Los nombres y los personajes de Harry Potter son propiedad de J. K. Rowling y Warner Bros.© Los nombres y personajes inventados, los cuales serán reconocidos por el público son propiedad de las Magical Sisters. (Pueden escribirnos a xD) Las canciones presentadas son propiedad de los grupos musicales Bellepop y S club7 y su disquera correspondiente. ( Es por si las dudas!! XxUU )
Fanny & Fatae: Hola!!!!!!
Fanny: Wow! Esta vez si nos pasamos...Mil Disculpas!!! -
Fatae: Perdón! .. En fin, este Cáp. dejaremos que ustedes mismos descubran lo que pasa...
Fanny: Intriga, Misterio, Hechizos y travesuras!!
Fatae: Ellos mismo van a descubrirlo Fanny! ¬¬
Fanny: xDU Perdón, jeje.
Fatae: ¬¬U...bueno esperamos retomar la conexión con ustedes...
Fanny: Y esperamos que les guste este Cáp. como siempre xD!
Fatae: No olviden los reviews! Jeje
Fanny: Y nos vemos hasta la próxima, que les asegura será más pronto.
Fanny & Fatae: Bye!
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Moon Enchanted
Cáp. 14 El secreto de los chicos.
Las clases comenzaron y poco a poco se llenaban de deberes y deberes, los EXTASIS estaban cerca y ni las chicas y ni los chicos tenían tiempo para pensar en el amor, y apenas era miércoles cuando ya tenían que entregar metros y metros de pergaminos sobre pociones, rebeldes duendes y transformaciones...
- Ahora moriré de cansancio! -
- Créeme, no serás la única Marianne -
Las chicas trabajaban en la sala común, cuando oyeron que la puerta se abría, no le hubieran dado importancia sino hubiera sido Sirius quien entraba corriendo llamando a gritos a Remus y a James.
-Los han visto? – Les preguntó antes de que Ellel le empezará a llamar la atención por haber irrumpido de esa forma en la sala.
- No, por qué? Qué pasa? -
- No... – Pero Sirius fue interrumpido...
- Sirius, qué esperas? Vamonos! – James y Remus bajaron rápidamente las escaleras, se despidieron de las chicas sin contestar a sus preguntas y salieron de la sala.
- Hasta el sábado chicas! – Peter salió tras sus amigos.
- Sábado!? – Las chicas no tardaron en reaccionar.
- Traman algo! – De inmediato Lily empezó a sacar conjeturas.
- ese grupito cualquier cosa esperamos! -
- Ha...hasta el sábado?! -
- Vamos Marianne, se pasa rápido, además así tendrás tiempo para acabar tus tareas no? -
- Bueno, lo superaré, pero la pregunta aquí es, Lily podrá? Sobrevivirá sin James? - Sus amigas rieron y Lily solo le mando una de esas miradas entre divertida y asesina.
- Cállense! -
- En fin...que estarán tramando esta vez? – Dijo Ellel rompiendo el silencio que se había producido.
-No sé, pero ha de ser algo muy largo, tardarán tres días!! – Marianne había dando un punto inteligente.
- Cuatro si llegan en la noche – Le corrigió Ellel.
- Que más da, es mucho tiempo, la verdad es que me gustaría averiguar a donde habrán ido...- Lily despertó la duda en sus amigas.
- Y que estarán haciendo – Le complemento Marcela.
- Bueno averigüémoslo mañana, ya hay que dormir! – Y todas siguieron a Ellel por las escaleras después de haber recogido todo y sin haber despejado esas dudas de la cabeza. Ahora en qué líos estarían los chicos?
Tras no poder seguir durmiendo, Marianne abrió los ojos, todo estaba oscuro, miró su reloj, pasaba ya la medianoche, trato de volver dormir, pero después de despierta sería difícil conciliar el sueño otra vez. Se levantó y se puso a mirar la ventana, había una luna llena preciosa. La observaba y algo llamo su atención, pero al voltear no pudo verlo bien, se parecía al ciervo que habían visto meses atrás, pero no estaba segura. Tomó su cámara y antes de convertirse...
- Qué tramas Alben traviesa? -
- Hola Lily...mmm...nada – Y sonrío con un poco de nerviosismo – Muy bien, me cachaste, iba a salir, es que creo que vi...olvídalo - Lily se acercó a ella – Qué fue lo que viste? -
- Bien, vi al ciervo otra vez...creo -
- Marianne! Estás bien loca ni siquiera la otra vez hubo un ciervo, solo nos encontramos a...los...chicos – Lily puso esa cara que ponía cuando su cerebro empezaba a trabajar con rapidez, parecía que estaba razonado y tramando algo a la vez.
