Disclaimer: Digimon y sus personajes no me pertenecen, ya todos sabemos de quien soy. Tampoco me pertenecen Cyllan, Tarod, Yandros, etc. son propiedad de Louise Cooper. Los personajes de Harry Potter son propiedad de la gran ídolo J. K. Rowling. Jiminisu y Akara son propiedad de mi amiga Dragon.

¿Padres!

Capitulo 5: Los "Ishida Kamiya"

Jiminisu casi se descompone.

¿P…p..er…dón?- interrogó el rubio, mientras sostenía a la castaña para evitar que esta cayera redondo al piso.

Entonces… eso quiere decir que…

Si- la interrumpió Cyllan- Esa muchacha que vieron ni bien llegar era vuestra hija.

Y…- Kamiya iba a continuar preguntando, pero Tarod la cortó.

Antes de decirte nada, Jimi (y esa confianza? XD) y Yamato, debemos explicarles una bueno… este… particularidad de vuestros hijos, por decirlo de alguna manera.Una vez nacida la hija de Mimi y Koushiro, te darías cuenta de que estas embarazada, Jiminisu.

Ishida y Kamiya intercambiaron una sonrisa nerviosa, pero llena de felicidad.

Y unos meses después, te enterarías de que… bueno… no estabas teniendo un embarazo normal

El miedo se comenzó a pintar en el rostro del a morena, y el rubio la abrazó con fuerza. Jyou se volvió a observarla, preocupado.

Al ver todos esos rostros graves, Hermione se apresuro a aclarar.

¡Pero no se refiere a que tu… bebe… estaba mal, si no a que…! Bueno¿Por qué mejor no lo oímos con tus propias palabras, Jiminisu?- propuso la castaña.

¿Qué…?- se asombro Kamiya

Shhhh…- la invitó Harry al silencio, mientras Ginny encendía la inmensa pantalla.

Esta vez, no fue igual que cuando habían conocido a los hijos de Taichi y Sora. Ahora, se encontraban dentro de la escena, pero al mismo tiempo se hallaban fuera, pues sus "yo" del futuro no podían verlos ni oírlos.

Se hallaban en la casa de de los Izzumi. Daisuke y Taichi se hallaban embobados viendo un partido de fútbol en la televisión, al igual que Miyako y Koushiro, que examinaban un nuevo programa en el ordenador. Un niño pequeño se hallaba sentado en el regazo de la de anteojos. Hikari estaba desparramada por el suelo, jugando a las muñecas con su sobrina. Akara entretenía a Kyoshi contándole una historia. Takeru le leía un manuscrito a Ken, y ambos discutían sobre este. Sora se paseaba por toda la habitación con la bebe de Mimi y Koushiro en brazos, arrullándola para que se durmiera, alegando que debía volverse a poner en forma, mientras Mimi le preparaba la mamadera. Jyou e Iori jugaban un partido de ajedrez, mientras Jun hablaba con el de ojos verdes. Reinaba la armonía y la felicidad en el cuarto, exceptuando el rincón donde un rubio y un moreno se comían las uñas de la angustia…

Yamato parecía dispuesto a comerse a alguien, por eso ni siquiera Takeru o Taichi se animaban a acercársele, y solo Mamoru "aceptaba" su compañía.

-Nunca, pero nunca más…- pronunció el rubio con voz temblorosa por la cólera.- Voy a dejarla que…

"…que haga lo que quiera".- terminó la frase Kamiya, muy molesto- Lo has dicho un promedio de siete veces en los últimos diez minutos.¿Puedes tranquilizarte, por el amor de Dios?

-¡No, no puedo!- le contestó Yamato- ¿Entendes que ella se fue… sola?

-¿Y por qué demonios no la acompañaste!- ambos hombres se habían puesto de pie y ahora gritaban acaloradamente. Algunos de los presentes se volvieron a mirarlos, pero los restantes, acostumbrados a sus gritos, no les prestaron atención. La pequeña Izzumi comenzó a llorar y Mimi, mientras se dirigía a tranquilizar a su hija, que se había salido del control de la pelirroja, les dirigió una mirada furibunda, que ambos ignoraron olímpicamente.

