Hellow, de nuevo yio...esta vez con el capítulo 10...Los chicos ya vuelven a Hogwarts, en donde las cosas se pondrán interesantes...jejejeje.. ¿Vieron el poster de la peli?¿vieron como se le pega la remera al cuerpo a Daniel???? :PPPPPPPPP...la baba me cae por la comisura de los labios..jejejeje...¿y vieron a Gary???? Ése también :PPPPP...Jajajajaja BESOS DEJEN REVIEW. IVY, GRACIAS POR EL REVIEW..HYONO...A TODAS LAS QUE LEEN Y LEYERON EL FIC...LAS QUIERO!!! M.O.S M.O.P

Capitulo 10: El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

-DESPIERTENSE-bramó Sirius en los pasillos. Harry se despertó sobresaltado.- Apúrense, antes de las once en King's Cross-siguió el apuesto Black. Harry se levantó con estrépito de la cama, y se vistió rápidamente. -No puedo creer que ya sea 1° de septiembre-se dijo, mientras buscaba su túnica. Salió de allí apurado y bajó las escaleras corriendo, chocando con Sirius. -Harry, no tengas tanta prisa, son las nueve de la mañana- -Pero, Sirius...¿son las nueve?-preguntó mirando al reloj de péndulo, que en ese momento golpeaba a Ron en la espalda. -Sí, se ha vuelto a rebelar-dijo Sirius mirando el reloj.-No te preocupes, Remus ya armó los baúles-se acercó a él-ya guardó el Mapa del Merodeador y tu capa invisible-le guiñó el ojo y subió.-Despierta a Herms-le gritó desde el segundo piso. Harry hizo una seña militar y volvió a subir. Se dirigió con una sonrisa al dormitorio de Hermione. Entró sigiloso y se encontró con una muchacha dormida boca arriba, con un camisón rosa. -Hermis, preciosa, despierta, son las nueve de la mañana-le dijo besándola en los labios. Ella se desperezó lentamente y abrió los ojos. Se encontró con el joven más apuesto del mundo mágico (N/A: Jejejejeje O suspiro). Le sonrió con amor. -Buen día, princesa. Es hora de levantarse-le dijo él haciéndole cosquillas. La tomó en sus brazos y la llevó hasta la cocina, donde todos los demás estaban intentando desayunar, tratando de no desordenar los baúles repletos de útiles, ropa, y otras cosas que no tengo ganas de contar. -Buenos días-dijeron a coro Harry y Hermione. Arabella los miró y sonrió, Remus los miró consternado y Ron no entendía nada. -¿Dónde está Sirius?-preguntó Harry buscándolo con la mirada. -Se está bañando-dijo Remus. Miró a su amiga-¿qué haces aquí?- -¿Perdón?-preguntó ella comiéndose un pedazo de pastel de manzana. -Deberías estar con Sirius duchándote-dijo Harry con picardía. -oo Estúpidos-dijo Arabella ruborizada y ocultando su cara en un inmenso libro de cocina, en el cual Gilderoy Lockhart saludaba con un frenetismo típico de idiotas (N/A: Lockhart nunca me cayó bien...) -Mira, es el estúpido de Lockhart-dijo Ron. -No me lo nombres-dijo Harry con sarcasmo. -¿Lo conocen?- preguntó Bella señalando el libro. -Sí, el profesor más idiota que haya tenido Hogwarts-dijo Harry sarcásticamente. -Eso lo dices porque no fuiste compañero nuestro-dijo Remus-Créeme, hay profesores más tontos que Lockhart- -¿Cómo quién?- -Severus Snape-dijo Arabella sonriendo. Todos irrumpieron en carcajadas XDDD. -Bueno, ya estoy listo-dijo la voz de Sirius desde el pasillo. -Hasta que terminaste-dijo Arabella. -Podemos cantar aleluya-siguió Remus. -Dejen de bromear conmigo-dijo Sirius queriendo asesinar al licántropo. -¿Nos vamos?