¡Hola chicos! ¿Qué tal la han pasado? Aquí vuelvo después de un mes sin actualizar. Les pido DISCULPAS, de verdad quería hacerlo más rápido, pero se me presentaron varios imprevistos como un virus que me dejó un buen tiempo sin Internet, una fuerte gripa, un montón de tareas y en algunos momentos falta de inspiración y ánimos para escribir. Como les prometí este capítulo es más largo que los anteriores. Otra cosa, para los que ya se habían leído el segundo capi la primera vez que lo mandé, le agregué un pedacito al final, este era una parte de lo que tenía para el tercer capi, pero me di cuenta que iba a poner demasiada información, lo rescribí al menos en un 85%, y lo que sí dejé de este primer borrador del tercer capi, era tan cortito, que me pareció que lo mejor era agregarlo al final del segundo capítulo.

Sin más preámbulos los dejo con el tercer capi..

3

Fiesta, esperanza y un nuevo lugar

"¿Qué le pasa a mi tía?" se preguntaba exasperado y conmocionado Harry mientras se dirigía a su cuarto. "Ella creyó todo lo que le dije, lo sé. Pero... ¿por qué cambió su actitud tan repentinamente? y... esa palabra, su tono de voz, ella realmente comprendía y sentía mucho lo que había pasado durante estos años, por un momento me sentí muy conectado a ella, aún más que el año pasado cuado ella habló sobre los dementores" Ya en su habitación, sus pensamientos fueron interrumpidos por una lechuza que le entregó una nota...

Harry

Recoge todas tus cosas, miembros de la orden pasaran a buscarte esta tarde a las 3.

Att: Ron

Inmediatamente Harry sacó los libros que tenía bajo la tabla suelta del piso de su cuarto, reunió la poca y holgada ropa que tenía y depositó todas sus pertenencias dentro del baúl. Cogió la jaula vacía de Hedwig (ella había salido a cazar) y su saeta de fuego y las acomodó encima de este. Apartó rápidamente su vista de la escoba, estaba harto de recordar en todo momento a Sirius, no podía deprimirse más. Se obligó a pensar en que pronto estaría con miembros de la Orden y probablemente también con sus mejores amigos en Grindmund Place. Su mente se detuvo en ese pensamiento, el número 12 de Grindmund Place, la casa de Sirius... si deseaba olvidarse con todas sus fuerzas de los últimos acontecimientos, ¿cómo rayos lo haría yendo a ese lugar?... Ahora se daba cuenta de algo, no quería regresar allí, prefería mil veces terminar de pasar su verano con los Dursley que permanecer, aunque con sus amigos, en un sitio tan lleno de recuerdos...

Estaba exhausto, y sin darse cuenta, cayó profundamente dormido.

Din don, din don, diiiiiiiiin dooooon, DIIIIIIIIIIN DOOOOOOOOON! Harry se despertó sobresaltado por el escandaloso timbre de la puerta. Su tía Petunia debería estar muy indignada por semejante manera de tocar el timbre, la persona que lo hacia debía estar muy impaciente. Entonces Harry se acordó, esa tarde vendrían a buscarlo, "¿será algún miembro de la orden?, pero si apenas eran las 12 cuando arreglé mis cosas, no pude haber dormido tres horas de un tajón". Salió de su cuarto y bajó velozmente las escaleras. En ese momento tía Petunia habría enojada la puerta...

Allí se encontraban dos personas, una mujer y un hombre. La primera tenía un cabello verde moteado en ¿canas?, parecía muy vieja, su espalda estaba encorvada, pero su ropa no iba de acuerdo con la edad que aparentaba, lucía una falda fucsia tan cortita que casi llegaba a ser minifalda y una blusa muy ajustada que demarcaba perfectamente sus enormes llantas (gorditos, grasa... como queráis llamarlo); su look era realmente extravagante y no concordaba de ningún modo con el aspecto general de los habitantes de Privet Drive. Tía Petunia escandalizada estaba a punto de echar a escobazos a esa extraña anciana, cuando reparó en el hombre que la acompañaba, un ligero gesto de reconocimiento apareció en su rostro "no puede ser" pensó.

Él vestía unos desgastados pantalones color marrón que hacían juego son su castaño cabello salpicado aquí y allí por blanco. Llevaba puesta una camisa azul cielo que hacía resaltar sus esbeltos pero cansados ojos. El hombre también dio una ligera muestra de reconocimiento y luego se quedó pensativo.

