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La brisa es helada desde aquí, el viento entra y estremece cada uno de mis sentidos con cruel insistencia, pero no importa. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Hace tanto o tan poco que he perdido la razón, el significado de lo que es tiempo. Pero hay cosas, sentimientos, sensaciones que me niego a perder; aunque comienzo a olvidar el calor de tus manos sobre mi cuerpo, el sabor de tus labios en los míos, el color de tus ojos al verme, tu sonrisa... ¡me niego!.
Tengo miedo de cerrar los ojos y abrirlos para darme cuenta de que todo esto es realidad y no una cruel pesadilla como yo deseo. Ese día está tan presente en mi como si hubiese sido ayer, o tal vez en realidad ocurrió ayer. Aún puedo ver tus ojos vacíos tratando de alcanzarme, tu sangre tiñendo mis m anos y mis sentidos, tu cuerpo volviéndose pesado entre mis brazos. Pero no es momento para arrepentimientos, ¿cierto? Eso no te devolverá a mi.
Ahora mis lágrimas no salen, dejaron de fluir en aquel día gris y helado, como el de hoy. Eso es, hoy, hace exactamente un año. Un año...
Aún siento la desesperación, la impotencia de no poder ayudarte. Tu vida fluía por mi manos y manchaba mi camisa de ese color escarlata. Desde entonces lo odio. Pero me odio más a mi mismo por causar todo aquello. Cierro los ojos y puedo escuchar las voces de los paramédicos pidiéndome que me tranquilice, ¡¿cómo diablos podían pedirme eso si te estaba perdiendo?!.
Je... las lágrimas que creía perdidas fluyen de nuevo, ¿ahora de qué sirven?, ¿son estas las mismas lágrimas que mojaron tu rostro?. Estuve horas en la sala esperando a ver tus ojos violetas de nuevo, lo único que deseaba era verte sonreír, escucharte llamarme "ser frío y sin sentimientos" con ese tono cómico y delicioso que es únicamente tuyo.
¿Quién dijo que el blanco es sinónimo de paz?, fue alguien de blanco quien me dio la perturbadora noticia. Esas palabras aún dan vueltas en mi cabeza "Señor Yuy, lo lamentamos, pero el señor Maxwell perdió mucha sangre antes de llegar, hicimos todo lo que pudimos..." ... ¡hicieron todo lo que pudieron!... ¡lo hicieron pero no fue suficiente!... ¡lo hicieron y sin embargo tu estas muerto!... estás muerto... ya lo sabía, hacía un año que lo sabía, pero hasta ahora me había dado cuenta de ello. No te tendré más entre mis brazos, no podré ver tus ojos ni besar tus labios.
Me permitieron ver tu cuerpo inerte y sin vida en aquella mesa. Tus labios palideciendo y tus brazos totalmente morados y llenos de pequeños agujeros a causa de las transfusiones de sangre. Los contenedores regados en el suelo, todo me perturbaba. Tu hermoso cabello lucía brillante pese a la falta de vida, de tu vida. Me acerqué a ti temiendo lo que ya sabía, tomé tu mano fría buscando una pequeña señal que desmintiera todo aquello... nada.
Besé tus labios por última vez. Y, sin embargo, no hubo respuesta. No me vieron tus ojos, no moviste tus manos, no abriste tu boca. Ahora el único recuerdo de ti yace en mis manos, una triste fotografía que dibuja en un vago intento todo lo que eras, todo lo que sigues siendo.
El frío me atormenta, desde aquí puedo ver la visión más triste, el mar azota sus aguas en las piedras al final de este acantilado, puedo sentirlas, me están llamando. Ya no hay algo por hacer, lo intenté por un año... por un maldito año intenté vivir, pero es imposible. Mis emociones renacieron contigo, y ahora te las has llevado de nuevo. Sí, me sentía vulnerable, pero solo junto a ti encontré la fuerza suficiente para verme como soy y no como quisieron hacerme. Y mi único anhelo es ir junto a ti y pedirte una absolución que no llegará. Pero aún así lo haré.
La tierra ha terminado, ya no la siento bajo mis pies, ahora el viento golpea mi cara y mis brazos. No veo nada, algo ha nublado mi visión; ya no siento nada, mis sentidos han terminado. ¿Eres tu?, ahora puedo ver tus ojos violetas. ¿Son tus brazos los que me abrazan?... Duo... estaré junto a ti siempre... no importa si a tu lado estén las nubes y al mío las llamas...
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Pequeño y conciso. Lamento la demora.