CAPITULO 12: RENACER Y DESPERTAR

AÑO TRECE DEL NACIMIENTO DE ATENA

Saori volvió al Santuario. Acababa de vencer a Hades, y solo los caballeros de bronce habían sobrevivido esa cruel batalla.

-¿Qué haremos ahora, Saori?- dijo Seiya- ahora que los caballeros dorados...-

-Tengo que compensarlos- dijo Saori- porque se sacrificaron para salvarme...-

Saori se dirigió al cementerio del Santuario. Encendió su cosmo. Uno a uno comenzaron a levantarse: Mu, Aldebarán, Saga y Kanon, Máscara Mortal, Aioria, Shaka, Dokho, Milo, Shura, Camus y Afrodita. Todos le agradecieron a Atena que les hubiera devuelto la vida.

-No sé porqué- dijo Saori- pero siento que me falta algo...-

Shura y Saga se miraron entre ellos, y luego a Aioria.

-Atena- dijo éste- quisiéramos pedirle un favor...-

Llevaron a Saori a un cementerio en Atenas. Se detuvieron frente a una tumba, que tenía caracteres en japonés. Solo decía: 'Sagitario'. Saori entendió, y encendió su cosmo de nuevo. De la tumba surgió un chico de veintisiete años, de cabellos castaños y ojos verdes.

-Gracias, Atena- dijo él.

-Aioros- dijo Saori- gracias a ti. Tú fuiste el primero que me salvó la vida, y que lo ha estado haciendo aún después de morir...-

-No... no es nada- dijo Aioros, algo apenado.

-¡Hermano!- exclamó Aioria, abrazándolo.

-Te extrañé- dijo Aioros, sorprendido de ver a su hermano tan grande.

Saga y Shura lo miraban dudosos. Aioros les sonrió.

-Aioros, perdóname- dijo Saga- yo...yo no quería...-

-Y a mí también- dijo Shura- debí escucharte...-

-Amigos- dijo Aioros, abrazándolos a ambos al mismo tiempo- no hay nada que perdonar...los extrañé mucho...-

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Más tarde, en el Santuario, Marín estaba distraída recogiendo unas lanzas del suelo, cerca de la entrada del recinto de las amazonas. Una vez completamente cargada de lanzas, tanto que no podía llevar una sola más, se levantó y se dio la vuelta, encontrándose cara a cara con un rostro sonriente.

-Hola, Marín-

-¡Aioros!- exclamó Marín, dejando caer al suelo lo que tenía en su mano, tan sorprendida de haberlo visto.

-No me mires así, no soy un fantasma- dijo Aioros, adivinando el rostro de Marín bajo la máscara.

-Estás vivo- exclamó Marín- es increíble...-

-No, es increíble en lo que te has convertido, Marín- dijo Aioros- oye, quisiera preguntarte sobre Ariadna...-

El rostro sonriente de Aioria fue cambiado por un semblante de preocupación. Marín agachó la cabeza.

-¿Qué?- preguntó Aioros.

-Aioros- dijo Marín- ven, tenemos que mostrarte algo...-

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Aioria y Marín condujeron a Aioros a un hospital.

-¿Para qué...?-

Pero ninguno de los dos tuvo el valor de decirle lo que había sucedido aún. Lo llevaron a través de los pasillos. Tercer piso. Cuidados crónicos.

-Hola, Marín- dijo una doctora que iba pasando.

-Hola- dijo Marín- venimos a verla...-

-Pasen, ya saben donde está...- dijo la doctora, retirándose.

Los tres cruzaron el pasillo hasta la última puerta. Marín puso su mano en la perilla, pero antes de abrirla, Marín comenzó a hablar.

-Aioros, hace cuatro años... Ariadna tuvo un accidente...-

-Dos amazonas la emboscaron- dijo Aioria- la hermana de Níobe y su maestra...-

-Ella quería dejarse morir al principio- dijo Marín- pero luego dijo que tú le habías prometido volver por ella, y que ella te prometió que no moriría. Se interpuso para salvarme, pero estaba muy lastimada para detener el último ataque y... cayó a un barranco...-

Aioros escuchaba todo eso, asustado.

-Pero, ¿ella está bien, verdad?- preguntó.

-La trajimos aquí, y le salvaron la vida- dijo Aioria- pero...-

-Se había golpeado la cabeza- dijo Marín- el golpe fue muy severo...-

-Y desde entonces está aquí- dijo Aioria. Marín abrió la puerta, y Aioros entró.

