***NOTA INPORTANTE*** Dados los últimos reviews recibidos, parece que mis lectores han interpretado mal este capítulo. Ya dije al principio que este fic no iba a ser slash, y NO lo será. Gimli y Legolas tan sólo son amigos, y desde luego Legolas NO se siente atraído sexualmente por Gimli.

Hojaverde y el Amigo de los Elfos.

Por The Balrog of Altena


Capítulo 15to: Gimli y Dwon... y Legolas.


Elenshael miraba estupefacta a Legolas, sentado a su lado en la mesa del rey, pero Glóin sonreía a pesar de sus intentos por no hacerlo. "¿Cómo pudiste hacerle eso a Gimli?"

Legolas se encongió de hombros. "En aquel momento me pareció una buena idea..."

Los demás reían. Estaban cenando en la celebración del Día de Cormarë y la llegada de Enanos y Elfos a Minas Tirith. Elenshael, Legolas, Gimli, Glóin, Elladan y Elrohir se habían sentado en la mesa del Rey Elessar y la Reina Undómiel. Mientras tanto los Tres Cazadores hablaban de sus aventuras en la Compañía del Anillo, pero sobretodo hablaban de los buenos y graciosos momentos, como la vez en la que Merry y Pippin descubrieron que los Elfos dormían con los ojos abiertos. Los hobbits habían despertado a Aragorn a las tantas de la noche, asustados porque creían que Legolas estaba muerto.

Aragorn acababa de mencionar la vez que Legolas había puesto un enjambre lleno de abejas en las botas de Gimli.

"¡Tuve el pie hinchado como un Troll durante dos semanas!" - exclamó Gimli, fingiendo estar enfadado, pero sus ojos chispeaban de risa y no de furia.

"Ay, aun recuerdo los gritos..." - dijo Legolas cerrando los ojos como recordando algo bonito - "Qué pena que hablaras en Kuzdhûl, Gimli. Me hubiera gustado haber comprendido tus palabras. Aunque por lo que pareció, no estabas muy complacido."

Los otros rieron. "¿Por qué lo hiciste, Legolas? - le preguntó Elladan, sorprendido. De haber estado en el lugar del Enano, el príncipe Elfo ya no seguiría vivo.

"Por venganza." - respondió él - "Gimli me había empujado el día anterior, por lo que sin querer derramé la sopa sobre Mithrandir. El mago se enfadó tanto conmigo que me obligó a hacer vigilancia nocturna a solas, durante las cinco siguientes noches enteras. Los últimos tres días de castigo no podía caminar sin tambalearme. ¡Un Elfo también necesita dormir de vez en cuando!"

Más risas. "Gimli y Legolas tuvieron muchas discrepancias al principio." - dijo Aragorn - "Una vez Legolas llenó el equipaje de Gimli con piedras, y como contrapartida Gimli echó hierbas en su cantimplora, de modo que Legolas por poco se atraganta cuando quiso beber. Tuvimos que hacer una parada imprevista porque nuestro Elfo no dejaba de toser y se estaba poniendo azul."

"Y ahora que recuerdo..." - dijo Legolas - "¡Una vez Gimli casi me rompe una pierna!"

"Bueno, tú me dejaste un ojo morado." - respondió el Enano tomando otro trago de su copa de vino.

Aquello llamó la atención de los oyentes y Aragorn, con las interrupciones de comentarios de Gimli y Legolas, habló de la vez en que tuvieron que separar al Elfo y al Enano, que estaban teniendo una dura pelea. Aragorn no conocía los detalles, pero al parecer Legolas perdió los estribos y fue el primero en golpear. Al final no fue nada grave, sólo terminaron con un Enano que estaba de muy mal humor y un Elfo que se escondió en la copa de un árbol y se negaba a bajar. Aragorn, Merry y Pippin se encargaron de tranquilizar a Gimli, que después de todo se arrepentía de haber herido a Legolas; mientras que Gandalf, Boromir, Frodo y Sam se divirtieron más, tratando de persuadir al Elfo para que bajara del árbol. Legolas es muy testarudo, y por más amablemente que se lo pidieran él no quiso bajar. Gandalf tomó otro rumbo y le dijo que si no bajaba le convertiría en un monstruo o aun peor, en un Enano. Pero incluso así Legolas no cedió. Fue gracias a Boromir que el Elfo volvió con ellos.

"Boromir miró a Legolas con toda naturalidad y le dijo - Mira, Legolas. Yo y hermano menor hemos pasado por esto muchas veces. Tú quédate ahí arriba si quieres. Puedes quedarte ahí, triste y solo, sin nada que comer ni de beber, y con una pierna herida. Pero nosotros no nos iremos. Nos quedaremos aquí abajo, esperándote, por si llegas a darte cuenta que realmente nos necesitas. - Y cuando Legolas vio como Gandalf, Frodo, Sam y Boromir montaban un campamento y se acomodaban a los pies del árbol, se dio por vencido." - contó Aragorn. Legolas se había sonrojado.

