El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como todos los símbolos y elementos relacionados, son propiedad de Warner Bros., 2000

No debería publicar esto hoy, pero... disculpen! Estoy emocionada... CHILE GANó MEDALLA DE ORO EN LOS DOBLES DE TENNIS MASCULINOS! Y se que no tiene nada que ver con el fic... pero lo siento! Necesito dejar escapar mi felicidad de alguna forma :D

No quiero que esta historia se centre en la lucha de "los buenos contra los malos" así que eso quedará como quede¿eh? Esta es una historia "Romance", no "Acción/Aventura"... o sea!... jajajaja Se que me van a querer matar pero no importa u.u ya me acostumbre a la idea de morir a manos de alguna lectora malvada ¬.¬

Este es el penúltimo capítulo. Por una decisión de última hora dividí este capítulo en dos partes, así que el final va en un próximo, que publicaré el viernes. Gracias por los reviews!!!


In The Shadows
Novena parte

Un rayo de sol chocó con su cara, lo que la hizo darse vuelta refunfuñando, porque no quería abrir los ojos. Había soñado algo muy extraño la noche anterior, algo de lo que no quería despertar, aunque finalmente tuvo que hacerlo, le dolía un poco la espalda, así que automáticamente se sentó, se restregó los ojos, y los abrió, para encontrarse en el mismo lugar donde había terminado su sueño. Un antiguo galpón lleno de paquetes de paja.

-¿Ya despertaste?

Miró hacia el lugar del que provenía la voz, y vio una silueta negra. Se hizo a un lado el mechón rojo que le había caído sobre la cara y enfocó mejor la vista, para notar que el chico no era nada mas ni nada menos que Draco Malfoy.

Después de todo no había sido sólo un sueño... aunque quizás la última parte, sí.

-¿Qué haces? -le preguntó, bajándose de el lugar en el cual había dormido. Luego se puso los tacones.

-Estaba observando este lugar, es curioso -dijo él, mirando hacia el techo.

Ginny subió su vista también y vio a decenas de pequeños pajaritos parados en las vigas, y uno que otro nido. Abrió su boca levemente, le pareció muy hermoso.

-No los había visto anoche

-No nos concentramos en observar bien el lugar... ¿no te parece?

Todo estaba bien iluminado. De seguro había un sol radiante afuera, pues hacía algo de calor, además de la gran cantidad de luz que se filtraba por los pequeños ventanales del techo.

-¿Qué hora es? -preguntó de repente Ginny, bajando su vista hasta Draco, quien seguía observando el techo.

-Las nueve -respondió Draco levantando la maga y viendo el reloj de oro.

-¿Desde que hora estas despierto?

-No sé, pero no hace mucho. ¿estás bien despierta?

-Eso creo -dijo caminando hacia él.

-Ok, entonces ya podemos irnos, recuerda de que hay que buscar la forma de llegar a un lugar conocido

-Mmm... bueno. ¿Ayúdame con la puerta?

Se acercaron y la abrieron hacia atrás esta vez, y salieron.

De verdad que el sol estaba resplandeciente afuera. No había rastros de la niebla y estaba caluroso. Bastante extraño el lugar. Draco cerró la puerta de nuevo y caminaron hasta la cerca de madera. Había aroma a pasto. Saltaron la cerca y retomaron la carretera, alejándose de la mansión, que se veía hacia atrás a lo lejos, pero ninguno de los dos quiso voltear.

Caminaron unos minutos, hasta que Draco divisó una pequeña casita con un automóvil muggle en el patio y la chimenea encendida, lo que les llevaba a pensar que esa sí estaba habitada.

Pasaron a través de una reja y llegaron a la puerta.

-¿Quién pregunta, tú o yo? -dijo Ginny.

-¿Quién pregunta? De partida... ¿qué se supone que vamos a preguntar?

-Buena pregunta... -suspiró-. No, este juego de palabras es un poco estúpido, sólo hay que saber dónde estamos, luego... ya sabes, no será difícil encontrar dentro de la misma casa indicios de que sean magos o no, y tú pregunta

-Vale...

Draco golpeó la puerta. Escucharon pasos dentro de la casa y luego alguien abrió levemente la puerta, un pequeño resquicio por el que una anciana pasó su cabeza y preguntó:

-¿Sí?

-Buenos días, señora, disculpe que la moleste, andamos de viaje y nos perdimos... ¿nos podría decir en que lugar nos encontramos?

La anciana miró divertida a los chicos, pues con la ropa que andaban -él con túnica y ella con vestido- parecían cualquier cosa menos turistas, además, no se veían muy mayores que digamos.

-Pasen, por favor

Se echó hacia atrás y abrió la puerta completamente. Ellos pasaron y se encontraron un lugar que no tenía comparación con lo pequeño que se veía desde afuera.

La primera habitación, la sala de estar, era bonita: estaba decorada con mobiliario de madera antigua, en vez de sillones había sillas granes con cojines blancos, las cortinas eran de lino blanco, las lámparas sobre unas mesitas junto a las sillas tenían la pantalla blanca y soportes metálicos, en las paredes había cuadros con paisajes, entre muchas cosas más.

-Tomen asiento -dijo la mujer.

Ellos se sentaron con cautela en las sillas, mirando el lugar. La señora se sentó en una silla frente a ellos.

-¿Cómo llegaron aquí?

-Ehhh... -titubeó Ginny-. Tomamos un autobús equivocado y nos trajo hasta aquí... -Era de su saber que los muggles solían usar autobuses para viajar de un lugar a otro, y que todos hacían distintos recorridos... no se le ocurrió una excusa mejor.

