Disclaimer: Digimon y sus personajes no me pertenecen, ya todos sabemos de quien soy. Los Personajes de H. P. son propiedad de J. K. Rowling. Tampoco me pertenecen Cyllan, Tarod, Sashka (en el muuuuuuy hipotético caso de que llegara a nombrarla) , etc.  son propiedad de Louise Cooper. Jiminisu y Akara  son propiedad de mi amiga Dragon.

Notas iniciales: La verdad, es que esto ya esta bastante deformado de cómo era originalmente.: Iba a ser solo un fic cómico de cómo se las ingeniarían los digielegidos para ser padres, pero me quedo bien la intervención de los brujos, y la dejé. Las intervenciones que agregaré hoy quería ponerlas de puro capricho, pero me vinieron como anillo al dedo.

Para las pobres almas desamparadas que lean este fic (por cierto, gracias Hickisu Misaki por el review !!!!), hago estas ACLARACIONES:

Tarod: Bien… es muy difícil describirlo. Tarod es, en realidad, la encarnación de uno de los Siete Dioses del Caos (o sea que es malo, en esa estúpida separación que existe entre "El Bien y El Mal"), el Señor del Tiempo ,en el cuerpo de un poderosísimo hechicero veinteañero de cabellos azabache y ojos esmeralda (==) Ha olvidado su verdadero origen y lleva su alma maléfica en una piedra preciosa incrustada en un anillo, que es su fuente de poder. Al recordar su pasado, niega su pertenencia al Caos y trata de demostrarlo con actos de extrema fidelidad hacia el Orden (hasta el punto de querer sacrificar la piedra). Al volver a convertirse en parte del Caos, no abandona ciertos sentimientos y emociones humanas que ha aprendido ha sentir. En pocas palabras, Tarod es la fusión perfecta entre el Dios, el demonio y el hombre.

Cyllan Anassan: Cyllan es una vaquera (oigan, no me miren mal, hablo en serio) valiente y fiel. No es graciosa, hermosa ni inteligente, pero Tarod se ha enamorado perdidamente de ella. Ella hace de todo con tal de conseguir su bienestar, y más de una vez trató de suicidarse para que Tarod pudiera escapar, ya que ella era la garantía para su "buen comportamiento". Ha decidido seguirlo hasta más allá de la muerte, e incluso deja atrás su mortalidad y pasa a ser parte del Reino del Caos, con tal de seguir con él para siempre. Es simple, ingeniosa y un tanto impulsiva. Su cabello rubio da la impresión de ser casi blanco ("porque así logra un perfecto equilibrio con Tarod", palabras de la autora) y posee grandes ojos ambarinos.

Sashka Veyvil Saravin: Si existe en el mundo un personaje odioso, es ella. Solo merecen estar a su altura Malommyotismon, Devimon, Voldemort, Bellatrix, Umbridge y algún otro grande de la maldad. Es una chica de la "alta sociedad", hermosa y calculadora. Tarod la amo durante un tiempo, pero ella lo traicionó por quedar bien delante del Sumo Iniciado (ver Keridil). Aunque nunca amó a Tarod, no pudo soportar que ella amara a otra, y a finales del último libro, mata a Cyllan (que, gracias al cielo, es revivida por Yandros, el hermano de Tarod, Señor de la Vida y la Muerte). Tarod la tortura, la hace morir de una manera miserable y la envía al peor de los Siete Infiernos, pero nada es suficiente para castigarla ¬¬.

Keridil Toln: Sumo Iniciado del Círculo ("grupo" de grandes hechiceros servidores de los dioses del Orden, al que pertenece Tarod), asume este cargo, al morir su padre, víctima de un error involuntario de Tarod. Era el primer y mejor amigo del hechicero de cabellos azabache, pero no pudo resistir semejante golpe y ordenó ejecutarlo, aunque pidió que no se lo hiciera sufrir. Al fallar este intento, mando a realizar el ritual ceremonial. Gran error, porque Tarod junto la energía necesaria para detener el tiempo y sumir al Castillo en un limbo al que nadie podía llegar (excepto Cyllan, por esas cosas extrañas de la vida,) Quiere tiernamente a Sashka y no sospecha de sus malvadas intenciones hasta el final. Cuando el Caos pasa a dominar el mundo, decide mantenerse fiel a sus dioses. Tarod lo deja vivir para "mantener el equilibrio", y en honor a su vieja amistad, porque ambos hubieran querido que las cosas fueran diferentes.

