Disclaimer: Nada de lo que puedan reconocer (y parte de lo que no) me pertenece, la minima fracción que sobra si; incluyendo el AU plot, los OC's y el retorcido cerebro que me cargo *-*.
Capítulo 27 – A la llegada del Ocaso.
Lily recibió un perro en su cuarto cumpleaños. Un cachorro vivaracho y juguetón. Calik fue llamado, porque como el pequeño Richard lo señaló: parecía la miniatura de una vaca Holstein en distintos colores.
Calik pronto pasó a ser parte de la pequeña comunidad animal dentro de la casa; junto a un águila real, un gato maltrecho (cojo y cicatrizado del ojo), un pez dorado y un ruiseñor de brillantes plumas que compartían el jardín exterior al cuarto de la pequeña. No pasó mucho antes de su primer encuentro con el astuto gato tuerto, así como tampoco de la primer conversación con su pequeña ama. Ella había preguntado como era la vida 'allá afuera', a lo que éste no supo responder del todo; 'es más difícil que aquí dentro' fue lo único que reiteró con seguridad, 'pero recuerdo que otros humanos se mostraban los dientes sin aparente rabia'.
La pequeña 'mostró los dientes' esa vez, la primera y la última que Calik la vio.
En el tiempo que había pasado había logrado la simpatía de las dos aves, una cierta amistad-rivalidad con el viejo gato ('Kneazle estúpido animal! Soy un condenado Kneazle!' Calik, que estaba lejos de ser estúpido, con gusto lo aparentaba por la simple satisfacción de ver al felino escupir el hígado), y seguía convenciendo al pez dorado que no le intentaba comer. Todo giraba en perfecta armonía en su pequeño espacio, en su pequeña familia, o sería que no había conocido otra manera en que las cosas funcionaran.
Varel y Pepper; el águila y el ruiseñor respectivamente, salían a estirar las alas todos los días; por su parte Orfeo, el gato, desgastaba el tiempo durmiendo plácidamente en su cojín (cuando se le veía) y El Señor Mantequilla, el pez, practicaba sus habilidades atléticas saltando cada día más alto desde su estanque; por su parte Calik, se dedicó a prestar atención.
La niña regresaba todas las tardes después de sus tediosas lecciones, al tiempo en que las aves volvían de su paseo. Ellas le platicaban de todo lo que veían en su vuelo; ocasionalmente traían algo consigo, en Pepper eran siempre flores pequeñas y simples (algunas veces espigas o flores campestres), nada que hubiera dentro de los majestuosos campos en la propiedad, Varel se encargaba de cosas más pesadas, aunque la mayoría llegaban dañadas por el agudo roce de sus garras. Pero eso no importaba a la pequeña, porque cada objeto parecía darle un brillo de vida a sus opacos ojos.
Una tarde Varel había llegado con un rollo de láminas delgadas y brillantes, lo que más tarde ella les explicó como papel (en realidad quiso hacerles entender lo que era una revista). Calik observó la calma con la que la niña pasaba su vista sobre ella. Y reconoció el distintivo fulgor de la añoranza.
Calik lo había entendido…
Fueron pocos los días que pasaron después de eso cuando sucedió; la tarde había bajado, Lily se encontraba sentada en la piedra más grande a orillas del estanque del pez, con los pies en el agua. No apartaba la vacía mirada de la ventana por donde debieron haber entrado hacía ya mucho. La noche cayó y con ella las estrellas, y la chica seguía en la misma posición de horas antes. Aquel chico había entrado y se había ido ante la negativa de la chica a salir. Los esperaba. Aún los esperaba.
Orfeo estaba junto a Calik, pero no decía palabra; ninguno de los dos lo decía; aunque sabía muy bien lo que había pasado. Calik lo miró extrañado acercársele a su ama y maullar lastimero, 'No, ellos volverán' dijo su voz de niña tomándolo a su regazo. Calik sintió un poco de envidia y entristeció; Orfeo debía ser el compañero más antiguo de la pequeña, parecía saber a la perfección lo mucho que sentía y lo poco que expresaba.
El gato tuerto vio con su ojo viejo y cansado, lo que el no pudo con dos llenos de vida.
El amplio ventanal pronto dejó ver en su horizonte dos pequeñas figuras. Llegaban! Llegaban! Calik ladró lleno de alegría. Lily se puso en pie mientras Orfeo trepaba rápidamente al alféizar; maulló en advertencia momentos después. Algo andaba mal.
Pepper fue el primero en llegar a la percha, parecía cansado y tenía unas pequeñas rasgaduras en el pecho oscurecido, Lily lo tomó en sus pequeñas manos pero antes que dijera algo llegó Varel que por mucho falló su destino a la percha yéndose de lleno a las plantas adelante.
"Richard! Ven rápido!"
Y esa fue la única vez que Calik la vio asustada.
Varel había peleado con un halcón esa tarde. Y la vida sólo le alcanzó para llegar a casa.
'Lejos, muy lejos al norte, hay campos llenos de vida, pero sus hombres son malos y hacen que los hermanos lastimen a hermanos o los maten si es que llegan a tomar un azafrán de sus campos' fue lo último que dijo Pepper; sólo tenía unos rasguños en el pecho, pero fue el primero en morir. Ciertamente hablaba de aquel halcón, entrenado por hombres para matar a los cuervos que en verano llegaban a sus cosechas.
