7. ¿Amigo ó enemigo?
Hogwarts.
Al final dio la vuelta y se topó con la persona a quien menos hubiera deseado ver en ese momento, Draco Malfoy lo observaba despectivamente.
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Casa de Remus.
-¡Harry!, ¡Espera! -Sirius se lanzó a la chimenea, se detuvo al sentir como Remus lo tomaba de los hombros girándolo para quedar cara a cara, Sirius no sabia que hacer, estaba agotado psicológicamente como para pensar, aunque a pesar de eso, muchas cosas inundaron su mente a una velocidad extraordinaria, turbándolo completamente.
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Hogwarts.
Harry estaba cansado, como si hubiera corrido por horas, no se encontraba con el humor necesario para enfrentarse con su némesis, así que sin prestarle atención, siguió avanzando pero una voz que arrastraba las palabras lo hizo detenerse.
-Vaya, corriendo por los pasillos, como te encanta sentirte más que los demás Potter.
-Si no te importa, ahorita no ando de humor para perder el tiempo contigo -tenia que irse ya, sentía que todas las emociones desde aquel beso en la casa de los gritos con Sirius, se iban a hacer presentes de un momento a otro con la forma del llanto. Pero él no se dejaría ver llorando, no frente a uno de sus peores enemigos.
-Ja, como dije antes, eres un engreído Potter. Realmente no te aguanto.
-Vaya... -se giró para quedar frente a esos ojos plateados que se turbaron al sentir una mirada tan... diferente desde ese par de pupilas esmeraldas. -Si no te agrada mi manera de ser, no me importa. No puedo estar complaciéndote en todo lo que quieras. -Dio media vuelta dispuesto a irse, pero nuevamente se detuvo al escuchar esa misma voz
-¡Espera Potter!
Volvió a mirar a su enemigo antes de contestar. -¿Quieres pelear de nuevo?, está bien, por mi no hay problema, solo que esta vez, golpeame con todas tus fuerzas, como si quisieras destrozarte los puños, o... mejor lánzame un avada kedavra o un cruciatus, a mi no me interesa... ni a nadie...
Mientras decía eso, bajó la mirada al sentir que lo que menos había querido, ahora estaba pasando: unas gruesas lágrimas perladas rodaban por sus mejillas. Draco se turbó, era la primera vez que lo miraba llorar y a juzgar por lo que había oído que decía su padre, ni siquiera frente a Lord Voldemort, lo había hecho. Aún sin comprender muy bien lo que pasaba, le puso una mano en el hombro y lo abrazó.
Harry sitió ese abrazo y solo se dejó llevar, descargó en el pecho de Malfoy todas sus tristezas, a la vez en que sentía como mientras el más lloraba, sus penas disminuían paulatinamente. Finalmente logró tranquilizarse totalmente. Draco se dio cuenta de ese cambio, por lo que lo separó un poco, Harry lo miró un poco antes de decirle un simple
-Gracias.
Para sorpresa de los dos, Draco sonrió y contestó.
-De nada, pero ven. -ambos se dirigieron a una banca del lago, era de noche, por lo que no había nadie en los alrededores. Ya sentados, Malfoy tomó unas piedras y comenzó a lanzarlas al agua. Un tiempo después, continuó la plática. -¿Qué pasó?
Harry le platicó lo que había pasado, evitando decir el nombre de Sirius, solo decía que había sido una chica X, (se supone que Sirius estaba muerto), al llegar a la parte del beso, su oyente lo interrumpió.
-¿Cómo se llama la chica?
-¿?
-A la que besaste.
-Hinoto... -Se detuvo al notar como Draco se sobresaltó significativamente al oír ese nombre.
-Su apellido no es Sumeragi ¿cierto?
-Pues... de hecho si, ella es Hinoto Sumeragi.
Los platinados ojos del rubio se abrieron de par en par.
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Casa de Remus.
Al sentir la calidez de esos labios que rozaban los suyos, Sirius imaginó que era Harry y correspondió a ese tierno beso, sintiendo todo el amor que le profesaba el ser que tenia frente a él, deseoso de sentirse amado de nuevo, Sirius apretó más el cuerpo que se le entregaba completamente. El beso que tan inocentemente había comenzado, se fue haciendo cada vez más apasionado, ahora los sentidos y las manos de ambos jugueteaban sin preocuparse de esa conexión con la realidad que se había roto hace rato y que seguía así por la invidencia que les causaba tener los ojos cerrados.
Las juguetonas manos de Sirius se abalanzaron sobre los botones de la camisa de Remus, desabotonando con suma rapidez la molesta prenda, finalmente, al tener frente a él el pecho semi descubierto de su acompañante, pudo apreciar ese perfume, un aroma muy diferente al de su Harry, abrió de golpe los ojos para encontrarse con un par de pupilas doradas que lo miraban fijamente.