Su preciosa muñeca estaba ahí, acostada en la cama, con las sábanas hasta el pecho y sus brazos sobre ellas. A pesar de haber crecido durante los últimos trece años aún tenía el mismo aire de inocencia. Pero eso no fue lo que lo dejó helado.

La chica estaba intubada, con una especie de mariposa de plástico en su boca, conectada a un aparato que sonaba cada cinco o seis segundos. En su brazo izquierdo tenía un manguito conectado a una computadora, que sonaba al son de los latidos de su corazón. En su brazo derecho, algunas agujas que pasaban suero.

-¿Está...está en coma?- preguntó Aioros, sintiendo un horrible nudo en la garganta. Marín asintió y Aioria murmuró un 'sí' casi imperceptible.

-Marín viene a verla todos los días- dijo Aioria- y se encargó de que solo la atiendan mujeres...-

-¿Despertará algún día?-

-No lo saben...- dijo Marín- dicen su corazón es fuerte aún, pero no puede respirar por sí sola...-

-Son muy pocas esperanzas, pero las hay...- dijo Aioria.

-Lo siento, Aioros...- murmuró Marín.

Aioros tomó una silla y se sentó al lado de la cama. Marín tomó a Aioria del brazo y lo sacó de la habitación.

-Aquí estoy, mi cielo- dijo Aioros, tomándola de la mano. Emitió un suspiro- ahora ya sé lo que sentiste cuando era yo el que estaba muriendo... créeme que no quería irme... yo solo quería vivir por ti...-

Aioros acomodó un poco los cabellos de Ariadna, y suspiró otra vez. Sintió sus ojos humedeciéndose. Aquello no era justo.

-Marín y Aioria han cuidado bien de ti- dijo Aioros- y ahora yo también. Te prometo que pasaré todo el tiempo que pueda a tu lado...-

Acarició su mejilla y la besó.

-Te veré mañana, mi amor...- dijo él, y salió con los ojos llenos de lágrimas. No se dio cuenta que en el momento en el que sus labios hicieron contacto con la mejilla de ella, el corazón de Ariadna comenzó a latir con mayor rapidez.

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Pasaron varios días. Saori y el resto de los caballeros miraban preocupados a Aioros quien, lejos de estar feliz de haber recuperado su vida, parecía como si quisiera morir de nuevo.

-Shion, estoy preocupada por Aioros- dijo Saori.

-Yo también- dijo Shion- creí que estaría feliz de volver a verla...-

-¿A quien?-

-Aunque pensándolo bien, ya han pasado varios días y yo tampoco la he visto...-

-¿A quién?- repitió Saori.

-A una chica- dijo Shion- espere...-

Shion salió y volvió en quince minutos con Marín.

-Marín ya me explicó lo que ocurrió- dijo Shion- Atena, ¿podría acompañarme?-

-¿A dónde?-

-A verla- respondió Shion.

-¿A ver a quien?- dijo Saori, cansada de no entender nada.

-A la persona que la saludó por primera vez en este mundo...-

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-¡No puedo creerlo!- exclamó la doctora, al ver la cantidad de personas que entraban al pasillo de Cuidados Crónicos: Saori, el Maestro Shion, Marín, Aioria y algunos otros caballeros dorados y de bronce- Marín, ¿qué sucede?-

-Venimos a ver a Ariadna, doctora...- respondió la amazona.

Como no cabían todos, solo entraron Saori, Shion, Marín, Aioria y el testarudo Seiya, que no quiso quedarse fuera.

-¡Ya la recuerdo!- exclamó Seiya al verla- ella iba a verme entrenar al principio...-

-Así es- dijo Aioria- Atena, te presento a Ariadna de Corona Boreal, jefa de amazonas y maestra de Marín-

Marín asintió.

-Ella fue la persona que la ayudó a nacer hace trece años- dijo Shion.

-Y nos salvó la vida a los caballeros dorados una vez- dijo Aioria.

Saori miró a la chica. Tenía la edad de Saga y Aioros, o un poco menos.

-Era la novia de Aioros, ¿verdad?- dijo Saori, y Aioria asintió- así que tú eres la causa de que mi caballero esté tan triste...-

Al decir esto, Saori puso una mano en su antebrazo. La frecuencia del corazón de Ariadna comenzó a aumentar al sentir el contacto con la mano de Saori.

-Marín, llama a la doctora-

Marín así lo hizo.

-Por favor, quítele todas las agujas y los tubos- dijo Saori cuando la doctora llegó.