Calik lo sintió. Dos integrantes de su pequeña y poco común familia se marcharon, los únicos dos capaces tal vez, de iluminarle la vista a su querida niña.
Calik tomó una decisión.
"Habrá unicornios?"
"Lo hemos discutido Cariño, como se los explicarías a tus amigas?" respondió pacientemente su madre, levantándola en brazos.
"Qué amigas madre?…"
La mujer acarició el cabello rojizo de la niña. "Pero tendremos bellísimos ponies y potrillos que podrás montar." Dijo con toda intención de cambiarle el ánimo.
"Pueden ser blancos?"
"Por supuesto Lily…" y le dio un beso en la frente.
"Por que nunca antes hicimos fiesta?" preguntó la chiquilla.
"Las cosas no son fáciles Cariño, nunca hemos estado realmente seguros… y sabes la razón…"
"Es por los hombres malos?"
"Tu Abuelo ha hecho algunos arreglos y-"
La niña bufó. "Pàpa es malo. Me dijo que podía pedir lo que fuera este año, pero no es cierto!" frunció el entrecejo. "No me deja pasar el verano en América." Finalizó con cierta mueca.
"Que haría mi niña sola en América?" Puntualizó la mujer.
"Ahí es donde vive Tara."
"Tara?"
"Es mi amiga de la fuente, recuerdas?!"
Su madre pasó la mano repetidamente por el flequillo de la niña tratando de alisarlo un poco, visiblemente nerviosa.
"Mamá?" preguntó consternada Lily.
"Cariño, recuerdas lo que hemos hablado de los amigos imaginarios?"
Cómo se vería un cielo sin nubes, o un día sin sol o un
niño sin sonrisa… Cómo se vería una persona que ha
dejado de soñar?
Incompleta. Igual que su primer y última fiesta de cumpleaños…
Lily miró hacia abajo desde su pequeño balcón. No encontraba nada más divertido que ver la nada del camino a la gran entrada del castillo, algo extraño dado que era un bellísimo ocaso.
Las cosas daban giros interesantes, pensó ironizando los hechos. Y en su rostro de muñeca una sonrisa falsa fue concebida. Bebió otro sorbo de su copa.
Qué había sido su infancia? Un simple recuerdo…
Llevó sus manos al rostro. No encontrando otra manera de que las imágenes dejaran de correr frente a sus ojos verdes. Su madre en ese radiante vestido verde, los cientos de luces adornando los jardines, risas que se transformaron en llantos cuando llegaron esos hombres de negras capuchas y su madre… ella-
La copa cayó. Diminutos trozos de cristal fue el resultado. La chica entró al invernadero, su cabello volando furiosamente a la fuerza de Eros, que le gritaba con fuerza lo que estaba por venir.
"Interrumpo?" Richard llegaba por el retrato de los unicornios con su habitual actitud desenfadada.
"Parezco mortalmente ocupada?" respondió la pelirroja ocupada con las flores en una vasija.
"En realidad mortalmente aburrida." señaló el rubio.
La chica dio un suspiro. "Esto de aparentar me empieza a cansar últimamente… si esto no cambia pensaré seriamente entrar en el bosque o ver que hay en el fondo del lago o- quizá algunas broma- no lo sé- encontré un libro con unas bastante densas…"
"Pronto acabará Cariño. Sólo debemos esperar para afinar algunos detalles, lo demás vendrá solo."
El chico sonrió y se sentó a su lado. De inmediato notó el tazón con fresas frescas en su mesa de trabajo, ohhh gran debilidad, Lily miraba divertida como los ojos de chiquillo en él se debatían tentativamente entre las varas de orquídeas con las que la chica trataba, y el suculento tazón de brillantes morillas.
Se apropio de tazón segundos después…
"Podrían estar envenenadas, sabes?" Comenzó Lily. "Tu y tu pasión por las fresas te van a perder unos de estos días." Continuó intentando la simetría en su arreglo, era caso perdido. "Esto es frustrante!"
"No es de una dama perder las maneras." bromeó el chico.
"Tampoco de un caballero hablar con la boca llena." Ces't Impossible! Levantando las manos en señal de derrota se tiró al respaldo del mueble, las plantas ganaban el round! Simplemente se negaban a cooperar… y ella no tenía la paciencia para lidear con arbustos rebeldes…
"James se comportaba extraño desde hace algunos meses…" comenzó de nuevo el rubio, que acomodaba la cabeza de la pelirroja a su hombro (y contemplaba la fresa que iba a morder), "... me preguntaba si sabías cómo le volvió lo humano al cuerpo…"
Lily tomó su tiempo para contestar. Algunas varitas de nardos y orquídeas volaron hacia ella y el pleno aire comenzaron a flexionarse y unirse, formando una corona de blanco y ultramarina que ella tuvo a bien tomar. "No se nada."
Richard sonrió. Acercó su rostro al de ella y la chica evadió sus labios por centímetros. Terminó como un beso inocente en la mejilla. Richard parpadeó un poco, mitad extrañado mitad sorprendido.
"No es correcto." Dijo entonces la chica mucho antes de que él pudiera decir palabra. Se levantó, le puso la corona y salió apresurada. Discretamente corriendo, desde el ángulo donde el rubio la veía.
"No ahora que tienes el sabor de alguien más." El chico tomó otra de las fresas que miró con particular interés; con una ligera y triste sonrisa.