Al ver que esa no era la persona de sus afectos, Sirius, solo empujó a su acompañante.
Mientras, Remus (luego del empujón recibido) aún con las mejillas rojas por la excitación que le causó ese fortuito acercamiento (que había deseado desde que iban en Hogwarts), pudo apreciar claramente, que aquellos ojos no mostraban lo mismo que los suyos: amor.
Se notaba, sin lugar a dudas, que Sirius estaba desconcertado y molesto por lo que acababa de pasar, era obvio que él no lo quería igual, el licántropo se sentía tan triste, que usó todo su poder para detener unas condenadas lágrimas que pugnaban por salir, mientras un solo pensamiento le surcaba la mente.
-"¡Soy un estupido, un estupido, un estupido!, me aproveché de lo que pasó para besarlo... aunque, era eso precisamente lo que había deseado desde que lo conocí... ¡Grrr!, no es momento para pensar en eso... ¿Qué haré? He echado a perder nuestra amistad... ¡ah!, ya sé..." -sus labios pronunciaron lo primero que le vino a la mente.
-Tenia que detenerte
-Y ¡¿Se puede saber por que demonios no me has dejado que lo siga?!
-¿En verdad lo amas?
-Más de lo que te imaginas. -Moony andaba muy raro, primero estaba esa manera tan "particular" de detenerlo (N/a: ¡Me cae que ni yo creí en lo que Remus dijo!, Si será mi amado Sirius...) y ahora, parecía triste. No conforme con eso, ahora le preguntaba si en verdad amaba a Harry. (¬¬*)
-Entonces... ayúdalo a crecer... déjalo madurar -Parecía que cada palabra que pronunciaba el licántropo le costaba un inmenso esfuerzo, seguramente causado por el dolor que le proporcionaba no verse correspondido por su ser más amado -además, ¿Qué pasaría cuando todos los alumnos de la torre de Gryffindor, vieran que por su chimenea sale el prófugo-más-buscado-por-no- se-cuanto-tiempo-y-dado-por-muerto Sirius Black? -añadió intentando esbozar una sonrisa.
-Pues... ¡Me transformo en perro! -contestó Sirius emocionado.
-Recuerda que los perros no pueden viajar por polvos Flu. ¬¬
-Entonces ¿Qué hago? -preguntó el animago exasperado -¡él cree que no lo amo! Tenemos que aclarar esto.
-déjalo madurar -repitió cansado el profesor.
-................
-Veo que no te convenzo.
-.................
-Si es así, será mejor que vayas con él.
-¿Y lo de los alumnos que me verían?
-Entra por la chimenea de mi oficina.
-Gracias amigo.
Sirius se acercaba hacia la chimenea para volver a su antiguo colegio, cuando el múltiple sonido de látigos lo hicieron volverse para mirar hacia atrás, lo que miró lo dejó frío.
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Hogwarts.
Harry entró corriendo a la torre de Gryffindor, recordando lo que Malfoy le había dicho.
~~~Flashback~~~
-Ella es Hinoto Sumeragi.
Los platinados ojos del rubio se abrieron de par en par.
-¿QUE?
-¿Qué pasa? ¿Por qué esa reacción?
-Es... que...
-Draco, dime por favor que pasa, me... estas asustando. -ya no importaban las viejas rivalidades, Draco había estado ahí para ayudarlo y ahora parecía que algo estaba pasando y lo debía saber.
El rubio al ver la angustia en los ojos del moreno, supo que debía... no, tenia que decirle la verdad, se pasó una mano por el engominado cabello antes de contestar.
-Lo que pasa... es que... luego de un breve silencio, Draco sacó valor de no se donde, antes de continuar -ella esta con Voldemort.
-¡¿QUE?! -tomó al rubio por los hombros exigiéndole una explicación
-Los escuché... a mi padre y a ella... es mi prima... hablaban sobre una "fiesta" que habría en la casa del licántropo, es obvio a que se refieren con eso de la fiesta...
~~~Fin del Flashback~~~
Luego de escuchar eso, Harry salió corriendo rumbo a la torre de Gryffindor, fue a su habitación y sacó (como alma que lleva el diablo) un tarro de polvos Flu que había comprado en Hogsmeade, a la misma velocidad volvió a la sala común, e ignorando las miradas curiosas que varios... (OK o que todos) le dirigían, gritó unas cuantas palabras y fue absorbido por las llamas verdes de la chimenea.
No pasó mucho tiempo, luego de que el ajetreo se hubo detenido, para que abriera los ojos, aunque deseó no haberlo hecho...
