Segundo capítulo: Echados a suerte
El sol; fuerte, luminoso, grande... imponente. Caía lento...
No pudo evitar sentir sueño de ver al mayor de los astros esconderse tras de las montañas; oscureciendo toda la calle.
Bostezó.
Un farol alumbrando, y la luna por sobre de su cabeza. Levantó la vista a ella para apreciarla mejor. Llevaba el maletín sujetado tras de su espalda... como siempre lo hacía cuando caminaba. Había un aire tibio, quizás llovería... no... el cielo estaba despejado.
- Doblar a la derecha, luego a la izquierda.- Se repetía Killua, con un papel en la mano. Observado detenidamente. Un simple descuido y eso podría significar problemas.
Torció en la siguiente esquina hacía el lado derecho como salía especificado en el pedazo de papel; inmediatamente se vio envuelto en una especie de encrucijada. Donde en ninguna de las calles, salía el nombre señalado en el plano.
Calles aquí... calles allá.
- ¡¿Q--- QUÉ?!.- Revisó el mapa pequeño minuciosamente. Su mente buscaba el error. Quizás nunca debió entrar por ese callejón...
Tarde.
Ya estaba perdido. ¿Y ahora?
Miró a ambos lados, en señal de ayuda. Pero estaba completamente desolado, el aire tibio volvió a soplar, mientras las nubes tapaban la luna que minutos antes había visto con tanto ahínco. El cielo nocturno desapareció... todo se volvió aún menos nítido en la espesa negrura.
El sonido de un trueno le hizo saltar levemente, resonando incluso hasta su estomago.
¿O esos eran gruñidos de hambre? o.
Una gota... otra gota... más otra... y otra... y otra...
La en un principio fuerte llovizna, velozmente se convirtió en una tempestad. Que amenazaba con volverse más violenta con cada segundo. Los truenos resonaban imponentemente, seguido del relámpago... que por lo menos alumbraba tenuemente la calle solitaria.
Killua, mojado, hambriento, con frío... y solo para "mejorar" un poco las cosas, estaba perdido en un lugar que no conocía (obviamente, o sino... no lo estaría nnUU). Suspiró mordazmente.
- "Y así comienza mi primer día en esta ciudad...".- pensó.
Pese a saber que estaba desorientado. Continuó caminado, podría ser que milagrosamente encontrase el apartamento, o su ángel de la guardia [si es que existía, lo cual dudaba] viniese y lo salvará de la frustrada caminata que sus pies le obligaban a llevar. La lluvia lo bañaba completamente, sus ropas apegadas al cuerpo, el cabello cano desordenado por el viento que en ese momento corría, caía con más que húmedad por sobre sus ojos.
- Ni siquiera una chaqueta... –Se dijo, abrazándose para mantener caliente su cuerpo. A la vez que sus pasos, estruendosos debido a la excesiva mudez del paisaje. Se hacían caer pesadamente en el suelo de pavimento.
Los ojos, entornados al suelo. Mirando afanosamente sus zapatos negros mojados le hicieron chocar con una figura.
Se sintió a sí mismo viendo el cielo nublado, ahora si... cayéndole de lleno los goterones de lluvia. Su cabeza tendida en el piso húmedo, le pedía a gritos que se levantase.
- ¡¡Aaaah!! Maldito idiota... fíjate por donde caminas... – Se llevó una mano a la sien, mientras que con la otra se apoyaba firmemente en el suelo, aún con el maletín sujeto a ella. Mantenía los ojos cerrados del dolor...
- ¿Killua?.
Al instante levanto sus ojos, topándose [como la primera vez] con esos castaños preocupados ahora. Era raro como tenían la capacidad de expresar tanto.
- ¿G---Gon?.- Hablo bajamente y sentado en el suelo.
El pelinegro se agachó hasta su altura, viéndole fijamente.
- ¿Qué haces aquí?.- Le preguntó Gon.
La bolsa con una abarrotada cantidad de dulces y pastelillos daba la impresión de querer romperse en cualquier instante y delataba que el pequeño había sufrido un "diminuto" ataque de hambruna. Su paraguas verde, por encima de ambos, terminaba por cubrirlo del incesante e impulsivo diluvio.
- N---Nada... –Mintió. ¿Cómo podría decirle que había sido tan tonto de perderse?
- ¿Pareces estar perdido?.- Agregó Gon, como si por casualidades de la vida pudiese leer la mente de Killua. Atrincherada en este momento, por una de sus más grandes vergüenzas.
- Eeeh...
- Eso me dice que sí- Explicó el moreno, riendo con ternura.
¿Cómo decirle que no?
Killua, inmediatamente se paro. Totalmente abochornado. El solo haberse puesto en evidencia. El cuerpo acalorado...
