Disclaimer: Que no, que Harry Potter y todos los personajes son de J.K.
Rowling...aunque si los quiere compartir, aquí estoy yo!
Nota: ¡¡¡¡¡Muchas gracias a todos los que me escribieron un Review!!!!! Me hicieron mucha ilusión y me han convencido para que siga adelante con la historia. Este capítulo será un poco más largo, espero que les guste!!! Y habrá más, pronto!!! Eso es, si me dejan algun tiempo libre en el instituto, jejeje.
Ah si y la frase de latín la saqué de las frases que nos ponen a veces en clase de latín, está muy bien, verdad??? Creo que explica muy bien los sentimientos de Severus en mi historia...creo.
Remus Lupin se despertó temprano. Mientras se desperezaba, un sentimiento de alegría le llenó por completo. Había dormido en una cama cómoda y tibia, comido bien el dia anterior, y por primera vez en mucho tiempo, tenía un trabajo estable que le gustaba.
Sin embargo pronto volvió a sentir la pequeña punzada de culpa, al recordar que no le había dicho a Dumbledore toda la verdad sobre Sirius Black. "Tal vez no me merezco todo esto" pensó. Pero el director confiaba en él, y Remus no se sentía dispuesto a decepcionarlo.
De camino al comedor para el desayuno se encontró con Severus Snape, que le dijo "buenos días" secamente. Remus también lo saludó, extrañado. Desde que había llegado a Hogwarts, Severus no le había dirigido la palabra ni una vez. Remus no estaba seguro, pero le daba la impresión de que intentaba evitarle. El primer día se había sentido algo contrariado por esta actitud, pero cuando recordó todo lo que había sucedido en el pasado comprendió el porqué de su actitud. Severus lo consideraba un monstruo. "Bastante comprensible", intentaba convencerse a si mismo, "porque estuve a punto de matarle".
En contra de su voluntad se encontró recordando el pasado y el vacio de todos lo últimos años vagando en soledad acabó con su alegría. "Si tan sólo las cosas hubiesesn sido diferentes-" De pronto sintió una mano en el hombro y se sobresaltó.
-El comedor...está por aquí- Severus, con una mueca tensa en la cara, le indicó la puerta del Gran Comedor.
-Ah. Si, si, claro...-respondió Remus, sintiéndose estúpido. Había estado tan perdido en sus pensamientos que no se había dado cuenta por donde iba.
Cuando entró en el comedor la perspectiva del desayuno y más tarde, las clases, hicieron que se olvidara del pasado. "Después de todo", se dijo, "Ésta es una nueva oportunidad para empezar de nuevo".
Semanas más tarde Remus se volvió a encontrar con Severus en un pasillo. Para su gran sorpresa, éste se detuvo a hablarle. Le sorprendió porque últimamente su relación se había vuelto algo más tensa de lo normal. La causa de esto fue el incidente del boggart, que pronto se extendió por toda la escuela y le había provocado a Severus bastantes disgustos. Cada vez que Severus veía a Remus su cara se contorsionaba de furia. Y cada vez que Remus veía a Severeus, tenía que morderse la lengua para no echarse a reír. Se le debía notar en los ojos porque cuando Severus lo detuvo por el pasillo, un relámapago de furia le pasó por el rostro y tuvo que hacer un esfuerzo para hablarle.
-Te he preparado la poción. Tienes que venir a mi despacho si la vas a tomar, porque yo no pienso molestarme en dártela.- Dicho esto, Severus se alejó muy deprisa sin darle tiempo a Remus de responder.
Después de las clases, por la tarde, Remus se dirigió al despacho de Severus. No había nadie, sólo un caldero humeante en una esquina. Remus no sabía si esperar a que viniera Severus o coger un poco de la poción, pero antes de que pudiera decidirse, entró Severus.
Cerró la puerta tras de sí y se le quedó mirando con una expresión indefinible en el rostro, que no era odio, sino mas bien una especie de duda. Sin decir nada fue hacia el caldero, llenó un vaso con la poción y se lo dió a Remus. Humeaba y olía a plástico quemado, pero Remus, reuniendo todo su coraje, tomó un sorbo y lo escupió al instante.
-¡Puaj! Sabe asqueroso.- comentó.
-Con azúcar no funciona. Será mejor que te la tomes rápido y te vayas.- respondió secamente Severus, aunque todavía tenia una expresión rara en la cara.
Mientras Remus se bebía la poción lo más rapidamente que podía, Severus lo miraba atentamente. Remus lo notó y lo miró, y casi se atraganta. ¿Porqué lo miraba de esa forma? Lo que vio en los ojos de Severus fue una mirada intensa, penetrante, como si...como si quisiera ver a través de su ropa. Severus tardó bastante en reaccionar, pero al fin desvió la mirada, incómodo. "Que raro está últimamente" pensó Remus, confundido. Se acabó la poción, dejó el vaso en el escritorio y se volvió para irse. –Muchas gracias- dijo.
-De nada- contestó Severus, con la expresión fria e inmutable de siempre.
Pero apenas se hubo alejado unos pasos, Remus oyó un fuerte ruido y un "¡Mierda!" en el despacho. Remus frunció el seño, y decidió no darle más vueltas al asunto.
