¿Cuánto más?..., siempre.

Ahora pienso, o lo intento, pero no, no pienso, o quizá si, pero pensar me lleva a ti, y siento. Solo siento. ¿Qué siento? Mentiría si dijese que te odio. Mentiría a los demás y a mi misma, porque desde el primer momento supe que nunca podría odiarte, que pasara lo que pasase, siempre te amaría. Solo me queda odiarme a mi misma por ser incapaz de olvidarte. ¿Acaso no es la mía una familia de valientes? ¿Acaso no soy yo una mujer fuerte?. Eso dicen, pero es en estos momento cuando se comprueba la fortaleza personal, y yo, digan lo que digan, empiezo a dudar de la mía.

Olvidarte... Olvidarte... Olvidarte...

Ni que fuese fácil. No, desde luego que no lo es. Y, la verdad, es que no sé si, después de todo, quiero olvidarte realmente. Creo que no, y que por eso me cuesta tanto. Todavía albergo esperanzas. Después de todo, pasamos muy buenos momentos juntos, ¿acaso ni eso recuerdas si quiera? Decepcionante. Desde luego no eres como yo creía, no, eres de lo peor: primero me engañas y ahora me borras de un plumazo de tu pasado, como si nunca hubiese existido. ¿Eso es todo para ti?.

Soledad me recorre en cuerpo y alma, de principio a fin, anudando mi garganta y arañando mi corazón. Después de tanto tiempo juntas ya tengo la suficiente confianza como para tratarla por su nombre de pila, igual que ella la tiene para invadirme a placer.

¿Cuanto más?... Siempre.

Aunque me sienta deshecha por dentro y aunque tenga miedo de haberme equivocado, por fin he terminado con todo esto..., un final tan doloroso como deseado. A veces creo que no me mereces, pero eso es solo en mis mejores momentos, luego, ese haz de autoestima se desvanece dejándome impreso en el alma el remordimiento de haberte sido un estorbo. Aunque quizá no sea cierto, eso es lo que tú me hiciste creer.

Me cambias y manipulas a tu antojo, me manejas y transformas como quieres, me tienes..., sabes que me tienes, y a mi sólo se me ocurren disculpas y mas disculpas para tu arrogante y mezquino comportamiento, excusas y mas excusas para tu imponente y déspota trato hacia mi, mentiras y mas mentiras que hasta yo he dejado de creerme; ¿acaso me crees marioneta?.

Déjame decirte algo: no lo soy; no soy muñeca de trapo que tu puedas controlar a tu gusto y placer.

...

No.

...

Déjame vivir.

...

Déjame ser yo.

...

Notas de la autora: Bueno, aquí está el segundo capítulo de este fic que salió de una de mis mayores depresiones... pero no se preocupen, ahora ya vuelvo a ser la loca sonriente de siempre . aunque no por eso voy a dejarlo sin terminar. Decir que ya el siguiente será el último capítulo, el primero era una reflexión de Ginny para con sigo misma, éste es un claro reproche de Ginny hacia Draco, y el siguiente, el desenlace, será una mini-historia normalita en la que pondré como terminarán estos dos, aunque no se cuanto tiempo tarde en subirlo, porque el domingo me voy un mes para Canadá y hasta que no vuelva...

Bueno, ya se que sigue estando cortito, pero que quieren, mis otros fics me comieron la poca inspiración que tenía hoy, porque ayer me fui a la piscina y me puse demasiado tiempo bajo el sol y ahora estoy enfermita, casi me da una insolación .

Espero que les haya gustado y que me manden reviews... pásense por mis otros fics...

GRACIAS

Azazel Black