Esta semana subo capítulo nuevo antes porque si no... ¡puedo estar mil sin actualizar! ¡Por fin llega la fiesta en la Sala Común de Slytherin! Espero que os guste (lo de siempre: os guste o no os guste, dejad review para saber vuestra opinión, please!!)

¡Ah! La autora de este fanfic no se hace responsable acerca de las opiniones de las slytherins protagonistas sobre el resto de gente de las restantes casas de Hogwarts. Los pjs tienen sus propias ideas que yo no comparto... Así que si teneis alguna queja al respecto... tendreis que mandarlas un howler a Howgarts porque no tengo su dirección. ;)

Eleine, Claire y el finde maldito

("Here to Stay remix" de Korn suena mientras Claire está en tirada en la habitación mirando el artículo de música de "Corazón de Bruja" y Eleine está en la ducha. 2 hours remainig to the party!).

Mientras cerraba los ojos y me relajaba bajo el agua la imagen del golpeador de Gryffindor no se me iba de la cabeza: la forma en la que los rizos se le alborotaban con el viento, la sonrisa traviesa que le había dedicado a Malfoy y el color de sus ojos... esos malditos ojos... La verdad es que el chaval estaba muy bien, a pesar de ser un Gryffindor, claro. Aunque eso le añadía cierto morbo al asunto, la verdad. Normalmente me llamaban más los chicos de Slytherin, no tanto como a Claire, (ella tenía verdadera predilección por los típicos "chicos malos", o cuanto menos, conflictivos) pero lo más normal era que nos fijáramos más en los de nuestra propia casa, donde había unos cuantos que no estaban nada mal. Eran guapos, casi todos con una posición social bastante alta, y con carácter propio (a expeción de "Sombra-de Malfoy"-Zabini y sus perspectivos gorilas, claro ¬¬). No como en Hufflepuf, casa de los "poca cosa", como decía Claire, o de los "perdedores", como decía yo. Ni como en Ravenclaw, donde si había alguno decente les preocupaba más hacer un trabajo extra para Astronomía que relacionarse con chicas. Y por útlimo estaba Gryffindor. Chicos guapos había, de eso no había duda, me dije mientras recordaba la figura del rubio golpeador. Y bueno, chicos malos... los gemelos Weasley podrían haber pertenecido perfectamente a Slytherin si no fuera porque eran... Weasley. Pero ellos eran la excepción, el resto eran tan leales, tan rectos, tan sangresucia, tan... Gryffindor. Mientras me anudaba una toalla al pecho y salía a mi habitación me dí cuenta que realmente a mí eso nunca me había importado: me dio igual salir con los Weasley (a pesar del numerito que me montó Claire), o estar tonteando descaradamente con Finch-Fletchley en los pasillos, o de incluso estar un par de días con Daniel Wireless, el mayor empollón de todo Ravenclaw... lo que realmente tenían todos ellos en común era su fama, el tirón que tenían entre las chicas... su popularidad, vamos. Si un chico no era medianamente conocido en los cotilleos del colegio, no merecía mucha de nuestra atención. O, y en casos excepcionales, si una de esas almas perdidas nos caía en gracia, el mero hecho de estar con una de nosotras le hacía escalar posiciones en la torre de la fama. Y es que excepto Potter, el chico famoso de la escuela por excepción, y Malfoy, el resto de los chicos más envidiados de Howgarts había tenido en alguna ocasión un affaire con Claire o conmigo. Nada serio,en varias ocasiones no habían sido más que meros rumores perfectamente propagados, pero en todo caso había servido para reirnos un buen rato, pasarlo bien, y además hacer que el resto de chicas del colegio se murieran de envidia. ¿Qué más se podía pedir?

- ¿En qué estás pensando? –Claire levantó la vista del artículo "Cantantes Muggles que te hechizarán" para mirarme fijamente mientras me vestía.

- ¿Eh? En nada, en nada... por qué dices eso?

- Nah, por nada. Pero supongo que te costará más de lo normal abrocharte el sujetador si te lo estás poniendo al revés...

- O.o ehh, vaya, tienes razón. Estoy algo despistada hoy, tengo muchas cosas en la cabeza... .

