Disclaimer: Nada de lo que puedan reconocer me pertenece... tengo 26 capítulos diciéndolo. Si aún no lo comprendes, Houston... we've go a problem here...
"Alguna vez realizaste como la vida se cuela por nuestras mismas manos?" el chico sacó la mano de uno de los bolsillos y la pasó por sus densos cabellos.
"Bienvenido a la realidad…" dijo su acompañante, a Nuestra realidad…
"Qué dirían ellos?" continuó el chico del cabello azabache en un susurro. Completamente perdido en el verde del pasto a sus pies.
El chico rubio no contestó. Solo sonrió desesperanzado.
El cielo pintaba sus últimas mañanas grises, al acercarse la llegada de la primavera. El viento movía suaves las nubes que por momentos apagaban aún más al triste sol. De la más penetrante oscuridad de la madrugada se había extendido el día más sórdido en mucho tiempo…
El cementerio local, Saint Patrick's Memorial era sin duda el lugar más frecuentado en los últimos días; los acontecimientos recientes habían apagado muchas sonrisas. Nuevas lápidas aparecerían para los afortunados de cuyos cuerpos -al menos- fueron recuperadas la mayor parte de las piezas…
No había sido agradable en lo absoluto. Alain estaba a su lado al igual que Sirius, quien parecía incluso más afectado que él mismo. Sin duda iba a extrañar a Caroline y las excelentes bromas que juntos, les gastaban a sus hermanas… no paró de abrazarse a Arabella, que salió de algún lugar. Peter también estuvo ahí, llegó casi arrastrándose, como si a él también le hubiera tocado ser parte de la absurda realidad que se estaba viviendo. Simplemente imposible… La sorpresa de la tarde se la llevó cuando Remus apareció; el efecto de la luna llena aún no terminaba, y por extraño que le pareciera el chico tenía ya su forma humana, y no la pasaba muy bien. Su rostro cansado logró hacer una sonrisa de apoyo (que James devolvió lastimera) pero se mantuvo alejado. La prudencia siempre había sido una de las cualidades del joven lobo… y sin que acabase el efecto de luna, él no arriesgaría a lastimar a nadie, aún cuando tenía ya su forma humana.
Lo observó mientras caminaba hacia un sauce lejano. En donde fue recibido por una persona que salió de su sombra. No había necesidad de lentes, sólo conocía a una persona con el cabello así de rojo.
Lily Evans se alejó en compañía de su amigo.
Repentinamente las fuerzas le faltaron, hubiera caído de no ser que se sentía realmente pesado; y todo se volvió nada, ya no pensaba, ya no sentía, ya no veía por sus ensombrecidos ojos mar, que se apagaron aún más… si es que eso era posible…
Voldemort se levantaba, y se erguía poderoso sobre huesos, llantos y destrucción… y los minutos y las horas y los días pasaban… tan sórdidos como los últimos días del invierno.
Samuels, Donovan, Henry, Connor, Montgomery, Runger, Wiley, y la lista crecía y crecía… Al paso que iban no quedaría en pie una familia de aurores.
… y Potter,
a lo que ya ni siquiera podía llamarse familia.
Llorar? Por que habría que llorar? De que le servía llorar, si con ello no lograba apartar la tristeza o el dolor? No, había algo más adentro… Su cuerpo estaba hambriento, como una bestia con la escasa cacería de invierno…
Tal vez su mente se había obcecado en una idea; pero el cuerpo le pedía alimento que lo llenara más y calmara su sed de beber más que todo el alcohol del mundo. Era sed de sangre… y hambre de la carne de sus enemigos…
"No lo merecían!" gritó lanzando con fuerza la copa al fuego de la chimenea el nuevo pilar Gryffindor. El amo de todo cuanto la familia Potter había atesorado por siglos.
Tanto y tan poco…
La quinta copa de brandy no conseguía calentarle el cuerpo tendido en el sillón. Varios marcos yacían tirados en el suelo y todos los recuerdos regresaban con el ardor de los nuevos pendientes que caían de sus lóbulos.