Para la familia no era una costumbre extraña besarse, porque un beso en los labios más que un sentido pasional era como una muestra del cariño que se guardaban entre ellos, al menos así lo comprendieron Richard y Lily desde que eran infantes; Christine lo dijo una vez: El primer beso es el que roba algo con el, no el primero que se recibe.
… Y Richard apostaría la cabeza diez a uno a que el ladrón usaba pendientes y una colonia muy escandalosa…
Se quedó un rato más recostado (hasta que acabó con las fresas). Un elfo doméstico que reconoció como Hoggy entró a su encuentro. Con visible preocupación. Éste le dijo que Dumbledore le esperaba.
"Dónde debo encontrarle?" preguntó antes de darle pie al elfo a empezar su juego de palabras.
"En el salón." Continuó nervioso. "El ama y los señores ya se encuentran allá… el señor Potter Hobby no encontrar por ningún lado Señor" el elfo empezaba a entrar en un ataque de pánico, enterraba horrorizado sus pequeñas uñas mugrosas en la piel verdosa de sus saltados pómulos.
Richard puso una mano sobre su cabeza. Y sonrió leve ante la preocupación del pequeño ser. "Según tengo entendido eres nuevo entre los elfos que se ocupan de este dormitorio, pues bien," dijo levantándose "No te preocupes por el señor Potter, sólo encárgate que pueda ver esto." Conjuró papel y tinta y escribió algunas cuantas palabras; las pasó al elfo. "Ha pasado malos días por culpa de una indigestión; lo más seguro es que lo encuentres al salir de los aseos de su habitación" y agregó con una sonrisa más pronunciada, "Encuéntralo en una media hora, aún debe de estar rasguñando las paredes…"
"Cuanto falta para que oscurezca?"
"Un par de horas. Pasa algo?"
"Llegaremos antes?" Continuó sin apartar su vista del paisaje.
"Contando que no podemos aparecernos en los terrenos, las heridas que me dejó ese ramerío infernal y el hecho que en estos momentos Dumbledore me ganaría en los 10 metros planos, tendremos que tomar transporte desde el pueblo... hmm pero creo que si."
Suspiró aliviado, ni siquiera molesto por el evidente sarcasmo. "Cuanto es el radio de la protección?"
"Esperas que sepa todo de la maldita obra?"
"Buen punto." Sonrió ligeramente.
"Qué diablos te traes?" preguntó irritado el chico que llevaba los brazos y el rostro cubiertos de banditas.
La pasividad y calma con que se siempre se conducía irritaban de cierta manera a Sirius, quien estuvo a punto de decir cosas poco gratas antes de ser interrumpido.
"Me están llamando..."
Richard decidió pasar por ciertos pergaminos a su habitación; había aprovechado la noche para revisar algunos escritos que su padre había guardado en la cámara de la casa en Suiza y tomó algunas notas… encontró muchas cosas interesantes acerca de algunos poderes referentes a la familia… y la manera de bloquearlos.
Al salir se topo con el rostro cetrino de Forsoise. Se llevó el susto de la vida (ahora comprendía lo que Lily había sentido aquella vez); la chica acababa de salir de las sombras, como si fuera su naturaleza vivir en ellas; Alain realizó, sin embargo, que algo había de diferente en la chica, sólo permaneció ahí, como poseída. Lo miraba directo a los ojos, y el chico pudo ver que los de ella parecían arder.
"Te esperaba," dijo con una voz mucho mas aguda y ronca. "Acaso creíste que podrías escapar de mi? No después del atrevimiento que cometiste…Gran error ese niña preciosa… ahora verás lo caros que cuestan los errores con Lord Voldemort-" Una sonrisa marcó el rostro de la joven, haciéndola ver como una especie de psicópata.
En medio segundo las cosas volaron de las manos del chico, y fueron reemplazadas por su daga. A diferencia de la de Lily, la daga de Richard era de diseño más bruto; más grande (después de todo la mano del hombre es más grande), y más pesada. Su brillo era diferente también, mientras que el de la daga de Lily despedía un centelleo del mas puro blanco, la de él lo hacía de un tono azuloso y cristalino.
La chica no pareció inmutarse. Y eso lo advirtió Alain a tiempo. Estuvo a punto de cometer el error de atacarla…
Ahogó un suspiro de sorpresa. La chica comenzaba a llorar lágrimas de sangre…
"Ayúdale… no dejes que le alcance…" alcanzó a entender entre sus sollozos. "No le dejes *Snif* No dejes que le alcance- Denubu y Xyrver- Gissbed enloquece- *Snif* Quadior agoniza. Es un error. Ella lo sabe. Llévala… el momento no ha llegado."
Alain la alcanzó justo en el momento en que comenzó a caer… tenía el entrecejo y el rostro contorsionado- que le pasaba? No comprendía nada de lo que acababa de decir… que fue esa voz que le oyó? Acaso Voldemort había encontrado una manera de poseerla? Imposible. Ninguna maldición podría controlar a un miembro de una familia sello sin que los otros lo sintieran… sobre todo Jacques, a quien se había referido después? Dijo llévala, entonces era una mujer… pero la única metida en todo esto sería Lily… hablaría de alguien más? La pregunta era quien…
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el tembloroso cuerpo de la chica que parecía despertar de un sueño más cercano a pesadilla. Lo volvió a mirar a los ojos, pero esta vez, los de ella había recuperado su habitual tono grisáceo, aunque un poco apagado.
