Capitulo 13: Hola James.

Al día siguiente, en el desayuno, Harry tuvo la noticia de que tendría un "primito". Sonreía constantemente y reía con Hermione y Ron. Sentía que tenía una familia de nuevo. -¿Cómo te lo imaginas?-preguntó Ron en Pociones, mientras Harry buscaba la lista de ingredientes de la poción de la verdad. -Ojalá sea niña-dijo Hermione sonriendo-no soportaría otro como Sirius-. -Pues...yo sólo lo querré como un hermano o hermana-dijo Harry riendo-si llega a ser niña, no saldrá con nadie-puso cara seria. -Con Sirius como padre, no podrá hacerlo, ya me lo imagino lanzando maldiciones a todos los muchachos que la miren-dijo Ron riendo. Snape los miró serio. Los tres se callaron. -La poción de la verdad debe presentar un color claro, transparente..no verde como la poción de Longbottom-dijo Snape sonriendo y levantando una ceja. Neville tembló al oír su nombre. -Lo odio, Snivellus-dijo Harry por lo bajo.-Si mi padre estuviera aquí, me divertiría mucho-. -Harry...mira eso-dijo Ron maravillado. Harry miró hacia la ventana. Pero allí no había nada. -¿Qué?-. -¿No lo viste?-preguntó Ron señalando la ventana. -¿Qué cosa?-. -Acabo de ver a tu padre-dijo Ron convencido de lo que decía. -Ron, ¿tú te oyes a tí mismo?-preguntó Hermione-James Potter está muerto, no es posible que vuelva-. -¿Por qué?-preguntó Ron con terquedad. -Porque los muertos no vuelven así porque sí-dijo Hermione. -¿Tiene que haber una razón para que vuelvan?-preguntó Harry saliendo de su ensimismamiento. -Sí, eso es lo que leí-dijo ella mirando a Harry con ojos brillantes. Él no entendía lo que ella le decía.- Hay en la biblioteca, en la sección restringida, un libro de Magia Negra que habla de la resurrección-. -¿Y?-preguntó Harry preparando la poción. -Pero...deberíamos hablar con algún adulto-dijo ella sonriendo tristemente. Al salir de la clase, mientras Harry pensaba "por fin, Snivellus es insoportable" , se dirigieron a la habitación de Arabella, en donde seguramente estarían Sirius, Cat y Remus. Hermione había sido la encargada de tomar el libro "prestado" de la biblioteca. Golpearon la puerta despacio. Se abrió dejando ver a un perro negro. Entraron. Harry miró a su padrino, que había vuelto a ser hombre. -No sabía que sabías abrir la puerta siendo perro-dijo riendo. Sirius le sonrió.-¿Te sientes bien?-. Sirius asintió y señaló a la mujer acostada en la cama adoselada. Bella dormía plácidamente, con ambas manos sobre el vientre, en señal de proteger a su hijo. Sirius se acercó a ella y la besó en el bajo vientre. -Te amo-le dijo al ombligo de Bella y apoyando su cabeza en éste. Bella abrió los ojos y sonrió. Le acarició la cabeza maternalmente. -Ejem-dijo Ron riendo. Ambas personas en la cama lo miraron sonrojados. -¿Qué necesitan?-preguntó Sirius mirándolos a los tres. Hermione le mostró el libro. -¿DE DÓNDE SACARON ESTO?-bramó Arabella. Sirius la miró enfadado. -Bella, estás embarazada, cuídate-le dijo en forma de advertencia.-¿Para qué traen esto?-preguntó serio mirándolos como un padre cuando reta a sus hijos. Harry tomó aire-Ron vio a mi padre en clase de Pociones-los ojos de Sirius se abrieron de par en par-sí, lo sé, está loco-. -NO ESTOY LOCO-bramó Ron ofendido. -No griten-dijo Sirius regañándolos. Harry volvió a tomar aire, y miró a Hermione como diciendo "ayúdame". -Pues...yo descubrí que en ese libro, hablan sobre la posible resurrección de los muertos-Sirius negaba con la cabeza. -Chicos, no se puede, simplemente no se puede-dijo tristemente-James está muerto y JAMÁS, ¿me oyen? JAMÁS volverá-miró a Harry compasivo-entiéndelo Harry, como tuve que entenderlo yo-. -Pero...el libro habla de eso..