Yamato entrecerró los ojos, tratando de canalizar su ira y así evitar asesinar a su cuñado.

Por que ella no me lo permitió…- murmuró.

La transmisión fue interrumpida.

¡No!- gritó Yamato- ¡No pueden dejarme así, es demasiada crueldad!

¡No es mi culpa!- le respondió Harry.

Es cierto- se retractó el rubio. Se dio vuelta y tomo a su mujer de las manos.- Jimi… ¿por qué eres tan malvada? No sé que es lo que no me has permitido, pero se nota que voy a sufrir muuuucho…

¡Oye!- se soltó Jiminisu- Seguramente, debes de haber hecho algo muuuuy malo

Futuros problemas conyugales para después, por favor-los interrumpió Tarod- Ahora, si no es demasiada molestia, quisiera mostrarles el porque de esa escena que acabamos de ver.

La sala quedó en silencio.

Bien, Yamato- Jiminisu apareció en la habitación desierta que se veía en la pantalla- ¿Estas listo?

No lo sé…- el rubio apareció sollozando.

Oh, vamos…- lo animó la morena- Si Taichi, Ken, Koushiro, Jyou y millares de hombres han sobrevivido a las ecografías, estoy plenamente convencida de que tú también podrás hacerlo. Además, recordá- Jiminisu señaló a Ishida con un dedo acusador- que seré yo quien lo lleve en su vientre durante nueve meses y quien debe someterse a la tortura del parto, y no tú, así que debería ser yo la asustada.

Los labios de Yamato comenzaron a temblar y abrazó a su mujer con fuerza.

La transmisión fue interrumpida.

¿Y eso qué tiene que ver?- cuestionó Kamiya.

¡Yo no seré así!- se quejó el rubio.

Por supuesto que si- lo contradijo Jiminisu.

El Dios comenzó a exasperarse.

¿Qué les pedí¡Presten atención a la continuación!

La pantalla volvió a encenderse automáticamente.

… y bueno, cuando volví para llevarla al hospital, me encontré con… esto...- el rubio extrajo un trozo de papel del bolsillo de su pantalón.

Mamoru lo tomó con dedos temblorosos. En él reconoció la letra estirada y un tanto desprolija de su hermana. Leyó la nota, rápidamente, y la volvió a las manos de Ishida.

"Yamato: no creo justo hacerte pasar por este "suplicio". No me busques en el hospital.

Te amamos."

¿Y tú le obedeciste?- el moreno continuaba incrédulo.

Fui al hospital- respondió el rubio, mientras que comenzaba a pasearse de un lado a otro.- Pero me dijeron que ella había pedido expresamente que no me dejaran entrar.

Demonios…

¡Mini!- el grito excitado de Jun tomó por sorpresa a los hombres. Al instante, las mujeres y Mamoru se abalanzaron sobre la recién llegado, Akara, Hikari, Miyako y Mimi con los pequeños aún en brazos.

Kamiya parecía algo shockeada, y solo sonreía y asentía con la cabeza antes las preguntas impacientes de sus amigas, y acariciaba con cariño la cabeza de su hermano, quien la abrazaba con fuerza. Por momentos, se ponía en puntas de pie y buscaba con la mirada a su marido.

Cuando Yamato logró reponerse de la sorpresa, fue hasta donde se hallaba la castaña. Las muchachas lo dejaron pasar sin inconvenientes, aunque el moreno estuvo algo más receloso. Llegó donde su esposa, y le acarició el rostro. En sus ojos, brillaba una sola pregunta.

Matt…- murmuró Jiminisu- Debo hablar contigo.

La pareja observó a su alrededor. Mimi entendió la indirecta.

El cuarto de Shizue esta vacío- comentó la ex pelirrosada.