"Típico de Legolas." - dijo Elenshael con una sonrisita. - "No quiero ni pensar en el escándalo que debieron montar en el Bosque de Oro."

"Ah, la tetarudez de Legolas se probó otra vez en Lothlórien." - dijo Aragorn - "Los Galadrim quisieron vendar los ojos de Gimli, pues no confían en los Enanos, y yo les pedí que nos vendaran los ojos a todos, para que Gimli no se sintiera despreciado y aparte. Legolas se negó a que le cubrieran los ojos, por supuesto, pero él no era el líder de la Compañía," - dijo Aragorn sonriendo triunfalmente - "así que de todos modos se los vendaron a él también." - Aragorn sonrió - "Recuerdo que un Elfo se acercó a Legolas, y dijo -¿Qué es esto? Por sus ropas castañas y verdes es un Elfo del Norte. ¿Desde cuando tomamos a nuestros hermanos prisioneros, Haldir?-, a lo que Legolas respondió -No soy un prisionero. Sólo le estoy enseñando al Enano como caminar en línea recta adecuadamente sin la ayuda de los ojos.-"

"¿Eso dije yo? No lo recuerdo." - dijo Legolas inocentemente, mientras los demás estallaban en risas y carcajadas.

"No sé qué ocurrió en Lothlórien." - la voz de Aragorn sonó más seria - "Pero fue allí donde Legolas y Gimli... hicieron las paces, por así decir, y empezaron a ser buenos amigos. Simplemente, las peleas cesaron; así, de un día para otro."


~~~~~ "Señor Enano... Maese Gimli, hoy es un día hermoso, ¿me acompañaríais en un paseo bajo los dorado mellyrn? Hay muchas cosas hermosas en este pueblo de mi gente que estoy seguro que hasta a tu ojos agradarán."

Gimli le miró largo tiempo, y el Elfo se mostró inquieto, y aun preocupado, esperando una respuesta. Los demás miembros de la Compañía se habían quedado en silencio, mirándolos perplejos, esperando también la respuesta de Gimli.

"Pos supuesto, Maese Legolas, aunque dudo que bajo los mellyrn encontremos algo más hermoso que la Dama Galadriel." - y diciendo esto, Gimli se puso en pie. Legolas no pudo evitar sentir el fuerte salto en su corazón cuando Gimli le había llamado por su nombre, pues desde que se conocieron en Rivendel que no le llamaba más que -Señor Elfo-, o simplemente -Elfo-. Elfo y Enano se encaminaron juntos por el sendero, desapareciendo en la espesura de Caras Galadhon. Aragorn, Boromir, Frodo, Sam, Merry y Pippin, sorprendidos y con la boca abierta, les habían visto marchar juntos, y a lo lejos oyeron sus voces, conversando entre ellos.~~~~~


Gimli sonrió para sí mismo mientras buenos pero tristes recuerdos volaban por su mente. Al igual que Aragorn, él tampoco sabía porqué aceptó cuando Legolas le preguntó que le acompañara en un paseo por el bosque. Estaba seguro que ni Legolas sabía porqué lo había preguntado, o tal vez sí. Con un Elfo loco nunca se sabe.

Su amistad comenzó cuando empezaron a hablar sobre Gandalf, hablando su dolor, de su sentimiento de culpabilidad por la muerte de un viejo amigo, y finalmente consolándose el uno al otro. Gimli estaba profundamente herido por lo ocurrido a su gente y a su primo Balin, y la muerte de Gandalf le había echado sal a las heridas abiertas, haciendo insoportable el dolor. Legolas lo vio, y le consoló con gentiles palabras, pero también descubrió que Gimli se sentía primer culpable de la muerte de Gandalf porque no había hecho nada para ayudarle, y porque, después de todo, los Enanos fueron quienes despertaron al demonio de fuego y sombra en las profundidades.

Ahora bien, Gimli supo que algo más que el dolor por la pérdida de un buen amigo hundía al Elfo en la oscuridad, y no tardó mucho en conseguir que Legolas le confesara sus sentimientos; el Elfo estaba realmente afligido y avergonzado de sí mismo, porque a causa de su gran temor al Balrog no hizo más que tratar de huir. En cambio Aragorn y Boromir habían sido valientes y volvieron atrás en ayuda del mago, pero Legolas no. Dominado por el miedo, había dejado caer el arco.


~~~~~"Fuí un completo cobarde, desleal a mis amigos. Sólo pensaba en huir y salvar mi vida."