-Harry ¡Qué alegría volver a verte!- Soltó de improviso la anciana- OH!, pero si estás muy delgado, seguro que estos no te alimentan bien ¿verdad?-

-La verdad es que no he tenido mucha hambre en estos días, yo también me alegro de verlos- dijo sonriente olvidándose de la extraña actitud que había notado entre su tía Petunia y el hombre, que no era otro más que Remus Lupin.

-¿Cómo has estado?- pregunto este con preocupación

-bien- mintió Harry

-No me mientas, se que todo esto es muy difícil para ti, también lo es para mí; pero hablaremos de eso más tarde, ¿tienes todo listo?-

Harry asintió con la cabeza y acto seguido subió por las escaleras seguido por la mujer vieja, la cual al entrar en su cuarto, se transformó en una graciosa muchacha con el pelo rosado.

-¡Qué buen disfraz!- exclamó el chico- ¡casi le da un patatús a mi tía al verte!

-Bueno, esa era la idea- contestó Tonks con una picara sonrisa. Luego apuntó hacia el baúl y dijo-"Winguardium Leviosa"- al instante todas las pertenencias de Harry comenzaron a flotar en el aire, para luego bajar lentamente por las escaleras.

Al llegar a la entrada Tonks bajó la varita y las cosas de Harry se posaron suavemente en el suelo ante la mirada horrorizada de tía Petunia.

-¿Nos vamos Remus?- Preguntó la joven

-Eh?... Si claro- respondió el aludido un poco distraído, como intentando recordar algo que se le escapaba fácilmente de la memoria.

Cargando el baúl entre los tres, llegaron hasta la casa de la Sra. Fig. Ella amablemente los hizo pasar y les preguntó si querían algo de beber. Tonks aceptó gustosa un vaso de agua y se lo terminó de un solo sorbo. Después de esto, Harry les preguntó con inseguridad:

-¿A dónde vamos?- Tonks y Lupin intercambiaron una mirada cómplice y respondieron al unísono:-Es un secreto-

¿Eh?, ¡tengo derecho a saberlo- exigió el indignado adolescente- Iremos a... Gridmund Place, ¿verdad?- preguntó con un nudo en la garganta. Al instante los tres adultos comprendieron la preocupación de Harry.

-Pues no Harry. Estas vacaciones no las pasarás en Grinmund Place- dijo en tono tranquilizador Remus.

-Entonces... ¿tendré que volver a Prive Drivet?- sonó expectante.

-No seas tonto, si eso fuera así no tendría sentido que te hubiéramos ido a buscar a casa de tus tíos y traído tu equipaje, ¿no crees?-

-Es cierto- contestó rojo de vergüenza por la estúpida pregunta que había hecho. – Pero eso todavía no responde a mi pregunta-

-Pronto lo sabrás muchacho- habló la Sra. Fig.- No te apresures.

-Remus nos estamos retardando mucho- susurró Tonks

-Es cierto- le respondió- Harry ven aquí. "Vendius"- En ese momento el muchacho sintió cómo sus ojos eran cubiertos por un delgado trozo de tela que le impedía ver.

-¿Qué haces?, ¿Para qué me tapas los ojos?-

-Ya lo sabrás Harry, ya lo sabrás- En la oscuridad, Harry sintió como alguien tomaba su mano y le hacía tocar un frío objeto, "tal vez algo de metal" pensó antes de sentir la desagradable sensación de un gancho que le cogía el ombligo y lo arrastraba vertiginosamente hasta quién sabe donde. Unos segundos más tarde dejó de sentir esa sensación y tambaleante tocó tierra firme.

-Harry, todavía no te puedes quitar la venda, caminaremos un poco y luego te la quitaremos. ¿Está bien?- preguntó Lupin.

-Si- aceptó Harry resignado, pero a la vez curioso. Caminaron largo trecho, tanto que ya le dolían los pies, muchas veces doblaron a derecha e izquierda. En algunas ocasiones Harry sintió que se devolvían y después avanzaban nuevamente. Le costaba trabajo caminar con los ojos vendados, ya que se tropezaba continuamente con piedras o raíces de árboles gigantes. Al fin, después de tan larga y extenuante caminata llegaron a su destino, y Harry por fin pudo volver a ver. Al mirar lo que estaba en frente suyo y alrededor se sorprendió tanto que por su boca abierta perfectamente habrían cabido al menos tres o cuatro pelotas de tenis.

