I just wish... (Solo deseo)

Cap. 1


Aquél día, los saiyas se encontraban de excursión, por así llamarlo, aunque mas bien sus esposas les habían obligado a pasar un fin de semana con sus hijos.

- Después de un año desde que volví, creo que no es tan malo – dijo Gokú observando a su alrededor – no habíamos tenido tiempo de salir todos juntos, ¿Cierto Gohan?

- Así es, papá.

- Pues tu lo verás muy provechoso, Kakarotto, - dijo Vegueta cruzado de brazos y observando a su alrededor sin interés – pero yo creo que es una estupidez.

- ¿Y por qué papá? – Preguntó Trunks acercándose a su padre, Vegueta hizo una mueca de fastidio.

- Por que... por que.... – al no encontrar las palabras, sabiendo de antemano que solo quería contradecir a Gokú, Vegueta revolvió los cabellos lilas de su hijo – tengo mis razones, ahora vete a jugar con Goten.

El niño se cruzó de hombros y los tres semi saiyas se organizaron durante un par de segundos para después salir corriendo hacia ningún lugar, dejando solos a Vegueta y Gokú.

- Creo que nos vamos a divertir.

- No molestes Kakarotto.

Entre tanto, los chicos comenzaron a seguir un río que estaba a tan solo 500 metros de donde se encontraban sus padres.

- ¿De dónde crees que provenga? – Preguntó Goten metiendo una mano en el agua y salpicando ligeramente a Gohan.

- Tal vez de una cascada, - Respondió el muchacho , para después iluminar su rostro - ¿Vamos?

- ¡Siiiiii!!!!

¡A ver quien llega primero! – Gritó Trunks echando a correr sin previo aviso, siendo seguido de inmediato por los demás.

Los semi saiya corrieron una larga distancia, aunque prácticamente no la sentían, escuchando a lo lejos una cascada.

- ¡Ya casi llegamos!

Y si, tras dar vuelta entre algunos enormes árboles y arbustos, delante de los muchachos apareció una majestuosa cascada.

- ¡Vieja el último! – gritó esta vez Gohan sacándose rápidamente la ropa y lanzándose a el agua cristalina.

- ¡Bomba!!! – Gritó Goten lanzándose con sus piernas abrazadas.

- ¡Bomba mas grande que la de Goten! – Dijo esta vez Trunks lanzándose casi al mismo tiempo que su amigo.

Los tres comenzaron a jugar y a lanzarse agua, Gohan se hundió y tomó a ambos chicos de los pies lanzándolos al aire, a lo que ellos gritaron emocionados, girando varias veces y cayendo finalmente al agua.

- ¡Otra vez Gohan, otra vez!

- ¡Si, otra vez, hermano! – Gohan comenzó a reír.

- ¡Solo si me atrapan!

Tras decirlo, salió nadando en dirección a la cascada, siendo seguido muy de cerca por los niños, los cuales al darle alcance le abrazaron por la cintura, puesto que Gohan estaba de pié.

- ¡Te agarramos, ahora... – Goten observó el rostro pálido de su hermano - ¿Qué pasa?

El niño observó el agua y pegó un salto junto con Trunks, quedando ambos asidos de Gohan.

En el agua, se podía observar una impresionante cantidad de sangre, sin embargo, era demasiado espesa y solamente se estaba propagando cerca de la cascada, dándole un tono violeta.

Gohan metió la mano en el agua y observó unos segundos aquellos fluidos, reconociéndolos inmediatamente.

- Señor Pikoro...

De inmediato los tres chicos intentaron sentir la presencia de Pikoro, encontrándola realmente débil.

- ¡Señor Pikoro!

Gohan atravesó la cascada junto con los niños, quedando todos congelados.

El antes fuerte y siempre robusto namek, ahora estaba delgado, tirado en el suelo con un enorme río de sangre corriendo desde su boca hasta la salida de la cueva. Sus ropas holgadas y demasiado pesadas como para permitirle respirar correctamente, y sus manos apretadas contra su estómago.

- ¡Goten, Trunks, vayan por ayuda!

- ¡Si!

Los pequeños salieron volando de inmediato, llamando la atención de sus padres, los cuales sintieron el incremento repentino de las energías de sus hijos.

- ¿Crees que les suceda algo? – preguntó Gokú dejando caer unas cuantas ramas secas para cocinar en una fogata.

- No, deben de estar jugando carreras, o algo por el estilo. – Respondió Vegueta buscando la cápsula que contenía las bolsas de dormir del grupo.

En ese instante, ambas figuras aterrizaron junto a sus padres, los cuales voltearon a verles algo sorprendidos por la cara que traían sus hijos.

- ¿Y ahora que demonios les sucede a ustedes dos?

- Es el Señor Pikoro/¡Necesitamos ayuda! – Gritaron ambos niños al mismo tiempo.

- ¿Qué? – Preguntó Vegueta frunciendo el ceño, ambos niños tomaron aire.

- ¡El Señor Pikoro está muerto!/¡Pikoro está herido!

- ¿Ehhh? – Preguntó esta vez Gokú.

- ¡Gohan necesita ayuda!/¡Acompáñennos!

Una venita apareció en la sien del príncipe, después otra, y otra, hasta que finalmente...

- ¡YA BASTA, PAR DE CHIQUILLOS ENDEMONIADOS, HABLEN UNO POR UNO SI NO QUIEREN QUE LES ROMPA LOS DIENTES POR NO PONERSE DE ACUERDO!!!!!!!!

Los niños se quedaron helados, y Trunks fue el primero en reaccionar.

- Encontramos al Señor Pikoro.

- ¿Y por el aguacate parlante me molestan?

