Hola...capítulo 11 arriba!!!..aquí aparece la NUEVA profesora (acuérdense que esta materia tiene mal de ojo...) se van a sorprender cuando se enteren quien es esta enigmática mujer...Jejejejeje DEJEN REVIEW. BESOS M.O.S M.O.P FALTA UNA SEMANA!!!!!!!!! AHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!

Capitulo 11: La clase de Defensa contra las Artes Oscuras.

El joven de ojos verdes sonrió, mientras ella le desabrochaba la camisa, deseosa de poder ver su hermoso cuerpo atlético. Él la besó con fervor, mientras ella suspiraba enamorada. El cuerpo desnudo de él era imponente, exquisito, bello, tal cual ella se lo había imaginado durante dos años, en los que se dio cuenta de que lo amaba. En ese momento, se miraron a los ojos. -Te amo Herms-le dijo el morocho de ojos verdes, con el cabello transpirado pegado al rostro, mientras le hacía el amor. Hermione se despertó sobresaltado. "Ese sueño de nuevo" se dijo levantándose. -Al fin te despiertas, Herms-le dijo Parvati, que salía del baño. La miró detenidamente.-¿te sientes bien?- -Tuve un sueño hermoso- dijo ella mordiéndose el labio inferior. Miró al techo ilusionada-ojalá se hiciera realidad-se dijo a sí misma, al tiempo que se levantaba apesadumbrada y triste. Se dirigió al baño, intentando recordar, y olvidar, aquel sueño fogoso que hacía unas semanas tenía con su mejor amigo. ---------------------------------- Harry estaba sentado en la mesa de Gryffindor, intentando quitarse de la cabeza el sueño que había tenido. En él, su madre lloraba a los gritos, sosteniendo a un niño en brazos...sosteniéndolo a él en brazos. Su padre yacía muerto en el suelo, con la varita en la mano, y con lágrimas secas en los ojos. De pronto, las imágenes cambiaron, y se encontró en Azkaban, con Sirius gritando a todo pulmón el nombre de su mejor amigo muerto, desgarrándose las vestiduras (N/A: mmmm, Siri-boy :PPP) y llorando por su soledad. Las imágenes volvieron a cambiar, encontrándose con Remus, llorando también sobre una fotografía de varios adolescentes guapos, que sonreían, abrazándose y riendo de las bromas de uno de ellos, el cual tenía unos impactantes ojos azules. Y todo desapareció de nuevo, pero esta vez vio a sus padres riendo, felices, besándose, sosteniéndolo en brazos, mientras él reía y besaba las manos de su padre. Vio a Sirius y a Bella diciéndose que se amaban, planificando una familia, un futuro. Todo cambió en ese instante, como si el sueño mostrara lo que pasó en realidad, destruyendo la felicidad del grupo. Hermione apareció de repente. Reía y se mordía el dedo. En ese momento él apareció en escena, besándola. Pero en el sueño había tres mujeres que él no conocía. Una de ellas, castaña de ojos marrones, la otra morena y hermosa, pero la tercera, encapuchada. Y ahí se despertó. Harry suspiró varias veces. Miró hacia los lados esperando ver a alguien que pudiera reconfortarlo, y así sentirse un poco mejor. Volvió a suspirar. Tomó su anotador y comenzó a dibujar a su padre, tal cual lo recordaba. Harry dibujaba muy bien, característica que había heredado del apuesto Potter, según le había contado Remus. El retrato de James quedó exacto y hermoso, Harry se parecía a él hasta en los dibujos. Volteó la hoja y dibujó a su madre. Luego los dibujó juntos, como los había visto en sueños. Se detuvo en una hoja en blanco, pensando. Tomó la pluma y comenzó a dibujar a Hermione, hermosa, sonriendo, como él