-¡Feliz cumpleaños!- dijeron sonrientes todos los presentes al unísono. Estaban en un estadio de quidditch, uno muy familiar por cierto, ese era el estadio de quidditch de... ¡Hogwarts! Allí se encontraban todos los Weasley (a excepción de Percy), también estaban Hermione, Hagrid, y por supuesto Remus y Tonks quienes sonreían abiertamente.

-Gra... gra... gracias- pudo al fin decir Harry con los ojos un poco vidriosos por la emoción. En una de las porterías se encontraba una gran mesa blanca con un delicioso pastel de chocolate en el centro y exquisitos pasabocas alrededor.

-OH! Harry cielo, ¿cómo has estado?- preguntó preocupada la Molly Weasley al tiempo que lo envolvía en un tierno abrazo. Después de esto, todos los demás lo saludaron un por uno y le dieron un cálido abrazo. Harry empezaba a sentirse incómodo y enojado. Sabía que todos querían que se divirtiera y la pasara lo mejor posible, pero las miradas de tristeza y casi de lástima que le daban no ayudaban mucho. Al final, llegaron sus dos mejores amigos a saludarlo...

-¡Qué gusto verte de nuevo!- dijo Ron dándole una palmadita en la espalda.

-¡No sabes cuánto me alegra que te hayan permitido venir!- dijo emocionada Hermione plantándole un beso en la mejilla. Después de esto fueron por unas cuantas cervezas de mantequilla y se sentaron en un rincón apartado.

-¿Cómo has estado?- Preguntó con seriedad Hermione.

-Bien- contestó Harry.

-¡No nos mientas!- le reprochó Ron- sabemos que es difícil para ti, pero no podremos ayudarte si te niegas tan testarudamente a mostrar tus sentimientos.

-¡Tu no sabes si es difícil o no! ¡Tu no fuiste quien perdió a su padrino!-contestó exasperado Harry- Sirus está muerto, ¡MUERTO!, ¿entiendes?, nunca... nunca más lo volveré... a ver- su voz se quebró. Inesperadamente Hermione, quien se había quedado pensativa mientras él hablaba, susurró...

-puede que eso no sea totalmente cierto-

Ron y Harry la voltearon a ver intrigados...

-¿Qué puede no ser totalmente cierto?- inquirió el pelirrojo.

-eh? No. Nada. Solo pensaba en voz alta- replicó nerviosa la muchacha de castaños cabellos.

-Tiene que ver con Sirius, ¿verdad?- los ojos del pelinegro brillaban con esperanza-¡Habla!-

-No te quiero dar falsas esperanzas Harry- dijo la chica jugueteando con un rizo de su cabello.

-No me importa, di lo que tengas que decir, ¡Habla de una buena vez!- apremió el ojiverde.

-está bien- dijo Hermione- es que he analizado muchas cosas y... bueno... he llegado a la conclusión de que Sirius... puede... no estar muerto-

-¿Cómo?- preguntaron atónitos los muchachos.

- Pues eso, creo que Sirius podría estar vivo-

-¡Estás loca!- dijo Ron

-¿Cuáles son tus razones para decir esto?- quiso saber Harry.

-Bueno, primero que todo, ¿no se les hace raro que no lo hayan enterrado aún?- los chicos asintieron- eso quiere decir que no tienen su cuerpo. Además Sirius cayó a través de un arco después de recibir la maldición de Bellatrix. De por si, todos los arcos tienen cualidades especiales. Se dicen que en tiempos remotos, los magos más poderosos elegían algunos con ciertas características únicas, y por medio de un ritual los convertían en puertas a otra dimensión. Algunas leyendas dicen que en ocasiones se escuchaban voces escondidas detrás del velo que siempre cubría este tipo se arcos. Yo pienso que ese arco, a través del que cayó Sirius, podría ser uno de esos arcos, ¡una puerta a otros mundos! No por nada está en el departamento de misterios. ¿No les parece?- Los chicos asintieron, pero no pudieron continuar su conversación ya que la Sra. Weasley los llamó para que partieran la torta y cantaran el cumpleaños feliz. Después de esto, mientras todos, en especial Harry, disfrutaban de un generoso trozo de pastel, una lechuza llegó y le entregó un paquete a Lupin; él lo abrió, era un artículo del profeta y una nota venía adjunta. Al final de su lectura el licántropo que se encontraba extremadamente pálido, pidió excusas a todos ya que le había surgido un imprevisto y tenía que irse. Cuando Harry fue a preguntarle qué había pasado él se limitó a decir "Después hablamos" y se marchó enseguida.