Ishida y (ex) Kamiya entraron al cuarto de la pequeña.

¿Qué sucede?- interrogó el rubio, quien había comenzado a asustarse.

Jiminisu lo invitó a sentarse en la cama, aunque ella permaneció de pie.

Bueno… pues, yo… debo decirte algo muy importante, Yamato.

Lárgalo de una vez, Mini, por favor…- pidió el ojiazul, tomándola de las manos.

Es que…- la castaña se agacho, hasta que sus ojos quedaran a la misma altura- … no vamos a tener un bebe, Yamato.

-¿Qué!- Ishida se puso lívido, y comenzó a temblar- ¿Pero como puede ser, si…!

Jiminisu le impuso silencio colocándole un dedo sobre los labios.

No vamos a tener un bebe,- explicó- … porque vamos a tener dos.

La transmisión fue interrumpida.

El silencio reinaba en la habitación. Nadie se atrevía a decir nada. Todas las miradas estaban clavadas en la pareja Ishida.

Los ojos de Jiminisu y Yamato aún continuaban clavados en la pantalla, pues no habían conseguido moverse. Sus manos seguían entrelazadas, como las habían colocado al iniciar la transmisión.

Poco a poco, giraron las cabezas, hasta que sus ojos se encontraron. Durante un par de segundos, mantuvieron una mirada inexpresiva y sorprendida, pero eso no duró mucho.

Jiminisu fue la primera en reaccionar. Lágrimas de felicidad comenzaron a caer por sus mejillas morenas, mientras que no podía contener la risa. Al instante, Yamato reaccionó, y sus ojos azules se aguaron, para terminar de expresar su emoción en un fuerte abrazo en el que atrapó a la muchacha.

Gemelos… vamos a tener gemelos…- eran las únicas emocionadas palabras que se podían escuchar por entre la mata de cabello castaño.

Mellizos- lo corrigió Virginia, sonriendo como si la sola mención de esa palabra le trajera gratos recuerdos.

Una nena y un varón, si les interesa saberlo- acotó Ronald.

Tamiko y Takeshi Ishida Kamiya- murmuró Cyllan, también perdida en buenos recuerdos- Imposible separarlos.

Las luces volvieron a apagarse y la pantalla, a encenderse.

Se ve una habitación oscura y en penumbras, en la que apenas puede distinguirse el contorno de una cama, las siluetas de un armario y de un escritorio…

Repentinamente, un rayo de luz que penetra por la puerta recientemente entreabierta, inunda la habitación. Una sombra se introduce en ella y vuelve a cerrar la puerta.

Take… Take…- es muy difícil y casi imposible captar ese imperceptible murmullo.

Definitivamente, la voz femenina no tiene verdaderas intenciones de despertar a nadie, si eso es realmente lo que esta haciendo.

Una risa pícara, soltada sin intención, permite que los digielegidos perciban las intenciones ligeramente… "malvadas" de la muchacha.

¡SPLASH!

¿Por qué ese ruido me resulto "peligrosamente" conocido?- murmuró Hikari en el oído de su cuñada.

"Si el río suena es porque agua trae"- solamente respondió la pelirroja.

Y no puedes imaginarte cuanta agua…- le susurró Tarod.

Un grito precedió al ruido que produce el líquido al ser derramado. Y luego, tres palabras. Tres únicos palabras que constituían el desentrañamiento de todo el misterio.

¡TAMIKO ISHIDA KAMIYA!

Ahora es posible presenciar un jardín, tranquilo, equilibrado, sumido en esa paz perfecta de los sábados a las ocho de la mañana.

El encantamiento no dura mucho. A los pocos segundos, se ve pasar a una veloz silueta femenina, corriendo a todo lo que le dan las piernas y riendo a carcajada viva. Detrás suyo, y con solo unos segundos de distancia, pasa a la misma velocidad una figura masculina.

