa malévola surgía de sus labios.
Lily y Severus cruzaron miradas.
"Estaré bien Sev. Déjalo un rato más..."
"Disculpa?"
"A Lucius, Madame Pomfrey conoce remedios para la pulmonía... no te preocupes por mi, en un rato iré a la sala." Lily le indicó a Severus, le dio una suave sonrisa de agradecimiento.
Entendiendo el mensaje Snape emprendió el regreso a la sala común.
Lily se volvió a mirar a James directo a los ojos. Su expresión era ilegible. "Así que la torre de astronomía."
"Juro que no tuve nada que ver con lo de la ropa, Babyred. Cuando lo subimos ya estaba así." Era algo raro ver a James Potter quitándose las responsabilidades. Su rostro tenía una expresión rara de inocencia a sus años.
"Lo sé." La expresión de su rostro ahora se podía distinguir, estaba riendo orgullosa. "Debí pensarlo. Después de todo es mucho mejor que haberle hecho olvidar la clave de la entrada a Slytherin..."
"Evans tu-?"
"Nadie tiene el derecho de jugar con las personas Potter, y lo que menos merece Lucius es un poco de compasión, él no la tuvo con Melissa." Añadió con la mirada distante.
"Cómo lo supiste?" James se tornó serio. Melissa era una chica muy querida por todos los merodeadores, era como la hermana menor de todos.
"Las paredes escuchan Potter... Melissa es una buena chica, tonta, pero buena. Siempre fue amable conmigo, como con todo el mundo, en verdad la estimo. No debes preocuparte, su secreto está a salvo."
"Se irá mañana..."
"Una gran pérdida, volverá?"
"No lo creo, ha decidido conservar a su hijo..."
"Eso habla mucho de ella."
"Será una madre excelente."
Mientras hablaban se habían encaminado hacia las habitaciones de Lily.
"No James, tienes un grave problema en la pronunciación!"
"Este salón me pone nervioso, nunca había entrado. Como es que tienen tanto espacio en sus recámaras cuando nuestras habitaciones en las otras torres son tan pequeñas?"
[Piensa rápido Lily...] *Ahem* "Acaso olvidas que en este mundo existe la magia Potter?"
LUPUS DERMIS
"No, es por eso que podemos hacer esto..." Sonreía al ver a la chica 'peluda' frente a él.
"Eww... no es gracioso Potter, me acabo de depilar las piernas!"
OBLIVIATE
"Gracias, era lo menos que podías hacer, atacaste cuando estaba indefensa. A ver que te parece esto."
ILLÚDERE BELLUM
Lily encontró a James sumamente callado durante los minutos siguientes, desde hacía algún tiempo Lily había comprobado que ningún hechizo físico funcionaba sobre él; así que había optado por crear una ilusión; no era daño físico lo que haría, pero sí mental. James entoces dio un grito y cayó tendido en el suelo, inconsciente.
"Creo que fue demasiado para el pobre Lil, debes aprender a tener más tacto."
Lily se volvío rápidamente al reconocer la voz que había hablado.
"Creo que si, pensé que lo soportaría perfectamente, después de todo es el único que puede repeler mis maldiciones."
[Qué?] "Lil... por qué no dijiste nada de esto antes? Eso es muy importante... es-" Los ojos de Richard se habían ensanchado, había recordado algunas cosas que le había dicho su padre hacía algunos años.
"... Potter, solamente Potter. No debes alarmarte, después de todo siempre se puede recurrir a la magia avalonesa." Lily habló, para darse cuenta al instante de la seriedad de su compañero. "No me bloquees Remí... que estás pensando?"
"Sabes que al graduarse empezará su entrenamiento como auror? Su padre lo ha decidido así. El hecho que pueda bloquear los hechizos lo hace atractivo para el lado oscuro Lil..." [Y...]
"No lo haría Remí, nunca. Él no es así..." Respondió guiada por un impulso, al darse cuenta de su reacción continuó. "Jamás decepcionaría a su madre, e- él me lo ha dicho."
Richard sonrió ligeramente ante la conducta de su querida niña, se mostraba insegura de lo que decía, por primera vez la veía dudar acerca de su propia conducta.
[Bien, aún tienes espacio en tu corazón para los demás, Cariño.]
[Te parece algo importante Cariño?]
"Por supuesto Lil, eso quiere decir que no eres un caso perdido." La volvió a mirar directamente y se acercó a besarle las mejillas. "Debo irme cariño, ya somos demasiados en tu casa y el señor Potter debe despertar, además el señor Snape viene en camino. Necesitas ayuda?"