- Qué piensas Lily? – Marianne se extrañaba cada vez que Lily hacía lo mismo, pero era común ya en ellas esa mirada, cada una tenía la propia, cómo no acostumbrarse?
- Cómo ibas a salir? -
- Bueno...Ellel y yo investigamos y con los poderes que tenemos podemos convertirnos en personitas de 15 cm; hadas en pocas palabras, conservando nuestra propia identidad, ya lo intentamos y funcionó, ahorita no podría ser la excepción o si? -
- Mmm...interesante...y puedes convertir a alguien en hada limitadamente, por ejemplo, a alguien como yo? -
- Creo que sí, pero tendría que ver el libro -
- Está debajo de mi cama – Ellel no había abierto los ojos y en su voz se notaba un deje de cansancio y sueño, pero al parecer estaba oyendo la conversación.
Marianne y Lily husmearon debajo de su cama y sacaron un gran libro adornado con flores y hojas y no se notaba muy bien el título.
- No quieres venir? – Le preguntó Lily a Ellel.
- Ir a dónde? – Le respondieron al mismo tiempo Ellel, con sueño y Marianne, con sorpresa.
- Es que creo que los chicos todavía andan por aquí, y...no sé creo que...-
- Creo que estas obsesionada con ellos, y dile a James lo que sientes ya de una buena vez quieres? -
Marianne estaba asombrada, Ellel jamás le había dicho eso en ese tono de voz a Lily, siempre le daba consejos como: No te rindas! o algún otro parecido, la había regañado antes, pero no así, pero pronto la comprendió, tanto Ellel como ella ya estaban hartas de que Lily siguiera de orgullosa y fingiera no sentir nada por James, pero al parecer Lily no captaba la verdad oculta detrás de esas palabras.
- Y tu no lo estas con Sirius? -
- No -
- Y vas a venir? -
- Mm...No, me contarás mañana – Se dio la media vuelta y se durmió nuevamente, Marcela no se había percatado de absolutamente nada.
- Bueno como quieras, a ver préstame el libro – Y Lily encontró el hechizo.
-Lily...dime qué es lo que planeas primero te parece? -
- Mira, la verdad es que no tengo la menor idea, solo se que el ciervo eran los chicos -
- Animagia? -
- Tú lo has dicho -
- interesante...pero...cómo? -
- Averigüémoslo y hagámoslos confesar -
- Ellel tiene razón estás obsesionada, en fin, ponte allí...-
E hizo el hechizo, Lily quedó reducida a solo 15 cm y volaba con unas alas resplandecientes rojas completamente al igual que el lindo vestidito que llevaba.
- Aaah...Qué encanto! Jaja – Después Marianne tomó su cámara y al poco tiempo llevaba alas azules al igual que el vestidito y salieron por la ventana.
Hacía viento, y a veces empujaba a Lily, pero con la práctica aprendió a volar como Marianne. En cuanto se aproximaron al bosque descendieron hasta 1 metro lejos del suelo y aunque todo estaba oscuro, algo las guiaba.
Oyeron un aullido lamentable, bastante familiar ya para ellas, se quedaron inmovilizadas en el aire por un momento, abrazadas, un sentimiento de pánico se había apoderado de ellas, pero nada se comparaba con lo que les seguía.
Sintieron un aire caliente detrás, no querían voltear, esperaba que solo fuera la brisa nocturna, aunque era demasiado ilógico, aún era invierno. Ambas voltearon y se encontraron cara a cara con un enorme perro negro! Marianne parecía desmayarse del susto, pero Lily la sostuvo y trataron de emprender el vuelo de escape, pero el enorme perro las agarró por la parte de atrás de su vestido. Ahora qué sería de ellas!?
El perro comenzó a correr, las chicas iban abrazadas, esperaban que se rompiera el vestido, se desgarrará o algo y así escapar, pero no pasó nada, solo les quedaba esperar ser el almuerzo. El perro se detuvo y ahí estaba, el ciervo, en vivo y a todo color, las chicas lo miraron, no lo creía; el perro emitió un gruñido, sin abrir siquiera el hocico lo suficiente como para que ellas salieran libres, el ciervo dio un resoplido y una patada a la vez en el suelo, como negándole algo, pero el perro se dio la media vuelta y se fue, y el ciervo desapareció en el bosque.