-preguntó Harry. -Espera a que la dama se vista-dijo Bella señalando a Hermione, la cual aún estaba en camisón. Ésta sonrió y subió las escaleras corriendo. Unos minutos después, bajaba mostrando un pantalón ajustado y una remera negra. -Estás vestida para matar, aunque inconscientemente-dijo Arabella riendo. Remus los ayudó con los baúles. – Iremos en auto, el padre de Ron nos prestará el suyo- -¿Y ellos cómo irán?-preguntó Harry. -Sólo Ginny y Ron irán este año, no tienen que cargar con tantos baúles- dijo Arabella. -Además, ellos vendrán aquí-dijo Sirius. -Canuto, antes de salir, te transformas, recuerda que este año deberás ser un perro normal-dijo Remus autoritario. -Bueno, papá Lunático-dijo Sirius, al tiempo que se transformaba. Los Weasley llegaron a los pocos minutos. -Suban-dijo Arthur, ayudando a Remus con los baúles. Los jóvenes y Arabella entraron en el auto, que había sido agrandado para que todos cupieran. -Hola Ginny-dijo Hermione saludando a la pelirroja. Sirius se subió sobre Arabella. -Sirius, engordaste o qué-dijo con cara de dolor. Él le lamió la cara. -Prefiero tus besos cuando eres humano-siguió la rubia, dándole un beso en la frente. -No sabía que se habían comprado otro auto-dijo Harry mirando a Ron. -Pues, mis hermanos lo compraron-dijo el pelirrojo-Papá lo necesitaba- -Es muy lindo ¿vuela como el Ford Anglia?-preguntó Harry. -Sí y se hace invisible-contestó Ginny. -Genial-dijeron a dúo Harry y Ron. Minutos después, volaban sobre las calles de Londres, hacia la estación. Llegaron a las diez y media de la mañana, y se apresuraron para poder llegar a la plataforma 9 y ¾. -Vamos, apúrense-les dijo Remus. Uno por uno cruzaron el muro entre las plataformas nueve y diez. Luego, Remus, Arabella y Sirius estuvieron con ellos. -Bueno, busquen compartimiento. No se preocupen por nosotros, buscaremos uno para nosotros tres- dijo Bella saludándolos con un beso. Sirius le ladró a Harry para que él lo saludara. -Adiós Hocicos, sé que estás ansioso por volver a Hogwarts-le dijo palmeándole las orejas. -Chicos, rápido, son once menos cuarto-les dijo Remus. -Adiós, adiós- los cuatro jóvenes subieron al tren, buscaron un compartimiento vacío, y el único disponible era el anteúltimo. Acomodaron sus baúles como pudieron. Harry tuvo que ayudar a Hermione con su baúl. Ella cayó sobre él, sintiendo el cálido calor corporal. -Potter, hasta que llegaste-dijo una voz arrastrada desde la puerta del compartimiento. Los cuatro chicos miraron al prefecto de Slytherin con odio. Harry sonrió. -Malfoy, viniste a saludarnos, que educado y amoroso que eres-dijo Harry riendo. A Malfoy al cara se le contorsionó. -¿Por qué no te mueres Potter?- -Ohh, sabes, no lo sé, Voldemort lo ha intentado varias veces- dijo con resolución, tranquilo. Draco hizo ademán de golpearlo, cuando una mano femenina lo tomó del cuello. -Hola, tú debes ser Draco Malfoy- dijo Arabella. -¿Cómo lo sabe?- -Porque el olor apestoso de un slytherin lo huelo a kilómetros, tengo un severo trauma desde que cierto slytherin llamado Lucius quiso salir conmigo- siguió, mientras Sirius detrás de ella gruñía enfadado. -¿Qué? mi padre jamás saldría con una cualquiera-dijo Draco intentando zafarse. -¿Sí? Entonces no se habría casado con Narcissa-dijo la bella mujer riendo. -NO INSULTE A MI MADRE- -Y TÚ DEJA DE ENTROMETERTE CON HARRY, QUE JAMES FUE MUCHO MEJOR QUE EL IDIOTA DE LUCIUS. APUESTO QUE HARRY ES MEJOR MAGO QUE TÚ, PERO TE CREES SÚPER POR TENER DINERO Y NO SABER DONDE METERTELO-bramó Bella enfadada. Tomó aire- ¿Quieres que te diga donde puedes metértelo?