"Hmm... gran problema. No podemos dejarlo así? Es menos molesto..." Vió la expresión de reproche en la cara de Richard... "Está bien," sonaba renuente, "llevémoslo a mi habitación, Sev nunca sube ahí..."
James Potter estaba tendido en el suelo de la habitación de Lily, poco a poco volvía a la realidad. Su cabeza daba vueltas. Abrió los ojos para darse cuenta que sobre su pecho se encontraba la cosa negra peluda más espantosa que hubiera visto jamás en su vida, tal vez no rebasaría los 50 centímetros, pero tenía ojos amarillos que destellaban con el reflejo de la luna. "Arghhhh!"
Las luces se encendieron inmediatamente para revelar que sobre la cama se encontraba una chica que él conocía muy bien y quien le debía algunas explicaciones. En un momento recordó lo que había visto segundos antes y se volvió a ver el lugar pero ya no había nada.
"Oh! Así que ahí estabas! Bienvenida a Kansas Dorothy, que tal el viaje a Oz?" preguntaba Lily recostada sobre un extremo de la cama.
"Que?"
"Nada, humor muggle..."
"Que- una cosa-"
"Le debes una disculpa, lo asustaste a morir!" Dijo mientras veía ponerse de pie al chico, ella se reincorporó y se dispuso a revolver las almohadas de su cabecera. "La bruja del cuento no te hará daño-"
"Si te tiene tanto miedo no creo que logres convencerlo..."
"Hablaba de ti- ahhh! Ahí estás! Vamos." Hablaba a las almohadas, pronto introdujo las manos en ellas y sacó una pequeña desde el fondo.
James suspiró. "Exactamente disculparme con qué? Con una almohada? Evans ya tocaste fondo, sabes?" Hablaba tanquilamente, aunque su tono de voz dejaba ver su extrañeza.
Lily no respondió. Entre sus brazos ya no había una almohada, sino que se estaba moviendo algo, pronto dejó de verse cuadrado para tomar una forma irregular.
Era un dragón.
"Que demo-"
"Se llama Sigfrid y es muy suceptible a las palabras. Anda." Separó de sí al pequeño dragón y lo acercó al chico. Cuando James lo tomó, había notado que la textura de su piel no era como las de otros dragones, escamosa y gruesa; sino que era aterciopelada. Lo acercó su rostro lentamente al de él y lo miraba con detenimiento, poco sabía que el pequeño animalito hacía lo mismo 'El humano torpe ha vuelto a la vida!'.
"Es un muñeco!" dijo al fin y al cabo sorprendido. "Esta cosa es un maldito peluche!"
"Elemental mi querido Watson..."
"Que?"
*Suspiro* "Humor muggle, no intentes comprender..."
James aclaro su garganta. "Lamento haberle asustado noble caballero, y haberlo llamado 'maldito peluche', por favor acepte mis más humildes disculpas ante la torpeza de mis actos. Me dejé llevar por el momento."
'Yo lamento haberte llamado torpe a pesar de que lo eres'
"Como fue que llegaste al pie de mi cama Potter, pensé que habías regresado a tu torre..." preguntó después Lily.
"No lo sé, lo último que recuerdo es- hey! Querías matarme?" Recordó lo que había pasado antes de que se desmayara.
"Supuse que soportarías el hechizo, pero creo que eres más débil de lo que había pensado..."
"Hasta tu te hubieras desmayado ante lo que me hiciste, de repente estuve en medio de una guerra de magos, todos lanzando maldiciones mortales contra todos," Se sentó sobre la cama. "... había gritos y llanto por todos lados, había una mujer, ella estaba apartada de todos, estaba luchando contra un hombre de más edad. Todo empezó a dar vueltas entonces y después desperté aquí."
Lily había caído en sus pensamientos, se había quedado callada escuchando lo que el chico decía, trajo a su mente algunas cosas que había visto y leído antes. Había terminado de pie recargada en uno de los postes de su cama.
"... Me debes una Babyred, y pienso hacerte pagar..." había notado la poca ropa que la pelirroja llevaba encima. Un simple camisón corto y el cabello levantado en una coleta. James no pudo evitar sonreír de manera traviesa.
"Oh cálmate Potter, volvemos a tu etapa de perversión? Pensé que ya habías controlado tus hormonas..." Lily despertó de su trance y se puso rápido la bata para desilusión de James. "Ahora debes marcharte, no es hora para que estés en mi habitación." Había abierto la puerta del cuarto. "Buenas madrugadas señor, ningún chico debe estar a estas horas en mi habitación."