Pronto comprendieron que el perro se dirigía hacia el sauce boxeador, por alguna razón este no reacciono como solía hacerlo. Entró por un hueco y todo estaba oscuro, pero al parecer el perro sabía lo que hacía.
De la nada entraron en una habitación, estaba toda polvorienta, vieron una rata pasar. EL perro subió por las escaleras y se detuvo frente a una puerta, dudo al entrar, pero finalmente empujo la puerta con su húmedo hocico y bufó de alivio al ver que la habitación estaba vacía.
Se acercó a la cama y dejo a las pequeñas hadas sobre, las chicas no sabían que hacer, si irse o quedarse, pero no tuvieron tiempo de razonarlo pues el perro cambió de forma y ante ellas estaba Sirius!.
Marianne cambió de forma también, olvidando que Lily estaba ahí:
- Qué haces aquí? – Fue lo primero que se dijeron Sirius y Marianne.
- No deberían estar aquí – Sirius parecía más preocupado que enojado, Lily llamó la atención de Marianne y está volvió a transformarla en humana.
- Por qué? Qué pasa Sirius? – Lily estaba decidida a saberlo ya era hora de saber.
- No soy el indicado para decírselos -
- Decirnos qué? – Marianne había adoptado esa forma de hablar y actuar cuando las cosas estaban fuera de lo cómico, estaba tranquila, no tenía miedo, era solo la desesperación de volver al dormitorio y olvidar todo, algo dentro le decía que se había metido en algo que no la involucraba pero a la vez la hacía parte de.
- Bueno...no escuchen no puedo decir -
Lily parecía que iba a reclamar o algo, pero Marianne habló primero:
- Está bien ya nos vamos - Y abrió la ventana y para su sorpresa vio que en ves de Hogwarts veía nada más ni nada menos que el pueblito de Hogsmeade – Solo dinos como salir – Y cerró la ventana.
- Solo prometan que no le dirán a nadie que somos animagos – Les suplico Sirius, Lily no podía persuadirlo a decir algo que no podía, ella quería saber, lo admitía, pero tampoco quería obligar a hablar, cuando era necesario lo hacía, pero la atmósfera le decía que era un gran secreto.
- Está bien, perdona, ya nos vamos, y no te preocupes no les diremos a nadie nada.– Marianne la vio asombrada, pero sabía que había comprendido que no podía saber.
- Bien en ese caso, cuando volvamos al castillo hablamos les parece, bien, ahora...- Pero algo hizo que Sirius se callara, se oyó el ruido de unas pisadas y la puerta se abrió, era James. Sirius respiró alivianado.
- Qué hacen aquí? – Fue lo primero que les preguntó, tampoco estaba enojado, tenía la misma mirada que Sirius, llena de preocupación.
- Ya nos íbamos – Le dijo Lily, tampoco parecía estar enojada.
- Eso no fue lo que pregunte -
- Ustedes pueden pasearse por la noche y nosotras no? Vaya, justicia divina -
- que no es tiempo para discutir no creen? – Tanto Sirius
- Escucha Lily, paséate todo lo que quieras, pero no deberías estar aquí...es muy peligroso – Y por primera vez cruzaron una mirada en la que no había enojo u odio, había algo así como sinceridad y algo más...
- De acuerdo, ya nos íbamos en serio – Pero en cuanto se acercaban a la puerta (sino como saldrían sin abrir la puerta en forma de hada?) Sirius cerró la puerta de golpe y se transformó en perro, James pareció entender algún mensaje.
- Rápido, conviértanse en hadas, RÁPIDO!! – Las chicas no tuvieron tiempo de preguntar, Marianne hizo el hechizo y volvieron a hadas nuevamente, James las tomó entre delicadeza y rapidez y las encerró en un armario despostillado por polillas. Encontraron un huequito por el que ver y se asomaron a ver que es lo que estaba pasando.
Oyeron un aullido, otra vez ese aullido, y cada vez estaba más cerca!. Fue cuando lo vieron entrar, era enorme, pero tanto como el ciervo, que era James, y al perro negro, que era Sirius, lo hacían ver mansito.
Las chicas no quisieron sacar conjeturas aquella criatura podía ser Peter...o Remus, la verdad es que no lo querían pensar, además de que no podían concebir la idea de que alguno de aquellos dos lindos chicos pudieran ser ese hombre lobo que en ese momento se acercaba la armario. Lily y Marianne lo vieron muy, muy cerca, Sirius trató de apartarlo, pero el hombre lobo se empañaba en oler el armario. Fue entonces cuando Marianne supo quien era el merodeador detrás del lobo, los ojos lo dijeron todo, la pregunta era muy simple: por qué no se lo había dicho?!
