El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como todos los símbolos y elementos relacionados, son propiedad de Warner Bros., 2000

Dedicado a: como siempre a los que leyeron el capítulo anterior y que pacientemente esperaron por este jejeje

Que más... mmm... sí... decidí poner a ciertos Slytherins mucho mas intuitivos de cómo los ha puesto Rowling, es que de verdad no creo que sean tan tontos...

In The Shadows
Tercera parte

Sin -y por suerte- haberse encontrado con su hermano en el camino, Ginny llegó a la sala común. Estaba prácticamente vacía a excepción de un par de estudiantes de segundo haciendo la tarea a última hora. Subió a su habitación, pero antes de entrar por su puerta, alguien la tomó del brazo haciéndola voltear asustada.

- ¿Ginny? -

- ¿Diane?. ¿Qué haces aquí, qué pasa? -

- ¿Qué haces tú aquí, por qué estas mojada? -

- ¿Eso? Es... -

- ¿Una larga historia? No importa, me la cuentas... -

Diane era una de las mejores amigas y compañera de curso de Ginny. A veces, solía tenerle mucha confianza, en otras, no.

Entraron a la habitación de las chicas de quinto. Ginny fue a su cama y se sacó el abrigo mojado, colocándolo con cuidado sobre su baúl. Diane se sentó a su lado.

- Bueno...¿y? - Preguntó Diane en un susurro.

- Bueno y... ¿qué? - Contra preguntó Ginny, también hablando bajito.

- Que por qué llegas a estas horas... y empapada. ¿Anduviste afuera? -

- Sí - Afirmó a la vez con la cabeza.

- ¿Haciendo qué? -

- Di, pareces mi madre... -

- ¡Ya, pero quiero saber! -

- Esta bien... pero me prometes que no se lo cuentas a nadie... ¿de acuerdo? - Ginny la miró a los ojos mientras se sacaba los zapatos.

Diane miró a su alrededor. Todas sus compañeras ya dormían plácidamente en sus camas, detrás de sus doseles, lo que pareció darle más seguridad.

- Prometido... -

- Bien... estuve con Malfoy... -

- ¿Con Malfoy? Pero Ginny no que... -

- Sí, si sé que es lo más extraño que podía pasar... pero... -

- A ver... cuéntamelo desde el principio... - Subió un poco el tono de voz.

- Sí, pero cállate, más bajito... - Tomo aire. - Ayer... mientras... ya sabes, salía a dar una vuelta... él me encontró -

- Pero tu estabas por aquí cerca -

- Sí, de hecho estaba a punto de entrar, él estaba junto al cuadro de la Señora Gorda -

- ¿Qué hacia rondando por aquí? -

- No tengo la menor idea, pero no va al caso, él me pidió... que lo acompañara a dar la vuelta por el colegio. Yo no quería entrar a la sala común en su presencia -

- ¿Te pidió que lo acompañaras? Eso es raro -

- Lo mismo pensé yo, pero ya que no tenía nada más que hacer... -

- ¿No te dio un poquito de miedo? -

- Bueno, sí, tal vez... luego, fuimos a... -

Así continuó su relato sin que la interrumpiera, mientras se ponía el pijama. Omitió algunas partes del relato, quizás para no preocupar demasiado a su amiga; como por ejemplo, que pensó en escaparse de Hogwarts, por una milésima de segundo, con Draco. Tampoco le contó de sus acercamientos de "segundo tipo" con él al final de cada uno de sus paseos. Al final, Diane comentó algo.

- Vas a ver como poco a poco te vas haciendo amiga de él... o algo más que eso... - Sonrió, restregándose los ojos por el sueño.

- ¿Estás loca? Sólo fueron dos veces... además... - Pero le agradaba pensar en una posible amistad, sin entender el por qué. Eso la hizo sonrojar. - ...no creo que pase más allá de eso... -

- Y supongo que vas a ir al baile del sábado con él - Le guiñó el ojo y dejó escapar un bostezo.

Eso ya era demasiado... ¿ir al baile con Draco? No era exactamente una mala idea... sólo que algo extraña. Ya le había dicho que no quería ir... ¿cómo solucionar eso? Además estaba el hecho que Draco se quería ir del colegio. ¿Cómo saber que no lo haría antes del sábado? Por muy pronto que viniera esa fiesta... y estaba también otro hecho... ¿realmente no había estado soñando, que tal si luego Draco aparecía inmune a su invitación al baile, sin recordar nada... ¡Se moriría de vergüenza! Definitivamente Diane estaba loca.

En la pieza de los chicos de sexto de Slytherin, Draco otra vez llegaba tarde pero ahora con la ropa mojada. En esta ocasión, eso sí, las luces no estaba apagadas... la pieza estaba casi tan iluminada como de día y sus 4 compañeros -y alguien más- jugaban Poker mágico en el suelo. Al ver entrar a Draco, voltearon las cabezas de Goyle, Crabbe, Zabini, Nott y ¿Pansy Parkinson? a la vez hacia él, con caras asustadas, divertidas y/o somnolientas.