Poco a poco el ambiente de la fiesta volvió a la normalidad (contando dentro de normal que Fred y George pusieran picante de efecto retardado en el jugo de calabaza, e hicieran que a Ginny le crecieran orejas de elefante durante un minuto entero para luego desaparecer en una explosión de flores); pero Harry no la disfrutó al máximo ya que le preocupaba el "asunto secreto" que su ex profesor de DCAO había tenido que atender.

Al finalizar la fiesta todos estaban agotados y con mucho sueño. Eran las 8p.m.Tonks se acercó a Harry y le dijo que se despidiera de todos ya que él no pasaría las vacaciones con los Weasley, sino en otro lugar. -¿En dónde?- quiso saber pero ella le respondió que cuando llegara a ese sitio, le darían explicaciones; antes de eso no podría saber nada más.

-¡Gracias a todos!- Harry estaba muy contento por la fiesta pero triste porque presentía que no los vería de nuevo durante un buen tiempo- La pasé muy bien.- al decir esto se volteó no pudiendo contener algunas lágrimas que trató de ocultar rápidamente. ¡Ésta había sido su primera fiesta de cumpleaños! Uno por uno le dieron un abrazo, y en el caso de las mujeres un beso de despedida también.

Cuando el estadio estuvo vacío y no quedaba rastro alguno de la celebración, una mano lo tomó por el hombro...

-ya es hora- le dijo Tonks

Harry la siguió, se dirigieron al bosque prohibido y siguieron una ruta muy extraña. A veces se devolvían un poco sobre sus pasos y luego cambiaban de dirección. La auror parecía muy concentrada en el camino, aunque Harry no le veía ningún sentido a lo que hacía. Al cabo de una hora, llegaron al frente de un enorme sauce, ella alzó la varita y pronunció- "Revélate"- en ese instante una parte del árbol desapareció dando paso a un agujero por el cual ambos entraron.

-¿qué es esto?- preguntó el muchacho con curiosidad y asombro mirando la pequeña habitación en la que se encontraban, allí solo había un mesita con diferentes objetos de aspecto descuidado.

-Es el único punto de aparición en Hogwarts- dijo con una gran sonrisa.

-Pero... yo pensé... Hermione... siempre dice... Historia de Hogwarts... ¡le daría un shock si se entera que está equivocada!- dijo Harry confuso.

-Por supuesto no se va a enterar, este es un secreto entre nosotros, ¿entendido?-

--Si. Dime, ¿aquí fue donde llegamos cuando tenía los ojos cerrados?-

-Si-

-¿No es peligroso que Hogwarts cuente con este punto? , ¿Qué tal si alguien lo descubre?-

-Nadie lo hará. Para encontrar este árbol hay que saberse muy bien la ruta, la cual como pudiste apreciar es bastante extraña, además que si uno se equivoca aunque sea en lo más mínimo, jamás podría encontrar el sauce por más que estuviera parado frente a él. Bueno, ahora a lo que vinimos, coge la cola negra que está en la mesa. Te deseo un buen viaje- le sonrió Tonks

Inmediatamente Harry hizo lo que le había mandado y sintió la siempre desagradable sensación de cuando se viaja en traslador. Al llegar a su destino los rayos del sol le dieron en pleno rostro y le cegaron por un momento. Al voltearse notó que alguien estaba cerca suyo abrió los ojos y se encontró frente a un muchacho de rubios cabellos y piel pálida que vestía un humilde conjunto de pantalón marrón y camisa blanca.

-¿Tú aquí?- inquirió con desprecio el ojiverde extrañado de las vestimentas que lucía el joven.

-Sí, yo. ¿Algún problema con eso Potter?-


Hasta aquí va el tercer capi. ¿Qué tal les pareció?. Supongo que ya saben con quién se encontró Harry al llegar a ese lugar. ¿Por qué estaría él ahí? ¿Dónde están?. Esto y mucho más lo sabrán en el próximo capítulo. Porfa manden REVIEWS!

Respuesta a los reviews:

Misterio: Tal vez este capítulo te deje con más dudas que antes, pero te prometo que en su momento todas serán aclaradas. Gracias por el review!

Laura: Ya hemos hablado por teléfono, y creo que tu pregunta está casi totalmente contestada.

Ithae: Tu comentario me fue de mucha ayuda para mejorar algunos de los aspectos de mi historia. Gracias!

Espero tener el el 4to capítulo listo en poco tiempo. Muchas gracias por leer mi historia, les mando muchos besos y abrazos!

Chao!