- Espera Vegueta – le calmó Gokú colocando una mano sobre el hombro del príncipe. - ¿Y por qué no está con ustedes?

- Está herido, o algo por el estilo – continuó Goten – sangraba mucho por la boca.

- Gohan está con él.

Ambos saiyas intercambiaron miradas unos segundos, haciendo que el semblante de Gokú se ensombreciera.

- Vamos.

El saiya colocó dos dedos sobre su frente alargando su mano libre para tomar a Goten, del cual se aferró Trunks, mientras que Vegueta simplemente colocó su mano sobre la cabeza de su hijo.

Un segundo después, el grupo se encontraba dentro de la cueva, donde Gohan intentaba desesperadamente de hacer reaccionar al namek.

- ¡Papá, que bueno que llegas!

Gokú sonrió levemente y se agachó para revisar a Pikoro, lo mismo hizo Vegueta.

- Kakarotto, el namek no se ha movido en días.

- ¿Cómo lo sabes?

- No fastidies – le regañó Vegueta revisando a Pikoro – simplemente lo se.

- Ah.

Vegueta tomó con cuidado a Pikoro en brazos, sin embargo, sintió cierto miedo al sentir que el cuerpo del namek estaba demasiado frágil, era como si de un momento a otro se fuera a romper.

- Llévanos a la Corporación Cápsula.

Gokú asintió y todos hicieron algún tipo de contacto, apareciendo en el jardín de la C.C.

- ¡Ohhh, joven Vegueta! - ¿Necesito decir quién es?

- Con un demonio Kakarotto, no enfrente de ella. – Pensó Vegueta con cara de mártir.

- ¡Pero de donde han salido! Y usted, joven Gokú, ¡No me digas que has venido a que te invite al cine? Mira que te lo prometí.

- No viene a eso suegra, ¿Dónde está Bulma?

- Oh, Bulma se encuentra arriba, - Dijo la mujer señalando con el dedo el segundo piso – Pero, ¿Gustarían un vaso de limonada?

- No, vamos Kakarotto.

Los guerreros saiyas entraron a la casa, donde Vegueta llamó a su mujer con su tono característico...

- ¡Hey, mujer, donde demonios andas! – Silencio - ¡Mujer, no tengo todo el día, ven acá inmediatamente!

- ¡Pero que se supone que haces aquí! – Se escuchó la voz desde el segundo piso – Se supone que deberías de estar con Trunks.

- ¿Y quién diablos dice que no estoy con Trunks?

En ese instante apareció Bulma, seguida por Milk, la cual al estar de visita y escuchar la plática, sabía perfectamente que Gokú debería de estar con el príncipe.

- Ahora bien, qué es lo que...

Bulma se quedó en silencio al observar la figura en los brazos de Vegueta, y mas aún, los ojos de su esposo.

- ¿Qué sucedió?

- Y yo que demonios voy a saber – Contestó Vegueta encogiendo un momento los hombros.

- ¡Lo encontramos mamá, parece herido!

En ese instante, mientras ambas mujeres bajaban la escalera, Pikoro comenzó a despertar, llamando la atención de los saiyas.

- Q-q....

- Tranquilo namek.

- ¿V...

- Si, soy yo, ahora cállate. – Le reprendió Vegueta sintiéndose ahora incómodo debido a la semi conciencia de Pikoro.

- Señor Pikoro, ¿Cómo se siente? – Preguntó Gohan, Vegueta gruñó.

- ¿Qué no lo ves mocoso? ¿Cómo esperas que se sienta?

Gohan enrojeció un poco al comprender lo tonto de su pregunta, Pikoro abrió y cerró sus ojos un par de veces.

En ese instante llegó a su lado Bulma, la cual tocó con cierto temor el brazo del namek.

- Está muy delgado, - murmuró llevando su mano a las mejillas hundidas del namekuseín – llévalo a una de las habitaciones, o no, mejor al laboratorio.

Vegueta aceptó con la cabeza, avanzando junto con los demás del grupo.

- E-es..espera...

- Vaya, al fin logras decir una palabra, pero mejor te callas.

- Cierto Pikoro. – Gokú sonrió – Vas a estar mejor amigo, pero tranquilízate.

En eso, el cuerpo de Pikoro comenzó a convulsionarse un poco, asustando a Gohan y un tanto a Vegueta. El namek llevó sus manos a su estómago e inevitablemente comenzó a vomitar tal como días antes, pero esta vez, parecía que volcaría toda la sangre de su cuerpo.

Sin embargo, en la posición en que Vegueta le tenía, boca arriba...

- Con un demonio, se está ahogando con su propia sangre.

Vegueta le dejó en el suelo y lo volteó de inmediato, dejando que Pikoro vomitase todo lo que fuese necesario.

Detrás de ellos, Bulma se llevó una mano a la boca un tanto asqueada.

Cuando finalmente Pikoro terminó de vomitar, estaba prácticamente inconsciente de nuevo.

- Pikoro – Gokú se acercó y le tomó de la mano – iré por Dendé, no te preocupes.

- N-no...

Sin embargo, no pudo decir nada mas, puesto que las sombras le tomaron y Pikoro quedó inconsciente una vez mas...


¡Hola!! Agradezco mucho mucho los mensajes que me han llegado. Si, lo se, está medio dramática la historia. Como estoy medio ocupada voy a tardar un poquito en actualizar, pero no se preocupen, esta historia continúa.

Cali-Kun: Tienes razón, está raro que en Drabon ball suben muy pocos fics, y peor aún, pocos de Pikoro. Me agrada que te guste mi historia, y espero que sea todo lo que esperas. ;)

Shadir: Lo siento pero, creo que ahora te dejé con mas curiosidad todavía, verdad??? U