-fue interrumpido. -Pero el libro no dice las consecuencias-dijo Sirius-Las personas resucitadas no vuelven tal cual son, vuelven malvadas, sin recuerdos, como un Dementor-. -Sirius...los quiero de vuelta-dijo Harry con ojos humedecidos. -Yo también Harry, no tienes idea-dijo acercándolo a él y abrazándolo. -Harry, en el mundo mágico, los deseos se hacen realidad más de lo normal- le dijo Bella acariciándole el pelo alborotado. -¿Y no hay ninguna Magia Antigua que...?-la mirada de Sirius le dijo que no. -Lo siento Harry-dijo Sirius-si hubiese alguna forma, te juro que la probaría-. Los miró a los tres-¿de dónde lo sacaron?-preguntó riendo. -De la sección restringida-dijo Hermione. Sirius sonrió. -Nuestra segunda sala común-dijo sonriendo abiertamente. -¿Qué?-. -Los merodeadores teníamos varias salas comunes-dijo Sirius y, enumerando con los dedos, prosiguió- la segunda sala común de James era la sección prohibida de la biblioteca, la tercera, la enfermería, y la cuarta...el cuarto de Lily-sonrió ante las caras de asombro. -¿Y la tuya?-. -A mi me daba igual, siempre estaba en la enfermería con James, o en la habitación de las chicas con Bella, o en la sección prohibida, junto con los demás-dijo Sirius encogiéndose de hombros. Apoyó su cabeza en el vientre de Bella. -¿Ya saben qué nombre le pondrán?-preguntó Ron mirándolos a ambos tan enamorados y felices. Los dos asintieron. -Pues...si es niña, me gustaría que se llamara o Andrómeda-Sirius sonrió al recordar a su prima favorita-o Lily-. Harry sonrió junto con Sirius. -¿Y si es niño?-preguntó Hermione. -James-dijo Sirius mirando a Harry. Le sonrió. -Pues...-dijo el ojiverde. Miró al vientre de Bella-hola James nn-. -Aún no sabemos qué es-dijo Sirius. -Si sabemos, es un bebé humano-dijo Ron en forma de burla. Sirius lo miró con ojos asesinos. -Podríamos ponerle Uma, como la hermana de Remus-dijo Bella. -¿Remus tenía una hermana?-Bella y Sirius asintieron. -Podríamos ponerle Perséphone-dijo Sirius. Harry puso cara de asco. -¿Quién se llamaba así?-preguntó el apuesto morocho. -Tu abuela-dijeron a dúo Sirius y Bella. -Pues, si siguen la estúpida tradición Black, deberá tener el nombre de una constelación-dijo Hermione. -¿Quién te dijo que seguiremos la estúpida tradición?-dijo Sirius enfadado. -Me gusta Orión o Casiopea-. -Por Dios, Harry, que nombres espantosos-dijo Hermione. -¿Qué? son nombres de constelaciones-contestó mirando a su amiga seductoramente. Hermione se sonrojó al notar los bellos ojos verdes de Harry mirándola de esa forma. Sirius notó la forma en que su ahijado y la muchacha se miraban. -¿Qué materia tiene ahora?-preguntó -Herbología-dijeron a coro Ron, Harry y Hermione. -Pues...¿qué esperan para irse?- dijo Bella consternada. Los tres adolescentes se despidieron y salieron de allí en un suspiro. Sirius hechizó la puerta y se acercó al vientre de Bella, besándolo. -No veo la hora de verla nacer-dijo cerrando los ojos y apoyando su cabeza sobre el abdomen femenino. -¿Verla?-preguntó asombrada Arabella. -Sí, quiero que tengamos una hija-le dijo Sirius mirándola y besándole los labios con dulzura. Bella sólo sonreía. -¿De cuánto estás?-preguntó Sirius curioso. -Creo que casi dos meses-contestó ella acariciándose el vientre. Sirius se quedó pensativo, mientras miraba al vacío. -¿Qué te sucede?-le preguntó Bella preocupada, viendo que los ojos azules de él se habían nublado. -¿Puede una persona muerta volver por elección?-. -No lo sé-contestó Bella-si tiene algún asunto pendiente, puede verse-. -¿Crees que James volvería por Harry?-preguntó él tristemente. -Sirius...yo no...-. -¿Cómo fue posible que Ron lo haya visto?-. -Seguramente alucinó-dijo ella razonablemente-¿Por qué no le cuentas a Remus?