Todo comenzó una tarde de agosto cuando nuestra queridísima Hermione Granger recibió una carta anónima con el mensaje "yo se la verdad, mándame una respuesta con esta misma lechuza si tu quieres saberla también, ella sabrá donde encontrarme".Hermione, como es de predecible primero comprobó que este mensaje no tuviera nada inusual y luego envió una respuesta con la lechuza, esta decía " dime quien eres y cual es el contexto de esta supuesta verdad".
La lechuza voló de vuelta dejando a Hermione pensando en el mensaje......al día siguiente le llegó una lechuza diferente a la anterior pero el mensaje que recibió fue bastante más revelador que el primero, pues este tenía las palabras "soy tu madre" escritas en ella. Hermione no se esperaba esta sorpresa, pues ella no tenía ni la menor idea de ser adoptada, nunca se lo imaginó por lo que la primera reacción que tuvo fue contestar inmediatamente la carta escribiendo "donde y cuando".
Pero esta no fue la única carta que escribió. En un pedazo de pergamino le escribió a sus tres mejores amigos: Harry, Ron y Viktor, contando lo sucedido en los últimos dos días. Luego de mandar la lechuza corrió al cuarto de sus padres para preguntarles si era cierto que ella era adoptada. Su mayor sorpresa fue que los padres se lo tomaron con mucha calma y le respondieron muy brevemente
-si, lo eres- dijo su padre sin mirarla a los ojos y suspirando-con tu madre nunca pudimos tener hijos, lo intentamos incluso por in vitro, pero - hizo una pausa- nada.
Hermione no asimilaba bien las palabras que estaba escuchando de parte de su padre, todo pareció no tener sentido desde la palabra "eres". De pronto su madre habló:
- ¿cómo te enteraste?
- por medio de una lechuza -dijo Hermione- acaba de llegar- le dijo en voz muy baja y mirando a su madre pero sin enfocar.
- ¿quién te la envió?
- no lo sé -dijo- no decía quien era.
La conversación fue interrumpida por el teléfono, era del trabajo de su padre y su madre aprovechó la oportunidad para ir a la cocina para evitar seguir el tema.
Pasó al rededor de una semana y la situación en su casa se fue haciendo cada vez más insoportable ya que el tema no se volvió a tocar. De pronto una lechuza se estrelló contra la ventana. Era el mensaje que estaban esperando:
"hija:
Lo siento pero no puedo revelar mi identidad aun pero podemos juntarnos en la casa de los gritos en Hogsmeade cuando vuelvas a tu próximo curso en Hogwats. Hasta entonces podemos mantenernos en contacto.
Nos vemos
Tu madre
P.D: Debes decirme cuando es tu primera visita a Hogsmeade para ver si ese día lo tengo disponible
Hasta entonces"
Hubo un gran silencio durante la hora de almuerzo.
Llegó septiembre y Hermione fue a la estación donde se encontró con sus dos mejores amigos Harry y Ron, al llegar a Hogwarts disfrutaron del banquete como de costumbre. Al llegar al a la sala común de Griffindor les contó todo lo ocurrido durante el verano y ambos quedaron algo sorprendidos cuando terminó su historia
- ¿eres adoptada?-dijo Ron preguntando algo que ambos tenían en sus mentes.
Hermione solo se limitó a mover su cabeza. Luego de unos momentos de silencio Hermione le preguntó a Harry acerca de su verano pero no obtuvo respuesta.
Él solo se fue a su pieza y tanto Ron como Hermione decidieron hacer lo mismo pensando que la habían embarrado al preguntarle eso.
A la mañana siguiente Hermine recibió una nueva carta de su madre biológica preguntándole cuando era su primera visita a Hogsmeade, a lo que Hermione le respondió que era a principios de octubre y que quería que se juntaran a la hora de almuerzo. A día siguiente recibió una lechuza que le decía que debía ir sola.
Octubre llegó y la primera visita a Hogsmeade con él y a la hora acordada fue a la Casa de los Gritos. Realmente no se esperaba ver a quien vio. Era nada más ni nada menos que Bellatrix Lestrange. Si, la misma que mató a Sirius, el padrino de Harry, y amigo de ella. Hermione levantó su varita pues pensó que se trataba de una emboscada para hacer sufrir a su amigo Harry y que había más mortífagos detrás de un árbol o dentro de la casa, pero no, solo estaba ella, ahí parada sonriendo como quien veía a un amor de juventud después de años.
- hija- dijo con voz de emocionada, e incluso más humana que la que ya conocía.
- no te acerques!- respondió Hermione con voz asustada.
-¿me tienes miedo hija?- dijo con la voz temblorosa.
-¿que quieres de mi?- preguntó agresivamente, aun con la varita en alto.
-¡accio! - la varita de Hermione voló a las manos de Bellatrix- siento tener que hacer estas cosas para que me escuches hija.
-DEJA DE DECIRME HIJA, TÚ ERES UNA ASESINA, MATASTE A SIRIUS.
-si es cierto- dijo con mucha calma en su voz- me gustó su cara de pánico al atravesar el velo, no lo puedo negar- dijo con un dejo de risa en su voz- pero el punto es que tu ers mi hija Hermione, acéptalo.
-no puedes ser mi madre- dijo casi en un susurro mirando anonadada el suelo
-hija...-dijo acercándose a ella- créelo- le entregó la varita- ¿crees que haría esto si no fuera cierto?
-no lo se-dijo Hermione aun sin mirarla a los ojos
-pensé que te habían matado cuando me mandaron a Azkaban- dijo con una gota de pena en la voz- pero aun así averigüe, por si acaso y te encontré-una lagrima corrió por su rostro.
-mamá- dijo Hermione abrazándola.
