Sensaciones Raras.

...

Lincoln sintió que gomitaria los trozos de manzana que había comido. Frente a él estaba él cuerpo de aquél zombie, pero su atención estaba en su cabeza. Antes no se había dado cuenta de su aspecto por la adrenalina y el pánico, pero ahora podía verlo.

Y era repugnante.

Uno de sus ojos estaba colgando y alrededor de la cuenca dónde debería ir el ojo, había un líquido amarillento escurriendo de ella. En los extremos de su cabeza había dos agujeros, estaba escurriendo más líquido amarillento, que Lincoln supuso que era sangre .

-"¿Yo le hice eso?" -pensó el chico un poco culpable.

Con cuidado de no tocar su piel o algo de su sangre. Lincoln empezó a jalar él cadáver hacia el patio trasero. Lincoln sabía que dejar un cadáver en su patio trasero, no sólo atraería a más de esas cosas y atraería la atención de curiosos, así que con asco y culpa, decidió quemarlos.

Lincoln dejó el cadáver en medio del patio y él fue por un bidón de gasolina a la cochera. Al regresar con el bidón de gasolina. Pensando mejor, decidió ir por una pala para cavar un agujero, dónde enterrar el cadáver y posteriormente prenderle fuego. Tras cavar el agujero, Lincoln con asco y esfuerzo, metió el cadáver en el agujero.

Con el cadáver ya en el agujero, Lincoln vació el bidón de gasolina, cubriendo el cadáver. Con una mirada que reflejaba tristeza, Lincoln dijo.

-…Lo siento. -Sin más, lanzó una cerilla al agujero.

En cuestión de segundos, el cadáver se prendió fuego. Se quedó unos segundos contemplando el fuego, pero no soportando el olor y el calor, entró en la casa.

Lincoln estába cansado.

El enfrentamiento contra aquel zombie, lo había dejado muy agotado. Se recostó en el sofá, queriendo dormir un poco, pero él sabía que no podía. Él sabía que sí dormía, hay una alta posibilidad de que un zombie entré a su casa. Pensó en ponerle seguro a las puertas, pero aún así, no descansaría en paz.

Decidió no dormir. Lincoln se dirigió a la cocina a preparar un café. Lincoln tomó la cafetera con agua hirviendo, cuando iba a echar agua en una taza, la cafetera se le cayó. La cafetera iba a caer en su cuerpo y a la vez el agua lo iba a quemar.

Sintió un hormigueo en sus ojos.

Todo se volvió más brillante y lento.

Lincoln, con una rapidez y reflejos no propios de él, atrapó la cafetera en un ángulo en el que el agua no se derrame. Con confusión y la sensación en sus ojos ya desaparecida, Lincoln se preguntaba cómo pudo haber pasado eso. Él no tenía reflejos tan agudos, ni era tan rápido, todo eso lo tenía su hermana Lynn.

-Qué… pasó. -Colocó la cafetera de nuevo en la estufa.

Lincoln, aún confundido, se sirvió un café, esta vez teniendo cuidado con la cafetera. Se sentó en la mesa después de tomar un pan dulce.

-"¿Qué habrá sido eso?" -se preguntó dando un sorbo a su café y posteriormente mordiendo su pan.

Sin más. Lincoln terminó su aperitivo y se dirigió a su cuarto. Ya en el, se acostó en su cama y vio el techo por unos segundos, hasta que giró su cabeza a un lado y vio varias pesas de diferentes tamaños y pesos. Recordo que desde hace un año, empezó a hacer un poco de ejercicio.

Desde que entró a la adolescencia, empezó a sentirse incómodo con su estado físico. Con algunos ahorros y con ayuda de sus padres, logró comprar un par de pesas de 15 kg cada una. Y al transcurso de ese año, compró más pesas de más peso.

Se levantó y se dirigió a las pesas. Tomo una en la que decía 40 kg. La sujeto con su mano derecha y empezó a subir y bajar el torso de su brazo, pero extrañamente la pesa no pesaba tanto, siendo esa una de las tres pesas que más pesaban, e incluso, el hormiguero regresó pero esta vez en sus brazos.

-"Otra vez" -pensó el chico.

Dejó la pesa en el suelo y tomó la más pesada de 80 kg, e incluso, no tuvo muchas dificultades en moverla. Lincoln no sabía qué era eso, pero le gustaba. Era cómo tener súper fuerza, como en aquellos cómics qué le gustaba leer.

Decidió empezar a hacer ejercicio. Se estiró y posteriormente se colocó en posición para hacer lagartijas. Empezó a contar, "1, 2, 3, 10, 11, 17, 26, 35", así hasta llegar a su actualmente, fallo muscular, pero el hormigueo regresó, pero esta vez en todo su abdomen y brazos.

Continúo haciendo lagartijas, hasta llegar a su fallo muscular. "61, 62, 63". Superó su fallo muscular y no se sentía cansado o algo similar.

-"¿Qué pasa? ¿Acaso tendrá algo que ver, la sangre que me cayó en los ojos?" -se cuestionaba el chico mientras continuaba con su rutina de ejercicio.

Lincoln continúo con su rutina de ejercicio, no cansándose hasta casi al final. Después, Lincoln se metió a bañar para quitarse el sudor del cuerpo.

-Esa persona debió tener familia -dijo Lincoln con tono pensativo, sumergido en la bañera- Y yo... la mate.