-dijo sonriendo abiertamente. Draco se zafó con fuerza, mirando a la hermosa mujer con desprecio. -¿Usted quién es para hablar así de mis padres?- -Una bruja que los conoce muy bien-lo miró detenidamente-por si no lo sabías, tu santa madre intentó separar a James Potter de Lily, cuando ellos salían- Draco abrió la boca para hablar, pero ninguna palabra salió de esta.-Vete-le dijo Arabella autoritariamente-si quieres llevarte bien conmigo, aprende a respetar a los gryffindors-. Draco la volvió a mirar con asco, y desapareció del umbral de la puerta. Segundos después, varios aplausos inundaron el lugar. -ÍDOLA-gritaban los muchachos gryffindor que se encontraban cerca de ellos. Seamus Finnigan se acercó. -¿Quién es ella Harry?-le preguntó asombrado. -Arabella Figg- -Ojalá todas las brujas fuesen como ella-dijo Dean Thomas asintiendo entusiasmado. -Así se hace Bella, hay que demostrar quienes somos los gryffindors-dijo Ginny saltando de alegría. -Pero si siempre hacíamos eso en nuestra época. James y Sirius eran los principales extorsionadores de slytherins-dijo encogiéndose de hombros. -¿Papá hacía eso?- -Sí, y no sabes qué carácter tenía tu madre-dijo Remus, que se acercó a ellos en ese momento. Sirius entró en el compartimiento y se acostó sobre Hermione, mientras Crookshanks ronroneaba al reconocerlo. -Jamás había visto semejante perro- -Er...chicos ¿tienen compartimiento?-preguntó Hermione. -Oh, sí, sí- -Pues váyanse-dijo Arabella. Dean y Seamus la miraron con temor y salieron rápidamente de allí. -Bueno-dijo Remus cerrando la puerta-¿qué hacemos?- -Primero que todo: HOCICOS SAL DE ENCIMA DE HERMIONE-bramó Arabella, aturdiendo a Sirius. Él ladró en la cara de la rubia y saltó varios veces antes de bajarse del asiento. -No vuelvas a hacer eso, te dejaré sin fiesta por las noches-le dijo enojada. Sirius lloró y bajó las orejas. -Eres encantador cuando eres perro-dijo Ron. Todos rieron. -Sirius, puedes destransformarte, cuando la señora del carrito llegue, tendrá que golpear la puerta para entrar-dijo Remus, hechizando la puerta para que no se pudiera abrir desde afuera. Sirius volvió a su forma normal. Todos se sentaron. Al poco tiempo, Hermione y Harry jugaban una partida de Snap Explosivo, Ron jugaba con Remus al ajedrez mágico y Sirius y Bella dormían abrazados plácidamente. -Tengo hambre-dijo Ron rascándose la barriga-¿cuándo llegaremos al colegio?-

-¿Desde cuándo quieres estar en el colegio?-preguntó Hermione con sarcasmo. Ron la miró con cara asesina. -Jóvenes-dijo Remus advirtiéndoles con la mirada. Ron prefirió calmarse. -Miren a Sirius y a Bella-dijo Ginny en un susurro.-¿No son lindos?- -Sí, Sirius es muy lindo :PPP-dijo Hermione riendo. -Herms-dijo Remus sonriendo y moviendo la cabeza . -Son las hormonas Remus-dijo Ron. En ese momento, el tren se detuvo. -¿Ya llegamos?-preguntó Harry preocupado. -Canuto, transfórmate antes de que alguien venga-le dijo Remus sacudiéndolo y despertándolo. Sirius se sobresaltó y al poco tiempo volvía a ser perro. -¿Qué sucede?¿por qué nos detuvimos?