siempre la veía. Al terminar de dibujarla, llenó la hoja de corazones con su nombre, con "te amo" por todos lados. Escribió unas frases en su honor al reverso del dibujo, que decía así: (N/A: la prosa a continuación ES MÍA, la escribí yo pensando en un chico de hermosos ojos negros que me vuelve LOCA) "Cierra mis ojos, roza mis labios con los tuyos. Abre mi corazón y mi alma, toca mi piel con la tuya, recorre mi cuerpo con tus manos, sacia mi sed... de tenerte, amarte, tocarte y devorarte. Bésame como si nunca hubieras besado. Mírame con tus bellos ojos y derríteme. Haz conmigo lo que se te plazca, dime que me amas mil veces, hazme sentir la tersura de tus labios, la dulzura de tus ojos, la miel de tu piel, el sabor de tu cuerpo, el placer de creer que eres mía. DEMUÉSTRAME TU AMOR". -Qué bello, no sabía que escribías-dijo una voz masculina detrás de él. Harry cerró el cuaderno en un estrépito y miró al hombre rubio que sonreía. -¿A quién se lo dedicas?-preguntó sonriendo pícaramente. -Remus...tengo clase de Defensa, disculpa, debo dejarte- dijo Harry serio y recogiendo sus cosas. -Pero si aún no haz desayunado-dijo Remus sorprendido y viendo como Harry salía a toda velocidad del Gran Comedor. Caminó por los pasillos sin rumbo, hasta que se cruzó con Arabella, la cual traía cara de preocupación. -Bella, ¿te sientes bien?-preguntó el apuesto Potter viendo que ella tenía cara de querer vomitar en cualquier momento. La rubia se tocaba el cabello constantemente, y fruncía el ceño deprimida. -¿Has visto a Sirius?-preguntó con la voz quebrada. Harry negó con la cabeza. Ella se fue sin hablarle al joven, con paso firme hacia las escaleras. "¿Qué le sucederá?" se preguntó Harry caminando hacia la Torre de Astronomía, la cual estaba vacía, debido a que era temprano y los alumnos y los profesores ni siquiera habían desayunado. Entró en el aula decidido a mirar el cielo aún estrellado, o quizás mirar la luna nueva que aún estaba visible, debido a que el sol todavía no iluminaba demasiado al lugar. Se sentó en el suelo, apoyando la cabeza en la pared dura y fría. Pensó en Hermione, en por qué le costaba decirle que sí a sus instintos. Quería preguntarle a Remus y a Sirius si a su padre le había ocurrido lo mismo a su edad. Suspiró de nuevo, parecía como si agonizara de a poco, muriendo en cada suspiro (N/A:¡ qué ganas de poner pelotudeces!). Se levantó del suelo y se acercó a los telescopios astronómicos. Miró al inmenso hueco del techo, del cual salía gran parte del aparato (N/A: es un decir, no tengo ni idea de cómo es el aula de Astronomía) y oyó que la puerta se abría. Se volteó y se encontró con la chica que más despreciaba. -Hola Harry, ¿tú también estas practicando para Astronomía?-preguntó Cho entrando al lugar y mirando a Harry con deseo (N/A. O sea, mordiéndose el labio y mirándolo de arriba abajo). Él la miró sombríamente, mientras ella se acercaba lentamente hacia donde se encontraba. Al llegar junto a él, le tocó la espalda. -Harry...-respiraba pausadamente. -¿Qué?-preguntó apoyándose en el alfeizar de una de las ventanas de la torre. -Aún me gustas..y mucho-le tomó el rostro y le mordió los labios húmedos. Harry ni se inmutó. Cho tomó valor e intentó quitarle la túnica, pero él la detuvo con una mirada seria. -No Cho, yo ya no quiero nada contigo-dijo mirándola a los ojos. Ella sollozó. -¿Por qué?