- Eeeh... Yo... pues... si.- Dijo después de un breve preámbulo, del que él ya era consciente. Luego de sentir pesadamente el transcurso de 3 minutos en silencio.
- Toma.- Sin pedir mucha explicación. El pelinegro le extendió un pastelito de chocolate.- Debes tener hambre... hace mucho que salimos de la escuela. Y supongo que no has comido nada en todo este rato.- La sonrisa en su rostro se extendió aún más.
Tomó el pastelillo con titubeo, pero definitivamente su pasión por el chocolate le daba una fuerte pelea a su vergüenza, ganando el hambre, a la vez que le otorgaba un pequeño mordisco dichoso a su pastelito chocolatado. Estuvo silencioso solo unos segundos más, cuando Gon abrió la boca para decir algo.
- ¿Y... dodnde de sudonme de edsta du dasa? (N/A: ¿Y donde se supone que esta tu casa??).- Preguntó el pelinegro con un pastelito amarillo en su boca, saltaron leves migas que fueron a dar al suelo mojado y que lentamente la despedazaron en pequeños grumos ya casi inexistentes.
Sopló con más fuerza el viento. Killua le observó detenidamente, dudando entre sí pasarle o no el mapa que supuestamente daba con su casa. Lo desdobló de su chamarra y finalmente lo dejó en las palmas llanas de Gon.
- Supuestamente era en la calle Remasu, es un departamento... mm... creo que era en el quinto piso. El número 36.- Habló Killua, con el pastelillo mojándose en su mano, mientras Gon observaba tenaz el mapa.
- ¿Dices la calle Remasu?.- Preguntó Gon con los ojos levemente abiertos. Aún sostenía el paraguas por sobre ambos.
Killua asintió, mientras terminaba de comerse felizmente su pastel.
- Así es... ¿La conoces?.- Los ojos se le esperanzaron. ¡Al fin estaría en su casa!
Relampagueó y la ya enorme sonrisa de Gon se extendió imposiblemente.
- ¿Qué si la conozco?.- Preguntó divertido.- Pues es un poco obvio... pues yo vivo ahí. Incluso... mi apartamento es el vecino al tuyo.- Hablo pasivamente, sacando un segundo pastelito, que mecánicamente provocó que a Killua le resbalase una ENORME goterota por la sien.- Ahora que lo pienso... en la tarde fueron unos señores a dejar tus cosas al apartamento. Nunca pensé que fueras tú el nuevo habitante.
Killua se incorporó feliz.
- ¡¡¿Lo dices en serio?!! ¿Entonces, si sabes donde queda el apartamento?.- Exclamó con más entusiasmo de lo que le gustaba aparentar.
- Eeeh... si nnUU
Repentinamente Killua se dio cuenta que en su pequeño arranque de felicidad, había tomado impulsivamente las manos de Gon. Las sentía tan cálidas. Al pensar en eso se separo de inmediato y girando sobre sí mismo. Le parecía interesante ver el suelo... Ooooh si!!!
- Y--- Yo lo siento... –Dijo nerviosamente, tomando su maletín tirado en el suelo.
Pero Gon no lo escucho, ya que le había tomado la delantera en el camino. ¿Es que acaso siempre lo dejaría hablando solo? O.
- ¡¡Eh!! Gon... ¡¡espérame!!.- Gritó.
Y así, la tormenta se apaciguaba. El silencio, tenuemente se apoderó de la calle ahora deshabitada.
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- ¡Oooooh no! ¡No puede ser! O sea... ¡NO!
Pasó la mano hasta el fondo de la mochila. Lo movió con euforia, a la vez que sentía mil y una cosas dentro, aunque ningún rastro de lo que él buscaba. A un lado Gon, apoyado en la pared, mirándole interrogante.
¿Quién no?
Si la escena que estaba haciendo bastaba para que cualquiera se detuviese y le mirará por largo rato. Segunda vergüenza en el día... ¿o tercera?
Había perdido la cuenta...
Killua suspiró al recordar que había dejado sus llaves en la chaqueta, que casualmente estaba en los casilleros de la escuela y que en estos momentos [y en la lluvia] le había hecho falta.
- ¿Qué sucede Killua? ¿Por qué no abres la puerta de tu departamento?.- Preguntó Gon, medio hastiado de estar tanto rato en el pasillo helado.
El albino se revolvió desesperadamente los cabellos.
- ¡Deje las llaves en mi chaqueta... y la chaqueta esta en la escuela! Creo que tendré que ir por ellas... – Dijo en tono resignado y tomando nuevamente su mochila.- Pero no te preocupes... iré solo.- Se apresuró a decir, al notar que Gon le acompañaba hasta el ascensor.- No es necesario que vayas conmigo.