-. -No, él me dirá lo mismo que tú-dijo Sirius levantándose-iré a hablar con Dumbledore, él tendrá una respuesta- besó a Bella, al vientre de ella, se transformó, y , luego de salir de allí, se fue al trote hacia el despacho del director. Sirius corrió por el castillo, cruzándose con varios alumnos que lo miraron sorprendidos y sin poder creer que el director permitiera a un perro casi gigante andar por el colegio como si nada. Llegó a la gárgola que llevaba al despacho. Miró hacia los lados, cerciorándose de que no había moros en la costa, y volvió a su forma humana. -Lo que estás haciendo es peligroso, Black-dijo una voz ácida. Sirius miró hacia atrás, reconociendo a la persona que tenía detrás. -Necesito hablar con Dumbledore-dijo con voz tranquila y conteniendo las ganas de golpear al ex slytherin. -¿Para qué quieres hablar con él?-preguntó Snape con el rostro lleno de odio. -Snivellus, deja de hacerme perder el tiempo-dijo Sirius con el rostro lleno de furia- ¿sabes la maldita contraseña? SI O NO-bramó luego. Snape lo miró con cara resignada. -Si fuera por mí, te metería de nuevo en Azkaban-dijo sonriendo-me divertiría mucho ver los besos de los Dementores sobre ti-. -SEVERUS-dijo una voz gruesa detrás del profesor de Pociones-¿cuántas veces te dije que no provoques a Sirius?-preguntó Dumbledore mirando a Snape enojado. -Pro-profesor, discúlpeme-dijo Severus ¿arrepentido?. Sirius le sacó la lengua infantilmente a Snape, que lo miró con odio y mostrando los dientes. -Agradezcan que no hay alumnos cerca-miró a Sirius- no quiero volver a verte destransformado, Sirius, no seas loco-siguió. Tomó aire-Harry te necesita..y Bella. Sirius, piensa en ella y en el hijo que lleva dentro- Sirius miró al suelo- ¿nunca pensaste en cómo se sentiría ella si tú volvieras a Azkaban, o peor aún, que los Dementores te "besen"?¿o cómo se pondría Harry si no te tuviera?. Sirius no seas inconsciente-. -Lo siento profesor, no volverá a pasar-dijo Sirius con voz quebrada. Se sintió culpable por un momento, "¿qué harían Harry y Bella?" pensó, se tomó la cara con ambas manos "Bella, sola con nuestra niña", "jamás me lo perdonaría si ella y Harry se quedaran solos" negó con la cabeza. -Sirius, vuelve a transformarte-dijo Dumbledore mirando al apuesto hombre frente a él. A los pocos segundos, Sirius volvía a ser un perro parecido a un Grim. -Si te viera Sybill-dijo Dumbledore riendo a carcajadas. Snape levantó una ceja sin entender.-¿de qué quieres hablarme, Severus?-. -Pues...-. -Vengan los dos a mi despacho-. Subieron las escaleras de caracol, luego de decir la contraseña. Entraron al lugar, mientras Sirius volvía a ser humano. Se acercó a saludar a Fawkes, el fénix favorito de los merodeadores. Severus se quedó parado junto a la puerta, mientras Dumbledore se sentaba frente a su escritorio. -Te escucho, Sirius-dijo mirándolo tranquilo. Sirius tomó aire y miró a Severus interrogativamente. -Él puede escuchar-dijo al director mirando a Sirius con sus pequeños ojos claros. -Ron ha visto a James en clase de Pociones- dijo Sirius tranquilo. Severus abrió los ojos sorprendido, mientras Dumbledore se tocaba la larga barba casi nervioso. -¿Puede eso ser posible?-preguntó Sirius casi sin voz. La respuesta del director lo llenó de ilusión y esperanza:-Puede- dijo el anciano mago. -Pero, Dumbledore, eso es...-dijo Severus. -¿Casi imposible? No Severus, un muerto puede volver por simple elección- miró a Sirius amistosamente-James aquí tiene muchas cosas de valor- los ojos azules de Sirius se humedecieron.-No me extrañaría que vuelva-. -¿Usted cree que Potter..?-comenzó Severus pasmado. -Pues sí, recuerda que Harry es el hijo de James, y que es lo más preciado que él tiene-dijo el director-tampoco me extrañaría que Lily vuelva con él- tomó aire-James y Harry son los hombres de su vida-. -¿Vida? ella está muerta, profesor-dijo Sirius sarcástico. -Sí, pero volver a la vida se le concede a pocos magos, de sentimientos nobles y puros-dijo Dumbledore sonriendo-el amor hacia un hijo y hacia un marido o esposa, es un sentimiento noble y puro, que ni siquiera la muerte puede destruir-. -Profesor..