-preguntó mientras de sus ojos caían lágrimas. -Porque me di cuenta de que no me quieres, sólo quieres lucirte conmigo- dijo soltándose bruscamente de sus dedos firmes. Pero ella fue más rápida (N/A: je...rápida), lo tomó de la corbata y lo atrajo hacia ella. Lo besó con fervor, obligándolo a mantener sus labios unidos. Harry se resistía con desesperación. Cayeron al suelo, mientras ella se sentaba sobre él y poseyéndolo con un hechizo inmovilizador. -Cho, ya verás cuando se lo diga a McGonagall-dijo él, mientras ella le desabrochaba la camisa, deseando ver su hermoso torso musculoso. -Nadie creerá que una chica intentó violarte, Harry-l dijo ella mientras le acariciaba el rostro y lo besaba. Harry comenzó a gritar todo tipo de insultos, cuando oyeron que la puerta se abría. La persona parada en el umbral de la puerta se quedó inmóvil y sorprendida. Harry miró a esa persona. -HERMIONE- bramó, intentando librarse de Cho, pero el hechizo no lo dejaba moverse. -Harry, yo...no quise interrumpir-dijo ella con voz triste. Comenzó a lagrimear inconscientemente, quería guardar sus sentimientos lo más profundo posible. -Hermione, ayúdame-escuchó que su amigo le decía. Lo miró en ese instante. Harry luchaba por moverse, cuando un golpe certero de él le dio en la cara a Cho. La Ravenclaw se tapó la cara dolorida y se lanzó a llorar. Harry logró romper el encantamiento y se levantó del suelo. -Ay, deberías ser un chica madura, Chang-le dijo despectivamente. Se acercó a Hermione. -Harry, me hubieras dicho que querías intimidad con Cho, te la hubiese dado- dijo escéptica y fría. -Herms, yo no quiero nada con ella, me obligó a hacer todo-dijo desesperado. Ella rió. -¿¿QUEEEEEE???-preguntó Hermione con los ojos muy abiertos-¿tú quieres que me crea eso?- -Si Herms-le dijo él comenzando a enojarse. Ella quiso golpearlo, insultarlo, gritarle en la cara por qué la hacía sufrir así. Pero se contuvo, respirando ampliamente e intentando mantenerse tranquila. Y en ese momento fue cuando vio que Harry no tenía puesta la camisa. ¿Cómo no se había dado cuenta???, no podía estar tan ciega y no ver el increíble y bellísimo torso de su mejor amigo FRENTE A SUS NARICES. Se sonrojó exageradamente y se tapó la boca, mientras su respiración y los latidos de su corazón se aceleraban. Se acercó a él para besarlo, pero la profesora Sinistra entró en ese momento. Miró a Harry, que estaba semidesnudo (N/A: o semivestido) a Hermione, que estaba sonrojada y muy cerca del joven, y a Cho, que lloraba arrodillada en el piso, con la ropa de Harry tirada por toda el aula. -¿Me quieren explicar qué...??-comenzó. -Profesora, profesora-dijo la voz inconfundible de Remus. La mujer lo miró. -Ya no me llames profesora, Remus-dijo riendo. -Necesitamos hablar de cosas urgentes con usted-dijo apresurado. Ella lo miró sin entender, y lo siguió por las escaleras de mármol. Harry suspiró. "Casi muero de la vergüenza" pensó. -Herms, de veras, déjame explicarte-. -Tú no debes explicarme nada, Potter-le dijo ella enojada y cerró la puerta con fuerza. Harry corrió tras ella, no sin antes tomar su camisa y ponérsela, dejando a Cho sola y con su túnica en el suelo. Bajó las escaleras lo más rápido que pudo, intentando encontrar a su amiga. -Hermione- gritó al ver la inconfundible melena castaña. Ella volteó al reconocer su voz, pero luego negó con la cabeza y corrió hacia los terrenos del colegio. -HERMS-gritaba Harry casi sin voz, persiguiendo a la prefecta. Llegó