-Si lo hago, ella morirá- dijo la doctora- no puede respirar por sí sola...-

-No morirá- dijo Saori- por favor...-

La doctora la miró, dudosa. Pasó su vista de Saori a Marín, quien asintió. La doctora obedeció y quitó primero las agujas y luego el tubo en su boca. Una de las pantallas comenzó a sonar.

-Su oxígeno está cayendo- dijo la doctora- de cien a ochenta...-

-Ariadna, escúchame- dijo Saori, encendiendo su cosmo- es Atena quien te habla... ¡te ordeno que respires!-

-Sesenta- dijo la doctora.

-¡Respira!- dijo Saori.

-Por favor, respira, Ariadna- dijo Marín en voz baja, mirando como las puntas de los dedos de su maestra se empezaban a teñir de un color azulado.

-Cincuenta- dijo la doctora.

-¡Respira!-

En ese momento, Ariadna hizo una inspiración profunda, como si tuviera hambre de aire, o como si acabara de salir del agua después de estar sumergida mucho tiempo. Lo hizo varias veces, y luego tosió.

-Increíble- dijo la doctora- su oxígeno ya está en cien...-

-Ariadna, despierta- dijo Saori, tocando su frente y encendiendo su cosmo una vez más.

La chica abrió los ojos débilmente, y parpadeó.

-¿Atena?- murmuró ella, y Saori asintió- he estado dormida mucho tiempo... debería tener nueve años...-

-Has estado dormida cuatro años- dijo Marín.

-Lo sé- dijo ella- escuchaba tu voz casi todos los días, Marín... ¿ese es Seiya?-

-El mismo- dijo Seiya, sonriendo orgulloso. Ariadna sonrió.

-¿Sigues siendo igual de testarudo?- preguntó, haciendo reír a todos.

Los caballeros que estaban fuera comenzaron a tratar de entrar a empujones.

-¡Ariadna!¡Estás bien!- exclamó Shura.

-Ya era hora de que despertaras, muñeca- dijo Saga.

-Extrañaba que me dijeras eso- dijo Ariadna- ¿dónde estuviste todo el tiempo?-

-Larga historia- dijo Saga, volviéndose a Shion. Ariadna lo miró extrañada.

-¿Quién es él?-preguntó.

-¿No reconoces al maestro Shion?- dijo Seiya.

-¿Ma...maestro?- dijo ella, parpadeando- pero...pero si estaba...-

-¿Muerto?- dijo él- sí, pero Atena nos revivió...-

-Así como a...- comenzó Seiya, pero Saga lo interrumpió.

-Bueno, basta de charlas- dijo Saga.

-Tenemos que volver al Santuario- dijo Shura.

-Y hacer una entrega- agregó Aioria, levantando a Ariadna en sus brazos.

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Aioros estaba en su casa de Sagitario. Siempre había querido volver a la vida, pero solo para volver a estar con Ariadna, no para descubrir lo que había sucedido, y pasar todo el día al lado de la chica, quien tal vez jamás despertaría.

Se tiró en la cama, y cerró los ojos. Tal vez si se dormía, despertaría en un rato y se daría cuenta que todo había sido una larga pesadilla.

Escuchó pasos en su casa, y salió al encuentro de su visitante. Era Saori.

-Hola, Aioros- dijo ella.

-Hola- dijo él, inclinándose.

-Sé que estás triste- dijo Saori- has perdido muchas cosas por mi causa...-

-Ese es mi deber- dijo tristemente Aioros.

-Lo sé- dijo Saori- pero también es mi deber recompensarte...-

-No es necesario-dijo Aioros.

En ese momento, otros caballeros comenzaron a llegar a la casa de Sagitario.

-Aioros, parece que crees que Atena no puede devolverte lo que te quitó...- dijo Shion.

-Pero sí puede...- dijo Mu.

-...porque ella sabe lo que significaba más para ti- dijo Camus.

-Y que renunciaste a ella por cumplir con tu deber...- dijo Shaka.

-Nosotros leímos tu testamento, Aioros- dijo Seiya.

-... y nos dio fuerza para continuar - agregó Shiryu.

-Aioros, fuimos amigos hace trece años- dijo Saga.

-Y te conocimos muy bien-dijo Shura.

-¿Por qué me están diciendo todo esto?- preguntó Aioros, confundido.

-Aioros- dijo Marín- te traemos un regalo de parte de Atena-

-Y tienes permiso de quedártelo- agregó Aioria. Aioros vio que alguien caminaba lentamente, apoyada en Aioria y Marín.