"Sucedió de nuevo, no es así?" Preguntó sin sorpresa.
De la gastada locomotora descendían no menos de 50 personas a la caída de la tarde. La estación de Hogsmeade había sido el destino. Los magos y hechiceras llevaban levitados los baúles de las pasadas compras en Londres abriéndose paso entre los que abordaban el expreso. Una chica bajó. De su espesa capa sangre salía desprendido un mechón de cabello de un negro profundo, que reflejó la poca luz que quedaba del día cuando levantó la vista al cielo.
"Tanto tiempo…" dijo en el mismo suspiro que el viento silenció. La chica lo advirtió. "Así que después de todo estás aquí." La media sonrisa de rojos labios que la capucha dejaba al descubierto se profundizó, y con ello dio media vuelta y se alejó.
Esos días en el pueblo todo era tranquilidad, al término de la primavera los árboles empezaban a desprender colores y aromas, llenando las calles de agradables tonos rosáceos. Las posadas tenían disponibilidad, debido a la temporada de escasez de viajantes. Eleanor Hornsby tuvo el placer de guiar personalmente a la chica de cabellos negros a la habitación.
"Sabe como puedo llegar al colegio Hogwarts?"
Eleanor le miró con sus rosadas mejillas y sonrió. "Por supuesto querida, sólo tienes que salir a la calle principal, ahí verás el castillo de lejos, sigue derecho a las carrozas del viejo Sollom y en 15 minutos llegarás, pero me temo que sólo admiten visitantes en horas de oficina, tendrás que esperar a mañana." Respondió la anciana con un característico acento maternal antes de retirarse.
La habitación no era algo espectacular, una cama, un ropero y un tocador de espejo empañado por el tiempo. Del techo colgaba un candelabro sencillo de unas cuatro o cinco velas con un hechizo para que se quemaran sin consumirse; la puerta del aseo estaba roída y algo picada, termitas mágicas, lo más probable. La extraña sonrió, había alfombras gastadas cubriendo la duela que quedaba libre.
Se apresuró a retirarlas.
Sacó de su manga la varita, apagó las luces e hizo un hechizo silenciador; retiró de su bolsillo un pequeño saquito. Era hora de comenzar con el trabajo…
Alain hacía acto de presencia. Se sintió algo extraño al ver que las miradas de todo el grupo se dirigían a él, había algo raro en ellas, pero no podría decir que…
Pasó la mirada tentativamente a la extensión de la habitación. En su centro había una gran roca que despedía cierta luz, como un diamante en bruto del tamaño de un elefante bebé; en pocas palabras: Enorme.
James se suponía estaba hablando con dos herederos; Lily estaba al extremo opuesto, completamente consciente de que éste la miraba receloso platicar con el chico de pupilas azules; Prit Lavara-Caszac, según entendía Alain. Un poco más a su derecha se encontraba el tío Jacques, que lo miró con una gran sonrisa antes de volver a la plática con Lestat, quien asintió en saludo. Dumbledore hablaba con McGonagall de la mejor manera de curar la artritis (o algo así) junto al que parecía el mayor de los visitantes.
Celos, los mejores platillos del mundo, padecimientos de la vejez…
Alain suspiró levemente; éstas eran las armas que utilizarían contra el mago tenebroso? En un segundo el plan ya no parecía tan buena idea. Por un lado estaba Forsoise, mentira o no lo que había dicho le inclinaba al beneficio de la duda, no sobraría algo de prevención después de todo; del otro, el viejo Dumbledore, a quien su padre le habría confiado la vida misma, un viejo excéntrico si, de mente tan compleja que dudaba que incluso para chico de Percival fuera fácil comprender, pero el más noble de todos los hombres en la tierra y- planeaba emplear un hechizo de artritis en la batalla?
Cambio de planes... urgente.
Suspiró con más fuerza. Muchas más. Se perdió totalmente en sus pensamientos, que no vio aproximarse a su compañero auror.
"Sabes que estación del año es?" preguntó casualmente James, quien se acercaba por su extremo derecho.
"Por supuesto, pronto entraremos a verano," respondió al salir de su ensimismamiento, extrañado. "A qué viene la pregunta?"
"Sólo me preguntaba acerca de eso…" James señaló con una gran sonrisa la corona que Lily le había puesto en la cabeza horas antes.
Demonios!
James ahogó un poco la risa. "Me perdí de algo- es decir, te preparas para Miss Verano o algo? Caroline dejó esa ropa interior que usan las mujeres muggles en la playa, con suerte y podemos hacer que entres en ella… y- ya sabes- también algo con *Ahem* lo que sale sobrando…"
A este punto, Alain se había sonrojado a tal grado que las mejillas le hervían. A un ademán de la mano la corona desapareció y reapareció en la cabeza de Lily que se volvió a verle con una sonrisa y le mandó un beso (que James notó y la alegría le acabó a ambos).
Alain continuaba hablando pero James perdió el hilo al observar a la Lily reanudar su amena charla con el 'tapón de alberca' (como cariñosamente se refería al joven heredero de Percival), se enfrascó unos instantes en la manera en como la chica, podría asegurar, evitaba su vista. Inconscientemente sonrió, una sonrisa altanera.
"Bañador…"
"Qué?" contestó en automático, recordando que supuestamente lo había estado escuchando.