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Eso es todo por ahora...pero habrá más!!!
Deja un review, porfa, porfa!!!!Porfaaaaaaaaaa
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Nota: ¡¡¡¡¡Muchas gracias a todos los que me escribieron un Review!!!!! Me hicieron mucha ilusión y me han convencido para que siga adelante con la historia. Este capítulo será un poco más largo, espero que les guste!!! Y habrá más, pronto!!! Eso es, si me dejan algun tiempo libre en el instituto, jejeje.
Ah si y la frase de latín la saqué de las frases que nos ponen a veces en clase de latín, está muy bien, verdad??? Creo que explica muy bien los sentimientos de Severus en mi historia...creo.
Remus Lupin se despertó temprano. Mientras se desperezaba, un sentimiento de alegría le llenó por completo. Había dormido en una cama cómoda y tibia, comido bien el dia anterior, y por primera vez en mucho tiempo, tenía un trabajo estable que le gustaba.
Sin embargo pronto volvió a sentir la pequeña punzada de culpa, al recordar que no le había dicho a Dumbledore toda la verdad sobre Sirius Black. "Tal vez no me merezco todo esto" pensó. Pero el director confiaba en él, y Remus no se sentía dispuesto a decepcionarlo.
De camino al comedor para el desayuno se encontró con Severus Snape, que le dijo "buenos días" secamente. Remus también lo saludó, extrañado. Desde que había llegado a Hogwarts, Severus no le había dirigido la palabra ni una vez. Remus no estaba seguro, pero le daba la impresión de que intentaba evitarle. El primer día se había sentido algo contrariado por esta actitud, pero cuando recordó todo lo que había sucedido en el pasado comprendió el porqué de su actitud. Severus lo consideraba un monstruo. "Bastante comprensible", intentaba convencerse a si mismo, "porque estuve a punto de matarle".
En contra de su voluntad se encontró recordando el pasado y el vacio de todos lo últimos años vagando en soledad acabó con su alegría. "Si tan sólo las cosas hubiesesn sido diferentes-" De pronto sintió una mano en el hombro y se sobresaltó.
-El comedor...está por aquí- Severus, con una mueca tensa en la cara, le indicó la puerta del Gran Comedor.
-Ah. Si, si, claro...-respondió Remus, sintiéndose estúpido. Había estado tan perdido en sus pensamientos que no se había dado cuenta por donde iba.
Cuando entró en el comedor la perspectiva del desayuno y más tarde, las clases, hicieron que se olvidara del pasado. "Después de todo", se dijo, "Ésta es una nueva oportunidad para empezar de nuevo".
Semanas más tarde Remus se volvió a encontrar con Severus en un pasillo. Para su gran sorpresa, éste se detuvo a hablarle. Le sorprendió porque últimamente su relación se había vuelto algo más tensa de lo normal. La causa de esto fue el incidente del boggart, que pronto se extendió por toda la escuela y le había provocado a Severus bastantes disgustos. Cada vez que Severus veía a Remus su cara se contorsionaba de furia. Y cada vez que Remus veía a Severeus, tenía que morderse la lengua para no echarse a reír. Se le debía notar en los ojos porque cuando Severus lo detuvo por el pasillo, un relámapago de furia le pasó por el rostro y tuvo que hacer un esfuerzo para hablarle.
-Te he preparado la poción. Tienes que venir a mi despacho si la vas a tomar, porque yo no pienso molestarme en dártela.- Dicho esto, Severus se alejó muy deprisa sin darle tiempo a Remus de responder.
Después de las clases, por la tarde, Remus se dirigió al despacho de Severus. No había nadie, sólo un caldero humeante en una esquina. Remus no sabía si esperar a que viniera Severus o coger un poco de la poción, pero antes de que pudiera decidirse, entró Severus.
Cerró la puerta tras de sí y se le quedó mirando con una expresión indefinible en el rostro, que no era odio, sino mas bien una especie de duda. Sin decir nada fue hacia el caldero, llenó un vaso con la poción y se lo dió a Remus. Humeaba y olía a plástico quemado, pero Remus, reuniendo todo su coraje, tomó un sorbo y lo escupió al instante.
-¡Puaj! Sabe asqueroso.- comentó.
-Con azúcar no funciona. Será mejor que te la tomes rápido y te vayas.- respondió secamente Severus, aunque todavía tenia una expresión rara en la cara.
Mientras Remus se bebía la poción lo más rapidamente que podía, Severus lo miraba atentamente. Remus lo notó y lo miró, y casi se atraganta. ¿Porqué lo miraba de esa forma? Lo que vio en los ojos de Severus fue una mirada intensa, penetrante, como si...como si quisiera ver a través de su ropa. Severus tardó bastante en reaccionar, pero al fin desvió la mirada, incómodo. "Que raro está últimamente" pensó Remus, confundido. Se acabó la poción, dejó el vaso en el escritorio y se volvió para irse. –Muchas gracias- dijo.
-De nada- contestó Severus, con la expresión fria e inmutable de siempre.
Pero apenas se hubo alejado unos pasos, Remus oyó un fuerte ruido y un "¡Mierda!" en el despacho. Remus frunció el seño, y decidió no darle más vueltas al asunto.
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Eso es todo por ahora...pero habrá más!!!
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