"Te equivocas, Maese Legolas. Volviste a por mí, y por ello me salvaste la vida, lo recuerdo." - Legolas no dijo nada - "Mi vida no es nada comparado con la de nuestro querido Gandalf, pero algo es algo, por poco que sea. Dices que sólo pensabas en huir y salvar tu vida, pero volviste atrás por la de un Enano. ¿Quién lo hiba a decir? ¿Un Elfo yendo en ayuda de un Enano?" - le sonrió Gimli. Al cabo de un rato, Legolas también sonrió.~~~~~


Ahora, dejando los pensamientos de Gimli, volveremos con el momento en el que Aragorn había hablado. Pues bien, sus palabras también despertaron recuerdos en Legolas. Y pensó en Moria, donde ocurrió lo más inesperado. El primer paso para la reconciliación.


~~~~~ "¡Por Elbereth, Gimli! ¡¿Se puede saber que locura estás haciendo?! ¡Corre!"

Gimli no se inmutó. Seguía con la cabeza gacha, su frente apoyada sobre la tumba de Balin.

"¡Levántese Señor Enano! ¡Debemos unirnos a los demás!" - volvió a gritar Legolas, posando una mano sobre el hombro del Enano, quien as pesar de la fuerza y valentía que había mostrado hasta ahora estaba doblado por el llanto. Gimli de repente apartó la mano con un movimiento brusco, como si de un insecto molesto se tratara.

"¡Déjame en paz, Elfo!" - gritó - "¡Vete y déjame morir aquí en paz con mi pueblo!"

Legolas le miró con ojos incrédulos. ¿Es que el Enano se había vuelto loco? ¿Estaba en verdad dispuesto a morir ahí, por su pueblo? El Elfo, extrañamente, se dio cuenta que estaba admirando al Enano, por su lealtad y valor, que había demostrado aquí, luchando con gran fiereza por la memoria de los Enanos de Moria.

Sin pensarlo dos veces, Legolas tomó a Gimli por las axilas, le puso en pie de un tirón, y se lo llevó a rastras, mientras el Enano aun sollozaba amargamente.~~~~~


Aragorn seguía hablando y los demás escuchaban, pero Legolas no podía oírle. Miró al Enano sentado frente a él, que de igual modo estaba perdido en pensamientos y recuerdos. Entonces sonrió para sí mismo, pensando en aquella vez en que supo supo que Gimli y él estaban destinados a ser los mejores amigos, e incluso que llegaría a amarle como si de un hermano se tratara. Fue aquel día en Lothlórien cuando, tras haber hablado sobre sus sentimientos, compartieron el dolor, y se consolaron mútuamente.


~~~~~ Legolas hizo algo que nunca antes había hecho; se acercó a él y le rodeó con sus brazos, y Gimli pareció dar la bienvenida al gesto, pero al instante se recobró y saltó alejándose del abrazo.

"¡Ni
loco lloraré yo en los brazos de un Elfo!" - gruñó el Enano.

"Entonces no me mires como si fuera un simple Elfo." - le respondió Legolas, con calma.

Gimli le miró las orejas picudas, frunció el ceño, y negó con la cabeza. "Eso es imposilbe..."

El Elfo rió; la brisa sopló y las hojas doradas de los mellyrn parecieron reír con él. "¡No entiendes, Maese Gimli! Quiero decir que me mires como si fuera un amigo." - dijo cálidamente. - "No quieres llorar en los brazos de un Elfo...¿pero rechazarías a un amigo que te ofrece su hombro?"

El Enano se dio por vencido al final, y lloró mientras el Elfo le abrazaba y le susurraba palabras de consuelo en lengua élfica. Gimli no las entendió, pero no le importó, porque la sola hermosa voz de Legolas hablando palabras bellas al oído le tranquilizó y alivió el dolor. Pronto el Elfo, sin embargo, rompió a llorar también, y fue el turno del Enano para ofrecer su hombro. Una visión triste y sin embargo cómica, la de un bello Elfo y un barbudo Enano abrazados y llorando como niños. Claro que cuando cesaeron las lágrimas y se recuperaron, acordaron que ése pequeño accidente no se lo contarían a nadie.~~~~~



Legolas se estaba aguantando la risa. Volvió de las nubes cuando Elenshael, sentada a su lado, le dio un codazo. Legolas se percató que todo el mundo le miraba curioso. Frente a él, Gimli le miraba con un brillo en los ojos chocolatados y una amplia sonrisa bajo el espeso mostacho trenzado.

"¿Soñando despierto otra vez, Legolas?"

El Elfo se sonrojó.



Cuando la cena terminó, Hombres, Enanos y Elfos sacaron sus mágicos instrumentos de plata y oro. La música comenzó a tocar y poco a poco la sala se fue llenando de jóvenes parejas y no tan jóvenes. Los pies se movieron al son de la música, siguiendo un ritmo establecido, juntos en una armonía inalterable como las notas del Primer Tema de Ilúvatar tocadas por los Ainur antes de los tiempos. Voces élficas se alzaron para cantar con la melodía de la flauta y el arpa y Hombres se les unieron también. Los Enanos tarareaban.