"Tal vez si fijaras tu atención en otro lado que no sea Lily tu cerebro tendría la capacidad de registrar que el mundo sigue girando…"Alain parecía silbar las palabras impaciente "… dije que se llama bañador a la 'ropa interior' de playa."
"En serio las mujeres se ponen eso!?" Se volvió hacia el rubio en asombro, con cierto tinte de… ansiedad? Horror? Hacía ya un tiempo que Caroline había comprado 'eso', pero al parecer su padre tenía las mismas reservas que él acerca de ver a su hija usar tan poco en público, no que Caroline Potter tuviera una mala figura, todo lo contrario y- y- eeeeeeeeee…
… las neuronas se le agotaron… no estaría mal visitar una playa muggle eh?... (A/N: Algunas lo llamamos mal de Sirius… estamos pensando en una cosa y PAM! De repente dejamos de pensar correctamente -o sanamente-)
"Ni siquiera lo pienses." Alain lo sacó de sus pensamientos con un golpe en la cabeza. "Sucio."
"Pensar que!?" Se defendió el chico de cabello negro, con un ligero tinte rojizo en el rostro.
"Nada que tenga que ver con pelirrojos, y sabes específicamente a cual me refiero."
"Quién te dice que no era Molly Sullivan?" James se defendió con la primer pelirroja que recordó, Molly Sullivan había estado unos años arriba, según sabía se había casado y tenía un niño.
"Quién me dice que no era Arthur Weasley?" fue la rápida respuesta, divertida, "por que no concursar por el premio gordo?"
"Silencio Idiota." Amenazó James. "Que a ti nada más te falta el cetro y el vestido rosa para salir corriendo en busca de un príncipe azul."
Los dos se miraron en un momento, fuego en la mirada. Alain apretaba los puños mientras James lo hacía con la quijada, uno frente al otro, sin parpadear.
"Particularmente, prefiero el lila." Cortó el rubio adoptando una posición más relajada.
"Si, bien, creo que Arthur Weasley entra en el concepto de pelirrojo," James se rascaba la cabeza. "Es una lástima que Molly se haya adelantado."
"No pareces sincero." Alain sonrió. "Creo que conozco a una pelirroja que tiene oportunidad si tu amor por Weasley no es verdadero."
"Sabes que Lily primero-" las palabras se le escaparon de la boca. "mira lo que ha pasado, sabes que algo planea y yo estoy listo a responder y-"
"Quién dice que hablo de Lily?" apresuró el rubio. "Acaso no has visto como te ve Marissa Clay?" preguntó con sorna. Tuvo que esperar la reacción del chico ante semejante nota. Marissa Clay era una mujer entrando a sus treinta que trabajaba en las oficinas del ministerio, hechicera asistente era su puesto, y poco menos que todos se habían dado cuenta de los ojos que le lanzaba al chico Potter cada vez que éste se paraba por ahí. James la había tratado un par de veces y a su gusto la palabra que mejor la describía era 'empalagosa', ahora veía por que…
"Creo que voy a declararme gay..." resolvió decaído James. "También me agrada el lila, crees que combine con mis ojos?"
"Eso es completamen- es- está fuera de sí!" James gritó nuevamente. Visiblemente perturbado.
La pequeña reunión había terminado hacia ya unos minutos. También había llegado Remus y un Sirius quejumbroso, éste había tenido problemas con el árbol que James dejó plantado en el campo de entrenamiento hacía unos días, llegó con varias heridas en brazos y piernas provocadas por lianas espinosas -que según dijo- 'el arbusto del infierno' había comenzado a desarrollar; a ellos se había unido Lily, quien ofreció hacer algo por sus heridas y se retiró al tiempo en que al chico de ojos traviesos se le escapó de lo labios un 'casi me corta el racimo!', poco después la chica comprendió por que en los rostros de los chicos ardieron en microsegundos (… por que se turnaron a golpearlo y por que Richard desviaba con toda intención la mirada...); James por su parte, prefirió callarse la parte en la que debía decir: 'Sirius, esa planta debe estar atravesando la pubertad, da gracias que no le salieron bubotubérculos sobre el tronco' por obvias razones.
"Alguna mejor idea?" preguntó pacientemente Remus, aturdido pero paciente.
James permaneció en silencio.
"No subestimes la magia de los herederos James," continuó Richard en el mismo tono de voz que Remus. "Tu mismo llevas el don más poderoso."
"Y de que me sirve si no lo sé usar?" James pasó la mano y alborotó más su cabello.
"Nadie dijo que sería sencillo." Continuó Alain. "En un principio -según lo que he leído- los poderes se repartieron a los caballeros para asegurar que el mismo Merlín no los alcanzara cuando el lado oscuro lo tentó. Los herederos se supone deberían ser el contenedor, no la fuente."
"Y la lección es?" preguntó nuevamente James.
"Que ninguno de los poderes fue pensado para que otros los utilizaran, es eso?" Terminó Remus extrañado, se dirigió a Richard, quien asintió.
Alguien gruñó.
"Donde aprenden a golpear así?" habló una voz detrás de ellos. "Ciertamente no fue en Hogwarts o el ministerio," Sirius se levantaba de la cama a la que había sido llevado inconsciente. "… Porque yo no aprendí… o tal vez sea la desventaja de TRES contra uno."
"Algo así," respondió James con sorna. "Nunca había visto a nuestro amigo Moony sonrojarse así… no puedo recordar siquiera que se haya sonrojado alguna-"
*Plaf!* un cojín se le estrelló directo al rostro, cortesía por supuesto, de Remus.