Inmediatamente Gon le cerró el paso. Un sobresaltado Killua le miró perplejo. ¿Eso significaba que...?
- Te propongo algo mejor.- Sacó las llaves de su propio apartamento.- ¿Por qué hoy no te quedas a dormir en mi casa? Es mucho más fácil que ir ahora... –Apuntó una ventana que había. Por medio del vidrio se observaba algo más que una lluvia fuerte.-... a la escuela.- Completó.
La triste imagen neblinosa que se mostraba en el vidrio, reflejaba que Gon estaba en lo correcto. Solamente en la instancia de un segundo pudo observar como un nylon sujetado en sus puntas paseaba impetuosamente con el viento.
Salir, con este frío y la lluvia así no sería lo más razonable que hubiese hecho en u vida. Pero... ¿quedarse con Gon? ¿Dónde dormiría? Lo más seguro era que su vecino tuviese solo una cama, por lo que fácilmente deducía que tendría que acomodarse como pudiese en el sofá.
Luego de equilibrar ambos puntos de vista, término por aceptar la oferta del pelinegro. Con aire súbito se acerco, mientras observaba por última vez el ventanal. Con algo de resignación entorno los ojos en dirección a Gon, sintiéndose asimismo torpe por haber dejado su chaqueta en la escuela, por haberse perdido tan fácilmente y la lista seguía.
- S---Si... creo... creo que me quedaré.
- ¡¡¿Lo dices en serio?!!.- Preguntó el más pequeño.
Por tercera vez en el día se sintió terriblemente acorralado entre la mirada penetrante, pero dulce de Gon y sus propios pensamientos.
- Si.- El albino se apoyo en la pared, bajando su vista y socavando el piso con ella. ¿Podría parar de hacer preguntas?
- ¡¡Genial!! ¡¡Será como una pijamada!!.- Exclamó Gon, a la vez que sacaba su llave.
Killua suspiró. Sin embargo, no pudo evitar sonreír débilmente. ¡Vaya día!
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Lo que menos esperaba, según la personalidad de Gon, era esto.
- ¡¡Pasa Killua!! Disculpa un poco el desorden... lo que sucede es que no he podido asear la casa como se debe.- Se excusó el pequeño, entretanto levantaba una única taza de la mesa de centro, y se perdía cocina adentro.
¿Desordenada? Killua paseó la mirada de un rincón a otro, no encontró ningún rastro de polvo, ni una pelusa, ni mucho menos alguna basura por ahí.
Y una gotita pareció resbalarse por su nuca. Si sinceramente le preguntaban: este era el lugar más limpio que nunca antes había visto. Un buen living y exquisitos adornos de buen gusto, daba la impresión de que Gon también era una persona adinerada.
Levemente se despabiló, cuando un murmullo a lo lejos le remeció el pensamiento.
- ¿Piensas quedarte ahí todo el día?.- El infantil sonido de las palabras de Gon, le hicieron percatarse de su mudez e inercia absoluta. Ya habían pasado 10 minutos y aún continuaba parado al lado de la puerta cerrada. La boca ligeramente abierta.
- No... –se provocó un silencio sepulcral. Instancias donde Killua había aprovechado de sentarse en el sofá y Gon junto a él. Killua miró nuevamente su entorno.- Veo que tu familia tiene dinero.- Dejó escapar ese comentario.
- ¿Dinero? ¿Mi familia?.- El albino, ceñudo, se vislumbró perplejo por esa respuesta. ¿Acaso no era cierto?.- No Killua. Te equivocas...
- ¿A sí?.- Dijo, mordazmente. Cuando dirigió su vista a un retrato puesto frente a él, en la misma mesita donde estaba la taza sucia minutos antes. Lo apuntó con curiosidad.- ¿Y ellos?.- preguntó.
Por una milésima de segundos tuvo la impresión de que la vista de Gon se había turbado, por su quizás, imprudente cuestionamiento.
No pudo confirmarlo, ya que el chico rápidamente, como si se hubiese percatado de que Killua le miraba; cambió al temple gentil y soñador que lo caracterizaba, aunque sin poder evitar dejar de lado un tanto de nostalgia que amenazaba con salir.
- Pues... ellos son mis padres.- Un veloz movimiento de telas, las manos del pelinegro estrujando afanosamente su vestón azul marino de la escuela.
- ¿Tus padres?.- Se sorprendió Killua, al observar a una joven pareja. En aquella foto no sobrepasaban los 30 años.