Aragorn tomó la mano de su esposa y se la estrechó. "Bueno, amigos," - dijo, volviéndose a Legolas y a Gimli - "Mi amada esposa y yo vamos lucirnos en la pista de baile. ¿Por qué no pedís un baile a alguna bonita doncella y nos acompañáis?"

Gimli se sonrojó porque de repente ante sus ojos vio la cara de Dwon, pero por suerte la barba roja lo disimuló, y negó con la cabeza, murmurando algo sobre lo bien que se estaba sentado ahí con una jarra de cerveza. Legolas también se negó.

"¡Vamos Legolas! Ya va siendo hora de que crezcas, te cases, y tengas muchos hijos." - le bromeó Aragorn, pues sabía muy bien que ése tema no gustaba mucho al Elfo.

"¿Cómo voy a casarme," - replicó él, mirando a Arwen - ", si la mano de la más bella mujer de la Tierra Media ya ha sido tomada?"

La Estrella de la Tarde le sonrió, y Aragorn se aferró a Arwen y con la sonrisa más feliz la besó. Elenshael, sentada al lado de Legolas, le miró sarcásticamente, y aun algo decepcionada, cuando Glóin se puso en pie e inclinándose frente a la doncella Elfa (y ante el asombro de todos) le pidió un baile cortésmente. Elenshael sonrió y aceptó, y de la mano se fueron ( no sin antes Elenshael sacarle la lengua a Legolas), bajo la mirada sorprendida y divertida de Gimli y Legolas.

"Pues yo he visto a una doncella del Eryn Lasgalen que me ha llamado la atención." - dijo Elladan, poniéndose en pie y dirigiéndose a una bella mujer Elfa de largos cabellos rubios y vestido verde como las hojas de primavera. Elrohir les guiñó un ojo y también salió a la pista de baile, pero a él le pareció más interesante bailar con una Gondoriana de cabellos negros y ojos grises, extremádamente joven y de hermosa piel pálida y mirada brillante.

Cuando el Rey Elessar y la Reina Undómiel se abrieron paso hasta la pista de baile, una nueva y más hermosa música comenzó a tocar, y muchas parejas dejaron de bailar para mirar con una sonrisa y ojos maravillados a su Señor y Señora, la más bella pareja que se a conocido desde los días de Beren y Lúthien. La majestuosidad del rey, la luz blanca que emanaba de la reina élfica, las velas y la melodía, llevaron a los enamorados a un mundo de ensueño.

Gimli y Legolas les miraron sonrientes, felices recordando que después de tantos esfuerzos y trabajos, su querido amigo antes Montaraz había logrado lo que más anhelaba su corazón. Tan sólo faltaba una sola pieza de su felicidad: un heredero al trono; pero eso llegaría en su momento.

Los dos amigos se sentaron juntos a tomar una cerveza y una copa de vino tinto. Pronto salió el "tema Dwon".

"Muy bien, mellon nin, ¿dónde está ella?" - le preguntó Legolas tras haberse terminado la primera copa de vino, y Gimli ya estaba con la segunda jarra de cerveza.

Con un movimiento de ojos Gimli le indicó a Legolas que mirara a sus espaldas. "¿Puedes ver la mujer rubia sentada sola con una jarra de cerveza?" - le preguntó en voz baja.

Legolas se inclinó y miró tras Gimli. Había muchos Enanos, sentados, de pie, todos con sus jarras y la mayoría riendo a carcajadas con sus potentes y graves voces o bailando alegremente y en parejas o en grupo. No vio ninguna 'mujer', como dijo Gimli, pero si un Enano de abundante pelo y barba rubia sentado a solas. Bueno, en realidad era una mujer, y sí, era Dwon, pero Legolas aun no había aprendido a distinguir las doncellas Enanas de los verdaderos machos como Gimli. No vio ningún otro Enano rubio (pues igual que entre nosotros este es un color poco común), por lo que dedujo que el Enano rubio era... ella.

"Mmm, sí, le ve-la veo." - respondió el Elfo, tratando de sonar serio (porque por dentro se estaba partiendo de risa.) - "Es muy...mmm... rúbia." - dijo. Había tratado de decir 'hermosa', o almenos 'bonita', pero no lo había logrado. A penas podía mantener el rostro impasible.

Gimli levantó las cejas, extrañado por la 'observación' de su amigo. "Bueno, amigo Gimli," - prosiguió Legolas - "¿Por qué no vas y le pides un baile? ¡Hazlo ahora que está sola!" - le animó.