Hogwarts.
Al final dio la vuelta y se topó con la persona a quien menos hubiera deseado ver en ese momento, Draco Malfoy lo observaba despectivamente.
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Casa de Remus.
-¡Harry!, ¡Espera! -Sirius se lanzó a la chimenea, se detuvo al sentir como Remus lo tomaba de los hombros girándolo para quedar cara a cara, Sirius no sabia que hacer, estaba agotado psicológicamente como para pensar, aunque a pesar de eso, muchas cosas inundaron su mente a una velocidad extraordinaria, turbándolo completamente.
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Hogwarts.
Harry estaba cansado, como si hubiera corrido por horas, no se encontraba con el humor necesario para enfrentarse con su némesis, así que sin prestarle atención, siguió avanzando pero una voz que arrastraba las palabras lo hizo detenerse.
-Vaya, corriendo por los pasillos, como te encanta sentirte más que los demás Potter.
-Si no te importa, ahorita no ando de humor para perder el tiempo contigo -tenia que irse ya, sentía que todas las emociones desde aquel beso en la casa de los gritos con Sirius, se iban a hacer presentes de un momento a otro con la forma del llanto. Pero él no se dejaría ver llorando, no frente a uno de sus peores enemigos.
-Ja, como dije antes, eres un engreído Potter. Realmente no te aguanto.
-Vaya... -se giró para quedar frente a esos ojos plateados que se turbaron al sentir una mirada tan... diferente desde ese par de pupilas esmeraldas. -Si no te agrada mi manera de ser, no me importa. No puedo estar complaciéndote en todo lo que quieras. -Dio media vuelta dispuesto a irse, pero nuevamente se detuvo al escuchar esa misma voz
-¡Espera Potter!
Volvió a mirar a su enemigo antes de contestar. -¿Quieres pelear de nuevo?, está bien, por mi no hay problema, solo que esta vez, golpeame con todas tus fuerzas, como si quisieras destrozarte los puños, o... mejor lánzame un avada kedavra o un cruciatus, a mi no me interesa... ni a nadie...
Mientras decía eso, bajó la mirada al sentir que lo que menos había querido, ahora estaba pasando: unas gruesas lágrimas perladas rodaban por sus mejillas. Draco se turbó, era la primera vez que lo miraba llorar y a juzgar por lo que había oído que decía su padre, ni siquiera frente a Lord Voldemort, lo había hecho. Aún sin comprender muy bien lo que pasaba, le puso una mano en el hombro y lo abrazó.
Harry sitió ese abrazo y solo se dejó llevar, descargó en el pecho de Malfoy todas sus tristezas, a la vez en que sentía como mientras el más lloraba, sus penas disminuían paulatinamente. Finalmente logró tranquilizarse totalmente. Draco se dio cuenta de ese cambio, por lo que lo separó un poco, Harry lo miró un poco antes de decirle un simple
-Gracias.
Para sorpresa de los dos, Draco sonrió y contestó.
-De nada, pero ven. -ambos se dirigieron a una banca del lago, era de noche, por lo que no había nadie en los alrededores. Ya sentados, Malfoy tomó unas piedras y comenzó a lanzarlas al agua. Un tiempo después, continuó la plática. -¿Qué pasó?
Harry le platicó lo que había pasado, evitando decir el nombre de Sirius, solo decía que había sido una chica X, (se supone que Sirius estaba muerto), al llegar a la parte del beso, su oyente lo interrumpió.
-¿Cómo se llama la chica?
-¿?
-A la que besaste.
-Hinoto... -Se detuvo al notar como Draco se sobresaltó significativamente al oír ese nombre.
-Su apellido no es Sumeragi ¿cierto?
-Pues... de hecho si, ella es Hinoto Sumeragi.
Los platinados ojos del rubio se abrieron de par en par.
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Al sentir la calidez de esos labios que rozaban los suyos, Sirius imaginó que era Harry y correspondió a ese tierno beso, sintiendo todo el amor que le profesaba el ser que tenia frente a él, deseoso de sentirse amado de nuevo, Sirius apretó más el cuerpo que se le entregaba completamente. El beso que tan inocentemente había comenzado, se fue haciendo cada vez más apasionado, ahora los sentidos y las manos de ambos jugueteaban sin preocuparse de esa conexión con la realidad que se había roto hace rato y que seguía así por la invidencia que les causaba tener los ojos cerrados.
Las juguetonas manos de Sirius se abalanzaron sobre los botones de la camisa de Remus, desabotonando con suma rapidez la molesta prenda, finalmente, al tener frente a él el pecho semi descubierto de su acompañante, pudo apreciar ese perfume, un aroma muy diferente al de su Harry, abrió de golpe los ojos para encontrarse con un par de pupilas doradas que lo miraban fijamente.