-preguntó Hermione asustada-¿creen que aún los Dementores lo busquen?-preguntó mirando a Sirius. El gigantesco perro negó con la cabeza. -No lo creo Herms-dijo Remus. La abrazó al verla tan asustada. -No quiero volver a ver un dementor-dijo Harry abrazándose. Los demás lo miraron apenados. -Lo único que les agradezco es que pude escuchar las voces de mis padres- sonrió abiertamente. Sirius lo miró sorprendido y movió la cola, Remus sonrió también y comenzó a reír al ver la actitud de su amigo Canuto. El tren empezó a moverse. -Qué alivio-dijo Ginny mirando el cielo despejado de ese día. Finalmente el tren se detuvo en la estación de Hogsmeade. Bajaron cautelosos, seguidos de Bella, Remus y Sirius, en forma de perro. -Los de primero por aquí-gritaba Hagrid. -Hola Hagrid-saludó Arabella, moviendo la mano en el aire. Hagrid la miró sorprendido y sonrió. -Hola profesor Lupin-dijo el semi-gigante sonriéndole a Remus. Su cara se ensombreció al ver al perro negro junto a Harry. –Gran perro-dijo. Los chicos subieron a las carretas que los llevarían al castillo. -Adiós muchachos, nos veremos en Hogwarts-dijo Remus sonriendo. Arabella se notaba entusiasmada por llegar la castillo, mientras Sirius bostezaba y mostraba los colmillos (N/A: que perrito adorable nn). La diligencia olía apestoso, según les dijo Sirius. Comenzó a moverse y a balancearse, o eso le pareció a Harry. Llegaron al colegio, bajaron del carruaje, y subieron las inmensas escaleras que llevaban a la gran multitud de alumnos. La puerta del comedor estaba abierta, y el vestíbulo iluminado con antorchas que despedían fuegos de muchos colores. Entraron al Gran Comedor, siguiendo a la multitud. El techo estaba encantado, negro y lleno de estrellas. Las típicas velas adornaban las paredes, con inmensas antorchas color arena. Los profesores ya estaban sentados. Dumbledore, en el centro, McGonagall, a su derecha, un espacio vacío... "debe ser el lugar del profesor de Defensa" pensó Harry sentándose. Snape lo miró sombríamente y entornó sus ojos negros. Harry sonrió al recordar los recuerdos que había visto en el pensadero. Recordaba con exactitud a su padre, tan apuesto, tan jovial, tan bromista, con sus bellísimos ojos avellana, su cuerpo atlético, su cabello azabache y su cara perfecta. También recordaba la belleza de su madre, con sus enormes ojos verdes, con su cabello rojizo, su cuerpo de mujer, su sonrisa y su rostro angelical (N/A: como estamos hoy ¿eh? .) . Y recordaba el amor que vio en los ojos de ella y en los de él cuando éstos se cruzaron. Sonrió más abiertamente. En ese momento, los alumnos comenzaron a ser seleccionados para sus casas: Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin. Las cuatro casas del colegio, en la que cada una tenía un valor diferente de la magia. Gryffindor para los más valientes y leales (N/A: y para los más lindos, simpáticos, genios, bromistas...MERODEADORES LOS AMO!!!!), Ravenclaw para los más inteligentes (N/A: MENTIRAAA, si James y Sirius son inteligentísimos y estaban en Gryffindor...) Hufflepuff para los humildes y Slytherin para los más astutos (N/A: y descarriados...MUERTE A LORD VOLDEMORT). Luego de la selección, el director del colegio se paró en su silla. -Otro año comienza, alumnos, y como bien saben, el bosque de los alrededores está prohibido para todos...así como el tercer piso-sonrió y miró a Harry-hubo muchos cambios, debido a que el profesor Flitwick ya no enseña aquí, por lo que hemos decidido buscar otro profesor, además para la materia de Defensa, que en este momento no se encuentra-miró hacia Snape.