Un nuevo fic nacido del fondo de una mente perturbada por las constantes lecturas de el primer maestro del relato corto, en especial del suspenso y terror, el fic lamentablemente no es original mío, es solo una adaptación literaria del relato nacido de la estremecedora vida de Edgar Allan Poe, una novela con una soberbia construcción, sobresalido por la morbidez de su inventiva.
Tomando nuevamente a los personajes de CLAMP para dar vida a esta readaptación de la novela del escritor, poeta y critico estadounidense, aclarando que los personajes presentados aquí no fueron usados con fines de lucro, si no más bien… con fines de entretenimiento
Recordando al lector que esto es solo una de las historias que adaptare para hacer de este un fic más que perturbador…
PERTURBADOS
Segundo relato: El corazón delator
Basado en las novelas de Edgar Allan Poe
(Relatado por: Tsuki lunita)
Se encontraba de pie frente a la corte… el fiscal le había pedido que relatase, si es que podía, los hechos, tomo aire profundamente y continuo
Es imposible decir cómo surgió en mi cabeza esa idea por primera vez; pero, una vez concebida, me persiguió día y noche. Motivo, realmente, no había ninguno. Nada tenia que ver con ello la pasión. Yo quería mucho al viejo. Nunca me había hecho nada malo. Nunca me había insultado. Y su oro no despertó en mí la menor codicia
Creo que fue su ojo. ¡Sí, eso fue! Clow tenía un ojo semejante al de un buitre. Era un ojo de un color azul pálido, con una catarata. Cada vez que posaba ese ojo en mí, se me enfriaba la sangre; y así poco a poco, gradualmente, se me metió en el cerebro la idea de matar al anciano y librarme para siempre de esa mirada.
El fiscal hablo al jurado, les pidió que tomaran en cuenta que había confesado haber planeado el asesinato de mi padre, el tumulto en la corte no se hizo esperar… ni el juez mismo pudo poner orden y por esto se dio un receso, -"El juicio continuara mañana por la mañana, la inutilidad de mi abogado para con este caso es notoria, por eso lo he despedido y le he llamado mademoiselle"-, me pediste que no me preocupara y que te contara los hechos tal y como habían ocurrido… no me pediste razones, solo querías saber que había pasado para, según tu, ver que podíamos tener a nuestro favor, nuevamente trate de respirar hondo… mis ojos estaban rojos debido a que me hacían falta mis anteojos… me los habían quitado al arrestarme, no veía muy bien, todo estaba borroso, sin embargo tu me sonreíste y pusiste en mi rostro un par de anteojos… al fin pude verte, usabas un traje tipo sastre y tu cabello estaba recogido en un discreto moño, de inmediato me dirigí a tu rostro, mantenías tu sonrisa y tus ojos mantenían un cierto brillo de color amatista
Ahora viene lo mas difícil de explicar. Usted me creerá loco. Los locos no saben nada. Pero debería haberme visto. Debería usted haber visto con qué sabiduría procedí, con qué cuidado, con qué previsión, con qué disimulo me puse manos a la obra…
Jamás me manifesté tan amable con el como durante toda la semana que precedió al asesinato. Y cada noche, cerca de medianoche, descorría el pestillo de su puerta y la abría, con mucho cuidado. Y después, cuando la había abierto lo suficiente para pasar la cabeza, levantaba una linterna sorda, completamente cerrada, de modo que no se viera ninguna luz, y tras ella pasaba la cabeza. ¡Cómo se habría reído usted si hubiera visto con qué astucia pasaba la cabeza! La movía muy despacio, muy lentamente, para no molestar el sueño del viejo. No exagero al decir que por lo menos, necesitaba una hora para meter toda la cabeza por esa abertura hasta donde podía verlo dormir sobre su cama. ¡Ah! ¿Hubiera sido tan prudente un loco?
Negaste, apoyándome… sabias que no estaba loco y eso causo que una sonrisa surcara por mi rostro, entonces me animaste a continuar poniendo tu mano sobre la mía… devo admitir que en ese momento no me hubiera importado no continuar, pero el deseo en tus ojos de saber más me llevo a proseguir con mi relato
Y luego, cuando mi cabeza estaba bien dentro de la habitación, abría la linterna con cautela, con mucho cuidado (porque las bisagras hacían ruido), abría justamente lo necesario para que un rayo casi imperceptible de luz incidiera sobre el ojo de buitre. Hice todo esto durante siete largas noches, cada noche cerca de las doce, pero siempre encontraba el ojo cerrado y era imposible hacer el trabajo, ya que no era el viejo quien me irritaba, sino su maldito ojo. Y cada mañana, cuando amanecía, entraba osadamente a su cuarto y hablábale valerosamente, pronunciando su nombre con voz cordial, interesándome por como había pasado la noche. Esta viendo, pues, que había de ser un hombre muy perspicaz para sospechar que todas las noches, precisamente a las doce, lo observaba durante sus sueño.