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Fanny & Fatae: Hola!!!!!!
Fanny: Wow! Esta vez si nos pasamos...Mil Disculpas!!! -
Fatae: Perdón! .. En fin, este Cáp. dejaremos que ustedes mismos descubran lo que pasa...
Fanny: Intriga, Misterio, Hechizos y travesuras!!
Fatae: Ellos mismo van a descubrirlo Fanny! ¬¬
Fanny: xDU Perdón, jeje.
Fatae: ¬¬U...bueno esperamos retomar la conexión con ustedes...
Fanny: Y esperamos que les guste este Cáp. como siempre xD!
Fatae: No olviden los reviews! Jeje
Fanny: Y nos vemos hasta la próxima, que les asegura será más pronto.
Fanny & Fatae: Bye!
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Moon Enchanted
Cáp. 14 El secreto de los chicos.
Las clases comenzaron y poco a poco se llenaban de deberes y deberes, los EXTASIS estaban cerca y ni las chicas y ni los chicos tenían tiempo para pensar en el amor, y apenas era miércoles cuando ya tenían que entregar metros y metros de pergaminos sobre pociones, rebeldes duendes y transformaciones...
- Ahora moriré de cansancio! -
- Créeme, no serás la única Marianne -
Las chicas trabajaban en la sala común, cuando oyeron que la puerta se abría, no le hubieran dado importancia sino hubiera sido Sirius quien entraba corriendo llamando a gritos a Remus y a James.
-Los han visto? – Les preguntó antes de que Ellel le empezará a llamar la atención por haber irrumpido de esa forma en la sala.
- No, por qué? Qué pasa? -
- No... – Pero Sirius fue interrumpido...
- Sirius, qué esperas? Vamonos! – James y Remus bajaron rápidamente las escaleras, se despidieron de las chicas sin contestar a sus preguntas y salieron de la sala.
- Hasta el sábado chicas! – Peter salió tras sus amigos.
- Sábado!? – Las chicas no tardaron en reaccionar.
- Traman algo! – De inmediato Lily empezó a sacar conjeturas.
- ese grupito cualquier cosa esperamos! -
- Ha...hasta el sábado?! -
- Vamos Marianne, se pasa rápido, además así tendrás tiempo para acabar tus tareas no? -
- Bueno, lo superaré, pero la pregunta aquí es, Lily podrá? Sobrevivirá sin James? - Sus amigas rieron y Lily solo le mando una de esas miradas entre divertida y asesina.
- Cállense! -
- En fin...que estarán tramando esta vez? – Dijo Ellel rompiendo el silencio que se había producido.
-No sé, pero ha de ser algo muy largo, tardarán tres días!! – Marianne había dando un punto inteligente.
- Cuatro si llegan en la noche – Le corrigió Ellel.
- Que más da, es mucho tiempo, la verdad es que me gustaría averiguar a donde habrán ido...- Lily despertó la duda en sus amigas.
- Y que estarán haciendo – Le complemento Marcela.
- Bueno averigüémoslo mañana, ya hay que dormir! – Y todas siguieron a Ellel por las escaleras después de haber recogido todo y sin haber despejado esas dudas de la cabeza. Ahora en qué líos estarían los chicos?
Tras no poder seguir durmiendo, Marianne abrió los ojos, todo estaba oscuro, miró su reloj, pasaba ya la medianoche, trato de volver dormir, pero después de despierta sería difícil conciliar el sueño otra vez. Se levantó y se puso a mirar la ventana, había una luna llena preciosa. La observaba y algo llamo su atención, pero al voltear no pudo verlo bien, se parecía al ciervo que habían visto meses atrás, pero no estaba segura. Tomó su cámara y antes de convertirse...
- Qué tramas Alben traviesa? -
- Hola Lily...mmm...nada – Y sonrío con un poco de nerviosismo – Muy bien, me cachaste, iba a salir, es que creo que vi...olvídalo - Lily se acercó a ella – Qué fue lo que viste? -
- Bien, vi al ciervo otra vez...creo -
- Marianne! Estás bien loca ni siquiera la otra vez hubo un ciervo, solo nos encontramos a...los...chicos – Lily puso esa cara que ponía cuando su cerebro empezaba a trabajar con rapidez, parecía que estaba razonado y tramando algo a la vez.
