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Como bien pudieron darse cuenta las personas que entraron a mi bio, este fic está llegando a su final... es lo más probable, digamos un 95, de que este es el antepenúltimo o penúltimo capítulo. Disfrútenlo! A mi me gustó n.n Un día antes porque el pasado lo publiqué un sábado y no el viernes como había prometido que lo haría... así que... Gracias por los reviews!!! Ojalá me lleguen más ;)
In The Shadows
Octava parte
Caminó con lentitud hasta quedar frente a Lord Voldemort. Éste le subió la manga del brazo izquierdo, puso la varita sobre su piel.
-¡Draco Malfoy!
Pero esa voz no vino de Voldemort, al contrario, se escuchó desde el otro lado de la sala. Y allí, lejano y seguido de cientos de Aurores, estaba Albus Dumbledore.
-Detente allí mismo, Tom
Se hizo un silencio espeluznante en la sala, nadie se movía... ni buenos ni malos. Todos, sumidos en el silencio, la sorpresa y el espanto. Todos, mirando a sus... ¿enemigos?. ¿Pero entonces que hacían Ginny y él allí, y por qué Dumbledore había dicho su nombre? Pero una pequeña seña, un movimiento casi imperceptible desató lo que se venía. Voldemort se separó de Draco y sonrió. Y luego, en un solo segundo, se desató la batalla más grande -incluso la más extraña- que había visto en su vida. En realidad, la primera que había visto, y vivido.
Aurores y Mortífagos empezaron a atacar a la vez, unos contra otros, pero ni Voldemort ni Dumbledore se movían de su lugar. ¿Por qué? No intentaba comprenderlo. Incluso los nuevos Mortífagos se lanzaron a la batalla, pero los que aún no lo eran, o los que esperaban en la cola con él, se habían arrinconado inconscientemente hacia la pared, como no pudiendo hacer más que eso.
Poco a poco, Ginny volvió a la realidad. Lo que estaba sucediendo ante ella, era más de lo que podía asimilar, a pesar de que no era la primera vez que veía una situación así. El Departamento de Misterios y lo que había vivido el año anterior allí regresó a su mente muy rápido, y lo comparó con el ahora, salvo que en este "ahora" el número de personas se había multiplicado por 20 y eso era decir poco.
Ahora, no había más que extraños cerca suyo, y ella estaba allí, arrimada a una pared, junto a jóvenes que habían venido para ser Mortífagos, y de ellos al único que le sabía el nombre era Draco. No, era más que saberle el nombre... era algo indescriptible, algo que hace una semana le hubiera parecido lo más extraño del mundo, y que ahora se veía como una extraña realidad. Ella estaba allí con Draco Malfoy, para apoyarlo, para ayudarlo, para hacer lo que pudiera por él. ¿Y que era eso en este momento? La respuesta cruzó como un rayo su cabeza.
Sacarlo de aquí.
Miró a su alrededor y notó la escena frente a sus ojos. Voldemort iba caminando hacia el centro de la sala, y del otro lado Dumbledore también iba hacia el mismo lugar. Iban a batirse, no cabía duda, pero gracias a eso, y que todos estaban concentrados en otras cosas, podrían salir de allí sin ser precisamente notados. Vio la puerta al otro lado de la sala, en este momento despejada, y realizó su idea sin pensarlo demasiado.
Se acercó a Draco, quien miraba la batalla con ojos desorbitados, y le tomó del brazo. Ahora ella lo guiaría.
-Sígueme -le susurró al oído, haciéndolo salir de su aturdimiento.
Pasó por delante de los otros chicos, y tal como lo había sospechado, no se dieron ni cuenta de lo que hacían ellos. Arrastró a Draco hacia la puerta pegados constantemente a la pared circular y viendo la batalla entre unos y otros por mientras. Dumbledore y Voldemort ya habían comenzado a lanzarse ataques entre sí.
Cuando llegaron a la puerta la atravesaron y llegaron a un rellano oscuro, pero que era definitivamente parte de una mansión gigante. Ahora sólo se podían guiar por sus instintos. Avanzaron en la penumbra de la luz de la sala donde estaban todos, pues no disponían de varita, así que sólo siguieron hasta poder encontrar la entrada a esa mansión.
A medida que caminaban se iba haciendo más oscuro, aunque habían algunas ventanas tapadas con cortinas que dejaban entrar resquicios de luz entre ellas. Pasaron por varias salas sin puertas que las separasen... ¿o era que las puertas estaban abiertas? Parecía que sí. Un comedor, dos salones, una sala de música. ¿Qué clase de lugar era ese? Hasta que llegaron a la que probablemente era la entrada.
Era una puerta grande de roble, abierta de par en par, seguramente el lugar por el que habían entrado los Aurores y Dumbledore. La cruzaron y la luz de la luna les mostró a través de la niebla los terrenos que bordeaban a la mansión.
