Bueno, capítulo 2....aquí Sirius se da cuenta que todavía ama
a....jejejeje...no les voy a decirrrrrrr...jajajaja....SOY MALA... y
Harry..bueno él es adolescente como nosotras, tiene las hormonas bastante
alteradas...jejeje..como nosotras...ejem, ejem...Harry quiero cruzarte un
díaaaaa...jajajajaja.
DEJEN REVIEW.
M.O.S
JAMES YOU ARE MY GOD *O*
SIRIUS YOU ARE MY GOLDEN SUN... "YOU WILL LIVE ALWAYS IN OUR HEARTS"
REMUS YOU ARE MY GUARDIAN ANGEL
HARRY I LOVE YOU!
THE MARAUDERS ARE POWERPUFF!!!!!!! =P
SIIIIIIIIIII...LOS AMO T____T
¿HAY ALGUNA ORDEN POTTERIANA??? POR FAVOR...QUIERO UNIRME T____T
Capitulo 2: Sorpresas y amoríos en el desayuno.
-HARRY APÚRATE QUE TENGO HAAAAAAAMBRE- bramó Sirius desde la cocina. -YA VA, NO VES QUE NO ENCUENTRO MIS GAFAS- le gritó el joven bajando las escaleras. -Harry, tus gafas las llevas puestas n__nU- -Er... jejejeje, cierto-dijo Harry ruborizado. -Ven a comer... ¿quieres un té???-le preguntó su padrino amorosamente. -Siiiiiiii- -Harry, compórtate n__n- -Tú no me puedes decir nada Siri-boy- dijo Harry sarcásticamente. -Buenos días- dijo una voz dulce proveniente de la chimenea. -AHHHHHHHHHHHH- dijeron, o más bien gritaron, Sirius y Harry. -No quise asustarlos n__n- dijo Remus mirándolos divertido. -LUNÁTICO QUÉ DEMONIOS TE PASA- bramó Sirius lanzando el plato de tostadas que tenía encima. -¿Son tostadas??? n__n-preguntó Remus inocentemente. -Pues sí, Remus-le contestó Harry, debido a que su padrino miraba al piso mientras mostraba los dientes, propicio a asesinar a su amigo. -Canuto, ¿te sientes bien?-preguntó Remus preocupado, ya que Sirius casi no respiraba. -¿CÓMO QUIERES QUE ME SIENTA SI CASI TUVE UN PARO CARDÍACO?????- bramó Black, logrando que los cabellos rubios de su amigo volaran por los fuertes gritos que salían de su garganta. -Bueno... ejem... tengo que darte una noticia, Siri-boy- dijo Remus mirando divertido a Harry. -¿Qué?-preguntó Sirius enojado. -Hoy habrá una reunión de la Orden, así que... me gustaría que nos prestaras la casa- -Pues úsala, Remsie-dijo Sirius pestañeando pomposamente. -Nunca cambiarás- le dijo Remus sarcástico. -No, jamás haré tal genocidio- -Cállate Sirius- le dijo Harry riendo y tragando una de las tostadas. Remus salió del cuarto, mientras improvisaba una mesa en el inmenso salón. -Sirius, ¿por qué nunca limpias la casa?-le preguntó lleno de polvo. -¿Qué te ha ocurrido?-preguntó Sirius mirándolo sorprendido. -Se supone que la casa la limpiamos el año pasado cuando vinimos todos- -Pero está más sucia desde que no tenemos a Kreacher-dijo Sirius mirando a su ahijado. -Pues me ayudan a limpiar o....nunca les haré barras de canela- dijo decidido. -Ahhhhhh, no, eso no lo acepto, si piensas estar en mi casa mucho tiempo... deberás hacerme barritas de canela T____T- dijo Sirius -Siri-boy, no me mires así-le dijo Remus mirándolo y poniéndose una mano en la frente. -Remsie-pooh..no seas malito conmigo T____T- -Bueno, bueno, te haré barras de canela SI SOLO ME AYUDAS A LIMPIAR ESTE SALÓN ANTES DE QUE VENGAN LOS DEMÁS- -Bueno, de acuerdo, tú ganas-dijo Sirius levantando las manos y ordenándose el pelo, el cual lo tenía corto por casi los hombros. Se pusieron manos a la obra, claro que a Sirius no le hizo mucha gracia tener que cruzarse con el retrato de su madre, la cual gritaba, cada día, insultos nuevos. -Vaya, señora, como le va-dijo Remus riendo, mientras la señora Black insultaba a su apuesto hijo. -VIEJA FEA, YA CALLATE, NO TE AGUANTO- -TRAIDOR, ENSUCIAS MI SANGRE Y MI MEMORIA- -CALLATEEEEEEEEEE- corriendo la cortina de un tirón. -Y decían que era una buena mujer-dijo Remus divertido. -Harry... cuando te cases, no te busques una como esta, por favor-le dijo Sirius al muchacho que estaba embadurnado de polvo y de agua con jabón. Harry se ruborizó hasta la cabeza, por decir algo, y sonrió. -Uhhhhhhh, ¿en quién piensas pequeño Potter???