No era raro ver a magos varones que llevaran perforados los lóbulos. De hecho, era más común ver a magos adultos que a brujas usarlos. Eran signo de distinción, y de cierta manera indicaban el estatus dentro de una familia y de su nombre en si. Usualmente eran pequeñas arracadas o broqueles de diamante; o una combinación de los dos, si se daba el caso. No se usaban por pares, o forzosamente en ambos lados. Pero había unas, las más raras y por tanto envidiadas de quien las portaba.
Lágrimas de dragón les llamaban. Las prendas más caras que a un mago podían costar.
Eran piezas de oro muy sencillas, una pequeña cadenita caía del broquel que le sujetaba al lóbulo, los eslabones en ella era como las estrellas en un hotel, indicaban el nivel de valor por la que fue entregada la pieza, cada uno tenía un diminuto diseño único y a su término una perla negra de mediano tamaño se hallaba engarzada en hilos de oro.
Y James Potter había recibido dos, y seis eslabones en cada uno los hacían por mucho los más valiosos (y raros) entregados en mucho tiempo.
Una patética manera de disculpar las ineptitudes que costaron la vida a su familia.
"Qué harías por volverlos a ver?"
James salió de su ensimismamiento y se puso en pie, alerta, con el valor y mucho equilibrio que dos botellas de alcohol podrían proporcionar. Bajo la guardia al ver de quien se trataba. "De que mentira se trata esta vez Alain?"
Horses prance through a silver storm
Figures dancing gracefully
Across my memory
Un arpa encantada le acompañaba la melodía de arrullo. Y en su regazo se hallaba recostado el primer chico que creyó en ella. Severus Snape por fin había conciliado el sueño, gracias a la preciosa voz que lo domó, y a una excelente interpretación de un hechizo para dormir sin soñar. A Lily le importaba poco que su cabello estuviera grasiento, había crecido hasta sus hombros en los meses que dejó de verlo, era una lástima que al encontrarse nuevamente lo hiciera en este estado.
Habiéndola perdido.
Podía decir que Severus nunca fue un chico fácil, o uno que demostrara lo que sentía con facilidad… no. Al final terminaban siendo simples Slytherins, los siempre reservados Slytherins…
Era una pena tener tantas cosas dentro y no saber cómo sentirlas…
O saber siquiera lo que era sentir…
Glowing dim an as ember
Things my heart
Used to know
Things it yearns to remember
Lily se recargó en el respaldo, pensativa. Las cosas habían dado extraños giros que ella no vio venir… se preguntaba la razón… su don de la premonición no estaba siendo muy efectivo a últimos meses, tal vez era culpa de ese ser oloroso que se hacía llamar maestra… quizás necesitaba desempolvarse un poco. Debía admitir que a la entrada al nuevo curso había holgazaneado bastante.
O quizá porque en lo más profundo deseaba saber más de aquel chiquillo de la extraña cicatriz que se parecía tanto a James.
Volvió bruscamente a la realidad, reprendiéndose mentalmente. El futuro no le importaba en lo absoluto, el presente era lo que requería atención. Acabar de una vez por todas con Voldemort y Potter, era su objetivo. No soñar despierta con un niño…
Someone sings
Once upon a December
"Una rosa por sus pensamientos, mademoiselle."
"No estoy para juegos Cariño." Contestó tomando la rosa que le ofrecía el chico a su espalda.
"Lo sé." Respondió éste con un ademán de impaciencia. "Esperaba encontrarlo despierto." Añadió refiriéndose al chico dormido. "Es triste que las cosas tengan que pasar así, lo veía a menudo en los cuarteles, y algunas veces hasta trataba a Sirius como humano… uno de esos debió haber sido el día que se le propuso-"
"No sigas. Ha conseguido un poco de paz al dormir, no se la quites."
"-A decir verdad, ése día hasta lo hubiera besado." Continuó una nueva voz. Segundos después Severus se incorporaba. "Por eso es que las pociones son más efectivas, los hechizos tardan muy poco…" se volvió hacia Lily con una sonrisa lastimera. "Gracias de todos modos. Es hora de partir."
"Sev…" Alcanzó a decir la pelirroja cuando el chico hacía camino a la puerta.
"Le dije que sus padres recibieron por ella una lágrima de tres eslabones? Yo no le hubiera dado ni uno menos." Añadió Alain tratando de hacerlo desistir.