al inmenso parque de la escuela. El viento desordenaba más su alborotado cabello azabache. Miró hacia los lados, desesperado. No quería que ella pensara lo peor de él. "Pero si yo sólo te quiero a ti, Herms" pensaba Harry corriendo por los lindes del Bosque Prohibido. Caminó sin rumbo, hasta que el radiante sol le cayó encima (N/A: le habrá dolido no?...Jajajajaja XDD). Se sentó en las orillas del lago, bajo el árbol en el que su padre, Sirius, Remus y la apestosa rata se sentaron hacía unos veinte años o más. Suspiró. No entendía la reacción de Hermione. Apoyó su cabeza sobre el tronco. Cerró los ojos. -Harry-escuchó que una voz familiar le decía. Abrió los ojos de repente. Aquella voz... le recordaba a alguien amado. Miró hacia todos lados, tratando de encontrar a la persona esperada, pero no la encontró. Miró al suelo apenado. "Me hubiera encantado que esa persona estuviese viva" pensó. "Mis deseos son demasiado fuertes", recordó a Hermione en ese momento. Se levantó inmediatamente y salió a buscarla. ---------------------------------- -¿Por qué Harry?¿por qué con ella?-se preguntaba Hermione derramando agua salada de sus ojos (N/A: vaya metáfora). No entendía lo que ocurría y tampoco entendía por qué sufría tanto, si ella había jurado que cualquier cosa que hiciera feliz a Harry, la haría feliz también. Pero se dio cuenta que lo único que la haría feliz sería que Harry fuese feliz con ella. Complicado, sí. Y posesivo, también. Se levantó del musgo verde y comenzó a caminar por los lindes del bosque, debía volver a la escuela, ya eran las doce, y se había perdido varias clases. Eso en ella ya era desesperante e inaudito. ¿Cuándo Hermione Granger, prefecta de Gryffindor, perdiendo clases?, nunca, casi nunca, si podemos nombrar la vez que en tercer año perdió la clase de Encantamientos Estimulantes. Levantó la vista y se encontró con su mejor amigo caminando en su dirección. Lo miró detenidamente durante unos instantes, en los que admiró al ser entero de Harry. Tan hermoso, tan atractivo, le hacía flotar en el aire varios centímetros, no, metros, kilómetros. Podía ver la mitad de la Vía Láctea, del firmamento completo. Harry era alto, apuesto, con un traserito redondo que a Herms volvía loca, su espalda de buscador, "seguramente la heredó" pensó, sus ojos esmeraldas, sus cabellos azabaches, su rostro bonito. Además le encantaba verlo entrenar, transpirado, se veía tan seductor, para comérselo. Tomó aire. Harry levantó la mirada, y sus ojos castaños se encontraron con uno de los tesoros más preciados que ella tenía. Ese par de ojos que la enloquecían, que la derretían, que la hacían desaparecer por completo. Sonrió al notar un leve sonrojo en las bellas mejillas del joven y hermoso Potter (N/A: al igual que el papito divino de Jamessssssss). Se acercó más a él. -Herms-le dijo él. Ella le tapó los labios con el índice, como diciéndole que se callara. Inclinó el rostro y se acercó cada vez más a esos labios húmedos, carnosos, entreabiertos y tentadores, que Hermione quería besar en ese instante. Lo besó, despacio, lentamente, con dulzura. Le rodeó el cuello con los brazos, y acercó su cuerpo sediento de pasión. Harry unió sus lenguas, y la apretó contra él, sintiendo la tibieza de sus senos, la humedad de sus labios y el calor corporal del cuerpo femenino. Poco a poco se tumbaron en el musgo suave y verde. Hermione dejó de besarlo y lo miró con timidez. Harry le tocó los senos, y la tomó de la cintura. -Herms, tú sabes que..