-Si. Tú lo mataste.

Lincoln se levantó de la vañera con pánico.

-¿Qué… qué pasa? ¿Quién es? -preguntó Lincoln.

Lentamente empezó a salir de la bañera.

-Tú sabes quién soy.

-¡¿Quién eres?! -grito Lincoln ya fuera de la bañera.

-Muy pronto. Muy pronto me conocerásss, Lincoln Loud, y te unirásss a mi, quierasss o no.

El silencio cayó en aquel baño.

-¿Qué? ...¡¿Quién eres?! -Abrió la puerta de la bañera con fuerza, pero no había nadie o algo. Con miedo de que alguien se haya metido a la casa. Lincoln se puso una toalla alrededor de la cintura y salió del baño. Busco y busco, pero no encontró a nadie, incluso revisó los seguros de las puertas y estaban puestos.

Dándose cuenta de que aún no se había puesto ropa, Lincoln volvió a entrar al baño. Tras vestirse, Lincoln salió del baño, dirigiéndose a las escaleras. Pero como aún estaba distraído, Lincoln resbaló y cayó por las escaleras. Rostro, brazos, pecho, espalda y cabeza, fueron los lugares donde Lincoln más se golpeó.

Lincoln, en el comienzo de las escaleras, se quejaba de dolor. Pero de nuevo regreso. El hormigueo regresó, pero esta vez cubriendo todo su cuerpo.

-Hay, mi cabeza. -dirigió su mano, a la parte posterior de su cráneo, esperando tener un charco de sangre bajo su cabeza.

Pero no había sangre.

Lo único que sintió fue una pequeña protuberancia, dolorosa al tacto.

-"¿Solo… un chichón?"

Se quedó tirado en el suelo un rato, sintiendo menor dolor del que debía. Se puso de pie y empezó a tambalearse hacia el sofá. Aunque no dolía lo que debería doler, no significa que no doliera. Llegó al sofá y se tiró a él. Con medio cuerpo en el sofá y la otra mitad en el suelo.

Lincoln se preguntó qué era ese hormigueo. Cruzó una idea en su cabeza, para tratar de descubrir que era ese hormigueo. Fijó su mirada en una mosca parada en el reposabrazos, la vio fijamente y empezó a forzar su vista. Todo se volvió más claro y más lento y el hormigueo en sus ojos, regreso.

Lincoln pudo ver claramente uno a uno los aleteos de aquella mosca al salir volando.

-Lo tengo -susurro con victoria. Lincoln dejó de forzar su vista, volviendo todo a la normalidad y el hormigueo yéndose- al parecer cuando fuerzo mi vista, pasa eso. -Se levantó del sofá- ¿Será lo mismo con lo demás de mi cuerpo? -Sin decir más se agachó y tomó los extremos del sofá, haciendo fuerza para levantarlo.

El hormigueo regresó en sus brazos.

De repente, el sofá parecía no pesar nada e incluso podía cargarlo con un brazo. Estuvo unos segundos con el sofá arriba. Dejó el sofá en su lugar y el hormigueo desapareció nuevamente.

-Wow. Tengo súper fuerza. ¡Tengo súper fuerza! -Se cayó abruptamente al escuchar un gruñido en su patio trasero- No. Otro no.

Lincoln caminó con sigilo y cuidado, hacia la puerta del patio trasero. Al llegar, puso el oído a la puerta, tratando de escuchar algo. Agudizó el oído haciendo que el hormigueo regresé, pero esta vez en sus oídos.

-Gruoor.

Lincoln se apartó de la puerta con un sentimiento de alerta, segundos antes de que la puerta sea pateada salvajemente, destrozándose en el proceso. Un zombie alto de proporción atlética, entró a la casa.

-¡Gruaar! -gruñó con hambre, al ver a Lincoln.

El hormigueo regresó en todo su cuerpo y junto con él, un sentimiento de peligro y alerta. Los ojos azules y marrones se vieron frente a frente.

El zombie dio el primer movimiento. Se abalanzó hacia Lincoln. Lincoln, con su mirada mejorada logró esquivar el ataque, haciéndose a un lado. El zombie rompió la pared detrás de él, con un solo golpe.

-"Es fuerte" -pensó el chico dando otro salto hacia atrás.

Nuevamente, con una velocidad mayor, el zombie se abalanzó hacia Lincoln. Reaccionando rápido, Lincoln logró interceptar el golpe, pero aún así, fue lanzado contra la pared, agrietandola un poco.

Lincoln se mareo un poco. Se logró reponer para lanzarse a un lado, antes de ser impactado por otro golpe del zombie.

-"Estuvo cerca". -Se puso en una guardia de boxeo, con los brazos a la altura de la mandíbula y los pies un poco separados, que le había enseñado su hermana Lynn hace un tiempo- Gracias Lynn.

Sin darse cuenta, en sus ojos hubo un destello amarillo, tornando los ojos de Lincoln de un color amarillo brillante.

Se abalanzaron uno al otro dispuestos a no perder.


NA: Este capítulo fue un poco corto, pero es el comienzo de la cacería de Lincoln.

Dejen sus opiniones, ideas y observaciones del capítulo, me gustaría mucho.

PS: Perdón por las faltas de ortografía.

PS: Perdón por las faltas de ortografía.