- Si claro, imagino que 1'90 de estatura, rizos rubios, ojos azules y unos brazos fuertes no dejan demasiado espacio en tu cerebro para más. Normal que estés despistada. –joder, a esta no se la escapa una, que tía O.o

- Emmm... ¿tanto se me nota? Entonces es realmente preocupante.

- Te lo noto yo, y con eso es suficiente. –se sentó en la cama mientras cerraba la revista y me miraba fijamente. –Espero que sea un mero capricho, porque, por si no te habías dado cuenta, es un Gryffindor.

- Claro q es un capricho. Sólo me he fijado en él, nada más. Está bastante bien, no me lo negarás.

- No está mal, aunque no es mi tipo. Sobre todo porque es un Gryffindor. –recalcó la última palabra con cara de asco.

- Lo seee. Y me da igual. Además quien sabe cuándo le volveré a ver.

- Ya te las apañarás, nunca has tenido incovenientes con eso. ¿Piensas recavar información en la fiesta? Todo el equipo de Quidditch comentará el "incidente" con Malfoy, a espaldas suyas, por supuesto. Aunque imagino que no le dedicarán palabras muy agradables, puesto que, y que quede claro, hablamos de un Gryffindor. Si estás hábil te enterarás de todo lo que quieras saber.

- Bueno, no me preocupa Malfoy. Ya te encargarás tú de mantenerle entretenido para que pueda sacar el tema con tranquilidad, ¿no? –la sonreí pícaramente mientras Claire se metía en mi ducha y me tiraba su albornoz a la cara.

- No tengo por qué responder a eso. Sabes perfectamente cúal es mi respuesta... –diciendo esto cerró la puerta del cuarto de baño y me di cuenta de que Claire tenía razón: esta misma noche, en la fiesta, era la mejor oportunidad para sacar información de primera sobre ese Gryffindor. Pensando esto, pillé la revista de Claire, subí el volumen de la música y me tiré sobre la cama, con la mente perdida en quidditch, fiestas y cantantes muggles realmente mágicos.

(23:15 h. Sala común de Slytherin, mucha gente por los pasillos y en los sillones, o picoteando de las mesas en las que horas antes había libros y ahora hay fuentes con comida, gominolas y toda clase de dulces. Aparte, claro está, de las bebidas, alcóholicas y refrescos, vigiladas por los alumnos de últimos cursos. Un chaval de 6º se encarga de la música. Suena "Bodies" de Drowning Pool cuando Claire y Eleine hacen su aparición).

La primera impresión que tuve al llegar a la sala común fue fantástica. Un cosquilleo me recorrió la espalda y una sonrisa se dibujó en mi cara: ¡prometía ser una de las mejores fiestas de este año! Prácticamente todos los slytherins estaban ya en el salón, comiendo, bebiendo, bailando o simplemente charlando. Había pequeños grupos dispersos por toda la habitación, muy buen ambiente y las expectativas prometían que mejoraría a medida que avanzase la noche. Claire también sonreía ampliamente, y con una seña nos dirigimos a buscar algo de beber, mientras saludábamos a la gente. En esas fiestas parecía que la hipocresía desaparecía y dejábamos de ser quienes aparentábamos ser para mostrarnos como los adolescentes que éramos. El mostrarnos con ropas normales, mezcla entre muggles y mágicas, ayudaba bastante a cambiar la imagen más seria que teníamos normalmente con los uniformes. Con pantalones vaqueros, minifaldas y camisetas todo era más relajado, más cordial.

- No lo ves así? Míranos a todos. No hay el mal rollo que suele haber siempre en las clases o en la sala común después de cenar.

- Mmmm. No. Para mí es más cinismo y ganas de juerga mezcladas con alcohol que otra cosa. No creo que cambien tanto por el hecho de quitarse el uniforme. –Claire se sirvió un Malibú piña mientras me respondía.

- No cambian tanto, pero si se comportan diferente. Sólo digo que es curioso. Seguro que si los idiotas de Hufflepuf nos vieran ahora pensarían que somos Gryffindors haciendo una fiesta.

- Jaja. Seguro. ¿Y por qué Gryffindors? ¿Por qué no Ravenclaws o mismamente Hufflepufs?