"Lo mismo te digo" y tomó a Sigfrid con él. Añadió, "Dijiste ningún chico, y éste..."señalaba al dragón " tiene el semblante de ser más pervertido que yo, buenas noches señorita" Hizo una reverencia frente a la puerta y bajo las escaleras.
"Ingleses locos" Una sonrisa fue iluminada por la luz de la luna mientras cerraba la puerta.
"Dijo madrugada!?" James le preguntó a Sigfrid cuando estaba por cruzar la chimenea.
'Humano torpe y para colmo lento!'
Lily Evans...
No sé como empezar a relatarte su presencia, tal vez sea el nuevo capítulo en mi vida que tanto he esperado, tal vez sólo sea el viento del norte que llegó junto a mi último año en la escuela y que se irá al término de éste. O tal vez, ella es la pieza que necesita mi vida para estar completa. No lo sé...
... Y no quiero pensar que es algo pasajero... quiero hacerlo eterno...
Puedes ver que en mis notas anteriores te hablé de ella, puedo decir que ella me ha hecho cambiar muchas cosas de mi vida... mi ropa interior si hablamos de lo material y mi alma en sentido general, eso es lo que me tiene así de confundido... Cómo es posible que una chica esté haciendo lo que todas con las que he salido no pudieron?. No la entiendo, y siento que cada día la necesito más... algunas veces sueño con ella, pero no la clase de sueño en que tiene que ver el sexo, quiero tenerla cerca de mi, tan cerca para tocar su alma y mostrarle la mia, mostrarle todo lo que ha hecho en mi y todo lo que podría hacer yo en ella. Quiero más que el punto en el que me encuentro en estos momentos... mucho más...
Me siento extraño cuando la veo sonreir, es raro verla así. Sus ojos no tienen esa chispa de alegría que veo en las otras chicas, me desgarra verla sonreir así; tal vez su boca muestre una alegría fingida, pero sus ojos no pueden engañarme.
La única chica a quien he visto desde su interior, la maestra paciente, quien siempre está dispuesta a ayudar, la ninfa del alma amable y generosa; aquella que defiende a las personas buenas de los malos actos de los demás, ahora que lo pienso... alguien recordó bajar a Malfoy? Lo veré mañana... la chica apasionada que defiende sus causas y sus ideales, la última nereida de los mares que entona sus canciones melancólicas sobre aquel risco del mar, ella y su alma; y la niña que no ha dejado la ternura de los primeros años atrás, esa niña que está caminando por el lado difícil de la vía, asustada y sola, muy sola.
Lily Evans es una flor en capullo... y yo quiero estar ahí cuando florezca.
Ella es así, ella es Mi Lily Evans...
Hey, por fin he salido del hoyo, espero que les haya gustado este chapter, la verdad me pareció algo aburrido pero no podía eliminarlo. Muy pronto: llega el cumple de Severus (nuestro adorado Sevie!) y el presente tan extraño que LIly le ha preparado. No es una fiesta aclaro. Algunas dudas acerca de la identidad de Lily se aclaran, pero para que el mundo se entere aún falta mucho!!!
Hmmm... debo pedir una disculpa por un error FATAL que cometí al inicio de este fic. La idea original es que Lily es menor por tres años que Richard y James, pero estoy en el año equivocado. Si son lo suficientemente observadores, habrán notado que la línea de tiempo se ubica en 1976... pues no!!! Si Harry tiene que nacer en 1980 (cosa que me acabo de enterar...) Lily no puede tener a su hijo a la edad de 17 años, está muy chica!!!. Por lo que estoy pensando mover la fecha a 1972... mil disculpas!!!
Gracias a todos los reviewers:
Cristy: espero que el resto de los cpítulos te gusten...
Iara: Sé que és algo confuso todo el rollo, pero todo se irá aclarando poco a poco.
Lalwende: hablando de adicciones te puedo decir que yo tengo una con los fics L/J, más bien es como una obsesión. Yo sigo sin teléfono!!!!!
Hermione de Potter: vaya que te gusta escribir, espero que te haya gustado este capitulillo. Lamentablemente no puedo explicar todo con lujo de detalle, ya que me tomaría más espacio y haría este fic muy tedioso. Pero si tienes más dudas, y esto va para todas las lectoras (si, me he dado cuenta que todas las personas que dejan reviews son chicas), que si tienen alguna duda o pregunta no duden en escribirme un mail. Me encanta tener correspondencia!!