Finalmente, en la octava noche, fui más cuidadoso cuando abrí la puerta. El minutero de un reloj de pulsera se mueve más rápido de lo que se movía mi mano. Nunca antes había sentido el alcance de mi fuerza, de mi sagacidad. Casi no podía contener mi sensación de triunfo. Pensar que estaba allí abriendo al puerta poco a poco, ¡y que el ni siquiera soñaba en mis acciones o pensamientos secretos…!
Ante esa idea se me escapo una risita, y tal vez me oyera, por que se movió de pronto en su lecho como si fuera a despertarse. Tal vez crea ahora que me retire. Pues no, se equivoca.
Su habitación estaba tan negra como la noche más cerrada, ya que él cerraba las persianas por miedo a que entraran ladrones; entonces, sabía que no me vería abrir la puerta y seguí empujando suavemente, suavemente.
Ya había introducido la cabeza y estaba para abrir la linterna, cuando mi pulgar resbaló con el cierre metálico y el viejo se incorporó en la cama, gritando:
-¿Quién anda ahí?
Tu me miraste ¿preocupada? Yo solo apreté más tu mano y continu
Me quedé quieto y no dije nada. Durante una hora entera, no moví ni un músculo y mientras tanto no oí que volviera a acostarse en la cama. Aún estaba sentado, escuchando, como había hecho yo mismo, noche tras noche, oyendo a las arañas de la pared.
De pronto escuche un débil gemido. Se trataba de un lamento de terror mortal. No era un lamento de dolor o tristeza, ¡oh, no!; era el rumor sordo y ahogado que escapa de lo intimo de un alma sobrecogida por el pavor. Yo ya conocía bien ese murmullo. Muchas veces, justo a medianoche, cuando todo el mundo dormía, surgió de mi pecho, profundizando con su temible eco, los terrores que me enloquecían. Digo que lo conocía bien. Sabía lo que el viejo sentía y sentí lástima por él, aunque me reía en el fondo de mi corazón. Sabía que él había estado despierto desde el primer débil sonido, cuando se había vuelto en la cama. Sus miedos habían crecido desde entonces. Había estado intentando imaginar que aquel ruido era inofensivo, pero no podía. Se había estado diciendo a sí mismo: "No es más que el viento en la chimenea, no es más que un ratón que camina sobre el suelo", o "No es más que un grillo que chirrió una sola vez". Sí, había tratado de convencerse de estas suposiciones, pero era en vano. Todo en vano, ya que la muerte, al acercársele se había deslizado furtiva y envolvía a su víctima. Y era la fúnebre influencia de aquella imperceptible sombra la que le movía a sentir, aunque no veía ni oía, a sentir la presencia dentro de la habitación.
Luego de haber esperado tan largo rato, con toda paciencia, sin oír que se acostara de nuevo, me aventure a abrir un poco la linterna, pero tan poco, tan poco como si nada. La abrí cautelosamente, tan furtivamente, como no podría imaginárselo, hasta que, al fin, un único y pálido rayo, como un hilo de telaraña, salio por la ranura y descendió sobre su ojo de buitre.
Estaba abierto, bien abierto y me enfurecí mientras lo miraba, lo veía con total claridad, de un azul apagado, con aquella terrible película que me helaba el alma. Pero no podía ver nada de la cara o del cuerpo, ya que había dirigido el rayo, como por instinto, exactamente al punto maldito.
¿No cree que sea una hiperestesia de los sentidos aquello que llamamos locura? Luego llegó a mis oídos un suave, triste y rápido sonido como el que hace un reloj cuando está envuelto en algodón. Aquel sonido también me era familiar. Era el latido del corazón del viejo. Aumentó mi furia, como el redoblar de un tambor estimula al soldado en batalla. Sin embargo, incluso en ese momento me contuve y seguí callado. Apenas respiraba. Mantuve la linterna inmóvil. Intenté mantener con toda firmeza la luz sobre el ojo.
El pánico del viejo debía ser tremendo, resonando en ese latir que se volvía cada vez más fuerte; minuto a minuto.