- Otra cosa, vendrán magos calificados para vigilar el colegio de posibles ataques-tomó aire, ante las sorprendidas caras de los alumnos-que comience el banquete-. De repente, los platos se llenaron de manjares. La cena se acabó en un suspiro, así que Ron y Hermione tuvieron que dirigir a los nuevo alumnos, dejando a Harry subir solo las escaleras. Llegó al retrato de la dama gorda. -Ups nnU ,no sé la contraseña-dijo riendo, cuando un hombre se le acercó por atrás. -Hipógrifo decapitado-dijo Remus, mientras el cuadro se abría. -Gracias, pero que fea contraseña-dijo Harry ya dentro de la sala común. Remus miró el sillón con melancolía, acariciando el tapiz con los dedos. -Ese era el sillón favorito de tu padre-dijo señalando al pequeño sofá cerca de la chimenea. -¿Por qué era su favorito?-. -Porque ahí era el lugar en que esperaba a Lily nn-. -¿Si?-. -Ajá, y luego comenzaban a besarse, bueno, en realidad se besaban en los pasillos, en los vestíbulos, en las escaleras, en las clases, en los entrenamientos, en las habitaciones-tomó aire-y no te diré que otras cosas hacían, porque creerías que tu padres eran sexópatas- -¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉ?????? XDD-preguntó Harry riendo. Saludó a Remus y subió hacia su habitación. En la puerta ya no decían quinto, sino sexto. Entró y eligió la cama de la esquina, como siempre, se desvistió lentamente y se acostó. Miró el dosel durante largo rato, hasta que oyó las voces de Neville, Dean, Ron y Seamus, que entraban a la habitación. -Harry, ¿por qué te acuestas tan temprano?-preguntó Neville corriendo el dosel. -Es que estoy cansado, mañana nos espera un día terrible-dijo el ojiverde. -Sí, me enteré que mañana tenemos a Snape y creo que Defensa, pero no sabemos quién es el profesor-dijo Ron. -Me dijeron que es profesora-dijo Dean sonriendo. -¿Será bonita?-preguntó Seamus. Ron se encogió de hombros. -Chicos, ¿han visto lo hermosa que está Herms?-dijo Neville con cierto tinte rosado en las mejillas. Harry lo miró con odio. -Síiiiiii-dijeron a dúo Seamus y Dean. -Oigan, tampoco para tanto-dijo Harry con sarcasmo. -Harry, ¿qué no lo ves?, tu mejor amiga es bellísima-dijo a los gritos Seamus. -CÁLLATE-bramó Harry enfadado y celoso. Los cuatro chicos lo miraron atónitos y temerosos. -Harry, tranquilo-dijo Ron. Harry respiraba con dificultad. Salió con estrépito del cuarto, cerrando la puerta con fuerza. -No entiendo nada-dijo Neville confundido y mirando hacia la puerta. -No eres el único-le dijo Dean palmeándole la espalda. ---------------------------------- Hermione trataba de dispersar el olor a podrido que había en el despacho de Snape. Parecía que una persona había molestado al profesor de Pociones con bombas fétidas y Hermione se imaginaba quién podía haber sido. "Pero no puedo decirle nada, es un hombre adulto" pensó, disolviendo pétalos de rosas y esparciéndolas por el lugar. -Un prefecto no debe hacer eso-dijo una voz masculina, sensual, que provenía de la puerta. -Harry, ¿qué haces aquí?