"Y que me dices tu, Prongs? Eras el primer dispuesto a taparle los oídos a nuestra Lily." Contestó.
"Sin duda fue Alain quien se llevó el premio, mira que no cualquier caballero tiene tan perfeccionado el arte de mandar a volar a una señorita…" continuó James.
"Amor apache?" sugirió un Sirius sonriente.
"Situaciones extremas requieren medidas extremas." Contestó Richard con falsa seriedad. Cuando James dijo mandar a volar, no sólo se refirió a lo textual, Richard en verdad mandó a volar a la chica, que cayó (afortunadamente) en los brazos de alguien. Tal vez no fue a propósito, "la culpa es de Sirius, no era mi intención hacerlo; me puso nervioso."
"Tiende a tener ese efecto…" Remus sentenció discretamente.
"Hey!" Sirius pasó la mirada hacia el último comentario, pero decidió ignorarlo, porque aunque no lo aparentara le parecía divertido. "Bien, que sucedió mientras estaba- uhmm… fuera?"
Las expresiones del grupo decayeron. Richard habló: "Dumbledore ha logrado infiltrar espías en el grupo de Voldemort y ha dado los primeros resultados antes de lo que lo esperaba. Estamos de pie sobre el objetivo…"
Los ojos aún adormilados de Sirius se abrieron completamente en horror. Pero antes de que pudiera decir algo Richard continuó. "Si, Hogwarts y la mayoría de Hogsmeade, en una semana. Nuestra ventaja es que ellos no saben que sabemos-"
"Y la desventaja?" preguntó inmediatamente el chico Black.
"Mucho que proteger, pocos elementos."
"Algún plan?" preguntó visiblemente preocupado.
"Sabemos que su ejército está conformado principalmente por criaturas oscuras, que aunque estúpidas la mayoría pueden hacer gran daño en corto. Nuestro verdadero problema es el espacio que debemos cubrir y protegernos de los mortífagos con sus maldiciones..." Continuó Remus.
"Es por eso que necesitamos el portal de Avalon." Sentenció Alain.
"El qué?" volvió a preguntar Sirius, a pesar de sentirse algo tonto.
"Es magia Avalonesa, Padfoot." James se sentó a su lado. "No soy un experto en el tema pero según lo poco que entendí, será nuestra ayuda."
"El único inconveniente es que se necesitará de las fuerzas de siete de los herederos para llamarla." Terminó Richard volviéndose a la ventana. "Y hemos perdido el rastro al último..."
"Dumbledore debe estar loco." James señaló. "Siete herederos es toda nuestra fuerza."
"Debes darle el mérito de que es un estratega brillante." Agregó Remus.
"Sólo le falta la sordera y un piano…" Richard hablaba distante sin apartar la vista de las afueras. "Regresaron…"
La vida en Francia era tranquila, rodeada de inmensos jardines, costosas flores y fuentes labradas con tal devoción que parecían piezas dignas de museos. Ella había crecido entre los muros de aquel pequeño paraíso. Entre mármol y granito, entre sedas y oropeles y entre risas que nunca pudo compartir.
Años trascurridos en el sinsabor de no conocer más cielo o más horizontes que los que dejaba ver su pequeña jaula de oro.
No era que se quejara de su infancia, no; después de todo tuvo más de lo que pidió jamás: grandes muñecos de felpa, los mejores libros, golosinas a toda hora, incluso lo mejor del creciente cine muggle… que niño hubiera deseado otra cosa?
Nya Faery.
Lily creció entre los lujos de un palacio de cristal, rodeada de adultos que trataban de complacerla hasta en el más mínimo detalle con tal de ganar su simpatía. No reía, no lloraba, ni siquiera parecía un niño. Tenía muñecas, pero no jugaba con ellas; tenía golosinas, pero no las comía; tenía libros, películas, pinturas… todo.
Menos libertad.
Lo había pedido cientos de veces, quería salir: conocer personas, tal vez algunos niños de su edad, ver las catedrales, palacios, y ver aunque fuera una vez las flores que Pepper le llevó incontables veces…
Pepper… él había sido muerto hacía unos dos años junto a Varel. Y con ellos comenzó a suceder…
Irónico. Orfeo le llegó a los brazos cuando apenas era un gatito, y se le fue de la misma manera, cuando la edad comenzaba a pesarle. Fue el primero en llegar y el último en irse; después de Pepper, Varel, Calik y el señor Mantequilla.
Después del accidente de Pepper y Varel, olvidó por unos meses sus ganas de salir, liada por el comportamiento de las personas. Por otro lado, las nuevas clases de historia familiar que apropiadamente el abuelo Fernand añadió no fueron de gran ayuda. Por qué existía el odio? Por que los hombres mataban a sus hermanos cuando ella había visto a un águila, un ruiseñor, un gato, un perro y un pez dorado convivir como si fueran una familia?
No lo entendía, y no encontraba respuesta que la convenciera.
Las cosas fueron tranquilas el tiempo consecuente. Su abuelo había accedido a recibir visitas en casa, así fue como conoció a los LaRue, a Forsoise (una chica un año mayor) y a Lestat (que parecía conocer a Remí desde hacía mucho). Poco después supo de su peculiar situación, pero eso no importaba porque Richard ahora pasaría la mayor parte a su lado.
