Advertencia: Este Fanfic es YAOI, si eso te desagrada puedes abandonarlo, también contiene un lenguaje fuerte (si, malas palabras) y algunas escenas subidas de tono, sin llegar a ser limón pero casi jeje... Que mas, ¡a si!, los personajes no son míos, son de el grandioso Kurumada, y Toei que tubo el dinero para comprarlos.

Gracias: Nuevamente a Luna-wood, Hieri por seguir esta historia y dejarme su valiosa opinión sobre ella. También mil gracias a Camusaga por su cometario, la vez pasada ya había subido el capitulo 2 cuando me llego, por eso no venia incluido un agradecimiento. Para DeedBluer, en serio no sabes que gusto me dio leer tu comentario y ver que eres una seguidora de esta pareja, porque yo los adoro, y tienes razón al decir que son pocos los fics de ellos.. De hecho la razón por haber traído mis fics para FF. es para algo así como promocionar los Ikki-Hyoga, lamentablemente no soy buena escritora para lograrlo, pero el intento se hace = )..

Y Gracias a todos los que están aquí por dar click a este fanfic


Mas que enemigos

Capitulo 3

En la lavandería


Días después en la mansión.

-¿Vas a la lavandería? –interrogo Shun a su amigo Hyoga al verlo esa tarde pasar con una canasta de ropa.

-No, iré a hacer venta de banqueta.

-Qué gracioso –le sonrió divertido- lo preguntaba para acompañarte, también tengo alguna ropa que se amontona en el cesto.

-Este.. mejor en otra ocasión Shun, ahora estoy con algo de prisa. –contesto apresurada y algo nerviosamente-

-Vamos, solo dame unos minutos y tengo todo listo.

-Que tal si mejor me alcanzas allá, así no me atraso.

-De acuerdo, entonces te alcanzo en un minuto. –contesto contento al tiempo que corría hacia su recamara por su propia ropa.

Hyoga maldijo por lo bajo antes de continuar su camino a la lavandería de la mansión, no era que le molestara la compañía del joven de Andrómeda, de hecho se llevaba muy bien con el, pero esta noche ya tenia otros planes que venían junto con el lavado de ropa y en los que Shun definitivamente no estaba incluido.

A pesar de que en la mansión los chicos contaban con un gran numero de ayudantes, casi todos preferían hacer las cosas por ellos mismos, mas aun lavar su propia ropa, y desde la primera vez que haciendo esto Ikki y Hyoga se toparon en la lavandería, hacia algunas semanas, esta (que se encuentra en el sótano de la mansión) les pareció un lugar de lo mas entretenido, haciendo que desde entonces las noches de lavado fueran algo planeado y esperado.

Hyoga llego al fin a su destino, abrió la puerta no de muy buen humor, y ahí estaba ya Ikki, hincado sacando alguna ropa de la secadora dirigió su mirada al rubio cuando este entro, casi desnudándolo provocativamente le dedico una sonrisa seductora. El otro chico solo siguió de largo hasta una lavadora y comenzó a llenarla con su ropa, ignorando la actitud extrañada del fénix ante este hecho. Pronto su labor fue interrumpida por unos brazos que lo atraparon de la cintura por detrás jalándolo y una boca hambrienta en su cuello.

-Hoy no –afirmo Hyoga separando un poco el agarre.

-¿Cómo? –pregunto el moreno entre molesto e intrigado a la negativa.

-Tu hermano viene para acá, me lo encontré en el pasillo, solo fue por su ropa.

-Ah –solo articulo Ikki mientras le lamía un poco el lóbulo de la oreja del otro y volvía a atraer el cuerpo de este al suyo.

-¿Qué pasa, acaso no te importa? –Pregunto Hyoga esta vez sin alejarse del cada vez mas placentero contacto.

-Shun es muy meticuloso para separar su ropa por colores, estilos y demás, así que tenemos unos minutos.

Hyoga rió y se volteo para encontrarse con el rostro del moreno frente a frente, atrayéndolo en un beso mas que pasional y salvaje.

-Nos puede descubrir -hablaba jadeante el rubio entre besos y caricias dadas y recibidas -seria bastante vergonzoso.

-¿Desde cuando te preocupa correr algo de riesgo?

-Supongo que desde nunca –sonrió y se dejo llevar completamente.

Ikki tomo bruscamente el cuerpo de Hyoga por la cintura y caderas y lo subió sentado a la lavadora, sin perder mucho tiempo saco la ropa de este ágilmente con una mano mientras con la otra provocaba con caricias que sacaban gemidos y jadeos . Cuando la maquina comenzó el ciclo de lavado, sus movimientos fueron acoplados con los de los que estaban sobre ella.