- preguntó Sirius riendo. -EN NADIEEEEEE-gritó su ahijado quedándose sin voz. Sirius estuvo a punto de decir algo, hasta que alguien tocó a la puerta. Los tres miraron sorprendidos. -Yo abriré-dijo Remus quitándose el delantal que se había puesto. Se dirigió a la puerta, sin antes agarrar su varita, y giró el picaporte indeciso. Fue ahí cuando Sirius la vio. -Hola-dijo la bella mujer parada en el umbral de la puerta. Tragó ruidosamente la saliva al ver al apuesto hombre de ojos azules que la miraba pasmado. -Arabella, que gusto que hayas vuelto-dijo Remus viendo que ninguno de los otros dos saludaban cordialmente. -¿Arabella???¿no era tu novia en Hogwarts??-le preguntó Harry a su padrino, el cual no contestó, sólo bajó la cabeza.-Yo conozco a una Arabella Figg, pero es vieja y fea... y es una squibb-dijo luego el muchacho de ojos verdes. -MI tía n___n-dijo la bella mujer. -¿Se llaman igual???-preguntó Harry. -Si, muy originales los Figg-dijo Sirius saliendo de su ensimismamiento. Bella lo miró con disgusto. Sirius era el mismo de siempre, galante, guapo, divertido... y molesto. Con ella siempre se había comportado así, como un idiota. Seguramente eso hizo que ella se enamorara perdidamente de él. Claro que ellos tenían una larga historia de guerras e insultos entre ellos. Pero todo se olvidaba cuando Sirius la besaba, tan delicioso como ella decía, y tan apasionado como sólo él sabía hacerlo. -Disculpe, señor Blackie, pero yo no tengo la culpa, mis padres creyeron que ella estaba muerta-dijo con sarcasmo. -Pues que estúpidos, tendrían que haber averiguado antes de ponerte un nombre tan feo- -Pues nadie te habló a ti, señor perro apestoso maloliente-dijo ella casi a los gritos. Sirius la miró unos instantes y vio en ella a la muchacha risueña y sarcástica que él había amado tanto... y que seguía amando. -Nunca cambiarás ¿eh?????¿pequeño doxxy apestoso????-dijo Sirius sonriendo. Harry los miraba consecutivamente. -Mejor me voy antes de que empiecen a lanzarse maleficios... ¿Remus vienes???-preguntó el muchacho. Arabella lo miró fijamente. -POR DIOS, SI QUE TE PARECES A JAMES- -¿Ehhhh??????- -Eres igualito a tu padre, si te viera Emma, o Narcissa... - -¿Narcissa Malfoy???-preguntó Harry pasmado. -La misma... o Bertha Jorkins, o Tamire Hobson... o....Anastasia no me acuerdo su apellido-dijo Bella sonriéndole a Harry. Bella si que era hermosa, tal como Sirius había dicho. A pesar de sus ya treinta y seis años, era una bellísima mujer. -O Eleanor o Marcia o... simplemente... todas las brujas mayores de treinta n___n- dijo Sirius. -Las que no estuvieran enamoradas de ti, Siri-boy-dijo Bella sarcásticamente. -Si las mujeres que se enamoraban de mí, también se enamoraban de James. Éramos un encanto n___n- -Eran un par de idiotas, bueno tú más que James-dijo la bella mujer. -¿Por qué dice eso de mi padre?- - Pues James cambió mucho... maduró digamos- -Pero... - -Tu padre era un gran hombre a pesar de lo que Snivellus te haya dicho- -¿Snape???