"Lo sé." Se paró al borde de las escaleras y bajó la vista. "Y lo que yo recibí de ella fue un anillo de compromiso." Salió apresuradamente. Lily detuvo a Richard cuando éste se disponía a seguirlo…
Sabía también que a ningún Slytherin le gustaba que lo vieran llorar…
Las cosas se tranquilizaban un poco a la entrada de abril. Voldemort había disminuido los ataques; y eso era alarmante; el ministerio se preparaba para lo peor. Varias personas se restituyeron en sus puestos, algunas más no regresaron. Severus fue de ellos. James no. Aunque más de uno hubiera preferido que tampoco lo hiciera. Alain sentía una pena tremenda por el chico, había adelgazado tanto que la piel casi se le pegaba al hueso y enormes ojeras le hacían ver, junto a la palidez del rostro, como un muerto en vida. James había cambiado tanto en sus meses de inanición que ya no dejaba algo del hombre de ojos fugaces y de mirada traviesa que solía ser.
Las cosas se movían constantemente, Jacques LaRue se había quedado de planta en el ministerio Inglés, supervisaba junto a Mad-eye Moody, el entrenamiento de algunos aurores en la reserva. Astutamente, había encargado nuevamente a Richard para el caso, pero tenía ciertas reservas sobre James y su capacidad después de encontrarse tan afectado.
Que equivocado estaba…
"James! Entrenamiento no es lo mismo que masacre, Idiota!" Alaín gritaba por enésima vez. Toda la semana había sido igual. El chico de largos cabellos azabache esta ocasión sostenía a tres de sus vícti- …educandos, a cinco metros encima de una pila de escregutos de más de metro y medio que se veían bastante hambrientos. Todo por que se habían descuidado de pose.
Lejos de perder el tiempo, James había caído en la obsesión de venganza; se entrenó cada día más y más. Leyó todos lo libros que jamás hubiera pensado hacerlo antes, y de ellos practicó todas aquellas maldiciones que estuvieran más cerca de llamarse imperdonables.
Se ganó el sobrenombre del 'comehombres' al tercer día, ya que la magnífica espada que lo acompañaba desde entonces parecía haber sido hecha para partir huesos sin problema. Y no sólo huesos, sino maderas, piedras y las cabezas duras de aquellos que se atrevieran a desobedecerle.
Más que auror, el chico Potter parecía asesino a sueldo.
Alain suspiró otra vez. Y otra, y otra… el día entero se le iba en rescatar a los alumnos de las garras de James cuando este se enfrascaba demasiado en su lección. Aunque debía admitir que su método estaba funcionando a la perfección, en tres semanas el instructor comehombres había logrado que los nuevos reclutas aprendieran en corto lo que a él le hubiera tomado meses enseñar, y su teoría era que el ministerio estaba contento con los resultados.
Irónico.
James odiando a media humanidad, y el ministerio jactándose de eso…
Alain frunció el entrecejo. "James, es hora." Dijo en lo alto, para llamar la atención del chico. Sirius se acercaba a ellos por una de las puertas al cuarto de aparición. Encontrando a James trepado en las ramas de un enorme árbol, miró extrañado al rubio.
"Es una nueva locura," contestó éste encogiéndose de hombros. "No preguntes…"
Después de un rato de observar a James revisar lo últimos detalles de su árbol y sus habilidades de hombre mono, partieron los tres rumbo a Hogwarts, convocados por Albus Dumbledore y por ciertos miembros del ministerio.
Las barreras en la escuela habían sido triplicadas, incluso para Alain aparecerse dentro de ella sería un mucho desagradable, habían sido llamados hechizos antiguos por parte de las casas de las familias de los dones que estuvieron dispuestas, la magia antigua no era fácil, ni de hacer ni de romper; y hecha por magos especialmente dotados daba una protección extra.
Los tres chicos tuvieron que hacerlo de la manera larga, viajando por tren prácticamente toda la noche.
Lily encontraba prácticamente aburridas a morir las clases. A la entrada de marzo todo había llegado a cierto estado de paz y para abril ya era algo enfermizo, incluso con los repentinos estallidos entre casas que a ella le tocaba calmar. Esto se le estaba haciendo monótono.