Gimli se dio la vuelta para mirarla con ojos dudosos, y justo entonces apareció otro Enano, que se acercó a ella. Gimli vio, sintiendo el fuego de los celos, como el Enano (Gáin, un hombre muy hábil con las manos y un famoso orfebre en la Montaña Solitaria) se inclinaba con gallardía ante ella.

"Señorita Dwon," - le oyeron decir - "Estáis muy hermosa esta noche. Me preguntaba si tendría la amabilidad de concederme el próximo baile."

Gimli y Legolas saltaron en sus asientos.

"¿Perdón?" - habló Dwon, mirando como despistada a su admirador.

"Si vos tuvierais el placer de concederme el próximo baile, me sentiría muy complacido." - repitió Gáin, esta vez un tanto más nervioso.

"Er... no gracias, mis pies me están matando de tanto viaje." - respondió ella, volviendo su atención a la jarra de cerveza. Gimli y Legolas suspiraron tranquilos al ver al Enano Gáin marcharse decepcionado. Casi en seguida se presentó otro Enano. Gimli se alarmó. El recién llegado, Thror, era perfecto; ya sabéis lo que quiero decir: de buena família, fuerte y musculoso, conocido por sus buenas artes en el campo de batalla, bien vestido y peinado, dientes negros y pelo blanco...- ups, quiero decir, dientes blancos y pelo negro...

"¿Le concederíais un baile a éste gran admirador suyo?" - dijo sin escrúpulos, besándole la mano de tal forma que Dwon frunció el ceño con disgusto.

"¿Disculpe?"

Gimli y Legolas se miraron el uno al otro. ¿Es que Dwon era sorda o algo por el estilo? Mas Thror no se incomodó. De lo contrario, le sonrió dulcemente y se inclinó. - "Hace varios meses que su gran persona me ha enamorado, y este pobre Enano no encontrará descanso mientras su corazón no esté prisionero en su bello abrazo. Quisiera un baile con la mujer que inunda mis sueños todas las noches."

Gimli se entristeció y agazapó la cabeza, fijando su mirada en el suelo; aquella declaración de amor por parte de Thror no la había esperado. Legolas se encogió de hombros; no había forma que Dwon se negara a Thror. El Elfo comenzó a buscar las palabras que podrían reconfortar a su amigo Enano.

"Er... lo siento, no." - oyeron la voz de Dwon decir. Gimli levantó la cabeza rápidamente, con lo ojos muy abiertos. Legolas estaba con a boca abierta. - "Quisiera terminarme tranquila mi cerveza."

No es una presa fácil..., pensó Legolas, mirando sorprendido como Thror se alejaba rápidamente, obviamente sintiéndose insultado y herido. Mientras tanto otro Enano se había acercado a ella. "Ya te dije que muchos la cortejaban." - replicó Gimli al ver la cara que ponía Legolas. Los dos volvieron su atención el tercer admirador.

"¡Buenas noches, preciosa Dwon! La veo muy sola esta noche. Quizá un poco de baile la animará. Qué me dice, ¿me concede el próximo baile? ¡Movamos un rato esos pies!"

Este Enano era joven y alegre, como habéis visto, y las personas alegres suelen tener un encanto....infantil, por así decir; algo que a muchas mujeres les gusta y atrae.

"¿Qué?" - dijo ella, dejando su cerveza sobre la mesa.

"Si bailáis conmigo tal vez yo consiga alejaros de esos pesados que la molestan toda la noche." - rió - "Y a mí me harías muy feliz. ¿Me concederéis siquiera un baile?" - insistió el Enano sonriente.

"No."

Gimli se atragantó con la cerveza. Legolas tuvo que darle unas palmaditas en la espalda. Gimli conocía a Dwon como una mujer encantadora, y sabía que tenía carácter, pero nunca había imaginado esto. Conseguir el afecto de Dwon iba a ser más difícil de lo que había esperado.

En la mesa del al lado, Dana rió. "Lleva toda la noche así." - dijo la Enana a los dos, señalando a Dwon con un ligero movimiento de cabeza.

"¡Ay, ay, Gimli!" - exclamó Legolas, tomando a Gimli por el hombro y sacudiéndole - "¡Campo libre! ¡Ve a por ella!"

Gimli le miró con una mezcla de miedo, timidez, e incredulidad en los ojos. "¿Después de lo que hemos visto? No, gracias. Prefiero amarla en secreto antes que amarla con el corazón partido. ¿Cómo me eligirá a mí, estando entre tantos Enanos de buena família, y Hombres y Elfos tan hermosos?"