- -Sí, él se enamoró de tu madre e intentó por todos los medios separarlos, cosa que no logró, ya que tu madre estaba enamorada de tu padre-dijo Arabella explicándole a Harry. -¿Qué Snape que???- -Se enamoró de Lily— -Bromea- -No-contestó ella. Harry sonrió abiertamente. -No me imagino a Snape enamorado, y encima de una muchacha que estaba enamorada de James Potter-dijo Harry. -Ninguno se lo imaginaba-dijo Sirius. -El gran James Potter, querrás decir pequeño Harry-dijo Remus riendo. Harry lanzó una carcajada. La pasaría de maravilla con tres personas que habían sido amigos de sus padres. Sonrió a Bella, miró a Remus y salió del salón. Remus lo siguió. -Vaya, extrañaba esta casa-dijo Bella tragando saliva. Sirius se le acercó, cosa que la incomodó sobre manera. -Que gusto que hayas vuelto de tu largo viaje, hinkypunk- -El gusto es mío, boggart-contestó ella. Lo miró. "Vaya, sus ojos sí que siguen siendo hermosos" pensó Bella al mirarlo más de cerca. Pero no tenían el mismo brillo, ni la misma expresión de felicidad. "La muerte de James lo habrá transformado... y el haber ido a... Azkaban" pensó, lo notaba más maduro... hecho un hombre. Estaba a cargo de la crianza de un joven, el cual ya estaba casi criado, la crianza de un Potter, algo que Sirius no dejaría pasar por alto ni que cien mil mujeres posaran desnudas frente a él (N/A: Sirius, amigo mío, estás en decadencia). Sirius se sentó en el sofá, inmenso, del salón. -¿Cómo te ha ido Bella?-preguntó mirándola de arriba abajo. -Más o menos- -¿Por qué?- -Me he casado-dijo ella. A Sirius el corazón se le paró. -¿Qué?-preguntó pasmado. Tragó saliva-¿Con quién?- -No tiene importancia con quien, pero me separé- Sirius suspiró aliviado... ¿Qué demonios le estaba pasando???¿desde cuándo se preocupaba por las cosas que Bella hacía??? Y ahí fue cuando una voz dentro de él dijo "desde quinto año, estúpido reprimido". "Maldita voz interior, desaparece" pensó Sirius. -Y... ¿tienes hijos???-preguntó él. -No-contestó ella. Se sentó junto a él y Sirius pudo sentir un extraño calor corporal... un calor que hacía mucho tiempo que no sentía. "Pues parece que sigues funcionando amigo mío" pensó Sirius al tiempo que se miraba la bragueta. Instintivamente se cruzó de piernas. Claro que Bella, ni lerda ni tonta, se dio cuenta del cambio radical que provocó en él. "Pues Sirius..sigues siendo el mismo hermoso hombre de siempre". -Me gustaría tener hijos-dijo ella sin darse cuenta de lo que estaba diciendo. Se tapó la boca. -A mi también-dijo él mirándola a los ojos, esos ojos que conservaban esa hermosura que solo él mantenía en ellos. Se acercaron lentamente. Bella sentía el aliento de Sirius en su boca. Y fue ahí que dos labios carnosos, sedientos, besaron los suyos. Ella entrelazó su lengua a la de él, y se besaron fervorosamente, como hacía que años que no lo hacían. Le acarició la cintura, los senos, la cola, y la levantó acercándola a él... a su cuerpo sediento de amor. Se acostaron sobre el sofá... -Sirius..-dijo Harry entrando al salón. Ambos se separaron rápidamente. -¿Si?-preguntó Sirius. Se aclaró la garganta. -¿Qué hago con las maletas de Arabella?-preguntó Harry intentando no sonreírle a su padrino y felicitarlo. -Llévalas arriba, a una de las habitaciones principales-dijo él acalorado. TOC TOC Las tres personas miraron a la puerta. -¿Quién será?-preguntó Harry. Sirius miró por el rabillo y, sonriendo, dijo: -Es Hermione-
Capitulo 2: Sorpresas y amoríos en el desayuno.