Estaban en la parte alta de un terreno enorme de pastizales verdes, sin flores ni árboles, que terminaba en un gran portón metálico, abierto también, aproximadamente a setecientos metros desde donde estaban. Más allá mucho no se podía ver, tan sólo que había un camino. Seguramente estaban en la mitad de un campo. Draco fue el primero en hablar.
-Creo saber en dónde estamos
-¿Perdón? -dijo ella, mirándolo con curiosidad.
-Este lugar, ya he oído sobre él... como no hacerlo estando en Slytherin
-¿Siempre hablas como que los demás saben todo lo que tú? Porque creo que entiendes que no tengo la más mínima idea de lo que estas diciendo...
-¿Ya te enojaste? -preguntó él, mirándola un poco sobresaltado, pero luego se calmó-. Esta es la antigua mansión, restaurada claro, de Salazar Slytherin
-Pe... pero... ¡él vivió hace más de quinientos años! -dijo ella asustada.
-Por eso dije restaurada... se sabe que el Señor Os... Voldemort, -agregó, viendo que una vez de haberlo tenido tan cerca, no tenía por qué temer decir su nombre-, lo hizo hace muchos años atrás cuando su poder comenzaba a aumentar
-Y ahora es el nuevo sitio de reunión de los Mortífagos...
-Así parece, pero también sabía que el lugar estaba encantado para que cualquier persona que no estuviera a su servicio pudiera traspasar los portones
-Como Hogwarts
-Casi...
Caminaron por un sendero hecho de piedras, que llevaba hasta la entrada del protón. Minutos después cuando llegaron a él, pudieron ver una carretera, y algunas parcelas cercadas mucho más allá, aunque no hubiera rastro de luz más que de la natural.
-¿Tienes idea de que región o lugar pueda ser éste? -preguntó Ginny.
Sin embargo el sabía tanto como ella ahora, en otras palabras, no sabía nada de nada, así que negó con la cabeza.
-Quizás debamos seguir caminando y preguntar en alguna de estas... residencias cercanas, sean mágicas o muggles -dijo viendo a su alrededor y enfocando la vista, la niebla era bastante espesa.
-Bueno
Siguieron avanzando por el camino. De pronto, Ginny se abrazó a si misma por los brazos, y temblaba ligeramente: andaba solamente con el vestido, y la niebla era fría, no demasiado, pero lo bastante como para hacerla tiritar. Draco la miró y se detuvo. Ginny también lo hizo. Notó su sensación de frío ya que él igual la tenía, su túnica no era demasiado gruesa.
-Oh, Ginny, lo siento, ojalá pudiese hacer algo pero estoy casi en las mismas condiciones que t...
-No importa -lo interrumpió ella-. Por favor, sigamos, mientras más pronto lleguemos a algún lugar, más rápido podremos salir de aquí, dónde sea que estemos, además...¿crees que es muy fácil caminar sobre la tierra seca con tacos?
Volvieron a caminar, aunque ahora a un paso mucho más rápido.
-Ojalá tuviera mi varita... -murmuró Draco unos segundos más tarde.
-A quién se le ocurre ir a un baile sin varita...
-A quién no se le ocurre, se sensata... ¿quién va a un baile con varita?
-Oye... ¿qué no viste? Creo que era la única del ED que no salió a espantar a los Dementores
-¿El ED? Ah... esa estupidez del ejército de Dumbledore... -le salió inconscientemente.
-No es una estupidez. ¿y te imaginas que estará pasando en Hogwarts ahora?. ¿Qué paso con los Dementores, los alumnos, los profesores...?
-Eso no importa demasiado... ¿qué no viste lo que estaba pasando en aquel lugar?
-Si lo vi, y me preocupa la verdad...
-Mira, ya llegamos a un sitio techado -terminó él, cambiando de tema, quizás a propósito, o porque habían llegado hasta una cerca de madera, donde más allá a unos metros había un galpón muggle bastante grande.
Se veía vacío, y no tenía luces encendidas, pero eso no quería decir de que existiera la probabilidad de que hubiera alguien adentro.
Pasaron la cerca por encima, pues era bajita, y fueron hacia la entrada al galpón. Se percataron de montículos de paja en algunas partes, en la pared del lugar habían algunas horquillas afirmadas, lo que le hizo recordar algo a Ginny.
-Esto parece una granja
-¿Qué es una granja? -preguntó Draco, nunca había algo que se le pareciera a esto en su vida.
-Aquí se crían animales de campo... ¿cómo no sabías eso, Malfoy?
-No podría decir que he tenido un muy buen contacto con la... naturaleza
Ginny rió con el comentario, y a la vez se sorprendía de saber algo que Malfoy no. Draco sonrió, y llegaron a la puerta.
Él golpeó con el puño dos veces, pero no pasó nada. Volvió a golpear, pero seguían sin recibir respuesta.