- Es obvio, Claire: para los Ravenclaws hacer una fiesta se refiere a estudiar todos juntos en la sala común o prestarse los apuntes. Y Hufflepufs... ¿en serio crees que sabrían organizar una fiesta?

No contesté yo a la pregunta de Claire. Nos dimos la vuelta, pues Zabini, que era quien la había contestado, se encontraba detrás de nosotras con una sonrisa ladeada, los ojos verdes brillando con malicia y una cerveza en las manos. Esa noche estaba realmente guapo: llevaba unos vaqueros desgastados (pero por muy desgastados que estuvieran no dejaban de ser de Ralph Laurent y quedarle de muerte HH), una camiseta magicolor de las que cambiaban de color dependiendo del estado de ánimo del que la llevase (ahora era verde oscura con brillos irisados, casi igual que sus ojos), y unas deportivas Reebok blancas. Si no fuera por la camiseta, parecería un pijo muggle cualquiera, con el pelo despeinado con gel y sonrisa profidén. Sólo que en mago.

- Buenas noches, Blaise.

- Buenas noches, ma chères. Perdonad por entrometerme en vuestra conversación pero no he podido evitar oir tu comentario, con el cual estoy de acuerdo. Sin los uniformes no parecemos los mismos, ¿verdad? –una sonrisa sincera se extendió por su rostro. –Además, para el resto de casas nuestras fiestas deberían ser orgías satánicas en las que todos lleváramos túnicas oscuras de los pies a la cabeza, serpientes en los brazos y cantásemos cánticos oscuros mientras comemos carne de rata y bebemos sangre de recién nacidos muggles, como los horribles futuros mortífagos que se supone que todos seremos.

- Tienes una idea un tanto... peculiar sobre cómo divertirse, Zabini. –la voz suave y con el característico arrastrar de sílabas de Malfoy sonó a nuestras espaldas. Como a Zabini, a Malfoy también le gustaban las apariciones espectaculares. Y viéndole... espectacular era la palabra que mejor se le ajustaba esa noche: llevaba el pelo sin su habitual gomina, suelto, lo cual le daba un aire más informal y menos estirado. Al igual que Blaise llevaba unos vaqueros desgastados, deportivas anchas y una camiseta azul oscura con un dragón plateado en la espalda que se movió de forma sinuosa, recorriendo la fibrosa anatomía del rubio, pasando desde su espalda hasta el pecho y enroscándose sobre su brazo izquierdo, donde se acomodó reposando su cabeza en el bien formado hombro mientras todos le contemplábamos.

- Bonita, ¿verdad? Fue un regalo de mi padre al comenzar este curso, aunque al principio no paraba quieto y hacía muchas cosquillas. Por suerte parece que se cansa con los lavados y ahora se mueve mucho menos. o

- Es perfecta para tí. ¿Muerde? –Claire acercó su mano hacia el hombro de Malfoy, pero sin llegar a tocar la cabeza del dragón.

- Tranquila, de momento sólo ha mutilado a dos de mis elfos domésticos. Creo que la carne de bellas damas no le va. Pero a mí me encanta. –diciendo esto, le cogió la mano y se la llevó a los labios, besándola muy lentamente mientras fijaba su mirada en ella. Claire le rió la gracia mientras comentaba que "tendría mucha suerte si lograba encontrar alguna dama en una fiesta de Slytherin". Viendo que era mejor dejarlos solos (sobre todo por la mirada de "vete-o-si-no-te-mato" que me lanzó Claire) me excusé diciendo que tenía que ir a buscar algo de beber, con Zabini pegado a mis tacones y "It's going down" de X-Ecutioners sonando de fondo.

- Un vodka naranja, por favor. No me lo cargues mucho David, que ya nos conocemos. No quiero levantarme mañana con dolor de cabeza.

- ¿No conoces la poción "nain resac"? Vaya, pensaba que una de las mejores alumnas de pociones del colegio la conocería. Sobre todo teniendo en cuenta tu afición al vodka en este tipo de fiestas... –me susurró al oído Blaise mientras me apartaba un mechón del cuello. –Si quieres, te paso la receta. Es muy fácil de hacer y mañana estarías como nueva. ¿Quieres venir a mi habitación a prepararla? Que conste que no hay segundas intenciones ni nada por el estilo. –añadió rápidamente al ver la cara de "ya-claro-y-voy-yo-y-me-lo-creo"(¬¬) que le estaba poniendo. –Sólo quiero ayudar.