-comenzó Sirius cerrando los puños con fuerza. -Sé que te cuesta creerlo, Sirius, pero si alguna vez te cruzas con James, creerás todo lo que te dije-. -Si Potter vuelve, moriré-dijo Severus. Dumbledore irrumpió en carcajadas. -La escuela sería muy divertida si James volviera-dijo Sirius sonriendo. -Pero yo sufriría de nuevo-dijo el profesor de Pociones mirando al apuesto Black con sorna. -Sirius, piensa en que James te tiene a ti, a Remus y a Harry aquí, en el mundo de los vivos-dijo sonriendo-y piensa que si James vuelve, Lily vendrá tras él-.Sirius asintió feliz con la cabeza. -Pero..¿por qué se escondería de su hijo?-preguntó Severus con curiosidad. Dumbledore se encogió de hombros. -Yo no tengo todas las respuestas- miró a Sirius- una de las primeras personas que James iría a buscar, eres tú Sirius-miró a Severus-cualquier voz que oigas, ya sea de James o de Lily, ven a hablar conmigo inmediatamente-tomó aire-los dos-. Ambos hombres asintieron y salieron del despacho. -Bueno Black, si tu amiguito Potter vuelve, házmelo saber, no me gustaría cruzármelo por sorpresa-le dijo Severus al gigantesco perro negro. Sirius le ladró, sobresaltando al profesor de Pociones y logrando que éste se golpeara la cabeza con el techo. -MALDITO-bramó Severus, corriendo al perro, que huía de él a toda velocidad. La carrera duró varios minutos, en los que Severus tropezaba con varios alumnos del colegio, que lo miraban sin entender por qué perseguía al pobre perro con odio infinito. Llegó a la biblioteca, en donde Sirius se refugió en las piernas de Harry, casi haciéndolo caer. -Potter, suelta a ese perro y dámelo-dijo Severus despeinado y sin aire. Harry lo miró divertido. -Potter, no es gracioso-dijo Severus odiando al hijo de James. -No se lo daré-dijo Harry decidido. El profesor de Pociones tenía ganas de golpearlo. Vio el odio que el hombre de cabello grasiento le propinaba a él y a Sirius, como si quisiera abofetearlos a ambos-¿qué le hizo?-. -Eso a ti no te importa Potter, DAME A ESE PERRO-. -Severus, ¿qué está pasando?-preguntó McGonagall. En ese momento, a Harry la voz de la profesora le pareció salvadora por primera vez en su vida. -Profesora, este maldito perro hizo que me golpeara la cabeza-dijo señalando un moretón que tenía en el cuero cabelludo. -Severus, el perro es un pobre animal-dijo Minerva mirando a Sirius y guiñándole un ojo. Harry levantó las cejas sorprendido del afecto que la profesora de Transformaciones le demostraba a su padrino. Severus gruñó enojado y salió de la biblioteca con su túnica ondeando tras de sí. La profesora miró a Sirius. -No te restaré puntos, puesto que ya no eres alumno mío-le dijo arreglándose los anteojos-pero te pediría que tuvieras más cuidado, principalmente con Severus- saludó a Sirius, rascándole las orejas, y salió de la biblioteca riendo. Harry miró a Sirius. -¿Qué hiciste?-le preguntó a su padrino riendo. Sirius movió la cabeza hacia la puerta que separaba a la biblioteca de la parte restringida. Harry lo siguió. Llegaron allí, mientras Sirius volvía a su forma humana. -Hice que se golpeara la cabeza cuando bajábamos del despacho de Dumbledore- dijo Sirius riendo-eso le molestó y me persiguió para golpearme-el apuesto hombre respiró ondamente y luego dijo-hablé con el director sobre que Ron vio a tu padre en clase- Harry lo miró interrogativamente. -Me dijo que puede ser posible-sonrió, al ver la cara de esperanza que Harry había puesto. -¿Crees que lo volveré a ver?¿ a mi padre?-se tomó el pecho con la mano derecha y comenzó a llorar. Sirius lo abrazó paternalmente. -Ojalá eso ocurra-dijo en voz alta y mirando al techo. -Sirius, tienes que irte, alguien puede verte y sería el fin-dijo el apuesto Potter secándose las lágrimas. -Adiós entonces, y cuídate de la furia de "pelo grasiento con patas"-dijo guiñándole un ojo a su ahijado, para luego volverse a transformar en perro, mientras Harry irrumpía en carcajadas.