Las visitas a Hogsmeade fueron suspendidas al principio por todo el alboroto que hubo, y no volvían a darlas de manera grata. La profesora McGonnagal las anunciaba acompañadas de miles de reglas y las horas de las visitas se había reducido. Ahora el límite se había establecido para las cuatro de la tarde.
No sirvió de nada protestar.
Las cosas habían cambiado un tanto dentro. Lily y Forsoise se llevaban tan bien como cuando pequeñas, y podían pasarse horas hablando de cosas sin sentido, para luego realizarlo, y reír otro rato por ello; algunas veces se batían en duelo, Vieth como referee, y la tarde en el lago como escenario. La rivalidad de las chicas salía a flote en esas tardes, y nunca terminaban un duelo. Y de cierta manera era mejor terminarlo así…
Para esos días, las visitas de Richard rayaron en la nulidad. Y Vieth se acercaba cada vez más a la pelirroja quien parecía haber olvidado lo que la llevó a Inglaterra…
Hasta ese día…
"C'est fini!" Dijo alegremente el chico sentado en el loveseat de la sala verde. "Sólo esperen a que le añada el color y le ponga movimiento."
"No sería mejor una foto que tenernos como estatuas toda la hora?" preguntó Forsoise bastante molesta. Volviendo a su posición inicial en un segundo.
"Creo que tengo entumida la sonrisa…" Añadió Lily entre dientes, tratando de no modificar la expresión.
"Yo más que eso cheriè…"
Lily ahogó la risa. "Eso si que fue refinado Suí…"
"Señoritas…"
"Lo lamentamos… cierto?" Dijeron la dos al tiempo. Después lanzaron entre risas besos a su pintor preferido…
Vieth se sonrojó. Y su nerviosismo pintó a una de las chicas un diente de negro. "Qué dicen si lo terminamos más tarde?" Señaló con la espalda cansada. "Esto de estar en las mazmorras no le ayuda a mi vista. Qué les parece mañana a orillas del lago?"
No tuvo que repetirlo. Las dos chicas saltaron de su posición rápidamente una de ellas murmurando un 'por merlín que no era broma'. Vieth escondió una sonrisa y con un lienzo la pintura.
"Acaso no nos permitirás verla?"
Lily iba a pronunciar palabra cuando las puertas de su sala se abrieron. Por mera precaución, Forsoise se escondió en un punto donde había una sombra bastante densa (que para variar abundaban en la sala), y que bueno que lo hizo, porque fue el Profesor Velex quien entró, acompañado de cerca por un chico que tenía ya tiempo que no veía. Remus Lupin le dirigió una sonrisa que celó a Vieth…
Éste anunció a la chica que su presencia se requería en donde el director. Pero no dijo para qué. Lily sólo se limitó a seguirlo no después de haber mirado a Vieth en forma de disculpa y al rincón junto al librero. Partió.
"Vaya, sabía que en verdad me harías justicia en tu dibujo… gran detalle lo del diente…" Añadió una voz detrás. Vieth se volvió al momento que comprendía que su hermana se había gastado un hechizo de invisibilidad y había ido a echar un vistazo a la pintura.
*Arrghhh* "Prepárate, que esto merece un ataque de cosquillas…" En un momento el chico hizo un hechizo que eliminó el de su hermana, y la persecución dio comienzo entre risas y gritos por la vida.
"Cómo estás?" preguntó la chica en su camino.
"Bastante recuperado. Gracias por lo de aquella luna, en verdad que era importante para mi estar presente." El chico Lupin le dedicó una de sus escasas sonrisas. "Sabes lo que quiere hablar el director contigo?"
Lily se encogió de hombros y negó con la cabeza.
"Desde la muerte de Ragul no había tenido contacto con él. Hoy se presentó en casa y me dijo que pasara por ti. Pero creo que olvidó el detalle de que a mi me tocó la sala-"
Recibió un ligero codazo de la chica.
"-Que nunca había estado en la sala de Slytherin…" Acabó comprendiendo el error que estuvo a punto de cometer. "Es por eso que le pedí al profesor que me acompañara."