Unos minutos después la puerta de la lavandería se abrió de nuevo, Shun llegaba con su propio cesto, encontrándose con una escena por demás extraña. Su hermano Ikki terminaba de llenar su canasto con ropa limpia y seca, mientras Hyoga hacia lo mismo con una húmeda, ambos en el mismo cuarto, distanciados a tan solo unos metros, y no estaban como el hubiera imaginado, sacándose los ojos cuando menos. Ikki paso al lado del Shun haciéndole un gesto de saludo-despedida al momento de salir del lugar, el mas joven le respondió con una sonrisa para después dirigirse a donde su otro amigo.

-Al fin llegas –hablo Hyoga nerviosamente con las mejillas algo sonrojadas-

La alegre sonrisa que tenia Shun se perdió repentinamente cambiándola por un gesto de tristeza.

-¿Que pasa? –pregunto intrigado el rubio

-Pensé que por fin Ikki y tu habían podido estar juntos sin discutir, pero ya veo que me equivoque, estaban peleando.

-¿Pero, como? –parpadeo Hyoga nervioso-

-Estas todo agitado, e incluso desarreglado, eso solo puede significar que de nuevo tuvieron una pelea.

-Pues.. si, algo así –contesto sin mas remedio tratando de esconder su rostro completamente rojo entre la ropa que llevaría a secar.

Shun mostró una expresión acongojada y dolida mientras comenzaba a hacer lo que había ido a hacer.

-¿Es que esto nunca va a acabar?, me duele ver que se lleven tan mal, ya hasta los motivos para pelear se les deben haber acabado, solo se ven y ya están lastimándose.

-Bueno Shun ya conoces a tu hermano, es muy difícil, y tampoco es que yo le valla a aplaudir cuando empieza con sus cosas.

-Hyoga yo solo quisiera que lo soportaras tantito, que trataras de no explotar cuando te provoque, no te pido que sean amigos, aunque estoy seguro que si se conocieran mejor lo serian, quiero decir, yo los aprecio mucho a ambos y los conozco, son mas parecidos de lo que crees en muchas cosas, incluso he pensado alguna vez que podrían llegar a ser una gran pareja.

El chico rubio que se había mantenido sereno durante toda la platica con Shun no pudo evitar dejar caer la canasta al escuchar la ultima parte.

-¡Perdón!, -se apresuro a decir apenado Shun al ver esta reacción y tomarla como molestia por parte de Hyoga, mientras que se acercaba a ayudar a su amigo a levantar lo que había tirado- perdón en serio, yo solo, bueno como a ti te da lo mismo si es chica o chico, y a mi hermano, no se, pero algo me dice que también. Arg olvídalo, ya no se ni lo que digo, debes quererme ahorcar ahora mismo por mis tonterías.

-No, no te preocupes Shun, solo no me lo esperaba.

-Si, lo se, es algo descabellado, después de que no se pueden ni ver, es solo que mi deseo porque se lleven mejor es tanto, que bueno..

-Olvídalo –le dirigió una sonrisa nerviosa mientras se ponía de pie con sus cosas- me tengo que ir, nos vemos después ¿si?.

-Pero Hyoga, aun no termina de secar toda tu ropa.

-No importa, vengo después por ella, como te dije antes, tengo algo de prisa, adiós.

Shun se quedo mas que extrañado al ver a Hyoga salir casi corriendo del lugar para alejarse por los pasillos.

La verdad era que el rubio ya no podía estar ahí, no podía seguir actuando y mintiéndole a su mejor amigo, se sentía terriblemente mal al hacerlo, mas aun sabiendo como esto lo dañaba, en ese momento no podía ni verlo a los ojos, porque era seguro que al notar la tristeza en estos, no aguantaría mas y terminaría por soltar toda la verdad.

Se pregunto como es que se había metido en esto, como es que la situación llego a hasta ese punto, como es que el había aceptado llevar a cabo toda esa actuación. De inmediato sus recuerdos lo llevaron hasta el vestidor de un gimnasio.



Flash Back

Una vez que el mejor sexo de su vida hasta ese momento hubo acabado, Hyoga solo se quedo un momento mas, respirando agitado, tirado boca arriba en el suelo frió del lugar, viendo el techo con la poca ropa que aun conservaba puesta semi desgarrada y parte del cuerpo del moreno sobre el suyo. Ikki se movió un poco liberándolo y como por inercia el rubio se puso rápidamente de pie acomodando lo que tenia encima y recogiendo lo que estaba tirado por ahí.

-Me tengo que ir –hablo nervioso con la ropa en las manos-

-Eso es mío –contesto secamente Ikki señalando con la mirada una camisa que el otro joven había tomado del piso.

