I just wish... (Solo deseo)
Cap. 3
En esos instantes, la sala de la C.C. estaba en un total y absoluto silencio. Lo primero en escucharse fue el llanto desesperado de Gohan, después el de los mas pequeños, los demás les observaron con mucha pena.
- ¡No papá! – Gohan se acercó y tomó de los hombros a su padre - ¡El Señor Pikoro no puede morir! ¡No ahora! ¡Dime que va a vivir! ¡DIMELO!
- Gohan, ¡No me pidas eso! – Gokuh tomó a su hijo de los hombros y lo sacudió violentamente - ¡Tranquilízate, por favor! Pikoro se está muriendo y no hay absolutamente nada que podamos hacer, todo está en manos de Bulma.
- PERO...
El saiya estuvo a punto de volver a callar la histeria de su hijo, cuando sucedió algo sorpresivo. Milk se puso de pié y salió corriendo del lugar, Gokú frunció notablemente el ceño.
- Iré a hablar con ella, cuida de Trunks.
Bulma salió corriendo en dirección a donde había corrido Milk, encontrándola llorando en medio del jardín.
- ¿Milk?
La mujer en cuanto escuchó a su amiga intentó inútilmente de limpiar sus lágrimas con el dorso de su mano, sin embargo, no podía engañar a Bulma.
- ¿Qué te sucede?
- Nada.
- Vamos, dímelo.
- Nada, es solo que... – Milk volteó a ver a su amiga – él cuidó de nosotros durante siete años... Bulma, es como... de la familia, como un hermano para mí.
- ¿En serio?? – Preguntó Bulma verdaderamente incrédula, Milk aceptó con la cabeza.
- En esos siete años, nos acercamos mucho... aprendí quién es él, y él quien era yo... – Milk dejó correr sus lágrimas – no se merece morir... y menos aún, de esta forma.
Bulma observó a su mejor amiga y le abrazó, siendo correspondida con desesperación. Jamás hubiera pensado que la siempre fría hacia Pikoro, tuviera esa clase de sentimientos. Sin embargo, sentía que había algo que Milk no le quería decir, pero con el tiempo lo sabría.
Pasaron varios días, y la condición del namek empeoraba a cada segundo. Pasaba menos tiempo consiente y cuando despertaba, invariablemente, siempre se encontraba con Gohan a su lado, dormido o despierto, pero siempre llorando.
- ¿Gohan? – La voz del namek sonó en la mente del chico, el cual despertó de inmediato.
- S-señor Pikoro.
- ¿Cuánto tiempo llevas en esa silla?
- U-una semana.
- ¿Y no te cansas? – Gohan rió ligeramente ante el comentario. – Gohan...
- ¿Si?
- Quiero que sepas, que pase lo que pase, siempre existirás en algún lugar de mi mente.
El semi saiya pegó un ligero brinco ante el comentario de su maestro.
- ¿Qué está haciendo? - Preguntó el chico con un hilo en la voz, Pikoro sonrió a medias.
- Me estoy despidiendo.
El namek sonrió unos segundos, y después cayó inconsciente.
- ¡Bulma, BULMA!!! – gritó Gohan a lo que la científica acudió corriendo desde el otro lado del laboratorio.
- Pero que te sucede, Gohan.
- ¡Se despidió de mí, y luego se desmayo!
Bulma frunció un poco el ceño y checo varias veces a Pikoro, para finalmente suspirar con resignación.
- Gohan, la cura aún no está lista, y Pikoro no está luchando por su vida... si sigue así... tal vez muera en un par de días. – La científica palmeó un par de veces la espalda del chico y dio media vuelta – vete a dormir, necesitarás esforzarte mucho para hacerle que se aferre a la vida, créeme.
El semi saiya aceptó con la cabeza y le echó una última mirada a Pikoro.
- Buenas noches, señor Pikoro.
El semi saiya se agachó y besó la frente de su maestro, saliendo del laboratorio.
Bulma le observó salir y se acercó a Pikoro, colocándole un pequeño cable en el pecho.
- Si algo te sucede, Vegueta vendrá.
La científica salió del laboratorio dejando solamente una pequeña luz encendida, dejando solo al namek.
- Te tardaste mujer – dijo Vegueta en cuanto su esposa entró a la habitación - ¿Qué tanto...? ¡"yeme, que haces!
Bulma no respondió, simplemente le colocó a Vegueta un brazalete en el brazo, un tanto mas arriba del codo.
- El brazalete está conectado a un cable, y el cable a Pikoro.
- ¿Y a mi qué?
- Si algo le sucede, recibirás una ligera descarga – Vegueta hizo una mueca de disgusto – e irás a atenderle.
- ¿Y por qué no se lo pones a Kakarotto? – Preguntó el saiya observando varias veces el brazalete.
- Por que a Gokú solamente lo despierta el llamado de la comida o un elefante pasándole por encima, y no tengo uno.
- Si quieres te lo consigo. – Ofreció Vegeta con una pequeña sonrisa, recibiendo un ligero coscorrón de su esposa.
- Vamos, ahora duérmete. - Dijo la mujer besando suavemente los labios de su marido, para después recostar su cabeza en la almohada, quedándose dormida casi de inmediato.
Vegueta se encogió de hombros y se acomodó en la cama, ojalá y a Pikoro no se le ocurriera tener uno de sus ataques durante la noche... lo que le recordaba que hacía mas de una semana que no tenía relaciones con su esposa debido a que ella estaba muy cansada de trabajar todo el día... el príncipe gruñó, ya se las pagaría ese namek cuando se aliviara.
Pasaron varias horas en las que todo fue paz y quietud, y mientras tanto, en el laboratorio, Pikoro abrió sus ojos lentamente.
Observó durante largo rato su alrededor, y finalmente lanzó un pequeño suspiro.
Su cuerpo estaba totalmente demacrado, pero no su mente. Esta aún le servía a la perfección, y era tiempo de utilizarla para sus propósitos.
Todo lo que tenía en su cuerpo comenzó a moverse y a dejarle en paz, solamente quedó sobre su pecho aquél cablecito que le había puesto Bulma.
Unos momentos mas tarde, Vegueta recibió una descarga en su brazo, haciendo que el saiya gruñera y de un solo tirón arrancara el trozo de metal, lanzando el demacrado trozo de brazalete lejos de él.
- Brazalete estúpido... – Masculló casi totalmente dormido y se relajó de nuevo... 10 segundos después, los ojos de Vegueta se abrieron de par en par - ¡Con un demonio!
Se paró de un solo brinco sin atinar a ponerse más que unos pants que se encontró de camino a la puerta, e introduciendo el código de la puerta, entró al laboratorio.
Estaba algo oscuro, pero le extrañó no escuchar el ruido del namek vomitando, o su respiración agitada, ni siquiera la voz en su mente diciéndole que se largara.
Encendió la luz y gruñó bastante enojado, dando la media vuelta y corriendo a avisar a todos... Pikoro se había ido.
¡HOLA!!
He aquí el siguiente capi, pido disculpas si me tardé demasiado en subirlo, espero les haya gustado.
A todas las personas que me han escrito, les doy un millón de gracias, y espero les guste como está quedando la historia.
A Megumi Gabbiani, claro, es drama y romance, eso lo verás mas en el siguiente capi ;)
Me despido, y muchas gracias. ñ.