"La sala solía ser una torre como todas las demás," habló el profesor Velex, "pero hubo algunos graciosos que hicieron una redecoración. Quisimos arreglarlo, pero no encontramos un encantamiento que lo contrarrestara. Eso fue trabajo de genios o de completos estúpidos con suerte…" Continuó a modo de despedida. "Creo que, señor Lupin puede continuar el camino hacia el despacho…" Lo miró severamente y tomó otra dirección.
"Gracias" Respondió cortésmente el chico. Sin tomar importancia de la mirada. "Me inclino por la segunda…" susurró Remus cerca de la chica, momentos después. "En verdad que no sé cómo lo hizo… pero pintó la sala con uno de nuestros hechizos experimentales"
"Experimentales?" preguntó la chica. Viendo como el profesor ya se alejaba por uno de los pasillos.
"Si, los escribimos estando ebrios. Con el primero que sirvió hicimos que Malfoy escupiera babosas por una semana, el segundo Sirius lo encontró de buen uso para eliminar las pulgas carnívoras que pescó un a noche cerca del bebedero de los centauros… ahora sabemos que detestan el olor a ajo, otro hizo que Peter brillara en distintos tonod de neón por unas horas, James hizo el de la sala, y creo que había-"
James…
"-Lo has visto?" preguntó la chica en un segundo.
"No desde ése día en el cementerio. Pero he hablado con Sirius y no creo que esté muy bien…"
"Qué te ha dicho?"
"No es que él haya mencionado algo que le alarme, son ciertos detalles de lo que dice, tengo mala espina." Concretó. Y el único sonido que hubo fue el de sus pasos por unos segundos. "A ti te criaron a conciencia de que el mundo no era rosa Lily. James lo está aprendiendo, y de la manera difícil."
"Cometieron un error," Lily siguió, "pero hicieron de él un gran chico…"
Esto paró en seco a Remus. Lily se paró un poco después y se volvió hacia él.
"Mi opinión acerca de él no cambia las cosas… sólo necesita tiempo, y es lo que le estoy dando."
El cuadro en el despacho estaba casi completo. Minerva McGonnagal, Albus Dumbledore, Mundungus Fletcher, Jacques LaRue y Mad-eye Moody hablaban cerca de una de las escaleras que conectaba a la parte superior. Lily y Remus habían escogido una ventana por donde se podía respirar un aroma diferente al de libros viejos del lugar, el olor a pino de las afueras y la luz de la luna era relajante. Hasta cierto punto por la tensión que sentía la chica dentro. Había intentado enterarse de lo que pasaba, pero encontró que no podía leer lo que estaban pensando las personas mayores… era una especie de bloqueo, pero, por qué?
La cosa era seria, por lo que podían decir los jóvenes. La boca apretada de la profesora, el semblante del director y el ceño fruncido del tío Jacques no era algo tranquilizante.
"Están aquí." Exclamó en un momento el Moody. Su ojo de cristal se movía en todas direcciones, como un chivatoscopio (sp?) loco. Lily se había alertado. Una presencia mágica muy poderosa se acercaba a ellos. Una presencia que nunca había sentido.
"De quién se trata?" preguntó rápido dirigiéndose a los mayores. Albus le sonrió con los ojos chispeantes.
"Familia Lily… familia…" LaRue fue el único en responder, la puerta se abrió. Y por ella entraron seis personas.
Tres hombres mayores y un chico como de su edad conformaban el grupo. La pelirroja los hallaba extrañamente conocidos. El menor le dedicó una sonrisa, y Lily pudo ver cómo sus pupilas iban cambiando del negro usual a un azul profundo. No lo encontró extraño. Ya antes lo había visto.
"Debido a que el heredero de Sauter probablemente se halla aliado con Voldemort como Dencell lo hizo entonces eso nos resta dos familias." Inició LaRue. "De las restantes, seis nos encontramos presentes y el Conde Bollev viene en camino. Jaques LaRue, descendiente de la rama de Kay, heredero de Tenhke," hizo su presentación al grupo recién llegado. Se volvió a Lily entonces y comenzó, "… me permito presentarles a la señorita Lilianne Sinacroft, heredera-"
"Sinacroft!?" uno de los hombres habló azorado. Dando voz a la sorpresa de sus compañeros. "De la casa de Fernand Sinacroft!?" Su acento tenía algo de occidental, tal vez un americano.