Pansy se paró de golpe y abrazó a Draco. Pero él no se inmutó, menos cuando pasados dos segundos ella se echó hacia atrás.

- Draquis, estás mojado -

Zabini, que justo pasaba por su garganta un trago de whisky de fuego, escupió todo en la cara del pobre Theodore, y en consecuencia le dio un ataque de risa.

- ¿Draquis? - Dijo apenas conteniéndose.

- ¿Dónde habías estado? - Preguntó Goyle.

- Es bastante tarde - Agregó Nott, secándose la mezcla de baba y whisky de la cara con la manga.

- Por ahí... -

- Igual que ayer - Dijo Crabbe.

- Sí, igual que ayer... y ustedes no son mis madres así que no se inmiscuyan en esto -

- Yaaa... tranquilo... Draquis - Malfoy miró a Blaise asesinamente. - Draco... solo jugábamos Poker, nos divertimos antes del estúpido baile del sábado, y tú, nadie sabe qué andarás haciendo... -

- Eso es verdad Draquito - Enfatizó Pansy, provocando por el sobrenombre risas de los otros chicos. - Tres días... es mejor dicho... dos días más y estás frito, y vas a tener que ir con la primera que se te cruce, incluso podrías llegar a tener que ir... ¡con una asquerosa Gryffindor! - Dijo las últimas palabras como con repugnancia, a lo que los chicos asintieron.

- ¿Y me imagino que todos ustedes ya tendrán pareja? - Dijo algo enojado Draco, queriendo apartar el tema del paseo nocturno de su mente.

- Sí - Contestaron los cinco al unísono.

- Ya, me desconcentré - Dijo Nott, tomando las cartas de todos del suelo y ordenándolas. - Empecemos una nueva partida... ¿te incluyes Malfoy? -

- Vale - Dijo Draco, ya un poco más despejado. Podía ser la última vez que se divirtiera con sus amigos.

Quizás hasta qué hora siguieron jugando, porque a la mañana siguiente cuando despertaron para ir a clases, ninguno quiso salir de su cama.

En cambio, Ginny despertó otra mañana un poco más feliz que siempre... tanto así, que Ron se asustó esa mañana en la sala común de ver sonreír de esa manera a su hermanita, y caminando en las nubes por lo demás. Ella fue al Gran Comedor a eso del desayuno con la esperanza de ver a Draco por ahí. Y sí, ahí estaba. Y como en un acto reflejo, lo saludó con la mano. Draco se taimó un poco y le hizo un pequeño gesto con la cabeza.

Ginny se fue a sentar con sus dos amigas, Diane y Karla.

- ¿Fue idea mía o saludaste a alguien de Slytherin? - Preguntó Karla sorprendida y riendo.

- Sí, saludó a Malfoy - Dijo Diane, antes de que Ginny pudiera contestar algo.

La pelirroja cerró sus puños y se sonrojó, haciendo que sus amigas se rieran más. Se sentó junto a Karla y tomó un vaso de jugo de calabaza.

- ¿Qué pasó?. ¿Por qué Di sabe y a mi no me dijisteeeee? - Dijo Karla como reclamando.

Ginny no dijo nada.

- Prácticamente la obligue a que me contara - Dijo Diane, mirando a Ginny de reojo.

- ¿Cuándo? -

- Anoche -

- ¿Y qué te contó? -

- Después hablamos de eso, aquí no por favor... - Masculló finalmente Ginny viendo que Parvati Patil, unos puestos más allá, parecía intentar escuchar lo que estaban hablando, pero al ver que Ginny también la miraba bajo la cabeza y siguió conversando con su amiga Lavender.

En tanto Draco digería con dificultad sus huevos fritos en la mesa de Slytherin. La resaca de anoche -y al parecer a sus compañeros también- le pesaba un poquito. Además, y no solo por eso, su cabeza no estaba en total claridad, sobretodo porque cuando bajaron las lechuzas a entregar cartas y paquetes a él le llegó un sobre sin remitente, con una nota en la parte posterior que decía

Léela en privado lo antes posible

Su primera hora de la mañana era Pociones, así que si la perdía no importaba mucho, después de todo era una asignatura que se le daba fácil. Cuando todos los que tomaban las clases con él se dirigieron a las mazmorras, se perdió en uno de los pasillos y se fue a su sala común.

Allí, sentado en una silla cerca de la chimenea apagada, la abrió. De pronto, sus temores se revelaron... lo primero que miró fue el remitente, y ese era Lucius Malfoy.

Luego, leyó la carta. Sus ojos se iban abriendo de par en par mientras avanzaba en la lectura, hasta que terminó. Dio un suspiro, arrugó la carta dentro de su mano y la arrojó con fuerza hasta el otro lado de la sala, rebotó contra una pared y cayó al suelo.