El jardín desemboca repentinamente en un pasillo sin salida. La muchacha esta acorralada. Busca diferentes métodos de escape, desde las cosquillas hasta la súplica de rodillas. Ninguna le funciona. Su captor es implacable. La "¿víctima?" se ve bañada por una bien merecida ducha de agua fría.

Esta bien, Takeshi. Dale una tregua- pidió una femenina. Apareció entonces Jiminisu en escena, cuya entrada fue acompañada por un corto jadeo. El cabello castaño en franco desorden sobre sus hombros que, al igual que el resto de su cuerpo, están cubiertos por un delantal lleno de tierra. Habrán pasado casi veinte años, pero apenas se le notan en pequeñas arrugas que tiene en la frente y en la comisura de la boca.

Como tú quieras, mamá- obedece el muchacho, apagando la manguera. Puede apreciarse entonces su figura, vestida de pijama. Es alto y delgado, de piel y cabellos morenos, nariz prominente, boca suave y grandes y dulces ojos azules.

Tamiko, cuando te pedí que despertaras a tu hermano, me refería exactamente a un método más… como decirlo… más… convencional- profirió la mujer

Nunca especificaste- replicó su hija.

Eres igual a Yamato- se quejó Kamiya.

La muchacha sacudió su cabellera color castaño oscuro, larga hasta la cintura. Entrecerró sus hermosos ojos color cielo, mientras se acercaba a su mellizo, quien la abrazó delicadamente por la cintura. Se llevó una mano a su boca perfecta, mientras decía con voz pícara.

No sé si deba tomar eso como un cumplido.

Oí eso Tamiko.

La chica Ishida tragó saliva, mientras veía entrar en escena la alta figura de su padre.

Los años no habían sido tan benévolos con él como con su esposa pero, aunque ya maduro, Yamato seguía siendo el Apolo que era en su juventud y seguía despertando las mismas apasionadas sensaciones.

Te doy dos segundos para que prepares tu defensa.

Oh, papito… bueno, yo… veras… je, je, je… ¿ya te he dicho el día de hoy lo mucho que te quiero?- tartamudeo Tamiko, mientras su mellizo gesticulaba imitándola de una manera muy cómica.

Oh… Dios…- fue lo único que pudo articular Jiminisu, resumiendo perfectamente todo lo que tanto ella como Yamato pensaban.

No, no, ningún dios- se quejó Cyllan- Aquí yo veo uno solo y es total y absolutamente MÍO ("Mío"… solo puedo decir una cosa: jeje).

Si, si, como digas Cylli-trató de tranquilizarla Virginia- Ya todos sabemos eso.

Muy cierto- corroboró Tarod.- Solo una cosa Gin: nunca jamás vuelvas a llamarla Cilly¿oíste?.

Como gustes- respondió la pelirroja, mientras observaba con asombro que los labios del ¿hombre? formaban con desprecio dos palabras parecidas a "Cyllan Toln"

Pero hay cosas que no todos saben- interrumpió la rubia, para romper el tenso silencio.

¿Cómo que?- interrogó Akara.

Como algo sobre los… "pequeños" a los que acabamos de visitar- arguyó Hermione- ¿O acaso no les interesa?

¡CLARO QUE SI!- clamaron todos al unísono.

Vamos, no pueden dejarme sin saber como tendré que sobrellevar a mis "adorables" sobrinos- bromeó Takeru.

Muy divertido, hermano.

Tamiko y Takeshi tienen casi diecisiete años y todo lo parecidos que son al conocerlos por primera vez lo son de diferentes al profundizar en una relación con ellos.

-Y no sé como hace Satoshi para quererlos tanto a ambos- comentó Hermione en un tono de voz casi imperceptible, pero que Mimi no pudo dejar de notar.

Físicamente, son muy parecidos a Jiminisu, pero tienen los ojos "Ishida" (marca registrada D), aunque quien haya observado un poco más sabrá que…

Tamiko tiene los ojos de Yamato y Takeshi los de Takeru- fue la menor Yagami la que interrumpió al de lentes.