"Una de los Sinacroft que murieron hace años!?" preguntó otro de acento irlandés.
"Sólo para el mundo Muggle…" Añadió la chica tranquilamente. "Decidimos venir a Inglaterra por el último don."
"-Es una lástima que se vayan con las manos vacías-" James se encontraba de pie, recargado sobre la pesada puerta de madera. Alain entraba seguido por Sirius quien inmediatamente se reunió con el joven lobo, murmurando un 'qué demonios pasa' demasiado alto.
Lily se volvió para encarar a James y éste le devolvió la mirada seca. Lily se sorprendió del estado del chico, lo que éste debió haber notado por la sonrisa llena de sarcasmo que le dedicó a continuación. "Qué Evans? Likos te comió la lengua?"
Lily estaba sin habla. Esto era James Potter? Pasó la vista rápida hacia Richard, buscando una explicación con la mirada. Lo único que encontró fue al rubio negando con la cabeza.
[Hablaremos más tarde…]
"Un heredero es peligroso cuando lo que lo consume es el resentimiento." Habló entonces el chico de las pupilas azules. Tranquilamente. "Pero resulta peor cuando se trata del heredero de Orendra…"
Los otros tres extraños aguantaron un suspiro en la garganta.
"Creo que es hora de empezar con esta pequeña reunión." Albus Dumbledore salió desde el fondo, muy cerca de su ave fénix. "Según me han informado tenemos a los herederos de Irivel, Tenhke, Ridneva, Quadior, Jocude… y Orendra…"
James estaba en el alféizar de una ventana, las cosas fueron verdaderamente extrañas hacía unos momentos. Pero eso ya no importaba. Miró entonces a las afueras. El carruaje que llevaba a sus amigos recorría el último tramo de los campos del castillo, con destino a la gran máquina que los esperaba para llevarlos de regreso a Londres. Remus tenía algunos contactos que tal vez cooperarían, y Sirius se encargaría de los asuntos concernientes al ministerio.
Algo llamó su atención. Muy cerca de su rostro se encontraba un par de luciérnagas. Revoloteando por aquí y allá. Momento… eran tres! El brillo de la tercera era casi imperceptible. Sólo pudo verla cuando estuvo verdaderamente cerca. El bichito se posó en el mismo alféizar en el que él se encontraba. James la miraba curioso, era algo raro que un insecto se acercara tanto… en brillo en su pequeño vientre cada vez disminuía más hasta que desapareció. Las dos primeras luciérnagas volaban cerca de ella, cómo si escoltaran a un ciego a media mañana. James decidió acercar su mano al animalito, pero descubrió que otras manos de nieve pensaron lo mismo antes que él, tomaban a la pequeña moribunda entre sus dedos.
Lily estaba a su lado. James torció una mueca.
Momentos después la luciérnaga salió volando brillando como sus compañeras que rápidamente se le unieron al vuelo. James cada vez vio más lejanos los tres pequeños destellos.
"Estaba lastimada." Lily comentó sin referirse a él en particular. Levantó la mano en la dirección de las tenues lucecitas. "Nos parecemos mucho a ellas, sabes? También vivimos para brillar…"
"Y que si deja de hacerlo?"
"…entonces caería en la oscuridad."
"Hace mucho que es de noche."
"Te empeñaste en apagar el día."
"Tu ayudaste mucho."
"Y no hiciste nada para impedirlo."
Parecía que la chica guardaba respuesta para todo. Se hizo en silencio por unos minutos en que los dos observaron las afueras sin siquiera voltear a verse.
"Te odio." Dijo James mientras se incorporaba en el pasillo.
"No es cierto." Lily ni siquiera so molestó en volver.
"Que sabes tu…"
Ella permaneció en silencio.
"Eso su-"
"-En esta guerra no existe lado neutro Potter, estás de nuestro lado o no lo estás. Simple." Interrumpió súbitamente la chica.
"Tú eres la que no lo entiendes!" levantó la voz en un momento. Como si la fuerza de sus palabras se le hubiera colado de la piel, una onda de choque salió despedida de su cuerpo. Era como si un imán muy poderoso repeliera todo lo que estuviera a su lado, Lily estando tan cerca terminó estrellándose contra la pared. Ni siquiera su daga tuvo tiempo de reaccionar.