- ella lo besó en forma de censura, para que no hablara. Le quitó la camisa despacio, besando el pecho masculino cada vez que desabrochaba un botón. Harry suspiraba constantemente, su excitación iba en aumento. Y Hermione lo notó. Le mordió la bragueta cerrada, notando el prominente bulto que se había formado, sedienta de arrancarle los pantalones con los dientes. Él gimió en ese momento, al sentir el contacto de la boca de su amiga sobre sus pantalones. Ella se detuvo. Harry negaba con la cabeza, respirando con aceleración. -No, no aún Herms, yo no estoy para romances-dijo Harry tristemente y quitándose a la joven de encima. Hermione lo miró detenidamente y se acercó. Lo abrazó y lo besó en la mejilla. -Yo te quiero Harry, siempre estaré contigo-dijo apoyando su cabeza en el torso desnudo del joven. Él se quedó pasmado con la confesión. -Hermione, cuando todo esto termine, quiero que estés ahí para que yo vaya a buscarte-dijo tomándole el rostro amorosamente. Miró su reloj. -Creo que nos perdimos Pociones-dijo-tendremos que apurarnos para Defensa, quiero conocer a la profesora-le tendió la mano caballerosamente. Hermione sonrió. Caminaron hacia el castillo, mientras Harry terminaba de vestirse. La profesora no se encontraba en el aula cuando llegaron a su primer clase junto a los ravenclaws. -Harry, Herms,¿dónde estaban?-preguntó Ron saliendo de su desesperación. Ambos se miraron sonriendo. -¿Saben que Snape va matarlos cuando los vea?-dijo Seamus. -Se perdieron muchas clases, obviamente que no se perdieron de mucho-dijo Dean riendo. La puerta del aula se cerró de golpe. -Alumnos-dijo la bella mujer parada frente al escritorio. Harry se sentó apresuradamente junto a Ron y a Hermione. Miró a la profesora... ¡era la mujer que había aparecido en su sueño! -Mi nombre es Catherine Lamark, y soy la nueva profesora-dijo sonriendo. Tomó un listado y una pluma y comenzó a preguntar los nombres de cada uno, para conocerlos. -Pss-dijo Harry a Herms y a Ron. Sus amigos se acercaron.-Catherine Lamark, el mismo apellido del chico ese, Remus-dijo -Catherine Lamark...¿no era la novia de Remus Lupin en Hogwarts?-preguntó Hermione. Se detuvo al ver la pluma de la profesora sobre su mesa. -¿Tú eres Hermione Jane Granger?- (N/A: Jane...jajajajaj XDD)preguntó Cat sonriendo. Hermione tragó saliva ruidosamente y asintió. Cat miró a Ron. -¿Y tú?-. -Ronald Weasley, a su servicio-dijo el pelirrojo riendo. -Ronald Bilius Weasley, profesora Lamark-dijo Harry riendo, mientras Ron quería asesinarlo. Cat lo miró sonriendo. Harry notó como cambiaba la expresión de ésta al verlo detenidamente. -Harry James Potter-dijo como un sonámbulo. Los ojos castaños de Cat se humedecieron. -Profesora...yo..¿qué hice?-preguntó Harry sin entender la reacción. -Por Dios, es como si James hubiera regresado- escuchó que ella decía sollozando. -Remus siempre me dice eso-dijo Harry. Los ojos de Cat tomaron un brillo extraño e interesante. Sonrió. -Bueno, no importa-dijo ella secándose las lágrimas. Se dirigió a su escritorio. –Cuéntenme qué han visto con sus profesores anteriores-dijo ella mirándolos a cada uno, deteniéndose siempre en Harry y sonriendo al verlo. -Creo que se enamoró de ti-dijo Ron en forma de burla. -Cállate Bilius-le contestó Harry. Hermione reía a carcajadas. Ella levantó la mano. -Pues, con Lockhart no hicimos mucho, ya que pasaron muchas cosas ese año- dijo mirando a Harry. -Sí, Harry se enfrentó a un basilisco-dijo Ron orgulloso de su amigo. -En tercero vimos los Boggarts, los Hynkipunks, los Kappas, los Gryndilows- . -¿Cómo se llamaba su profesor de tercero?