-preguntó ella sonrojada y apoyándose sobre el escritorio. El joven miró los frascos llenos de bichos y líquidos apestosos. -Estaba un tanto...presionado en la habitación, parece que le gustas a los chicos-dijo mirando al suelo. -¿Sí?-preguntó Hermione sorprendida. Miró al bello muchacho y un escalofrío le recorrió el cuerpo.-Harry- él la miró con sus inmensos ojos-¿has pensado en...lo nuestro?- Hermione notó el nerviosismo de su amigo. -Pues...yo...Herms...no sabes cuánto lo deseo-dijo. Ella se acercó lentamente.-Pero...-ella se detuvo confundida. -Pues debes saber que yo tampoco sé que hacer, sólo sé que quiero besarte- le dijo, mordiéndole el labio inferior e introduciendo su lengua húmeda en la boca de Harry. Él se dejó besar, un beso tan dulce y suave no podía dejarlo pasar. -Herms-susurró él. -Hermione, ¿ya terminas..?-preguntó una joven de Ravenclaw. Se quedó parada estupefacta al ver la escena. -Cho, ¿qué haces aquí?-preguntó Hermione separándose de Harry, sonrojada y nerviosa. -Sólo vine a ver si...habías terminado...pero...veo que...estás...-tragó saliva y comenzó a sollozar-ocupada- Harry la miró con mirada ensombrecida. No entendía por qué Cho se comportaba como una niña idiota, si no fuera tan llorona, seguramente la relación hubiera ido a buen puerto. Pero si no fuera por eso, Harry no estaría a los besos apasionados con su mejor amiga. -Cho, deja de lloriquear y vete-dijo Harry ácidamente. Ella lo miró herida y salió de allí con rapidez. -¿Por qué la tratas así?-preguntó Hermione disgustada. -¿Qué? es una llorona-dijo él encogiéndose de hombros. Hermione se lanzó sobre él dándole golpes en el pecho. -¿Cómo puedes ser tan insensible?-preguntó ella llorando. Él la abrazó. -Herms, sólo contigo puede ser caballero y sensible-dijo, mientras le acariciaba el pelo. Hermione dejó de llorar y posó su cabeza sobre el pecho duro de Harry. El chico más lindo del colegio estaba allí con ella, abrazándola con amor. -Discúlpame, debe ser el síndrome pre-menstrual-dijo ella apenada. Harry irrumpió en carcajadas. Hermione sonrió. Le encantaba ver a Harry reír, se veía encantador. Ella olió el aroma de desodorante masculino de Harry, apoyando su rostro sobre la túnica. -Harry, sólo quiero que sepas que cualquier cosa que a ti te haga feliz, me hará feliz a mí- dijo ella deseando besar de nuevo esos labios. -Pues...igualmente-dijo él besándole la frente. La puerta se abrió en ese momento. -Disculpen, gryffindors, pero este no es lugar para tener relaciones-dijo Snape lacónicamente. Harry y Herms se levantaron asustados. -A menos que quieran seguir el ejemplo de los Potter, que tenían relaciones en cualquier lugar-siguió. -Eso lo dice de celoso, seguramente usted sigue siendo virgen-dijo Harry antes de salir del despacho, así que no supo qué cosas se puso a gritar el profesor. -No debiste decirle eso-dijo Herms sonriendo. Harry sonrió-Disculpa-dijo y la besó en la mejillas.-Me voy a dormir- -Yo haré lo mismo, esto de ser prefecta no es divertido-se rascó la cabeza, despeinándose el espeso pelo castaño.-¿Has visto a Ron?-le preguntó a Harry. Él asintió. -Está en la habitación...¿por qué?-preguntó intrigado y un poco celoso. Ella se encogió de hombros y levantó las cejas. Caminaron hacia la sala común con paso tranquilo. -Pues..¿ya te has fijado en alguien?