Mal! Primera regla: Nunca hacer enojar a una pelirroja.
La chica se puso en pie tan rápido como un gato, y sin pensarlo dos veces de su mano salió despedida una gran masa de fuego en dirección al agresor.
James alcanzó a esquivar el gran golpe. Pero no salió del todo ileso. Las llamas son engañosas y no se pueden contener, una pequeña ráfaga lo suficientemente grande para volar independiente por uno de los extremos voló alcanzándolo en el brazo. Quemando la totalidad de la manga de la túnica, que el chico alcanzó a arrancar antes que la quemadura fuera más grave en la piel.
El la miró con los ojos furiosos. Ella, le regresó la mirada un par de ojos verdes más potente.
"Crees que es fácil?" El chico gruño dando media vuelta y retirándose hasta perderse en la oscura esquina de un pasillo. No la oyó responder.
La chica se irguió hasta verlo perderse. "No," pronunció antes de irse contra espaldas a la pared más cercana. "… y tu lo haces más difícil." Lily se halló perdiendo fuerzas y cayendo lentamente por la pared que la soportaba, hasta que terminó hecha un ovillo en el suelo. "Me vas a dar problemas…"
El golpe que James había dado estaba lejos de parecer juego. Se había equivocado al subestimarlo.
Vivimos y brillamos; dos cosas distintas, pero ambas inspiradas en los demás, somos guía y luz para que ellos no pierdan el camino…
"Tu pirómana princesita escupefuego casi me tuesta allá atrás." James llegó literalmente echando rayos, sus pesados pendientes brillaban a cada paso violento que daba. "Deberías decirle que se necesita de siete para el rito en completas capacidades." Tomó la bolsa de bollos que estaba sobre el escritorio y comenzó a devorarlos como animal.
Como solía hacerlo cada vez que se encontraba furioso.
"Dime algo, es como un bonus o viene incluido en el paquete?" añadió escupiendo algunas migajas.
Alain lo miró extrañado y escondió una risita en la caída de su cabellera. James volviendo a mostrar alguna emoción era bueno, hizo una nota mental de besar a Lily por esto.
"Más que algo extra o del cabello creo que fue la compensación de la falta de pecas… mejor ni te digo que fue lo que vino con los ojos." Alain volvió a lo que estaba leyendo, tratando de ignorar el excesivo ruido que James estaba logrando que le enchinara la piel.
En media hora logró acabar con tres bolsas de bollos, litro y medio de jugo de calabaza, el recipiente de patatas cocidas y la tonelada de pastelillos que los elfos habían llevado. El enojo se le había pasado, seguro. Ahora lo que venía era un inevitable dolor de estómago.
Alain acentuó aún más la risa. Y se paró para curar el brazo de su compañero auror, quien parecía más ocupado en la próxima indigestión.
Es un placer que hayas vuelto James…
Al fin ha salido!!!!! gracias por esperarme tanto tiempo, la escuela en verdad que me está absorviendo. El martes presento mi último exámen del mes... y en dos semanas más ya los finales!! Pueden creerlo!? Ya voy a acabar clases!!!
Y otra noticia! Han notado que el treceavo poder va a cumplir el año? Tendré que pensar en algo especial para celebrar... se aceptan sugerencias. Me enorgullece decir que esto está por acabarse,y que todo ha ido saliendo de mi y de mi, jeje... acaso recordaís que dije que lo pensaba acabar?
... tengo amenazas que me respaldan- es decir... me apoyan a seguir adelante...
Tal vez encuentren el chap algo flojo, pero la idea central era... que no había idea central *darm* jeje... la verdad era ver como reaccionaba James a todo lo que estaba pasando y por supuesto que nuestra Lil lo iba a bajar a tierra... saben? creo que es la única escena que vale la pena de todo el rollo mareador que leyeron allá arriba...
La canción que Lily le canta a Sevvie se llama 'Once Upon a December' (no es canción de cuna, a pesar de que suena a) y estoy segura que más de uno aqui la conoce. Quería poner una canción de cuna que se llama 'All the little pretty horses', pero acabo de leer un fic en donde también la ocupan!