- preguntó Cat mirando a Harry. Esto a él estaba comenzando a incomodarlo. -Remus John Lupin-dijo Harry sonriendo. Cat abrió los ojos y se sonrojó. -Lo conoce, ¿verdad?-preguntó Hermione. Cat intentó esconder su sonrojo excesivo. Harry levantó la mano. -Yo con el profesor Lupin aprendí a proyectar un Patronus-dijo. -Vaya, con trece años...eso demuestra que eres digno hijo de tu padre-dijo Cat guiñándole el ojo. Se acercó a la pizarra y anotó Expecto Patronum. -Pues, ustedes ya son bastantes grandecitos como para entender lo que voy a explicarles, a menos que el señor Potter quiera hacerlo por mí-. Harry abrió la boca y negó con la cabeza. Cat prosiguió- por como andan las cosas en el mundo mágico, ustedes deberían comenzar a protegerse, pero de verdad- tomó aire-yo sé lo que es perder la libertad, a los amigos, a la familia- tristemente miró al suelo-las cosas vuelven-susurró. Los alumnos se miraron deprimidos. Entendían la desolación de la profesora. -¿Saben lo que es un Dementor?-Harry, Hermione y Ron asintieron. Los demás se miraron con dudas. -Lo que es exactamente-dijo la bella mujer. El trío asintió de nuevo. -Es un ser sin alma, que absorbe los recuerdos felices del que esté cerca- dijo Cat-el Patronus sirve para defenderse de esa "absorción"-. -Por eso Azkaban es tan sombría-dijo Seamus provocando un escalofrío en ella. -¿Se siente bien?-. -Sí, sólo que...uno de mis mejores amigos fue a Azkaban- dijo Cat anotando en la pizarra como proyectar un Patronus. -¿Quién era su amigo?-. -Sirius Black-dijo ella. La mayoría de los alumnos se sorprendió. -Es una larga historia-dijo ella en forma de tranquilizante. –Para poder proyectar un Patronus, la persona debe concentrarse en un recuerdo feliz- dijo. Se acercó a Harry-¿en qué pensaste para proyectarlo?- -En la copa de quidditch-Cat sonrió, seguramente eso le recordó a James- en mis padres-siguió Harry. Esa respuesta quebró a Catherine, que comenzó a llorar delante de sus alumnos. -Lo siento profesora-dijo Harry en tono de disculpa. Ella se repuso a los pocos segundos. -¿Qué forma tiene un Patronus?-preguntó Hermione. -Según el mago o bruja que lo proyecte, el Patronus no tiene forma física definida-volvió a mirar a Harry. -Un ciervo-dijo él sabiendo la pregunta. Cat volvió a sonreír. La clase de Defensa fue muy agradable. Para Harry fue pan comido, el profesor Lupin se había encargado de enseñarle muy bien todo para defenderse de los Dementores. Salieron del aula sonriendo y riendo. -Harry, espera-dijo Cat al salir de allí. Harry volteó a mirarla-quiero que sepas que yo fui amiga de tu madre en Hogwarts-ella le sonrió. Le palmó la espalda y se bajó las escaleras. Los chicos se dirigieron a Transformaciones, en donde McGonagall enseñaba. La clase se pasó volando, por así decirlo. Los estómagos rugían como leones(N/A: por algo son de Gryffindor...XDD) y se dirigieron al Gran Comedor para ingerir algo de su agrado. -Harry,¿cómo estuvo tu clase de Defensa?-preguntó un sonriente Remus. -Muy bien, la profesora explicó el Patronus-dijo Harry. -¿Profesora?-. -Ajá, ¿no sabías?-preguntó Hermione. Remus negó con la cabeza. -¿Y cómo se llama?-. -Catherine Lamark-.