Una tarde salía en compañía de Vieth (quien parecía verla como a otra hermana) a los jardines. En su camino tuvo que detenerse. Calik estaba tirado a la orilla de uno de los arbustos del laberinto y respiraba con dificultad. Tenía mucha espuma en la boca, y los ojos desorbitados. Lily apremió al chico a que hiciera algo, él trató. Calik murió envenenado.
Hacía un tiempo que el perro salía a hurtadillas, Lily lo permitió porque sabía que esta era su prisión, no la de él. Un año pasó recorriendo a placer las calles de las afueras, llevándole a su regreso todo tipo de cosas que se podían encontrar. Éste le platico de las tiendas de carnes, de helados y restaurantes más allá, lo más lejos que había llegado, emocionado. Lily prestaba atención fingiendo interés, cuando en realidad lo había perdido hacía mucho.
Ahora Calik moría envenenado por las mismas manos de las que hablaba embelesado.
No era justo, pensaba enojada al tiempo que recordaba, nadie dijo que lo sería…
El Señor mantequilla fue el siguiente. Ningún pez dorado vive mucho en cautiverio, y ella no había recibido precisamente a un pez bebé. Murió de tristeza.
Ya sólo le restaba un gato viejo que no tardó mucho en morir.
… Y no lloró ni por Varel, Pepper, o por el alegre Calik, por el sereno Señor Mantequilla o por el fiel Orfeo, ni una gota de lluvia cayó de los cielos grises de aquellos días, pero inundaron su pequeño corazón con una rabia por 'los de afuera' y su estúpida visión y avaricia.
Estaba enojada, simple y llamanente enojada; y no lo supo hasta que llevaba carcomida gran parte del corazón.
Si! De nuevo yo.
Me gustaría decir que todo lo que escribí es mío, pero no es así. He estado leyendo mucho a Cassandra Claire (Draco Dormiens, Draco Sinister y Draco Veritas) y creo que me ha influenciado un poco (espero que para bien), también recordé una frase que dice Dream en una escena de "The Sandman", el diálogo va mas a menos así: -No es justo- -No, no lo es-. Bueno no es textual pero es la idea no? Y hay otra cosa que necesitaba referencia... humm... mi memoria de pollo lo ha dejado ir.
Muy probable es que con esto esté subiendo el chap 15 de Lily's Quest, y un poco después el de Nine Lives si es que mi Beta se aparece (alguien se apunta?). NOTICIA: Jade Okelani me ha dado permiso de hacer la tradu de su fic D/G 'Our Winter', así que si ella no decide publicarlo lo haré yo (pueden preguntarle a Shagy Sirius como me puse esa tarde); esa es una de las razones por las que he estado un poco alejada de ffnet (Jamás me olvidaría de mis fics!), pero estoy de vuelta!
Tal vez no sepan mucho de mi en las próximas semanas; el libro de HP sale el 21 de este mes y a mi me llega el 28, como suponen me verdearé leyendo nuestra Biblia #5 y luego les paso el dato *Croiff está que la comen las ansias*
Pero weno, a los fieles reviewers:
Kari Radcliffe: No recuerdo si te alcancé a mencionar en el chap anterior, porque fuiste un review de último momento. Yo andaba por esas fechas en colapse y medio por los exams, hope u like it!
Hinkypunk: Ya me he leído las nuevas versiones de tus chaps, pero no se si ha entrado el review... ya ves como se las gasta ffnet. A mi parecer concuerdo contigo con lo del chap, he tenido mejores.
Mena: Bueno, casi no me detengo a ver las nubes, eso implica estar bajo el sol de un horrendo verano; pero he visto algunas veces formas chistosísimas también. Gracias por tus deseos, pero como todos lo veíamos venir reprobé electric circuits y mate III. QUIEN ME DA UNAS CLASESITAS!
Rey Miyamoto: Bueno, yo tb vi la peli de Anastasia, pero te olvidaste de darme los datos del fic!!!!!!!
Hermione 73: Hmm... creo que no entendí bien, hasta ahora llevo publicada solo una tradu, que es la de Lily's quest; el Treceavo Poder nada más está al español (que yo sepa) y sipe, yo soy la autora. Me alegra que te guste.
Leri: Sabes? La idea del review diario no me parece mala, hehe... ya hubiera llegado a las 500. Creo que ya dejé review a los fics, pero si no fíjate y me avisas. En cuanto a los estudios ya salí de semestre... y eso es ya mucho decir.
Myrtle: Totalmente apreciado review. Eres una de mis críticas mas sinceras (Gracias Gracias). Claro que trato de cuidar el comportamiento de cada personaje, si no que sentido tendría esto!? Mil gracias.
Fernanda Rozner: Como ves la inspiración llega algo tarde... pero lo importante es que llegó no?
Jeru: BROMEAS!? Después del L/J los D/G son mi pasión! Creo que te va a gustar la tradu de 'Our Winter', porque yo hasta la fecha considero que ese fic merece un altar.
Padme: Lamentablemente si, esto se acaba en unos chaps más, aunque no te puedo asegurar cuantos. Aún estoy pensando si abordar a fondo el tercer año de Lily en Hogwarts, porque eso me tomaría al menos 10 chaps más, y si de por sí ya da flojera leer esto... como van con lo del Blog?
Joyce Granger: llevo revisando este chap casi una semana y aún no me siento segura de si esto es lo que quería publicar finalmente, espero que te guste.