Le he dicho que soy nervioso, realmente lo soy, y entonces, en plena noche y del pavoroso silencio de aquella vieja casa, un ruido tan extraño hizo penetrar en mí un terror irresistible. Durante algunos minutos me contuve y quise mantenerme tranquilo, pero la pulsación se hacia cada vez mas fuerte; siempre mas fuerte. Creí que mi corazón iba a estallar. Una nueva angustia se apoderaba de mí… El ruido, los rumores que iban a producirse podían ser oídos por algún vecino. Por que había sonado la hora de Clow…
Con un fuerte grito, abrí la linterna y me precipité en la habitación. El viejo clamó una vez, sólo una vez. En un momento, lo tiré al suelo y arrojé la pesada cama sobre él. Después sonreí alegremente al ver que el hecho estaba consumado. Pero, durante muchos minutos, el corazón siguió latiendo con un sonido ahogado. Sin embargo, no me preocupaba, porque el latido no podría oírse a través de la pared. Finalmente, cesó. El viejo estaba muerto. Quité la cama y examiné el cuerpo. Sí, estaba duro, duro como una piedra. Pasé mi mano sobre el corazón y allí la dejé durante unos minutos. No había pulsaciones. Estaba muerto. Su ojo ya no me preocuparía más.
Si insiste en considerarme loco, su opinión se desvanecerá cuando le describa las inteligentes precauciones que tome para esconder el cadáver… Avanzaba la noche y yo trabajaba con prisa, pero con cauteloso silencio. Fui desmembrando el cuerpo; primero corte la cabeza y después los brazos; luego, las piernas. En seguida, arranque tres tablas del entarimado y lo coloque todo bajo el piso de madera. Después volví a poner las tablas con tanta habilidad y destreza que ningún ojo humano, ¡ni siquiera el suyo!, hubiera podido descubrir allí nada alarmante. Nada había que lavar. Ni una mancha, ni una sola mancha de sangre. No se me escapo detalle alguno. Un cubo lo hizo desaparecer todo…
Cuando terminé con estas tareas, eran las cuatro... Todavía oscuro como medianoche. Al sonar la campanada de la hora, golpearon la puerta de la calle. Bajé a abrir muy tranquilo, ya que no había anda que temer. Entraron tres hombres que se presentaron, muy cordialmente, como oficiales de la policía. Un vecino había oído un grito durante la noche, por lo cual había sospechas de algún atentado. Se había hecho una denuncia en la policía, y ellos, los oficiales, habían sido enviados a registrar el lugar.
Sonreí. Porque, repito, ¿Qué tenia que temer? Y di la bienvenida a los recién llegados
-El grito- les explique -, lo había lanzado yo, soñando. Mi padre –añadí-, esta de viaje por la comarca.
Llevé a los visitantes por toda la casa. Les dije que registraran bien. Por fin los llevé a su habitación, les enseñé sus tesoros, seguros e intactos. En el entusiasmo de mi confianza, llevé sillas al cuarto y les dije que descansaran allí mientras yo, con la salvaje audacia que me daba mi triunfo perfecto, colocaba mi silla sobre el mismo lugar donde reposaba el cadáver de la víctima.
Los oficiales se mostraron satisfechos. Mi forma de proceder los había convencido. Yo me sentía especialmente cómodo. Se sentaron y hablaron de cosas comunes mientras yo les contestaba muy animado. Pero, de repente, empecé a sentir que me ponía pálido y deseé que se fueran. Me dolía la cabeza y me pareció oír un sonido; pero se quedaron sentados y siguieron conversando. El ruido se hizo más claro, cada vez más claro. Hablé más como para olvidarme de esa sensación; pero cada vez se hacía más claro... hasta que por fin me di cuenta de que el ruido no estaba en mis oídos.