¡¡¡¿Padres?!!!

Capitulo 2: Explicaciones

- Bienvenidos al futuro, digielegidos.

Todos se voltearon, sorprendidos. Un joven vestido de túnica negra, con cabello azabache y grandes ojos esmeralda, tapados por unos lentes redondos los miraba con aire de superioridad.

Ninguno caía en la cuenta. ¿Futuro, les había dicho? No, no podía ser. Y sin embargo… esa chica…

- Dios mío Harry, tienes menos tacto que un rinoceronte.- una chica esbelta y de cabello castaño muy enmarañado apareció como de la nada, para reprocharle al de cabellos azabaches.

- ¿Y qué querías que hiciera? ¿Qué les mintiera, Hermione?

- No es mala idea- un pelirrojo salió del mismo lugar por el que había venido la castaña. – ¿Qué dirías tú si de repente se te aparecen un par de locos vestido de manera excéntrica y te dicen "Buenas tardes, Harry, ¿sabías que eres padre?".

El moreno se quedo sin palabras.

Un momento, un momento, un momento, pensó Yamato, ¿cómo que PADRES?

- Disculpen…- Hikari se acercó tímidamente y tocó al pelirrojo en la espalda, para que él se volteara a mirarla.- ¿Podría hacerles una pregunta?

La chica cerró los ojos y suspiró, resignada.

El de lentes aún parecía un poco traumado.

Solo el de ojos azules le sonrió, y respondió amablemente.

- Las que quieras.

Entonces, se produjo la avalancha.

Las catorce personas rodearon a los tres muchachos, alteradísimas y hablando todas al mismo tiempo.

- ¿Dónde estamos?

- ¿Quiénes son ustedes?

- ¿Por qué estamos aquí?

- ¿Cómo llegamos?

- ¿Quién nos trajo?

- ¿Cómo que Padres?

- ¿Cómo que el futuro?

- ¿Esto tiene algo que ver con el Mundo Digital?

Los hechiceros levantaron los brazos, en señal de rendición, y trataron de poner un poco de orden.

- ¡¡¡¡De a uno por vez, de a uno por vez, por favor!!!!!

- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SILENCIO!!!!!!!!!!- una autoritaria voz de hombre rompió el batifondo.

Las diecisiete personas de la sala se volvieron a ver el lugar donde ya estaban acostumbrados a ver salir a nuevos personajes.

El de cabello azabache entrecerró sus ojos esmeralda, receloso, y murmuró, con la voz sibilante y cargada de odio:

- Tu…

- Si, soy yo, por mucho que te pese.-

Él que había hablado era un hombre alto que se encontraba apoyado, con los brazos cruzados, contra lo blanco, que al parecer estaba hecho de algo lo suficientemente resistente como para sostenerlo. Iba vestido del mismo color que su cabello, negro azabache, que llevaba algo alborotado. Hubiera parecido el hermano gemelo del muchacho de anteojos, si no fuera porque en sus ojos esmeralda resplandecía una mirada que nada tenía de humano.

- Y respondiendo a sus preguntas, les diré, primero que nada, que no estamos en un lugar definido. Estamos en el limbo. Aquí nada tiene existencia concreta y el tiempo no transcurre.  Segundo, permítanme presentarnos. El pelirrojo de muchas pecas es Ronald Weasley, Ron para los amigos.- Ron arqueó una ceja, en símbolo de disgusto, pero no profirió ninguna queja- La muchacha es Hermione Granger, pero pueden decirle "Herm" o "Mione"- Hermione le dirigió una débil sonrisa, incapaz de replicar- Para continuar, ese intento fallido de ser humano, que podría ser mi hermano, pero que gracias al Infierno no lo es, y que se hace el "Yo Gran Super-Poderoso", es Harry Potter.