Legolas se quedó en silencio un momento, mirándole fijamente. Entonces habló y parecía aun un poco enfadado. "Primero," - dijo - "Ella es Enana, no se fijará en un Elfo."-. Gimli iba a replicarle pero Legolas le hizo callar levantando un dedo amenazador - "Segundo. Tu eres Gimli, un Enano que goza de gran honor y renombre en todas las Tierra del Este, Amigo de los Elfos y de Hombres y de Hobbits, y a demás provienes de la Casa de Durin, y posees grandes riquezas. Tercero. Eres un hombre valiente, honrado, leal, y un gran amigo (por lo que deduzco que también serás un gran amante). Cuarto. Tú eres hermoso, Gimli, aunque no lo veas como yo lo veo."

"¿Hermoso?" - balbuceó Gimli y rió - "Será cierto que eres un Elfo loco, después de todo..."

"No." - le interrumpió Legolas - "No discutirás ésto conmigo, Gimli. Eres hermoso, porque eres como la montaña que nunca vacila bajo el viento y el hielo invernal. El coraje está en tu rostro, el fuego en tus ojos. Tú, Gimli, eres como la brisa otoñal y el color de sus hojas."

Gimli, parpadeó, no entendiendo una sola palabra. Pues sí que es un Elfo loco... -"¿Qué que? ¿Ahora tú también hablas en enigmas?"

"¡Digo qué los Enanos no sois muy apuestos por fuera, pero tenéis vuestra belleza interior! ¡Ahora vé, y pídele un baile!"

Diciendo ésto Legolas se puso en pie y comenzó a empujar al Enano hacia la mujer, que por entonces les estaba mirando de forma curiosa. De un empujón demasiado fuerte por parte de Legolas, Gimli llegó a los pies de Dwon con un tropezón.

"Umm.. Gimli," - dijo la Enana rubia al Enano que se incorporaba, con las mejillas rojas como los tomates. - "¿Tu amigo se encuentra bien?" - preguntó ella señalando al Elfo, que sonreía tontamente. - "¿Por qué te ha empujado? Y... actúa de una forma muy rara, ¿no? ¿O es algo común en un Elfo?"

Gimli hechó una rápida ojeada a Legolas, mirándole con ojos asesinos prometiéndole venganza, y se volvió a Dwon, decidiendo ignorar la pregunta y dar el gran paso (ya que ya estaba demasiado metido en él). El Enano respiró hondo y fijó su mirada en el suelo. Entonces, las hermosas palabras de cortejo salieron de sus labios como una poseía de amor cantada por un ruiseñor a la bella Lúthien Tinúviel contra el cielo de primavera...

"Eeh... ¿bailas?"

Legolas se golpeó la frente y cerró los ojos. Bien hecho, Beren*, pensó, Gimli necesitará clases de galantería con urgencia.

"Oh, muchas gracias."

Tan pronto como Legolas oyó esa respuesta, abrió los ojos bruscamente, viendo a su amigo Gimli tomar la mano de la rubia y llevarla a la pista de baile. Gimli le miró un instante, y el Elfo le sonrió. Entonces intercambiaron un guiño. Legolas les miró irse a la pista de baile sonrientes, y les observó durante un buen rato, sintiéndose feliz por su amigo.

Todo marchaba bien, pero al cabo de una hora el Elfo comenzó a sentirse solo, allí, sentado con su copa de vino; y no podía seguir mirándoles porque se sentía celoso. Empezó a preguntarse si ahora que Gimli tenía lo que deseaba no se verían muy a menudo, se habrían terminado las aventuras y viajes, y Legolas se quedaría solo como antes, sin un buen amigo en quién confiar los secretos y sentimientos de uno. Pensó que tal vez hubiera sido mejor no haberle ayudado a estar con Dwon, y deseó que Gimli no se atreviera a pedirle matrimonio o que ella lo rechazara.

Esos pensamientos se fueron tan rápido como llegaron. Legolas se sintió avergonzado por haber pensado algo así, aunque sólo hubiera sido por un instante. Su amigo Enano era feliz, y eso era lo que realmente importaba. Si Gimli era feliz, Legolas también; eso era lo que el Elfo se decía, pero en verdad ése pensamiento del que se sentía avergonzado nunca le abandonó.

Con un suspiro, Legolas se levantó de su asiento, y por tal de olvidar durante un rato a su amigo y a la enamorada, le pidió un baile a Dambëth, que se lo concedió con mucho gusto.

Gimli miraba maravillado aquellos ojos azules de ella mientras se dejaban llevar por el son de la música. El Enano sentía que se encontraba en un sueño, volando por los cielos como un pájaro en libertad, los cabellos de ella como los rayos del sol que le dan el calor que necesita para vivir, el cuerpo robusto de ella en contacto con el suyo como una bendición.

Entonces, en aquel instante en que ella le sonrió bajo esos mostachos rúbios, Gimli perdió todo temor.

"Te amo." - le dijo, simple y claro. La sonrisa de ella se cambió por sorpresa. - "He intentado decírtelo muchas veces, pero el valiente Gimli que tantos caminos oscuros ha recorrido no encontró el valor para hacerlo. Te pareceré un idiota después de lo de hoy; ya sé que tu no sientes lo mismo por mí..."