-No debe haber ser vivo aquí
-Hey -dijo Ginny, apoyando ambas manos en contra de la puerta-. Se abre hacia dentro
Comenzó a empujar. Sus tacones se enterraban en la tierra, y a pesar de que usaba toda su fuerza, no lograba que se moviera un centímetro. Luego desistió.
-¿No me vas a ayudar? -le dijo a Draco, mientras se daba media vuelta, y esta vez apoyaba su espalda a la pared, y empezaba a empujar de nuevo, aunque ahora si logró que se moviera un poco.
Él dejó de mirar como atontado la escena e hizo lo mismo que Ginny. Caminaron unos pasos hacia atrás mientras la puerta se abría completamente. Se pararon en seco y observaron el lugar.
-Nadie -murmuraron al mismo tiempo.
La luz de luna entraba por unos ventanales abiertos, altos, más allá de las vigas que sujetaban el techo. El lugar a nivel del suelo era cuadrado, habían más montículos de paja, pero no se veía vida humana... ni animal, ni nada que se le pareciera. Repentinamente, Draco reprimió un bostezo. Ginny soltó una carcajada.
-¡Tienes sueño!
-¡Ja! -miró su reloj-. Doce y media. Y eso porque anoche pensando que hoy me iba de Hogwarts no podía cerrar un ojo -dijo esto como si hubiera pasado hace mucho tiempo.
-Parece una realidad lejana lo de hoy en la mañana...
-Bueno, basta de habladurías... tenemos que encontrar un lugar habitado para poder saber donde estamos... ¿no crees...? -Draco reprimió otro bostezo al final de la frase.
-Draco, estas muerto de sueño... podríamos pasar la noche aquí y mañana seg... -Pero se detuvo de su propio comentario.
¿Qué estaba pensando ahora, dormirse con Malfoy? La verdad era que tenía frío, y algo de sueño además, pero no sabía ni siquiera dónde estaba ni que podía pasar... ¿le quedaba otra opción?
Draco meditó la idea... no era tan mala, no era mala en absoluto. Mañana ya despejados, con sol y sin sueño, y con suerte en un día caluroso, podrían seguir su recorrido. Miró a Ginny y notó su leve sonrojo. Él sonrió y se sonrojó también.
-Ok, nos quedamos, además no hace tanto frío aquí... ¿verdad? Menos si cerramos la puerta
-No, tienes razón, mejor seguimos buscando...
-No Ginny, ya lo dijiste, nos vamos a quedar. Mañana seguiremos la búsqueda
La pelirroja suspiró y sonrió. A Draco le bastó eso para darse media vuelta y cerrar la puerta, ya que desde adentro era mucho más fácil. El lugar se oscureció un poco más. Malfoy caminó hasta unos cubos atados paja, pero al voltearse hacia Ginny y ver que esta no parecía querer moverse, se le acercó de nuevo y la tomó de la mano.
-Ven -dijo, y la llevó hasta el montículo-. No es lo más cómodo del mundo pero es lo único que tenemos
La soltó y acomodó algunos cubos para que quedara todo plano y no fuera a molestar. Tomó a Ginny por la cintura y la cargó para sentarla sobre uno de ellos.
-¡Oye! -alcanzó a reclamar ella.
Puso una de sus manos sobre el montón de paja. Se había equivocado al pensar que pinchaba, porque a pesar de no ser exactamente suave era mejor de lo que pensaba. Se sacó los zapatos, los amontonó en el suelo y se recostó, mirando el techo. Pero luego se giró hacia Draco, que se dirigía hacia otros cubos de paja al otro lado del galpón.
-¡Draco!
-¿Qué? -se detuvo y se giró hacia ella.
-Ven -dijo con algo de timidez.
El rubio caminó lentamente hacia ella y se paró al llegar.
-¿Qué? -repitió.
-Quédate... digo... súbete
Draco se sentó dando un salto junto a ella y la miró.
-¿Quieres hablar o que?
-¿Quieres dormir a mi lado?
Draco se sonrojó y sorprendió. ¿pero que más esperaba? A la vez Ginny estaba sorprendida de lo que acababa de decir... pero de ahora en adelante ya no se iba a cuestionar tanto las cosas, definitivamente.
Ella se hizo más hacia la pared y él se recostó a su lado. Los dos quedaron mirando al techo. Luego él la miró y se le acercó un poco. La abrazó con cuidado y ella ladeó su cabeza hacia él, e inmediatamente se quedó dormida.
-Y pensar que yo era el que tenía sueño... -murmuró.
La miró y se enterneció. De verdad le gustaba esa chica, y se veía demasiado tranquila ahora, en paz, a pesar de no conocer el destino que se podía encontrar al día siguiente. Le dio un beso en la frente. Si quería que ese momento durara para siempre... al menos tenía que aguardarlo en su memoria, así que cerró los ojos. Pasara lo que pasara mañana, ella iba a estar con él, y eso le era suficiente para que le importara nada más. Y también se durmió.
Continuara...