- Yo también te quiero- murmuró el de lentes.

El aparecido le dirigió una sonrisa sarcástica, antes de proseguir con su discurso.

- Ellas- dijo, e hizo que entre sus manos apareciera una bola de fuego verde, en la que se veía la imagen de dos muchachas, conversando amenamente- Son Virginia "Ginny" Weasley- señaló a una pelirroja, que se encontraba sentada en un sofá- y Cyllan- esta vez señaló a una mujer de unos veintipico de años, con el cabello casi blanco- Es la única que viene de mi mundo. Y por último, yo soy Tarod.

- Pero…- objeto Jyou. Todo ese enredo de nombres comenzaba a marearlo.

Tarod lo calló con una mirada que mataba.

- Silencio- ordenó- Nadie dirá nada hasta que yo haya respondido todas sus preguntas. Por el momento, creemos que esto no tiene nada que ver con el mundo Digital, aunque no estamos muy seguros. Lo que si sabemos, es que están aquí por la culpa y la mala acción de ellos- señaló con un dedo acusador a Harry y a Ron, que se hicieron los desentendidos.- Haciendo un experimento para tratar de hacer que un giratiempo viajara hacia al futuro, dejaron "enganchadas" a personas de otro tiempo y otro lugar geográfico, ustedes, y los trajeron a esta época, donde tienen hijos adolescentes. ¿Alguna duda?

Akara levantó tímidamente la mano.

- ¿Qué es un giratiempo?

- Muggles.- se oyó que susurraba en voz baja el pelirrojo.

- Un giratiempo es un elemento que permite retroceder en el tiempo.

Jiminisu no pudo resistirse.

- ¿Y cómo es que ellos pueden viajar en el tiempo casi a voluntad?

- Son brujos. Supongo que será un concepto un poco difícil de entender, pero ustedes han vivido cosas muy asombrosas.

Miyako estaba al borde las lágrimas.

- Yo solo quiero saber una cosa. ¿Mi hijo esta bien?

- No se hagan problema por eso. Camila, Sean y Alex están en perfectas condiciones, pero los mantenemos dormidos para que no haya ninguna posibilidad de que se encuentren con su "yo" del futuro. Comprendan, son demasiado pequeños para poder entenderlo.

El alma de Jun, Sora y Miyako volvió a sus respectivos cuerpos.

Taichi se mantenía en un rincón, callado y pensativo. Pero de pronto, explotó.

- ¿Y se puede saber que es lo que haces t aquí?

- Yo, como tú dices,  soy el Señor del Tiempo, y yo sipuedo manejar completamente a voluntad el Tiempo. He venido a poner Orden.

- Dioses, no creí que viviría para oírte decir eso. Y mira que soy inmortal.

Una chica de largos cabellos rubios y ojos ambarinos apareció por la puerta tridimensional. Parecería humana si no fuera por su ropa, que, obviamente, provenía del Reino del Caos.

- Ay Cyllan, tú sabes lo que quise decir…

- Si, lo sé, pero no podía desaprovechar esa perfecta oportunidad para fastidiarte.

- Eres terrible, amor mío- Tarod la tomó de la cintura y la besó dulcemente en los labios.

- Formo parte del Caos y encima quieres que sea buena. Es demasiado para mi Tarod.

- Nada lo es. Pero… permíteme presentarte a nuestros nuevos "amiguitos" y de paso también se los presentaré a nuestros queridos hechiceros.

La muchacha asintió con la cabeza.

Tarod fue nombrando a cada digielegido a medida que lo señalaba.

- El de los pelos parados y castaño oscuro es Taichi. El que también los lleva parados, pero rojizos, es Daisuke. El de cabello azulado es Ken. El pelirrojo es Koushiro. El que lleva lentes, Jyou. Y los "hermanitos" son Yamato y Takeru, respectivamente. De parte de las chicas, Sora es la pelirroja, Akara la que podría pasar por mi hermana, Miyako la que tiene tus ojos, Mimi la de la panzota, Jun la versión femenina de Daisuke, Jiminisu la de cabello largo y Hikari la de los ojos miel.