Al ver que esa no era la persona de sus afectos, Sirius, solo empujó a su acompañante.
Mientras, Remus (luego del empujón recibido) aún con las mejillas rojas por la excitación que le causó ese fortuito acercamiento (que había deseado desde que iban en Hogwarts), pudo apreciar claramente, que aquellos ojos no mostraban lo mismo que los suyos: amor.
Se notaba, sin lugar a dudas, que Sirius estaba desconcertado y molesto por lo que acababa de pasar, era obvio que él no lo quería igual, el licántropo se sentía tan triste, que usó todo su poder para detener unas condenadas lágrimas que pugnaban por salir, mientras un solo pensamiento le surcaba la mente.
-"¡Soy un estupido, un estupido, un estupido!, me aproveché de lo que pasó para besarlo... aunque, era eso precisamente lo que había deseado desde que lo conocí... ¡Grrr!, no es momento para pensar en eso... ¿Qué haré? He echado a perder nuestra amistad... ¡ah!, ya sé..." -sus labios pronunciaron lo primero que le vino a la mente.
-Tenia que detenerte
-Y ¡¿Se puede saber por que demonios no me has dejado que lo siga?!
-¿En verdad lo amas?
-Más de lo que te imaginas. -Moony andaba muy raro, primero estaba esa manera tan "particular" de detenerlo (N/a: ¡Me cae que ni yo creí en lo que Remus dijo!, Si será mi amado Sirius...) y ahora, parecía triste. No conforme con eso, ahora le preguntaba si en verdad amaba a Harry. (¬¬*)
-Entonces... ayúdalo a crecer... déjalo madurar -Parecía que cada palabra que pronunciaba el licántropo le costaba un inmenso esfuerzo, seguramente causado por el dolor que le proporcionaba no verse correspondido por su ser más amado -además, ¿Qué pasaría cuando todos los alumnos de la torre de Gryffindor, vieran que por su chimenea sale el prófugo-más-buscado-por-no- se-cuanto-tiempo-y-dado-por-muerto Sirius Black? -añadió intentando esbozar una sonrisa.
-Pues... ¡Me transformo en perro! -contestó Sirius emocionado.
-Recuerda que los perros no pueden viajar por polvos Flu. ¬¬
-Entonces ¿Qué hago? -preguntó el animago exasperado -¡él cree que no lo amo! Tenemos que aclarar esto.
-déjalo madurar -repitió cansado el profesor.
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-Veo que no te convenzo.
-.................
-Si es así, será mejor que vayas con él.
-¿Y lo de los alumnos que me verían?
-Entra por la chimenea de mi oficina.
-Gracias amigo.
Sirius se acercaba hacia la chimenea para volver a su antiguo colegio, cuando el múltiple sonido de látigos lo hicieron volverse para mirar hacia atrás, lo que miró lo dejó frío.
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Harry entró corriendo a la torre de Gryffindor, recordando lo que Malfoy le había dicho.
~~~Flashback~~~
-Ella es Hinoto Sumeragi.
Los platinados ojos del rubio se abrieron de par en par.
-¿QUE?
-¿Qué pasa? ¿Por qué esa reacción?
-Es... que...
-Draco, dime por favor que pasa, me... estas asustando. -ya no importaban las viejas rivalidades, Draco había estado ahí para ayudarlo y ahora parecía que algo estaba pasando y lo debía saber.
El rubio al ver la angustia en los ojos del moreno, supo que debía... no, tenia que decirle la verdad, se pasó una mano por el engominado cabello antes de contestar.
-Lo que pasa... es que... luego de un breve silencio, Draco sacó valor de no se donde, antes de continuar -ella esta con Voldemort.
-¡¿QUE?! -tomó al rubio por los hombros exigiéndole una explicación
-Los escuché... a mi padre y a ella... es mi prima... hablaban sobre una "fiesta" que habría en la casa del licántropo, es obvio a que se refieren con eso de la fiesta...
~~~Fin del Flashback~~~
Luego de escuchar eso, Harry salió corriendo rumbo a la torre de Gryffindor, fue a su habitación y sacó (como alma que lleva el diablo) un tarro de polvos Flu que había comprado en Hogsmeade, a la misma velocidad volvió a la sala común, e ignorando las miradas curiosas que varios... (OK o que todos) le dirigían, gritó unas cuantas palabras y fue absorbido por las llamas verdes de la chimenea.
No pasó mucho tiempo, luego de que el ajetreo se hubo detenido, para que abriera los ojos, aunque deseó no haberlo hecho...