Una mujer pelirroja le devolvía la mirada, con el cabello corto y un vestido rosado. Llevaba curiosamente unas especies de pulseras que resaltaban un tanto de belleza que parecía perderse por la aridez del paisaje en unas ruinas. A su lado, un hombre de igual edad. Se asombró cuando descubrió que era bastante parecido a Gon; el cabello en punta, aunque ligeramente menos tieso. El color azabache, era inconfundible y esos ojos, ambos se veían felices, abrazados... no había pierde: Eran los padres de Gon.
- Si, son mis padres...
Silencio.
Tuvo la vaga idea de pensar que quizás habpia tocado un tema que no le tenía por que importar a él. Tosió con poco disimulo.
- No te preocupes. No es necesario que me cuentes.- Dijo revolviendo en sus bolsillos lo que parecía ser un envoltorio de dulce y esbozando una sonrisa despreocupada. Así como él.
El chico Freecs se puso en pie. Extrañamente callado.
Algún día te lo diré...
Killua abrió los ojos, creía haber escuchado algo antes de que Gon se parara.- ¿Me dijiste algo?.- Preguntó el albino, inclinándose por sobre su propio cuerpo.
- Nop... o.o.- El mismo Gon, ahora no tan abrumado. Le daba miradas confundidas.
Raro. Estaban solos. ¿Quién podría haber dicho eso?
Mientras el albino pensaba, Gon entraba a su habitación sonriendo tenuemente, casi con la misma nostalgia que había mostrado antes.
- Cuando seamos amigos...
- ¿Te ayudo?.- La cabeza de Killua se había asomado por la puerta, y en un momento de descuido había producido que Gon dejase caer algunas almohadas que llevaba en sus brazos.- ¡Ah! ¡Killua! Hiciste que botará las cosas T.T...
- ¡Hey! No me eches la culpa de tu descui...
Almohadazo- Jaajajajaja... ¡¡Killua, estas lleno de plumas!!
- ¬¬ [Killua con plumas]
- n.n
- o.ó ¡¡Ya verás!!.- El albino, desdeñado tomó otra de las almohadas. Lanzándola a Gon, quien no tuvo tiempo de esquivarla.
Cogieron cada uno una almohada y con fuertes golpes trataban de derribar al otro. Parecían niños de 7 años, pero la diversión era demasiado como para siquiera notar ese detalle.
Un movimiento en falso de Gon, provocó que tropezará con las sabanas tiradas en el piso. Estiró la mano, buscando algo firme. Lo único que alcanzó fue la camisa de Killua, quien, imprevisto, cayo junto con Gon al suelo. Un sonido seco se escuchó, el cuerpo dolía.
Abrió los ojos, mientras sentía el cuerpo de Killua sobre el suyo. Lo primero que vio fueron los penetrantes y atrapantes ojos del chico Zoeldieck.
El corazón le dio un inesperado vuelco.
---------POV'S Gon-------
Me duele las posaderas. Parece que caí de lleno al suelo. ¡¡Tonto Gon!! Siempre piensas en estupideces cuando te ves en situaciones como estas. Cuesta respirar. Siento las mejillas ardiendo. El contacto con Killua es suave, tibio... plácido.
¿Será por que estoy tan cerca de Killua que el aire es casi nulo?
No, no es eso.
Pero entonces... ¿Qué es? Algo extraño. Un cosquilleo en el estómago. Pero no es desagradable.
¿Qué es?
--------- Fin POV'S Gon------
Cuando quiso llevar sus preguntas a voz alta. No pudo. Por que sin esperarlo... él mismo se había lanzado a besar los labios de Killua...
¿Qué es esto?
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Ta taaaaaaaannnn!!! Aaaah!! ¡¡¡Killua y Gon se besaron!!! ¡¡Y fue el ingenuo Goncito quien dio el primer paso!!! (todas las fans del KilluxGon suspiran)
¿No son lindos?
¡¡Al fin me digno a actualizar!! Ya era hora. No ando con mucho tiempo, es q me corren del compu .. así que a los agradecimientos!!! Sorry si hoy no puedo dar los agradecimientos individuales. Pero es que me estan echando y eso significa: publica ahora o ahora!!! Así que: Muchas gracias a Elis Lotus, Angy Higurashi, Ken Ohki, Faye, Kilaki, Aoi Hikawa, Shady10, Karlita-chan y gael!!!!! Les agradezco por leer y darse el tiempo de dejarme sus lindos reviews. Me hacen muy felizzz!!!!!!! Sorry que no pueda darle los agradecimientos como se merecen. Pero como dice: "es lo que hay" Los quiero mucho!!! Y gracias de nuevo!!! Un besote y... ¡nada! Cosa mía... :p
Me despido!! Y por fis:
Dejen review!!!!!!!!
Me despido
Con mucho cariño...
Chibi-poio... obsesionada con Killua!!