-¿Ariadna?-

La chica asintió y Aioros corrió a abrazarla. No lo podía creer y, al parecer, ella tampoco. Todos salieron para dejarlos a solas, porque tenían mucho de que hablar.

-Estás...- dijo Aioros, sin soltarla- no puedo creerlo...-

-Ni yo- dijo ella, sonriendo.

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-Me alegra que todo saliera bien- le dijo Aioria a Marín.

-A mí también- dijo ella- ¿viste la cara de tu hermano?-

-Sí- dijo Aioria- Marín, yo...-

-¿Qué?-

-Tenías razón- dijo Aioria- sobre mi hermano...-

-¿De qué hablas?-

-Que tenías razón sobre que mi hermano no traicionó a Atena- dijo Aioria- no había tenido tiempo de decírtelo...-

-¿Ves?- dijo Marín, contenta de que Aioria haya aceptado su derrota. Lo miró, y tenía una expresión muy sospechosa- ¿qué tramas, Aioria?-

-¿Yo? Nada...- dijo Aioria- solo que es curioso que Seiya esté parado de manos...-

-¿Seiya?- dijo Marín, volteándose. Aioria aprovechó su distracción y con una mano le arrancó la máscara, y con la otra acercó la cabeza de Marín y la besó. Marín se sonrojó, y Aioria volvió a ponerle la máscara casi de inmediato.

-¡No vi tu rostro, lo juro!- dijo Aioria, casi riendo. Marín se quitó la máscara. Estaba muy enfadada.

-¡Pues míralo bien, porque de todas maneras te voy a matar!- gritó ella.

Aioria volvió a besarla, y esta vez no permitió que se separara. Marín no tuvo más remedio que rendirse, porque había esperado eso mucho tiempo.

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Ariadna estaba sentada en el regazo de Aioros, quien a su vez estaba en un sillón, y la abrazaba como si en cualquier momento ella se fuera a ir volando. Llevaban ya un par de horas hablando de lo que había sucedido durante esos trece años que no se habían visto.

-Debe haber sido triste- dijo Ariadna- traicionado por tus dos mejores amigos...-

-Ni tanto- dijo Aioros- sé que Saga no lo hizo por su propia voluntad... alguien más lo estaba controlando. En cuanto a Shura, él creía que hacía lo correcto- suspiró- mis dos amigos eran, a pesar de todo, tan fieles a Atena como yo...-

-Lo sé- dijo ella.

-¿Te digo un secreto?- dijo Aioros. Ella asintió- te extrañé muchísimo-

-Yo también- dijo ella. Aioros le sonrió y la abrazó con fuerza.

-Ahora, nada nos podrá separar- dijo él.

-Nada-

Shion había vuelto a la sala del Patriarca después de dejar a Aioros y Ariadna.

-Me alegro que esos dos sean felices por fin- dijo Saori- sobre todo después de lo que han sufrido ambos...-

Shion sonrió, y recordó unas palabras de un poema que había escuchado hacía muchos años.

-'Porque después de todo he comprendido, que no se goza bien de lo gozado, sino hasta después de haberlo padecido. Porque después de todo he comprobado, que lo que tiene el árbol de florido vive de lo que tiene sepultado...'-

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FIN

¡Ya por fin acabé!!!! Oigan, que me creen? Claro que no podía dejar que se terminara triste... En fin, espero que les haya gustado, y muchísimas gracias por sus reviews... esperen la próxima historia, se llamará 'El templo del Sol', espero no tardarme mucho con los metiches...

Hora: lamento hacerte llorar, gracias por tu review...

Silver: lo sé, pobre Aioros pero ni hablar...pobre Ariadna y pobre Marín, solo que no quise incluir su sufrimiento con Seiya porque ya sería demasiado...

Megu-chan: hola, pequeña, espero no haber tardado...gracias por tu review

Misao CG: que no te mate!!!! Espero que te haya gustado, y gracias por tu review...

Remsie: espero no haber tardado mucho, y que te haya gustado el final. Gracias por tu review...

Elena: no me gusta hacerla sufrir, ya tuvo su recompensa, ne? Gracias por tu review...

Atalanta: gracias por tu review, y espero que esta historia haya sido de tu agrado... también espero que le pases mis saludos a Kasu y a Shaina... ¡actualiza!!!!! Jajajaja bueno, ya comencé la otra historia, de hecho, ya la estoy terminando, aunque sigue en mi libreta... ¬¬ mi papá dijo que iba a resetear la compu, pero yo sigo esperando... en fin, pronto publicaré el primer capítulo...

A todos: gracias por sus reviews, y hasta el próximo fic

Abby L. / Nona