-preguntó Hermione escondiendo su cara sonrojada. -Herms, acaba de empezar el año- se detuvo unos momentos antes de hablar- Cho no está nada mal- -HARRY ELLA TE VOLVIÓ LOCO EL AÑO PASADO-bramó ella sin poder creer lo que él le estaba diciendo. -Oye, oye, estaba bromeando nn-dijo él cubriéndose el rostro de un posible ataque de la muchacha. Ella respiró aceleradamente. -Harry, tú debes mirar a otras chicas, más inteligentes, más maduras...- -¿Chicas como tú?- preguntó él acercándose a ella y acorralándola contra un gigantesco retrato. -Pues...yo...yo no dije eso oo-. -Pues...lo deseas-dijo él sonriendo. -Vaya, parece que de tal palo, tal astilla-dijo una voz arrastrada. Ambos gryffindors se voltearon. -Malfoy...-Harry sonrió- ¿qué quieres?-preguntó enfadado. El prefecto de slytherin lo miró extrañado. -No, nada, sólo me sorprende lo parecido que eres a tu padre-dijo con sarcasmo. -Me halagas, Malfoy. Parecerme a mi padre es una de mis más grandes virtudes-Hermione se reía por lo bajo.-Además, si intentas ofenderme, no lo lograrás-tomo aire y sacó pecho orgulloso-mi padre era un gryffindor, inteligente, simpático y por sobre todo, guapo-. -¿Tan orgulloso estás?-preguntó Malfoy con desprecio. -Pues sí, sino, pregúntale a tu madre, que bien caliente estaba con él- sonrió con picardía y luego hizo puchero-pero no logró nada de él... YA QUE UNA SANGRE SUCIA LE GANÓ-bramó abriendo los ojos de par en par. Malfoy se mordió el labio furioso. -Pues tu padre fue un traidor de su sangre pura-. -CÁLLATE MALFOY-dijo Hermione-a menos que quieras que te golpee-. -NI SE TE OCURRA TOCARME ASQUEROSA SANGRE SUCIA-bramó éste. -MALFOY-bramó una voz femenina que hizo temblar al slytherin, el cual se volteó y la miró con ojos aterrados. -Volvemos a vernos, pequeño Malfoy-dijo Bella sonriéndole al slytherin. -Se-se-señorita-tartamudeó. Harry y Herms lloraban de la risa. -Sí Malfoy-dijo ella sonriendo seductora-vete a tu sala común-le dijo cruzándose de brazos. Malfoy corrió a toda velocidad escaleras abajo. -Vaya, de tal palo, tal astilla-dijo Bella viendo como el slytherin huía despavorido. Miró a Harry- de tí también se puede decir eso-le sonrió maternalmente. Le acarició el cabello azabache y le besó la frente. -Váyanse a dormir-les dijo sonriendo. -Que duermas bien Arabella-dijo Harry pícaramente. Arabella intentó esconder su rostro colorado. -No creo que pueda dormir mucho teniendo a Sirius acostado junto a mí-dijo en voz baja, sonriendo y con ojos brillantes. -Que la pases bien, entonces-dijo Hermione riendo. Arabella se despidió sin mirarlos, y se dirigió a su habitación. Los dos chicos se miraron sonriendo. -¿Crees que Sirius y Arabella quieran darte un primito?-preguntó Hermione riendo. Harry sonrió. -No me imaginaría a Sirius teniendo un hijo-. -Yo sí-dijo Hermione con ilusión-sería muy cariñoso, tan cariñoso como tu padre lo fue contigo-Harry sonreía con nostalgia. -El problema es que no lo recuerdas-Hermione le palmeó la espalda y, cerciorándose del escalofrió que sintió apenas lo tocó, retiró su mano de él. -¿Vamos a dormir?-preguntó él cuando llegaron al retrato de la dama gorda. -Pues si ya estamos aquí-contestó Herms encogiéndose de hombros. El retrato se abrió, luego de que pronunciaran la contraseña, y entraron a la sala común dispuestos a descansar.