Exacto, Hikari- continuó Harry- Leoninos, nacidos un "funesto" 20 de Agosto. Como ya deben de haber notado, la parte problemática aquí es Tamiko...

¡Mi nena no es problemática!- se quejó Yamato.

Es una manera de decir, Ishida, no te enojes. Quiere hacerse la dura y parecer fuerte, pero en realidad es muy sensible. Tiene buen corazón y no tiene miedo de demostrarlo con la gente que quiere. Pero... ¡cuidado! No le mientas ni la engañes, porque les aseguró que no vivirían para contarlo. Encuentra una gran descarga en su música, con la que aprendió a contenerse desde muy pequeña. Tiene pocos amigos, pero de calidad. Es un tanto rebelde y poco convencional, porque le gusta ir contra las normas y lo preestablecido. Ponerle límites va a ser una de sus misiones más duras.

Como ella dice generalmente, no tiene ni la más pálida idea de que va a hacer de su futuro, pero, si quieren saberlo, puedo comentarles que será una muy buena profesora de música.

¿Y su… este… como decirlo- el rubio se puso nervioso-… vida social?

¿A sus amores te refieres?

Si a eso se refiere- interrumpió Jiminisu.

No, esta vez si que no puedo decirles nada- Ishida miro amenazadoramente al Señor del Caos, como tratando de presionarlo, pero el azabache solo se encogió de hombros- Primero, porque tiene un amor platónico que es ultra-archi-queterecontra- secreto y que solo pocas personas privilegiadas (como yo, por ejemplo) conocen. Y segundo, porque aún no ha descubierto lo que siente por el que será el gran amor de su vida, y cuando lo noté, tardará muuuucho tiempo en aceptarlo.

Pero… si Tamiko es la parte "terrible" de mis hijos, Takeshi ha de ser un ángel…- reflexionó Jiminisu.

Ni lo creas, Mini- Espera a conocerla y verás lo que es bueno…

Eso me recuerda- interrumpió Tarod- que aún no hemos hablado sobre la parte masculina de la dupla y el tiempo vuela. ¡Apúrense!

-No sabía que tuvieras alas- susurró sensualmente la rubia en su oído.

Parece que Takeshi ha tenido la suerte de parecerse a Takeru y a la parte racional de Jiminisu un poco más que su hermana. Pero, oigan bien: solo un poco.

¿Cómo que a mi parte racional¡YO SOY TODA RACIONAL!- gritó Kamiya, y Sora tuvo que detenerla antes de que matara al pelirrojo a golpes.

Si, claro como tu digas- una gota de sudor recorrió el contorno del rostro del muchacho- no es tan cerrado como su hermana, pero tiene momentos de honda depresión en los que nadie (o casi nadie, pero ese es un tema muy delicado y profundo que no debe ser tratado ahora), puede sacarlo a flote. Es una de esas personas de corazón tierno, de las que todos quieren estar al lado. Sin embargo, a veces resurge su lado maléfico (herencia de Yamato, sin lugar a dudas) y hay que temblar, porque removerá cielo y tierra hasta conseguir lo que quiere.- el pelirrojo se detuvo, observando con incredulidad el papel que tenía en la mano, para luego alzar la vista, interrogante- ¿quién recorcholis escribió esta porquería?

Yo- fue la única respuesta de su hermana.

Ron la fulmino con la mirada.

¿Y realmente lo piensas?

La pelirroja suspiró, dándose aires de mujer flechada por Cupido.

Y… quién sabe…

La cara de Weasley se puso bordo

Pues haz lo que quieras, pero no me involucres a mi en esto, arregla las cuentas con tu noviecito

¿Qué?- preguntó el azabache desde la otra punta de la sala, seguramente alertado por ese cosquilleo que se siente cuando se habla de uno.