-HARRY APÚRATE QUE TENGO HAAAAAAAMBRE- bramó Sirius desde la cocina. -YA VA, NO VES QUE NO ENCUENTRO MIS GAFAS- le gritó el joven bajando las escaleras. -Harry, tus gafas las llevas puestas n__nU- -Er... jejejeje, cierto-dijo Harry ruborizado. -Ven a comer... ¿quieres un té???-le preguntó su padrino amorosamente. -Siiiiiiii- -Harry, compórtate n__n- -Tú no me puedes decir nada Siri-boy- dijo Harry sarcásticamente. -Buenos días- dijo una voz dulce proveniente de la chimenea. -AHHHHHHHHHHHH- dijeron, o más bien gritaron, Sirius y Harry. -No quise asustarlos n__n- dijo Remus mirándolos divertido. -LUNÁTICO QUÉ DEMONIOS TE PASA- bramó Sirius lanzando el plato de tostadas que tenía encima. -¿Son tostadas??? n__n-preguntó Remus inocentemente. -Pues sí, Remus-le contestó Harry, debido a que su padrino miraba al piso mientras mostraba los dientes, propicio a asesinar a su amigo. -Canuto, ¿te sientes bien?-preguntó Remus preocupado, ya que Sirius casi no respiraba. -¿CÓMO QUIERES QUE ME SIENTA SI CASI TUVE UN PARO CARDÍACO?????- bramó Black, logrando que los cabellos rubios de su amigo volaran por los fuertes gritos que salían de su garganta. -Bueno... ejem... tengo que darte una noticia, Siri-boy- dijo Remus mirando divertido a Harry. -¿Qué?-preguntó Sirius enojado. -Hoy habrá una reunión de la Orden, así que... me gustaría que nos prestaras la casa- -Pues úsala, Remsie-dijo Sirius pestañeando pomposamente. -Nunca cambiarás- le dijo Remus sarcástico. -No, jamás haré tal genocidio- -Cállate Sirius- le dijo Harry riendo y tragando una de las tostadas. Remus salió del cuarto, mientras improvisaba una mesa en el inmenso salón. -Sirius, ¿por qué nunca limpias la casa?-le preguntó lleno de polvo. -¿Qué te ha ocurrido?-preguntó Sirius mirándolo sorprendido. -Se supone que la casa la limpiamos el año pasado cuando vinimos todos- -Pero está más sucia desde que no tenemos a Kreacher-dijo Sirius mirando a su ahijado. -Pues me ayudan a limpiar o....nunca les haré barras de canela- dijo decidido. -Ahhhhhh, no, eso no lo acepto, si piensas estar en mi casa mucho tiempo... deberás hacerme barritas de canela T____T- dijo Sirius -Siri-boy, no me mires así-le dijo Remus mirándolo y poniéndose una mano en la frente. -Remsie-pooh..no seas malito conmigo T____T- -Bueno, bueno, te haré barras de canela SI SOLO ME AYUDAS A LIMPIAR ESTE SALÓN ANTES DE QUE VENGAN LOS DEMÁS- -Bueno, de acuerdo, tú ganas-dijo Sirius levantando las manos y ordenándose el pelo, el cual lo tenía corto por casi los hombros. Se pusieron manos a la obra, claro que a Sirius no le hizo mucha gracia tener que cruzarse con el retrato de su madre, la cual gritaba, cada día, insultos nuevos. -Vaya, señora, como le va-dijo Remus riendo, mientras la señora Black insultaba a su apuesto hijo. -VIEJA FEA, YA CALLATE, NO TE AGUANTO- -TRAIDOR, ENSUCIAS MI SANGRE Y MI MEMORIA- -CALLATEEEEEEEEEE- corriendo la cortina de un tirón. -Y decían que era una buena mujer-dijo Remus divertido. -Harry... cuando te cases, no te busques una como esta, por favor-le dijo Sirius al muchacho que estaba embadurnado de polvo y de agua con jabón. Harry se ruborizó hasta la cabeza, por decir algo, y sonrió. -Uhhhhhhh, ¿en quién piensas pequeño Potter???