- Encantada- dijo Cyllan, haciendo una leve reverencia al mejor estilo japonés, aunque sus peculiares ojos no decían lo mismo.

"Todo muy bonito" pensó Ken "Pero si él puede manejar el Tiempo a voluntad. ¿Por qué no regresa todo a la normalidad y asunto terminado?"

- Tus pensamientos no son privados, Ichijouji.

Ken se volteó, asustado. Cyllan lo miraba fijamente, y él no pudo resistir esa mirada intensa, que penetraba más allá de su cuerpo, llegando hasta su mente y su alma. (Ah! Me olvide de decirlo! Aún antes de ser inmortales, tanto Tarod como Cyllan poseían poderes psíquicos y telepáticos )

- Es lo que pensamos hacer en este preciso momento.

Tarod cerró los ojos con fuerza y se tocó, casi como un acto reflejo, la mano izquierda, donde antaño llevaba el anillo que contenía su alma y era su fuente de poder.

Un aura negra y aterrorizante comenzó a formarse a su alrededor, comprendida por millares de figuras dantescas. Cyllan dirigió una última y amenazadora mirada a Ken, antes de unirse a Tarod, para incrementar así esa fuente de energía maligno.

Poco a poco, el piso de los digielegidos comenzaba a contraerse hacia abajo, y las paredes se les volvían borrosas. Ese poder los estaba succionando…

Repentinamente, todo volvía a la normalidad. El impacto agarró a todos por sorpresa y los dejo por el piso, como un tremendo sacudón. Mimi no puso resistir el golpe y cayó completamente desmayada. Hermione evitó que chocara contra el piso con un hábil movimiento de varita.

Agitado y sudoroso, Tarod se encontraba de rodillas en frente suyo. A una corta distancia, Cyllan estaba completamente desvanecida. Una vez, había servido momentáneamente de médium para que Tarod volviera del limbo en el que estaban encerrados por un corto lapso de tiempo, y casi no había podido resistirlo. De haber sido mortal, este esfuerzo la habría matado.

- ¡¡¡¡¿Qué sucedió?!!!!!!- Koushiro estaba histérico. Se había mantenido al margen del asunto, pero ahora que la salud de Mimi y de su hija entraban en riesgo, no se había podido contener.

- No… lo…sé…- las palabras del hechicero eran entrecortadas, y parecía que le costaba pronunciar cada una de ellas.

A gatas, se acercó hasta donde se encontraba la rubia, que la poderosa fuerza había arrastrado varios metros más lejos. Poso su mano sobre la frente femenina y una luz verde brotó de su palma. Pronuncio unas palabras de un idioma extraño en voz muy baja. Lentamente, Cyllan abrió los ojos.

Parecía un animal asustado y encogido. Llevaba el cabello enmarañado, la piel pálida sudorosa y los ojos ambarinos dilatados. Su voz era casi un susurro.

- ¿Qué sucedió, Tarod?

- Lo sentiste, ¿verdad, amor mío? ¿Sentiste la llamada de Yandros?

- P…por supuesto que si. Pero… ¿por qué?

- No lo sé, pero mi hermano debe tener un muy buen motivo para pedirme que detenga el regreso del tiempo, con todo lo que esto conlleva.

Notas de la Autora:

A que este capítulo fue un Infierno, ¿Verdad que si?. ¡Y seguirán apareciendo personajes!

Cualquier duda que tengan, pueden consultármela a:

eowynsoyyohotmail.com

              o

fskoropadcnba.uba,ar

¿Qué problemas tendrá Yandros? ¿Quién es Yandros, para empezar por ahí? ¿Cómo lo solucionaran, sea lo que sea? ¡¡No se pierdan el próximo capítulo (Siempre tuve ganas de decir eso ==) y no se olviden de dejar review!

Gracias por leer,

Estrella de la tarde1