Nada amor, sigue con lo tuyo- fue la respuesta de la menor presente, a la que el joven obedeció inmediatamente- Ahora, Ron, te agradecería que no nos hicieras demorar más y continuaras¿no, Tarod?

El dios, que se había mantenido al margen para disfrutar de cómo la pelirroja dominaba la situación, solo intervino cuando esto le fue explícitamente requerido.

Siempre estás en lo correcto, Gin

¡Ojo con mi chica, caótico!- advirtió el moreno a los gritos

Tranquilo, copia barata, tengo esposa, un hijo genial, dos hijas maravillosas y otra en camino- repuso Tarod, abrazándose a Cyllan-¿feliz?

Harry no se digno a contestar y solo se dio vuelta.

Ahora Ronald, si tan sólo prosiguieras…

¡No diré esto!- se escandalizo el pelirrojo

-Lo dirás- dijo su hermana en tono suave y sibilante, pero con una mirada en sus ojos castaños que habría asustado al más valiente- No sé si lo sabías, hermanito, pero una de dos, o dices lo que esta escrito en ese papel o te hago comer ese papel, tu eliges. Sin contar con que será muy divertido oírlo de tu boca.

Si las miradas mataran, Virginia Weasley hubiera caído fulminada en ese preciso instante, pero cómo no es el caso, Ron no tuvo más remedio que pronunciar la odiosa frase, aunque se dio el gusto de, después de cada palabra, levantar la vista y dirigirle una mirada de puro odio a su hermanita.

Es digno hijo de su padre- Yamato levanto los ojos, asombrado, y ni hablar de Jiminisu- y, como él, es guapísimo y un gran conquistador.- las últimas palabras, Weasley las pronunció en una velocidad desorbitante, tratando de hacer el bochornoso momento lo más corto posible.- Es mujeriego a morir, pero no soporta un amor más que un corto tiempo, y siempre acaba llorando los desengaños en el regazo de su prima.

La castaña tomó entonces el lugar del pelirrojo, haciendo que este se sonrojara por lo que acababa de decir.

Parece que lo único que esta familia puede hacer es dar artistas, y Takeshi no iba a ser la excepción.

¿Qué hace?- interrogó Miyako.

Pinta. O, mejor dicho, dibuja. Le gusta mucho dibujar personas.

¿-Ah, si?. ¿Y lo hace con modelos?

Claro que si. No hay uno entre ustedes que no haya posado aunque solo sea una vez para él. Él acepta a cualquiera que venga a ofrecerse voluntariamente, aunque, claro esta, él también tiene sus favoritos. Por ejemplo, siempre le ha gustado retratar a Sora y a Shizue, porque dice que ambas tienen un candor especial para posar. Últimamente, se había entusiasmado mucho con Hikari, pero desertó hace poco, porque dice que su tía tiene una luz interior que aún no ha logrado retratar, y que sin ella, el dibujo no tiene gracia.- Takeru sonrió inconscientemente, sintiendo una fuerte afinidad con su sobrino )-Eso si- Granger sonrió pícaramente- una de las cosas que más ama en el mundo es retratar a su prima. Porque, según él, no hay modelo más perfecta en este mundo que Narumi. Bueno, pero no es tiempo aún para hablar de ella.- la unigénita se frotó las manos- Ken… Miyako… ha llegado su hora.

Notas de la Autora:

¡Miserables! (No se enojen, es una manera de decir) ¡Ni un review¡Ni uno solo! Al menos podrían dejarlo para hacerme saber que detestan esta historia¿no?. De todos modos, yo voy a seguirla, aunque más no sea por mi, que me hace bien sacarme de la cabeza todos estas historias chifladas que andan rondándome. Bueno, esta vez hagan un esfuercito y déjenme un mensajito, por muy mínimo que sea, que yo voy a saber apreciarlo.

¡Gracias (igual) por leer!

Estrella de la Tarde

PD: Más que "retratar" a su prima, yo diría que lo que Takeshi ama es "a" su prima¿ne?