- preguntó Sirius riendo. -EN NADIEEEEEE-gritó su ahijado quedándose sin voz. Sirius estuvo a punto de decir algo, hasta que alguien tocó a la puerta. Los tres miraron sorprendidos. -Yo abriré-dijo Remus quitándose el delantal que se había puesto. Se dirigió a la puerta, sin antes agarrar su varita, y giró el picaporte indeciso. Fue ahí cuando Sirius la vio. -Hola-dijo la bella mujer parada en el umbral de la puerta. Tragó ruidosamente la saliva al ver al apuesto hombre de ojos azules que la miraba pasmado. -Arabella, que gusto que hayas vuelto-dijo Remus viendo que ninguno de los otros dos saludaban cordialmente. -¿Arabella???¿no era tu novia en Hogwarts??-le preguntó Harry a su padrino, el cual no contestó, sólo bajó la cabeza.-Yo conozco a una Arabella Figg, pero es vieja y fea... y es una squibb-dijo luego el muchacho de ojos verdes. -MI tía n___n-dijo la bella mujer. -¿Se llaman igual???-preguntó Harry. -Si, muy originales los Figg-dijo Sirius saliendo de su ensimismamiento. Bella lo miró con disgusto. Sirius era el mismo de siempre, galante, guapo, divertido... y molesto. Con ella siempre se había comportado así, como un idiota. Seguramente eso hizo que ella se enamorara perdidamente de él. Claro que ellos tenían una larga historia de guerras e insultos entre ellos. Pero todo se olvidaba cuando Sirius la besaba, tan delicioso como ella decía, y tan apasionado como sólo él sabía hacerlo. -Disculpe, señor Blackie, pero yo no tengo la culpa, mis padres creyeron que ella estaba muerta-dijo con sarcasmo. -Pues que estúpidos, tendrían que haber averiguado antes de ponerte un nombre tan feo- -Pues nadie te habló a ti, señor perro apestoso maloliente-dijo ella casi a los gritos. Sirius la miró unos instantes y vio en ella a la muchacha risueña y sarcástica que él había amado tanto... y que seguía amando. -Nunca cambiarás ¿eh?????¿pequeño doxxy apestoso????-dijo Sirius sonriendo. Harry los miraba consecutivamente. -Mejor me voy antes de que empiecen a lanzarse maleficios... ¿Remus vienes???-preguntó el muchacho. Arabella lo miró fijamente. -POR DIOS, SI QUE TE PARECES A JAMES- -¿Ehhhh??????- -Eres igualito a tu padre, si te viera Emma, o Narcissa... - -¿Narcissa Malfoy???-preguntó Harry pasmado. -La misma... o Bertha Jorkins, o Tamire Hobson... o....Anastasia no me acuerdo su apellido-dijo Bella sonriéndole a Harry. Bella si que era hermosa, tal como Sirius había dicho. A pesar de sus ya treinta y seis años, era una bellísima mujer. -O Eleanor o Marcia o... simplemente... todas las brujas mayores de treinta n___n- dijo Sirius. -Las que no estuvieran enamoradas de ti, Siri-boy-dijo Bella sarcásticamente. -Si las mujeres que se enamoraban de mí, también se enamoraban de James. Éramos un encanto n___n- -Eran un par de idiotas, bueno tú más que James-dijo la bella mujer. -¿Por qué dice eso de mi padre?- - Pues James cambió mucho... maduró digamos- -Pero... - -Tu padre era un gran hombre a pesar de lo que Snivellus te haya dicho- -¿Snape???- -Sí, él se enamoró de tu madre e intentó por todos los medios separarlos, cosa que no logró, ya que tu madre estaba enamorada de tu padre-dijo Arabella explicándole a Harry. -¿Qué Snape que???