-Oh – se la llevo al moreno y este la tomo sonriéndole juguetona y picadamente mientras le acariaba el dorso de la mano. Hyoga quito esta de inmediato y se alejo un poco –Yo.. solo.. adiós.

Salio a medio vestir del lugar con toda prisa, dejando al fénix riendo ante su reacción. Estaba mas que confundido con lo que acababa de pasar, no se explicaba ni como es que había pasado ni el porque, como es que en un segundo había querido caerle encima a golpes hasta dejar su cuerpo hecho añicos, y al siguiente estaba gritando de placer, lamiendo y mordiendo con lujuria ese mismo cuerpo, que lo hacia delirar, verdaderamente todo esto era una locura, que no tenia ningún sentido en su cabeza.

Pasaron unos días en que todo estuvo tranquilo, Hyoga se mantenía lo mas ajeado posible del moreno, mientras este continuaba sin mostrar mucha diferencia en sus actividades. Aun así el rubio no podía negar que le era difícil sacar de la cabeza lo ocurrido, lo había disfrutado demasiado para hacerlo, pronto se dio cuenta que en realidad estaba deseando como nunca que se repitiera. Con esto en mente y la esperanza que Ikki deseara lo mismo, opto por esperar al fénix una tarde que no había nadie mas en uno de los pasillos de la mansión, por donde sabría que pasaría.

El moreno se paro justo frente a el cuando apareció por el lugar.

-¿Esperando a alguien, o ahora te entretienes viendo el color de las paredes?

-No empieces Ikki, tenemos que hablar.

-Pensé que así se le llamaba a lo que hacemos ahora.

-Olvídalo, ya veo que contigo es imposible.

-Espera, de acuerdo, ¿de que es lo que tenemos que hablar?

-¿Que tal de lo que paso en el vestidor?

-¿Antes o después de que salieras corriendo? –le sonrió con burla- ya esta bien –se acallo al ver el rostro de enojo del otro- Pues no se que se tenga que hablar sobre eso, sucedió y ya, la pasamos bien ¿no?, supongo que no tengo ni que decirte que nadie mas tiene porque saberlo.

-No, no tienes que hacerlo, de hecho solo quería asegurarme que estábamos de acuerdo, nadie tiene porque saberlo y no tiene porque volver a suceder –afirmo seriamente el rubio mientras daba la vuelta para retirarse-

-Yo no dije nada de que estaba de acuerdo con la ultima parte.

-¿Cómo? –regreso su vista de frente al moreno-

-Bueno, a decir verdad yo lo disfrute bastante –hablaba mientras se acercaba lentamente al otro acorralándolo contra la pared –y estoy seguro que tu también, así que no veo porque no se deba repetir.

-Pretendes que vuelva a acostarme contigo como si nada, cuando te de la gana y a escondidas de todo el mundo.

-Pues... si, ¿alguna objeción? –lo termino por acorralar y ahora estaba dejando su cálido aliento por todo el cuello del rubio erizando su piel, y atrapándolo nuevamente a el punto donde no le permitía pensar con mucho razosineo.

-Estas demente, crees que nadie sospechara nada si de repente dejamos de discutir por todo y somos tan amigos.

-No tenemos porque dejar las peleas, podemos actuar Ruso, de hecho estoy seguro que no te será difícil, ya he aprendido como sacarte de quicio fácilmente y a mi me encanta hacerlo. –sonrió burlón-

-Eres un completo hijo de puta. –hablo entre molesto y jadeante al sentir como el otro frotaba su cuerpo con el suyo provocándole toda clase de sensaciones mientras llenaba de humedad todo su cuello.

-Pero te fascino

-No, no me fascinas, te odio, te detesto con ganas.

-Ruso, cuando dices eso, me excitas como no tienes idea.

Al fin llenos de pasión terminaron en el cuarto al que llevaba la primera puerta de ese pasillo, el que por su fortuna era el de Hyoga.

Fin del Flash Back

Así es como todo se había hecho una actuación para los demás, y de hecho a ninguno de los dos les había molestado antes, eso hacia los encuentros aun mas emocionantes, el peligro de ser descubiertos, la clandestinidad, pero lo que acababa de pasar con Shun dejo pensando al chico del cisne, no solo el hecho de sentirse mal por mentirle, si no lo que este había dicho, acaso podría ser posible que sospechara algo, eso era demasiado imposible. Aun así todo esto se estaba saliendo de control, cuanto mas podrían durar de esta manera, mintiéndoles a todos, acaso había llegado el momento de parar con todo esto, no, definitivamente eso no era lo que deseaba, no podía, la adicción por estos encuentros era demasiada, ahora tenia algo de miedo por lo que pudiera pasar, por el momento que todo el teatro les explotara en la cara.

Continuara..