"Gimli-"

"¡No! No digas nada. Mi corazón es fuerte y mi buen amigo Legolas seguro que me ayudará a superarlo..."

"¡Gimli!" - de repente, Dwon besó al Enano, ¡en los labios! - "¡Ya era hora que te decidieras a hablar! ¡Me estaba cansando de esperar!"

Gimli se quedó unos instantes paralizados, su cerebro intentado asimilar lo que acababa de ocurrir. De repente se echó a reír a carcajadas y reclamó los labios de Dwon ardientemente.

Legolas oyó sus risas desde el otro lado de la sala. Vio el beso, con los ojos muy abiertos, e hizo un gesto de disgusto. Uuh... Es como ver a dos hombres besándose, pensó. Vio a Gimli y Dwon abrazarse mucho; aquello lo molestó de veras. ¡Nadie toca a mi Enano!, se dijo para sus adentros, sin darse cuenta que se había referido a Gimli como su posesión. Disculpándose a Dambëth, se retiró en silencio. Necesitaba respirar aire libre.

En lo alto de Minas Tirith, el Patio de Piedra, la noche se veía despejada y diminutas e innumerables estrellas brillaban en el firmamento. No se oía nada en la noche salvo el canto y la risa en el interior de la sala de la fiesta.

Legolas respiró hondo. Se sentía como un idiota. Miró a su alrededor. No parecía haber nadie cerca. Por fin solo. Oyó una risita y un suspiro. Allí, en un rincón, a oscuras, había una joven pareja que se besaba apasionadamente. Hoy no es mi día, pensó Legolas con exasperación, y se alejó por el pórtico blanco para dar más intimidad a la pareja.

Caminando llegó donde florecía el Árbol Blanco. Sus ramas grises estaban en flor, y los pétalos blancos caían con la brisa nocturna, dejando una dulce fragancia en el aire. Legolas acarició el tronco gris con amor, y una sensación de felicidad seguida por una de soledad le invadió el alma, pues acababa de recordar la vez que viajó con Gimli al Bosque de Fangorn y allí le enseñó al Enano a acariciar y a escuchar la canción y la voz de los árboles. ¿Volverían a escuchar juntos el canto de los árboles? se preguntó. Probablemente no. Gimli viajaría a las Cavernas Centelleantes una vez terminaran el trabajo en Minas Tirith, y allí formaría una familia con Dwon...

Legolas suspiró tristemente y se dejó caer junto al árbol, reposando su espalda en el robusto tronco. Los pétalos blancos caían como nieve y le cubrían el pelo y los hombros, de modo que parecía haber estrellas brillando entre los hilos de oro que eran sus cabellos. Con los brazos rodeó sus piernas y ocultó el rostro abatido sobre sus rodillas.

Tanto Aragorn como Gimli han logrado lo que deseaban, pensó Legolas, Los dos formarán una familia y serán felices hasta el fin de sus días. Legolas se estremeció, recordando los canas grises que asomaban en los cabellos de sus dos amigos. Sin embargo, yo no he logrado lo que deseo; yo deseo... deseo... deseo ver muchas cosas en compañía de Gimli, deseo estar con él. Pero no es posible. Él... morirá, y yo me quedaré solo. Los ojos de Legolas comenzaron a bañarse en lágrimas. Ahora entendió su destino. El Mar...

"Legolas."

Del susto el Elfo Sindarin se puso en pie de un salto. Frente a él estaban los dos Elfos Noldor, mirándole con rostro comprensivo. Estaba tan hundido en sus pensamientos que Legolas no había oído a los hijos de Elrond acercarse.

"Le thio nuur i trastad, gwanur." - dijo Elladan, los pétalos blancos como estrellas en la noche de sus cabellos negros.

Legolas no respondió, porque al levantarse había sentido mareos, y se tambaleó, pero los gemelos le sostuvieron.

"Es el anhelo al Mar, Legolas Thranduilion. Nosotros vivimos acostumbrados a él, y nos tenemos el uno al otro, pero tú," - dijo Elrohir, estrechando el hombro de Legolas en un gesto de amistad - ", tú eres joven, y de sangre Sindarin. Va a ser mucho más duro para ti que lo es para nosotros. Pero tienes a Estel, y al Enano, quien te ayudará a aliviar el dolor."

"El Enano se llama Gimli," - dijo Legolas severamente, enfadándose con los gemelos sin motivo - "Y no puede ayudarme." - concluyó, con tristeza.

"Entonces tienes otra opción." - dijo Elladan, y Legolas le miró extrañado - "Pero es una difícil decisión, y deberás pensarlo detenidamente."