Abril: Ahhhhhh... me emocionó mucho tu review! Siempre intento hacer lo mejor posible por este ficcie, es lindo ver que tus esfuerzos se recompensan de alguna manera, pero yo no me compararía a tanto; a mi tb me gusta leer mucho, creo que es por eso que logro hacer algo entendible...
Ligia Potter: OTRO REVIEW Please (cara de cachorro) X 10 base 100!!!!!! *Croiff tiene flojera de escribir... ahhh benditas mates*
Rosario Gillian Padfoot: Que comprensiva eres... eres la única que no trata de matarme cuando me tardo demasiado... tu si me comprendes *Croiff se suelta al llanto*
Tana Abbot: No no no! Soy mas terca que una mula! Puedes buscar en internet y verás que es de Béquer! *caite con la Croiff obsesiva* Jaja... me alegra que me haya salido bien la actitud que adopta James... ese era el plan y creo que se entendió.
Gerardo: Whoopsie Lilies... creo me enviarás un howler despues de mi larga ausencia, pero a poco no me extrañaste? (hehe... *risa nerviosa* acuerdate que leer enriquece el espíritu, er- no importa que sea el mismo texto una y otra vez...)
Olympe: a mi tb me da alegría cuando veo que me llegan los review cuando toy conectadita... Hehe... deberías ver como me pongo... oh si, me emociono con facilidad y me pongo a brincar como conejo (... y ya se lo que está diciendo Myrtle en estos momentos: Cueraaaaaaaaaaaaa!), me tienes esperando con tu fic, está bien que yo tarde, pero lo tuyo ya es una eternidad!
Selene Snape: es que sobre eso gira nuestro querido plot!!!! Soy fanatica de los romances difíciles y de finales felices! Pero no desesperes, que esto no tarda en solucionarse. Gracias por agregarme.
Arwen (Vanadis?) Magic: Comparto tu idea del título, a mi tb me encantó. Aún no solucionas tu problema con el messenger? Gracias por darte el tiempecito, prometo entrar a la comu más seguido ahora que ando de vaga, apenas le estoy descubriendo todas las partes... cuantas somos ya?
Yadhwiga: Ese es el plan, pero en el siguiente espero, es donde comienza lo bueno. Y llegó el chap, tarde pero seguro...
Dark Lily: Clover es mi historia favorita, aunque aquí en Mexico no creo que la hayan publicado, me estoy leyendo RG veda que me los prestó una amiga junto al libro de los Giovanni (se me está haciendo un clan verdaderamente interesante en el rol). Respecto a Nine Lives, no creo, o más bien no lo he pensado; lo consideraré en cuanto lo lleve avanzado.
Carlita_Heart: Dejame adivinar, eres chilena? Tu review me hizo preguntarle al experto, ya ves que una se informa?
Gin-Gin: yo tb pansé algunas materias, y otras no las pasaba ni a trancazos... pero bueno, ojalá te hayas divertido. Como pudiste leer, Lily tiene más traumas de los que imaginas... y a James todavia no le toca el plato fuerte... creo que el next chap me va a gustar. Sabes que James está algo inestable en estos ultimos chaps, y peor que no sabe como manejar toda la magia que lleva en la sangre, mi teoría es que una parte de eso se canalizó fuera de él cuando se enojó y eso fue lo que golpeó a Lil. Lo de los ojos verdes es un chiste local.
Allyson Tao Potter: Gracias... Poder femenino!!
Joanne Distte: Bueno, no se como esté esto de los derechos de autor y todo el rollo, no se si haya problema con que ya se lo haya permitido a otra persona (te enojas Myrtle?), pero en lo que respecta a mi, claro que lo puedes hacer.
Mary: creo saber de lo que hablas, a mi tb seguido me aparecen esos detestables mensajes de que las páginas están hasta el tope, por lo demás, puedes ver en mi perfil los demás fic que llevo, Nine Lives lo escribo mientras que Lily's quest es una traducción que hago. Creo que te contesté el otro review con anterioridad, pero en VERDAD trato de mejorar.
Kixi (nice nick): Gracias.
Princess of Darkness: Tardado tardadito... gracias.
Paulina Gryffindor: Heeeeeeeee te tomaste tantas molestias por leerlo? Jaja... nunca planeé que esto resultara tan perjudicial a la salud... Disculpa el retraso pero la escuela me estaba secando el cerebro y apenas está volviendo a ser el mismo que solía ser... a veces me siento perseguida (me pregunto por que?). Contestando a tus preguntas creo que respecto a la relación entre Remi y Lily ha quedado clara en este chap, se adoran, pero como familia que son... el problema es que no han hablado de eso con nadie y la mente cochambrosa de James anda pensando lo que no es; la diablerie es un rito que hacen entre vampiros (muy pronto voy a retomar el tema) para ganar poder, se trata de matar a otro vampiro y se dice que es mayormente entre distintos clanes (aunque en el libro del rol -yo tengo el Malkavian- dice que los que la están practicando actualmente son los vampiros de la primera generación -o treceava, o sea, los papás de cada clan- que están despertando de un largo sueño con los de su mismo clan). Sipe, creo que a grandes razgos eso es.
Mary y Okidoki: Gracias.
Terminéeeeeeeeeeeeeee! Treinta Reviewers! Más chaps como este! Da gusto (y cansancio) poder agradecerle a tantas personas. Un beso,
Kirie Croiff