- Qué piensas Lily? – Marianne se extrañaba cada vez que Lily hacía lo mismo, pero era común ya en ellas esa mirada, cada una tenía la propia, cómo no acostumbrarse?
- Cómo ibas a salir? -
- Bueno...Ellel y yo investigamos y con los poderes que tenemos podemos convertirnos en personitas de 15 cm; hadas en pocas palabras, conservando nuestra propia identidad, ya lo intentamos y funcionó, ahorita no podría ser la excepción o si? -
- Mmm...interesante...y puedes convertir a alguien en hada limitadamente, por ejemplo, a alguien como yo? -
- Creo que sí, pero tendría que ver el libro -
- Está debajo de mi cama – Ellel no había abierto los ojos y en su voz se notaba un deje de cansancio y sueño, pero al parecer estaba oyendo la conversación.
Marianne y Lily husmearon debajo de su cama y sacaron un gran libro adornado con flores y hojas y no se notaba muy bien el título.
- No quieres venir? – Le preguntó Lily a Ellel.
- Ir a dónde? – Le respondieron al mismo tiempo Ellel, con sueño y Marianne, con sorpresa.
- Es que creo que los chicos todavía andan por aquí, y...no sé creo que...-
- Creo que estas obsesionada con ellos, y dile a James lo que sientes ya de una buena vez quieres? -
Marianne estaba asombrada, Ellel jamás le había dicho eso en ese tono de voz a Lily, siempre le daba consejos como: No te rindas! o algún otro parecido, la había regañado antes, pero no así, pero pronto la comprendió, tanto Ellel como ella ya estaban hartas de que Lily siguiera de orgullosa y fingiera no sentir nada por James, pero al parecer Lily no captaba la verdad oculta detrás de esas palabras.
- Y tu no lo estas con Sirius? -
- No -
- Y vas a venir? -
- Mm...No, me contarás mañana – Se dio la media vuelta y se durmió nuevamente, Marcela no se había percatado de absolutamente nada.
- Bueno como quieras, a ver préstame el libro – Y Lily encontró el hechizo.
-Lily...dime qué es lo que planeas primero te parece? -
- Mira, la verdad es que no tengo la menor idea, solo se que el ciervo eran los chicos -
- Animagia? -
- Tú lo has dicho -
- interesante...pero...cómo? -
- Averigüémoslo y hagámoslos confesar -
- Ellel tiene razón estás obsesionada, en fin, ponte allí...-
E hizo el hechizo, Lily quedó reducida a solo 15 cm y volaba con unas alas resplandecientes rojas completamente al igual que el lindo vestidito que llevaba.
- Aaah...Qué encanto! Jaja – Después Marianne tomó su cámara y al poco tiempo llevaba alas azules al igual que el vestidito y salieron por la ventana.
Hacía viento, y a veces empujaba a Lily, pero con la práctica aprendió a volar como Marianne. En cuanto se aproximaron al bosque descendieron hasta 1 metro lejos del suelo y aunque todo estaba oscuro, algo las guiaba.
Oyeron un aullido lamentable, bastante familiar ya para ellas, se quedaron inmovilizadas en el aire por un momento, abrazadas, un sentimiento de pánico se había apoderado de ellas, pero nada se comparaba con lo que les seguía.
Sintieron un aire caliente detrás, no querían voltear, esperaba que solo fuera la brisa nocturna, aunque era demasiado ilógico, aún era invierno. Ambas voltearon y se encontraron cara a cara con un enorme perro negro! Marianne parecía desmayarse del susto, pero Lily la sostuvo y trataron de emprender el vuelo de escape, pero el enorme perro las agarró por la parte de atrás de su vestido. Ahora qué sería de ellas!?
El perro comenzó a correr, las chicas iban abrazadas, esperaban que se rompiera el vestido, se desgarrará o algo y así escapar, pero no pasó nada, solo les quedaba esperar ser el almuerzo. El perro se detuvo y ahí estaba, el ciervo, en vivo y a todo color, las chicas lo miraron, no lo creía; el perro emitió un gruñido, sin abrir siquiera el hocico lo suficiente como para que ellas salieran libres, el ciervo dio un resoplido y una patada a la vez en el suelo, como negándole algo, pero el perro se dio la media vuelta y se fue, y el ciervo desapareció en el bosque.
Pronto comprendieron que el perro se dirigía hacia el sauce boxeador, por alguna razón este no reacciono como solía hacerlo. Entró por un hueco y todo estaba oscuro, pero al parecer el perro sabía lo que hacía.
