Aunque sólo sea decirte que te quiero

Capítulo 3: espejo

Es más fácil observar a los demás que a uno mismo. Es más fácil tratar de arreglar a los demás, de reconfortarlos, de hacerse sentir bien. No se trata sólo de ver sus defectos, no es sólo eso. Los demás son para mí como un libro abierto, eso ha sido desde siempre y sé que no cambiará... no me hace falta poseer el poder de un poderoso mago para saberlo. Sin embargo soy consciente de que no sé nada de mí misma.

Me miro al espejo y veo un reflejo, pero no reconozco a la persona de mirada vacía que se presenta ante mí. No reconozco esa sonrisa, esa nariz, la boca, las cejas, el pelo. ¿Quién eres?

No obtengo respuesta, la lógica me dice que soy yo. Simplemente. Si yo no hablo, el espejo tampoco, soy mayorcita para creer en cuentos de hadas. La magia existe, sí, pero no tiene nada que ver con princesas encantadas, dragones, caballeros valientes... o el verdadero amor. El espejo no puede responder, porque la que está allí soy yo. Pero mi corazón no me reconoce, mi alma no me reconoce. ¿Quién eres?

Soy una muñeca de porcelana, una cáscara albergando un alma. Una cara bonita adornada por un cabello de ensueño. Una muñeca... el reflejo de alguien que murió, de una gran pérdida.

"Mi madre me dijo que me dejase el pelo así de largo para parecerme a Ella"

Aún así no he logrado convertirme en una gota de agua, no he logrado ser como Ella. El espejo sigue sin responderme, sigo sin saber quién es esa niña que me mira con tanta tristeza, esa muñequita adornada con lazos y vestidos de ensueño, adornada con un cabello largo y negro... tan hermosa, tan fría. Mamá dice que soy perfecta, que me adora... pero muchas noches la oigo entrar a mi habitación, sentarse a mi lado y acariciarme el pelo mientras llora.

¿Por quién lloras mamá? ¿por la única persona a la que entregaste tu alma... y murió? ¿por el hombre que te dejó? ¿por la soledad? ¿por qué lloras, mamá? Quisiera levantarme y abrazarte fuerte, pero tengo tanto miedo...

"Nadeshiko..."

Aaahhh... es por ella... quisieras que yo fuera ella. Lo has dicho tantas veces... y yo sólo soy el reflejo de una muerta. ¿No puedes quererme por ser tu hija, mamá?

El tacto del espejo está frío... helado... como mis recuerdos. Durante mucho tiempo soñé con encontrar alguien por quien vivir, alguien a quien mi simple presencia le haría ser feliz... alguien que no viera a nadie reflejado en mí, alguien que me viera a mí misma y me dijera quién soy.

La primera vez que sonreí de corazón fue cuando conocí a Sakura. Era todo lo que yo quería ser, era ella alegre, era sincera, era inocente, era... ella misma. Tenía desarrollados su propio carácter y su personalidad. Sé que me admiraba, que me encontraba hermosa y que no me veía como a una muñeca más. Yo estaba desbordante de alegría y entregué todo mi ser a ella, quería hacerla feliz y creía que eso me haría feliz. Supongo que pensaba que ella me respondería...

Cuando me di cuenta de que eso jamás tendría lugar era ya demasiado tarde, me había encariñado demasiado, la quería demasiado. Por mucho que doliera seguiría a su lado. El dolor que sentiría al ver sus lágrimas sería mucho mayor que verla partir de mi lado feliz.

Fue entonces cuando empecé a sonreír sin ganas, aunque me doliera en lo más profundo... pero no importaba, porque nadie se daba cuenta, ella no se daba cuenta. Ya no era una muñequita de porcelana, ahora era una chica perfecta. Al menos descubrí que había algo que sólo yo podía hacer por mí misma. Algo que sólo era mío y que me ayudaba a liberar todo el dolor que sentía... entonces sí era yo. Tomoyo, la de la voz como los ángeles.

No era suficiente, ya no era suficiente. No podía llorar todas mis canciones, no había suficientes en todo el mundo. Nadie... nadie...

"Me gusta tu sonrisa"

No me lo esperaba, me pilló totalmente por sorpresa. Desde pequeña he aprendido a llevar una máscara para no dejar mostrar lo que sentía y me la puse. Sonreí como pude, quizás lo hice de corazón. Eran unas palabras cargadas de sinceridad y de pureza. No me las esperaba de él. No me molestó que me viese llorando, estaba tan hundida en ese momento que no me importó compartir mi pena con el ángel de Sakura.

No dijo nada más. Me llevó a mi casa entre sus brazos. No sabía que el pudiera tener sentimientos tan cálidos. Suspiré, pero no me oyó. Hundí mi cabeza en su pecho, estaba relajada... podría quedarme así toda la eternidad durmiendo en su regazo, protegida. Sí... tenía ganas de sumirme en un sueño profundo como el de las princesas de los cuentos que tanto me gustaban de niña.

¿Quién es la joven del espejo? Quizás se lo pregunte a él más adelante... cuando las heridas de mi alma dejen de sangrar.

"Me gusta tu sonrisa"

Esta mañana la niña del espejo lloraba desconsoladamente al descubrir que su mundo se derrumbaba, que todo lo que le había importado iba a desaparecer irremediablemente. Esta noche la niña del espejo sonreía levemente, con dulzura, con una luz cálida en la mirada.

Gracias.

..................................................

Tomoyo Daidouji-san: muchas gracias, estas palabras me animan a seguir escribiendo. Yo también estoy deseando leer tu siguiente capítulo... ¡estoy ansiosa por leerlo!

Mina10: debo confesar que pongos muchos de mis pensamientos en la boca de los personajes... en cierto modo son mis marionetas para expresar cosas que de otra forma es imposible. En fin, ¡qué puedo decir! Es una pareja adorable y dulce... muy dulce... ()

Kagi35: ¡¡¡¡¡tacháááááán!!!!! Esta vez me estoy superando, 3 capítulos en 3 días... debe ser por las notas... (XD)

No sé cuanto tardaré en volver a actualizar, quizás mañana, o puede que dentro de un mes, sólo os pido paciencia y muchas, muchas reviews :P