- No gracias. Apenas voy a beber.

- Ejem, ¿me disculpas un momento? –Alexander, un alumno del curso de Malfoy y Blaise, le apartó con muy buenos modos, quien le miró con mara cara por su interrupción. –Muy buenas noches, bella entre las bellas. Dylan y Randy van a echar "El gran desafío de 3", sólo apto para expertos. ¿Te apuntas? Sin tí no será nada divertido, te lo aseguro.

- ¿Otro "gran desafío de 3"? ¡¡Este mes ya van 4!!Oo y siempre dicen que es el definitivo, pero bueno... En fin, imagino que no será igual sin mí, asi que... de acuerdo (todo con tal de no estar a solas con Blaise! o Gracias Alex por librarme de él).

- ¿No decías que apenas ibas a beber? –replicó Zabini, bastante molesto. ¬¬, Su camiseta cambió del verde a un rojo suave y brillante. Aún así le seguía quedando muy bien, aunque estuviera un poco enfadado.

- He cambiado de opinión. Además, con la mala suerte que tengo seguro que no soy 3 en ninguna ronda. No te preocupes por mí, que sé cuidarme solita. .

- No lo dudo. Pero, si no te importa –dijo esto mirando a Alexander –yo también me apunto.

- Como quieras. No está vetada la participación nada más que para los de Primero. ¿Vamos a la mesa del fondo, princesa? –asentí con la cabeza mientras nos dirigíamos allí -Por cierto... ¿dónde está Claire?

- Cazando dragones, Alex. Así que está muy pero que muy ocupada. –respondí con una sonrisa entre los labios mientras veía a Claire y Malfoy salir de la sala común abrazados por la cintura y desaparecer tras el muro de la mazmorra.

Definitivamente esto no entraba en mis planes del fin de semana... pero la fiesta no pintaba tan mal y quedaba mucha noche por delante, pensé mientras nos acercábamos a la mesa donde unos 7 alumnos de 5º, 6º y 7º preparaban el "definitivo gran desafío de 3, quinta parte". Saludando a todos, me senté al lado de Randy, y Zabini, cómo no, se acomodó al mío. Bueno, con tanta gente, preparados para jugar, y con la bebida sobre la mesa, me daba igual tener al lado a Zabini o al mismísimo Potter. Fueron pasando los dados para comenzar la ronda y ver quienes serían los treses. Zabini y yo tiramos a la vez.

Doble 3.

Esta prometía ser una noche muuuuuy larga, me dije con una sonrisa traviesa en la cara mientras la camiseta de Zabini cambiaba de nuevo de color... del rojo suave a uno más claro, hasta quedar blanca: Zabini nunca había tolerado bien el vino.

- Mmm.... Blaise.

- ¿Sí?

- Creo que deberías escribir en un papel ahora que estás con todas tus facultades a pleno rendimiento la receta de la "nein resac". Mañana te hará falta... –canturreé en su oído. De nuevo su camiseta pasó del blanco al rojo suave. –Esta promete ser una noche muuy divertida, ¿no crees? o -Blaise no contestó. El color de su cara iba a juego con el de su camiseta, mientras una sonrisa tensa se dibujaba en su rostro. Sin decir nada, todos levantamos los vasos y brindamos: ¡¡¡Wahey!!!


Fin del capítulo!! Algunas cosillas:

La exclamación final "Wahey" la saqué de un fanfic que leí hace miiiiiil años en inglés que era una auténtica locura y con el cual me reí muchísimo. No tengo ni idea de cómo se llamaba ni de su autora, a la cual pido permiso desde aquí... aunque ni siquiera se si esa exclamación es de su propia cosecha (pero por si las moscas). o

Las reglas del juego del tres... bueno, es un juego para beber y tal vez por ponerlas aquí alguien podría pensar que estoy incitando a la peña a la bebida o algo similar... así que si alguno está interesado en saber de qué va, estaré encantada de explicárselo vía mail! o

Una última cosa... ¡reviews, please! .

Nos leemos!!!