De la nada entraron en una habitación, estaba toda polvorienta, vieron una rata pasar. EL perro subió por las escaleras y se detuvo frente a una puerta, dudo al entrar, pero finalmente empujo la puerta con su húmedo hocico y bufó de alivio al ver que la habitación estaba vacía.
Se acercó a la cama y dejo a las pequeñas hadas sobre, las chicas no sabían que hacer, si irse o quedarse, pero no tuvieron tiempo de razonarlo pues el perro cambió de forma y ante ellas estaba Sirius!.
Marianne cambió de forma también, olvidando que Lily estaba ahí:
- Qué haces aquí? – Fue lo primero que se dijeron Sirius y Marianne.
- No deberían estar aquí – Sirius parecía más preocupado que enojado, Lily llamó la atención de Marianne y está volvió a transformarla en humana.
- Por qué? Qué pasa Sirius? – Lily estaba decidida a saberlo ya era hora de saber.
- No soy el indicado para decírselos -
- Decirnos qué? – Marianne había adoptado esa forma de hablar y actuar cuando las cosas estaban fuera de lo cómico, estaba tranquila, no tenía miedo, era solo la desesperación de volver al dormitorio y olvidar todo, algo dentro le decía que se había metido en algo que no la involucraba pero a la vez la hacía parte de.
- Bueno...no escuchen no puedo decir -
Lily parecía que iba a reclamar o algo, pero Marianne habló primero:
- Está bien ya nos vamos - Y abrió la ventana y para su sorpresa vio que en ves de Hogwarts veía nada más ni nada menos que el pueblito de Hogsmeade – Solo dinos como salir – Y cerró la ventana.
- Solo prometan que no le dirán a nadie que somos animagos – Les suplico Sirius, Lily no podía persuadirlo a decir algo que no podía, ella quería saber, lo admitía, pero tampoco quería obligar a hablar, cuando era necesario lo hacía, pero la atmósfera le decía que era un gran secreto.
- Está bien, perdona, ya nos vamos, y no te preocupes no les diremos a nadie nada.– Marianne la vio asombrada, pero sabía que había comprendido que no podía saber.
- Bien en ese caso, cuando volvamos al castillo hablamos les parece, bien, ahora...- Pero algo hizo que Sirius se callara, se oyó el ruido de unas pisadas y la puerta se abrió, era James. Sirius respiró alivianado.
- Qué hacen aquí? – Fue lo primero que les preguntó, tampoco estaba enojado, tenía la misma mirada que Sirius, llena de preocupación.
- Ya nos íbamos – Le dijo Lily, tampoco parecía estar enojada.
- Eso no fue lo que pregunte -
- Ustedes pueden pasearse por la noche y nosotras no? Vaya, justicia divina -
- que no es tiempo para discutir no creen? – Tanto Sirius
- Escucha Lily, paséate todo lo que quieras, pero no deberías estar aquí...es muy peligroso – Y por primera vez cruzaron una mirada en la que no había enojo u odio, había algo así como sinceridad y algo más...
- De acuerdo, ya nos íbamos en serio – Pero en cuanto se acercaban a la puerta (sino como saldrían sin abrir la puerta en forma de hada?) Sirius cerró la puerta de golpe y se transformó en perro, James pareció entender algún mensaje.
- Rápido, conviértanse en hadas, RÁPIDO!! – Las chicas no tuvieron tiempo de preguntar, Marianne hizo el hechizo y volvieron a hadas nuevamente, James las tomó entre delicadeza y rapidez y las encerró en un armario despostillado por polillas. Encontraron un huequito por el que ver y se asomaron a ver que es lo que estaba pasando.
Oyeron un aullido, otra vez ese aullido, y cada vez estaba más cerca!. Fue cuando lo vieron entrar, era enorme, pero tanto como el ciervo, que era James, y al perro negro, que era Sirius, lo hacían ver mansito.
Las chicas no quisieron sacar conjeturas aquella criatura podía ser Peter...o Remus, la verdad es que no lo querían pensar, además de que no podían concebir la idea de que alguno de aquellos dos lindos chicos pudieran ser ese hombre lobo que en ese momento se acercaba la armario. Lily y Marianne lo vieron muy, muy cerca, Sirius trató de apartarlo, pero el hombre lobo se empañaba en oler el armario. Fue entonces cuando Marianne supo quien era el merodeador detrás del lobo, los ojos lo dijeron todo, la pregunta era muy simple: por qué no se lo había dicho?!
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