Elrohir sonrió tristemente. "En no más de un año nuestro padre cruzará el ancho Mar a las Tierras Imperecederas. Podrías ir con él, si en verdad es lo que deseas."

¿Es en verdad lo que deseo? Legolas les miró con incredulidad. "¿Vosotros también os iréis?"

Los gemelos negaron con la cabeza. Había fuego en sus ojos. "No nos iremos hasta haber acabado con el último yrch de la Tierra Media."

Legolas asintió. Conocía muy bien el odio de los hijos de Elrond hacia los orcos. De repente se oyó un extraño, ensordecedor y molesto ruido proveniente de la sala de la fiesta. Los tres Elfos intercambiaron miradas y se dirigieron a la sala, preguntándose de qué ruido se trataba aquel. Legolas no sabía porqué, pero le parecía haberlo oído antes en alguna parte.

Lo que encontraron les hizo olvidar por completo su última conversación: Un gran grupo de Enanos, borrachos, cantaba alegremente una canción (si aquello se podía llamar canción), y algunos Hombres se les habían unido, y brindaban con sus jarras e invitaban a más cervezas a los Enanos. Los Elfos... bueno, algunos no se lo habían tomado mal y reían a carcajadas (probablemente los que estaban más bebidos), alguno incluso se había unido al coro (mas su hermosa voz no podía oírse en absoluto entre tantas voces Enanas ), y otros se cubrían los oídos y miraban a los enanos con enojo.

Legolas sonrió. Allí, entre el gentío, estaban Gimli y Dwon, con una jarra de cerveza en la mano y cantando. Lo más gracioso es que tan parecidos eran, que Legolas no podía distinguir entre la voz de su amigo Gimli y la de Dwon...





The Balrog of Altena: ¡Al fin un nuevo cap! y pensar que primero había escrito otra cosa que acabé borrándola y sustituyéndola por lo del sentimiento de soledad de Legolas... bueno, pero ha valido la pena. Espero que éste cap os haya gustado. Por cierto, cuando Legolas piensa "Bien hecho, Beren", el "Beren" de esta oración quería utilizarlo como sustituyendo a "Romeo" XD ha quedado un poco patético, supongo...
Por último, siento si os he liado mucho con los flashbacks. Si creéis que está mal o sabéis alguna forma para ponerlo más claro (que no sea escribir "Flaskback" y "End of flashback") hacédmelo saber, porfa.



~ Choichi: Aiya! Ya ves como a Glóin cada vez le agradan más los Elfos...XD Pero claro, ¿cómo puede resistirse un Enano a una Elfa tan bonita como Elenshael? ¡Espero que este cap te haya gustado!

~ VaniaHepskins: No acepto disculpas! tendrías que haber escrito el review antes! Jaja! es broma! soy yo quien debe disculparse por tardar tanto en escribir nuevos caps ^_^ jeje ya ves, no hay mejor manera de describir Minas Tirith que como lo hizo el maestro Tolkien. Eso del ave quedó muy...elfico, ¿no? jeje Ah! y muy buena idea eso de aventarle una almohada a Gimli desde lejos... la próximo vez seguro que Legolas lo tendrá en cuenta XD Ay, los gemelos no han salido mucho en éste cap, pero te prometo que en el próximo tendrán más protagonismo. ¡Muchas gracias por leerme!

~ Usagi-cha: Aiya! XD muy graciosos eso de tus amigas gemelas, ¿en serio lo hacen? XD Ya somos dos las que recordaremos el día en que fuímos a ver "El Retorno del Rey" como uno de los mejores ^_^Yo logré aguanterme las lágrimas (no hiba a llorar frente a los 17 chicos que me acompañaban, no no) pero a la tercera que la ví fuí con una amiga que no paraba de llorar y... bueno... que terminamos las dos llorando como bebés XD ¡Muchas gracias por tu review!

~ Allison Black: Aiya! Te has leido todo mi fic de un jalón??? no me lo puedo creer!! O_o ni a mí me gusta lo suficiente para leérmelo todo XD. Oh, no te preocupes por Elenshael, ella te dejará libre a Legolas, ¡para tí! ;-) aunque es verdad que se ven lindos juntos, ¿no? pero creo que estñan muy buen como amigos.
Muchas gracias por leerme y espero que hayas disfrutado de este cap.

~ Arashi: Eso me gusta, me hace feliz que mis historias te animen cuando estás deprimida! ^_^ A mi también me anima el escribirlas. ¡Gracias! me alegro muchísimo que te gusten. El último cap estuvo un poco soso, y éste estuvo lisoso con los flashbacks, pero creo que pronto volveré a estar inspirada y lo haré mejor. ¡Muchas gracias por tu review!


Namárië an sí, mellyn nin!


* Le thio nuur i trastad, gwanur = Te ves triste y preocupado, hermano.

*
Yrch = orco.