-¿Y su equipaje?

-Se quedo... -se aventuró a decir Draco-. En el aubo... aupo...

-Autobús -corrigió Ginny lanzándole una mirada desaprobatoria.

-¿Qué edad tienen ustedes?

-Mamá... ¿quiénes son ellos?

Los chicos miraron hacia su derecha, donde había una puerta que se acababa de abrir y que seguramente daba a la cocina; allí apoyada al marco había una mujer de unos 30 años de edad, con un delantal de cocina y una ¿varita? en la mano. Parecía sorprendida.

-Unos chicos que llegaron a la puerta, dicen que están perdidos

Ginny se avergonzó, pero Draco se puso de pie y apuntó con un dedo a la mano de la mujer.

-¿Usted es una...?

-¿Ah? -dijo ella, mirando su mano-. Ah, sí, soy una bruja... bueno y ustedes no son muggles por lo que veo -Y les sonrió.

Ginny puso cara de interrogación. ¿Cómo sabía...? Luego vio que la mujer miraba a Draco y lo entendió claramente, la túnica. Dio un suspiro de resignación y sonrió... después de todo habían llegado a un hogar mágico a la primera, eso no era más que buena suerte.

-¿Cómo llegaron aquí?. ¿Son Hogwarts verdad?

-S... -Draco intercambió una mirada con Ginny, y ella asintió-. Sí... vinimos a ver la mansión...

-Vaya, me lo imaginaba... supongo que durmieron en un pastizal o algo, están cubiertos de paja...

Hizo una floritura con la varita y sus ropas se volvieron impecables.

-No andan con varita... ¿saben lo peligroso que es salir así, y más en época de clases? -se fue a sentar junto a la anciana, mientras que con otro movimiento de varita hacía aparecer una bandeja de madera con sendos vasos de leche y un plato de galletas y la puso sobre la mesita de centro-. Coman, luego hablan

Comenzaron a desayunar cautelosamente bajo la mirada de las dos mujeres. Cuando terminaron, la más joven volvió a interrogar.

-¿Y?

-Bueno... se puede decir que... nos escapamos del colegio... -dijo suavemente Ginny, midiendo sus palabras.

-Eso si ahora no sabemos cómo volver -agregó Draco.

-¿Por qué visten así?

-Anoche teníamos un baile escolar...

-¿Y se escaparon esa misma noche?

Al final, se decidieron a contarle toda la historia, sin demasiados detalles ni decir sus nombres... haciendo que en la historia pareciera que los Mortífagos simplemente los habían secuestrado por haberlos encontrado indefensos, que no los habían matado por falta de tiempo, o algo así. Ellas escucharon boquiabiertas el relato hasta el final, cuando la anciana agregó:

-Creo que debieran ir al Ministerio, tengo la impresión de que si todo se mantuvo... o...

-Es algo complicado... no sabíamos que se había estado desarrollando ese tipo de actividades en la vieja mansión de Slytherin... pero igual deben ir al Ministerio, en este momento no sabemos si su colegio está seguro... además desde allí podrían comunicarse con sus padres

-Bueno hija, tú llévalos -se dirigió a ellos-. Gracias por venir hasta aquí, tuvieron mucha suerte, somos las únicas brujas en la cercanía...

Ellos asentían con la mirada. La más joven se acercó a la chimenea y sacó un jarrón que tenía sobre ella. Les dijo que se acercaran y así lo hicieron. Les puso polvos flú en la mano y fueron entrando de a uno, para aparecer en el Ministerio de Magia.

El lugar estaba tan llenos de funcionarios como siempre, incluso más lleno de gente de lo que habían visto Ginny o Draco en sus respectivas vidas. Todos cuchicheaban entre sí. La mujer se acercó al guardia de la mesita del recibidor y le preguntó que se sabía de los Mortífagos en ese momento, pero el tipo no supo responderle y le cambió la pregunta por un "¿Quién es usted, dónde está su credencial?". Ella regresó frustrada donde los chicos.

-Nada...

-¿Puedo enviar una lechuza a mamá? -preguntó inocentemente Ginny.

Draco la miró asombrado. La mujer aceptó.

La pelirroja caminó hacia la mesita de correo del Ministerio, desprendió un pedazo de pergamino de un taco y pidió una pluma. La funcionaria la miraba divertida. Ella esperaba poder cambiarse ese vestido lo antes posible.

Al pasarle la pluma y alcanzarle un frasquito de tinta ella se apresuró a escribir:

Querida Hermione:
Por favor responde esto lo antes posible. Dime si es viable ir a Hogwarts ahora, yo estaré allí lo antes posible. No hagas preguntas que no te las responderé, solo dime lo que te pido. Estoy bien y en un lugar seguro, no necesitas saber nada más.

Ginny

Le devolvió la pluma a la mujer y dobló la carta enseguida, la metió en un sobre, le puso el destinatario y se la dio a la funcionaria, quien la selló con un timbre del Ministerio -"Qué desatinada" pensó Ginny- y se la dio a una de las 20 lechuzas que tenía detrás suyo, la cual desapareció al instante.

Ginny se volteó hacia Draco y se sonrojó al notar lo cerca que estaba. Tenía que dejar de hacer eso.

-¿Por qué le escribiste a la sangre sucia?

Ella se enojó y se separó de él, caminando hacia otro lado.

-¡No le digas así! Además es la única persona que no es capaz de armar un escándalo sabiendo que no estoy en el colegio

-Como sea, no pensarás que volveremos a Hogwarts... ¿o sí?

-¿Tienes una mejor idea? -preguntó enojada.

Continuará...