- -Se enamoró de Lily— -Bromea- -No-contestó ella. Harry sonrió abiertamente. -No me imagino a Snape enamorado, y encima de una muchacha que estaba enamorada de James Potter-dijo Harry. -Ninguno se lo imaginaba-dijo Sirius. -El gran James Potter, querrás decir pequeño Harry-dijo Remus riendo. Harry lanzó una carcajada. La pasaría de maravilla con tres personas que habían sido amigos de sus padres. Sonrió a Bella, miró a Remus y salió del salón. Remus lo siguió. -Vaya, extrañaba esta casa-dijo Bella tragando saliva. Sirius se le acercó, cosa que la incomodó sobre manera. -Que gusto que hayas vuelto de tu largo viaje, hinkypunk- -El gusto es mío, boggart-contestó ella. Lo miró. "Vaya, sus ojos sí que siguen siendo hermosos" pensó Bella al mirarlo más de cerca. Pero no tenían el mismo brillo, ni la misma expresión de felicidad. "La muerte de James lo habrá transformado... y el haber ido a... Azkaban" pensó, lo notaba más maduro... hecho un hombre. Estaba a cargo de la crianza de un joven, el cual ya estaba casi criado, la crianza de un Potter, algo que Sirius no dejaría pasar por alto ni que cien mil mujeres posaran desnudas frente a él (N/A: Sirius, amigo mío, estás en decadencia). Sirius se sentó en el sofá, inmenso, del salón. -¿Cómo te ha ido Bella?-preguntó mirándola de arriba abajo. -Más o menos- -¿Por qué?- -Me he casado-dijo ella. A Sirius el corazón se le paró. -¿Qué?-preguntó pasmado. Tragó saliva-¿Con quién?- -No tiene importancia con quien, pero me separé- Sirius suspiró aliviado... ¿Qué demonios le estaba pasando???¿desde cuándo se preocupaba por las cosas que Bella hacía??? Y ahí fue cuando una voz dentro de él dijo "desde quinto año, estúpido reprimido". "Maldita voz interior, desaparece" pensó Sirius. -Y... ¿tienes hijos???-preguntó él. -No-contestó ella. Se sentó junto a él y Sirius pudo sentir un extraño calor corporal... un calor que hacía mucho tiempo que no sentía. "Pues parece que sigues funcionando amigo mío" pensó Sirius al tiempo que se miraba la bragueta. Instintivamente se cruzó de piernas. Claro que Bella, ni lerda ni tonta, se dio cuenta del cambio radical que provocó en él. "Pues Sirius..sigues siendo el mismo hermoso hombre de siempre". -Me gustaría tener hijos-dijo ella sin darse cuenta de lo que estaba diciendo. Se tapó la boca. -A mi también-dijo él mirándola a los ojos, esos ojos que conservaban esa hermosura que solo él mantenía en ellos. Se acercaron lentamente. Bella sentía el aliento de Sirius en su boca. Y fue ahí que dos labios carnosos, sedientos, besaron los suyos. Ella entrelazó su lengua a la de él, y se besaron fervorosamente, como hacía que años que no lo hacían. Le acarició la cintura, los senos, la cola, y la levantó acercándola a él... a su cuerpo sediento de amor. Se acostaron sobre el sofá... -Sirius..-dijo Harry entrando al salón. Ambos se separaron rápidamente. -¿Si?-preguntó Sirius. Se aclaró la garganta. -¿Qué hago con las maletas de Arabella?-preguntó Harry intentando no sonreírle a su padrino y felicitarlo. -Llévalas arriba, a una de las habitaciones principales-dijo él acalorado. TOC TOC Las tres personas miraron a la puerta. -¿Quién será?-preguntó Harry. Sirius miró por el rabillo y, sonriendo, dijo: -Es Hermione-