Sin duda, me había puesto muy pálido, pero hablé con más fluidez y en voz más alta. Sin embargo, el ruido aumentaba. ¿Qué hacer? Era un sonido bajo, sordo, rápido... como el sonido de un reloj de pulsera envuelto en algodón. Traté de recuperar el aliento... pero los oficiales no lo oyeron. Hablé más rápido, con más vehemencia, pero el ruido seguía aumentando. Me puse de pie y empecé a discutir sobre cosas insignificantes en voz muy alta y con violentos gestos; pero el sonido crecía continuamente. ¿Por qué no se iban? Caminé de un lado a otro con pasos fuerte, como furioso por las observaciones de aquellos hombres; pero el sonido seguía creciendo. ¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer yo? Me salía espuma de la rabia... maldije... juré balanceando la silla sobre la cual me había sentado, raspé con ella las tablas del suelo, pero el ruido aumentaba su tono cada vez más. Crecía y crecía y era cada vez más fuerte. Y sin embargo los hombres seguían conversando tranquilamente y sonreían. ¿Era posible que no oyeran? ¡Dios Todopoderoso! ¡No, no! ¡Claro que oían! ¡Y sospechaban! ¡Lo sabían! ¡Se estaban burlando de mi horror! Esto es lo que pasaba y así lo pienso ahora. Todo era preferible a esta agonía. Cualquier cosa era más soportable que este espanto. ¡Ya no aguantaba más esas hipócritas sonrisas! Sentía que debía gritar o morir. Y entonces, otra vez, escuchen... ¡más fuerte..., mas fuerte..., más fuerte! ¡Atiendan por favor!
-¡Miserables!- exclame- ¡No disimulen por mas tiempo! ¡Lo confieso todo! ¡Arranquen esas tablas! ¡Aquí, aquí!, ¡Es el latido de su implacable corazón!
Estaba sudando, justo como la noche anterior, cuando todo eso ocurrió… pero tus manos… tus tibias manos sujetaron mi rostro y ¡Me besaste! ¿Cómo podría ser? Estabas besando a un asesino, uno que no estaba loco… pero devo admitir que lo disfrute tanto…
No voy a recordar como fue que lograste sacarme de allí después… lograste sacarme de Hong Kong y me regresaste a mi natal Londres la tierra que amo, la que amo casi tanto como a ti…
Ahora estas allí dormida… tu piel albina luce dorada por el albor del sol… solo una sabana de seda cubre tu cuerpo… podría estar aquí, mirando tu belleza por siempre, para siempre, solo por ti, por que te amo… tu me enseñaste a amarte y creo que al final si estoy loco… loco por ti
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Esto fue todo menos perturbador… je je gomen… peor no me pude resistir… la verdad es que la historia si es hermosa y bien dictada (la original, no esta) sin embargo intentar adaptarla y que quede original es muy difícil… por eso tuve que poner la intervención de Tomoyo… peor creo que el punto clave esta bien ilustrado… Eriol trato de convencernos que en realidad el no estaba loco y jamás lo estuvo… solo era ¿incomprendido?Quiero dar las gracias por los reviews, son pokitos pero como dijo la linda Yashi chan no a todos se les hace facil comprender o si quiera leer este tipo de escritura…
alex-1987: ¿Tu me apoyas? Je je verdad que si… yo creo que el maestro Poe nunca se imagino que alguien usaría sus historias para crear un fic… y bueno por votación unánime gano el corazón delator espero tu Review!!!
YaShi: No sabes cuanto lamento no poder dejarte reviews yashi chan… pero la verdad es que casi nunca tengo el suficiente tiempo de leer… no es que dejasen de gustarme tus historias linda, tu sabes que no y pues gracias por tus comentarios, en realidad el adaptar estos fics fue más un reto personal que otra cosa… pues la verdad si es difícil crear cosas asi… ja ja y la verdad es que es muy, pero muy difícil eso de la ortografía… primero por que el editor de Word me cambia una palabra por otra, y pues la verdad yo cometo demasiados errores… y pues yo no me e leído el escarabajo de oro… lo voy a buscar en mi biblioteca (mua jua jua jua ya es mía por que voy casi todos los sábados) y pues si "hop frog" es difícil de adaptar también la voy a buscar y ya veras que me pongo todas las pilas del mundo para acerbo nada en esta vida es imposible y este es solo un pequeño reto más para mi!!!
MARINA CASTILLO COLN: Gracias… pero no es necesario que lo leas, en serio la adaptación es integra, tan exacta que devo decir que el fic no es mío, sino en su totalidad de el maestro Poe y pues a ver que tal te pareció este!
Siempre se me olvida que el fic es serio u.u
Gracias por todos sus comentarios ya hora si no se que mas escribir… se agoto la inspiración… pues les dejo de tarea que seleccionen algo o ya veré yo que poner… y perdón por la tardanza es que no tenia inspiración!
Y no se olviden dejar sus reviews, que al final para eso escribimos nosotros, para ustedes y para saber que es lo que esperan de nosotros o que es lo que opinan de nosotros, por favor no olviden sus reviews…
Ya saben que L.Q.1.CH…
La de siempre: Tsuki lunita (Tsuki pa los kuates)