Ahora no recuerdo muy bien el nombre de la persona que dijo algo como que ocupaba más hojas de reviews que en la propia historia... bueno, se me hace que soñó con este chap... Llego a las 330 reviews!!!!!! *Croiff's hooping around* No me lo puedo creer!! Bueno, basta de debraye y pasemos a lo consistente (chica de medio fic de reviews, agárrate... no me regañen si me equivoco... que no era Rey Miyamoto?), los reviewers!!!
Jeru: espero que hayas leído la nueva versión, sabes... no se me había ocurrido la posibilidad de publicarlo... veré que hago...
Joyce Granger: Gracias.
Catty_Shenka: Sigo esperando... y esparando... mi mail es dacral@hotmail.com. Publicarás ya tu fic? acabo de encontrar algunos que tal vez te interesen... visita mi página de favs.
Mena: Parece sueño? jeje...
Carlita_Heart: dime que es broma!? Cómo te bañas? te tallas el cuerpo no?
Myrtle: hablo demasiado verdad?
Leri: creo que me he leído todos tus fics, no recuerdo si en alguno dejé review, pero estoy segura que si. Es sólo que ésta máquina tiende a hacer lo que se le pega la regalada gana y luego me manda errores en las páginas o que simplemente no se puede.
snmh: A mi me parece uno de los cuentos más lindos que conozco, en cuanto te vea te paso los nombres de otros que tampoco son comunes... jeje...
Arwen Magic: Cómo que malita? ya andas bien? Yo con James en la ducha me conformo...
Nikoute: gran tradu!
Dark Lil: Gracias. Si te gusta el manga el midi que te mandé es de uno que se llama clover, puedes encontrar su traducción al inglés por web... es lo más triste y lindo que puedas encontrar de CLAMP
Tana Abbot: creo que estás confundiendo de Sonatina, la que yo usé juro y perjuro que lleva la marca Bécquer. Como dije hace algunas líneas no adelantaré mas... todo puede suceder... la verdad es que a Lestat y a Remì todavía tienen algo que ver y *sniff* me han regañado!
Gerardo: Chappie up! chappie up!!! No me hagas dañoooooooooooooooooo! jaja...
Liliana: 1080!? madre mia! ya te lo has de saber mejor que yo! gracias!
Dikhana: vaya que tienes de donde sacar madera para tu review...
jaja, muchas gracias por todas las imagenes y por estar al pendiente de mi,
tu review en verdad que me anima a seguir escribiendo con una sonrisa en los
labios... si a ti el fic te dejó la sonrisa estúpida a mi tu review
me dejó algo parecido en clases... horror estar papaloteando en lugar
de aprender cordenadas polares... La verdad que el pensamiento lo puse ambiguo
a propósito, ni yo misma te puedo decir quien lo dijo, jeje... gomen!
Ligia: muchas gracias... bienvenida.
Carloncha: Jeje... *blush horribly* muchas gracias! bienvenida también!
Jarlaxe: la verdad es que si hay una explicación a eso. Gracias y bienvenida.
Klaudi^Wri: gracias! por cierto, conozco algunas galerías que tienen cosas interesantes de chobits... tu me dices si te interesa.
Dunkel Tot: Myrtle me habló de unos dibujos que le habían mandado, pero no me ha enseñado ninguno la malvada. A mi me encanta pintar, y la empecé uno, que espero terminar en un mes más o menos. Si la flojera no me gana...
Olympe: leí tu historia el día que me llegó tu review, debo decirte que pinta para bien, y ahora que lo estuve pensando *Croiff también tiene ratos lúcidos* a lo mejor es semejante a este porque tu tb abordas un tema que tiene fondo no? Por tu madre no me hagas sufrir tanto a DRACO!!!!!!!
Kari Radcliffe: review de último momento!!!! tanto llevo sin actualizar? vaya me tienen checadita...
Y me despido con estas sabias palabras que encontré leyendo un fic llamado
"Spells and Jewels":
Too often we lose sight of life's simple pleasures. Remember, when someone pisses you off, it takes 42 muscles in your face to frown. BUT, it only takes 4 to extend your arm and bitch slap that asshole upside the head!
Traducción (o algo así): No se enojen, enojarse arruga a las personas y les hace crecer el hígado, desquítense!!! Siempre vale más pedir perdón que pedir permiso...