Ya no le quedaba otra salida. Tenía que irse del colegio lo antes posible, y llegar hasta donde pudiera. No quería pensar en como se las iba a arreglar siendo sólo un adolescente de 16 años, pero lo iba a hacer, y nadie se lo iba a impedir. Pero al pensarlo mejor, se dio cuenta que era imposible salir del colegio bajo las narices de Dumbledore sin ser descubierto. Su vista se fue al panel de mensajes. Claro, ahí estaba la respuesta. Salida a Hogsmeade el mismo sábado por la mañana, para comprar lo que fuera necesario para la fiesta de la noche. Era su mejor oportunidad para salir del colegio. Cogería todo su dinero y sus cosas más imprescindibles del baúl y las pondría en una mochila. Dejaría atrás el colegio para no regresar nunca, así su padre no podría encontrarlo jamás. Un plan perfecto, pensó. Pero aún tenía que esperar hasta pasado mañana, porque hoy era jueves. Decidió regresar a Pociones, demasiado tiempo no había pasado y seguro que Snape no le preguntaría nada.

Ginny le contó la misma historia que a Diane esa tarde en los baños del colegio después de clases a Karla. Ella quedó muy sorprendida...

- Así que el chico perfecto de Slytherin tiene problemas - Suspiró ella. - Nadie se libra de ellos -

- Porque nadie vive completamente feliz, Karlita - Dijo Diane, fumando un cigarrillo muggle y echando humo hacia Ginny.

- ¿Podrías dejar esa cosa? - Exclamó Ginny, esfumando el humo con la mano.

Di era hija de muggles, y en las vacaciones de verano había adquirido con sus otros amigos muggles la costumbre de fumar aunque sea una vez al día, y no olvidó llevar varias cajetillas al colegio ese año.

Negó con la cabeza y siguió fumando.

- Se va del colegio... -

- Sí -

- ¿Cuándo? -

- ¡Quién sabe! No me lo dijo... - Suspiró Ginny. - Me da pena... -

- Y a mi - Dijeron las dos al unísono.

- Pero no te puedes meter - Continuó Diane. - Es un Slytherin, y esta muy lejos de... tu realidad... -

- ¿Tú opinas eso? - Dijo desafiante Ginny. - ¿Qué acaso no puedo estar cerca de él porque... es diferente? -

- ¡Tranquila, Ginny! El humo de esa cosa de Di te está exasperando - Dijo Karla mirando asesinamente a Diane, y ésta solo bajó los hombros y dio otra bocanada de humo. - Nadie dice eso... ¿pero tú crees que los... amigos... de Malfoy saben algo de que él anda contigo? No se ve que Draco sea de esas personas que ande contando las cosas... y sabes bien como son los Sly con nosotros los Gryffindor, el solo hecho de pensar en esa Parkinson cuando se entere me da... susto... -

- Ah, o sea que tu tampoco creas que yo pueda... Al menos creía que tú me apoyabas - Se giró hacia Diane.

- Estaba muerta de sueño, Ginevra, y conoces las estupideces que soy capaz de decir cuando tengo sueñito - Dijo apagando el cigarro en el lavamanos y lanzándolo por el desagüe.

Como toda respuesta Ginny se cruzó de brazos y salió del baño, seguida de cerca por sus dos amigas. Esa noche, salió una vez más para ver si encontraba a Draco, pero a pesar de dar dos vueltas por Hogwarts y cruzarse con varios prefectos que la miraron feo no lo encontró y volvió derrotada a dormir.

El día viernes pasó sin ningún hecho fuera de lo común entre ellos dos.

El sábado en la mañana, Draco y Ginny se ignoraron mutuamente en el desayuno, con la mente demasiado ocupada en otras cosas, pero después justo antes de la hora de salir hacia Hogsmeade, Draco fue hacia la torre de Gryffindor y encontró a Ginny conversando con sus dos amigas en uno de los pasillos. Sin más, él se acercó a Ginny.

- ¿Puedo hablar contigo? - Le dijo en voz baja, seriamente.

Karla y Diane miraron incrédulas, pero Ginny asintió y salió tras Draco. Ellas se volvieron a su sala común.

Draco caminó sin parar hasta los terrenos del colegio, que esa mañana cubría un cielo gris con probabilidades de lluvia.

- Que horrible está el día - Murmuró Ginny para sí.

Malfoy se detuvo lo bastante lejos de los alrededores del castillo, donde estaban algunos alumnos esperando para salir a Hogsmeade, y miró a Ginny.

- Me voy -

- ¿Qué? -

- Hoy... en la salida a Hogsmeade -

- Estás bromeando - Dijo Ginny, mirando inexpresivamente hacia el lago.

- Claro que no, esto es en serio, pensé que te había quedado claro - Respondió Draco, con la voz demasiado grave.

- Sí, pero... ¿hoy? Creí que hablabas de algunas semanas más... no hoy -

- Padre me mandó una carta... viene por mi, está muy cerca de Gran Bretaña... y sólo un par de días le harían falta para llegar hasta aquí -

- O sea que de todos modos te van a llevar aunque no quieras -

- Como su fuera un impedimento que me oponga para los Mortífagos... -

Ginny miró al suelo. Sus ojos se humedecían, pero no podía llorar. ¡Cómo iba a llorar enfrente de Malfoy! Era una locura, y él podría malinterpretarlo y pensar que a ella le gustaba pero... ¿no era cierto eso?

Continuará...