.:·GIVE ME A HOME·:.

By: n"eL MòóN

CAPÍTULO 1

La mañana en la que empieza esta história, podíamos encontrar mucho ajetreo proveniente de los estudios de la productora NG, más concretamente, en la sala de grabación número trece, donde se encontraban dos de los integrantes del mítico grupo Nittle Grasper, Tôma Seguchi y Ryuichi Sakuma.

Estaban grabando una adaptación del que había sido el primer single de su carrera profesional cuando, agitado y preocupado, Sakano, uno de los productores y ex-manager, interrumpió en la sala, cortando así la voz del cantante, Ryuichi Sakuma, que se podía oir a través de los altavoces del lugar.

- ¡Tôma!- exclam

- Tranquilo Sakano, -empezó el aludido con su tono de voz habitual- ¿qué ocurre?

- Ha llamado Mika-san...- dijo tristemente agachando la cabeza- Su padre ha muerto.

Ryuichi ahogó una exclamación llevándose las manos a la boca. En realidad él no conocía al padre de Mika-chan, pero eso no quitaba lo terrible de la noticia, y así como era él, tampoco podía evitar ponerse en el lugar de la esposa de su amigo, seguro que estaría muy triste, pensó.

Toma por su parte, exaló fuertemente.

- Dónde está ella ahora? Sigue en casa o se ha ido ya hacia Kioto?

- Dice que le espera para irse. Me ha pedido que se lo comuniquemos a Yuki-san.

El rubio resopló fuertemente pasándose una mano por el cabello.

- Ryuichi, - dijo volteando hacia el mismo- ¿te importaría venir? Creo que necesitaré tu positivismo...

- Claro que sí, Toma, no hay problema! ¿Para qué sino están los amigos?- preguntó con una sonrisa sincera- Y Kumagoro vendrá también a animar !!- completó sacando al susodicho conejo de quién sabe dónde.

- Esperemos que Eiri esté en casa...

Veinte minutos despues, ambos jóvenes estaban ya en casa del escritor, quien les abrió la puerta sin muchas ganas, como de constumbre.

- Eiri, tenemos que hablar...- le dijo Toma sin rodeos.

Yuki de repente se puso rígido, como si ya tuviera una leve idea sobre lo que el hombre quería decírle.

- Esta bien, pasad.

- ¡Ryuichi! ¡Seguchi-san!- exclamó la alegre voz de Shuichi Shindo, saliendo a recibirles.

- Ryuichi, quédate con Shuichi, no tardaremos.

Dicho esto los dos rubios se encerraron en la cocina para hablar.

- ¿Ocurre algo malo?- le preguntó Shuichi a Ryuichi preocupado.

Ryuichi, por su parte, cambió su actitud infantil por una más seria y pasó a explicarle la situación al pelirrosado.

Al cabo de unos escasos diez minutos, Toma y Yuki salieron de la cocina. Shuichi corrió a los brazos de su novio, abrazándole fuertemente, y echándose a llorar.

- Lo siento, Yuki, lo siento! ¿Estás bien?

- No llores, tonto- le contestó el otro acariciándole suavemente el cabello- Estoy bien, pero tengo que ir a Kioto ya mismo. ¿Quieres quedarte o ...

- ¿Cuándo nos vamos?-le interrumpió entre sollozos.

Esa misma tarde, y tras recoger a una Mika de ojos inchados y triste mirada, Toma, Eiri, Ryuichi, Shuichi y la misma Mika, partieron hacia Kioto.

Antes de partir, Ryuichi le había vuelto a preguntar a Toma si estaba seguro de que quería que él fuera, alegando que él no era de la familia ni nada, y que se sentía fuera de lugar (y Kumagoro también).

Fue Mika, pero quien le respondió, dándole un sincero abrazo.

- No seas tonto, para todos nosotros, tú eres también parte de la familia.

Ryuichi se quedó entonces mucho más tranquilo.

Se dirigían al aeropuerto en un minibus propiedad de NG producciones, con Toma como conductor. El ambiente en su interior estaba cargado, triste y silencioso.

Silencio que se vió roto, sorprendentemente, por la voz de Eiri Yuki.

- ¿Has vuelto a hablar con Tatsuha, Mika?

- Sí...- contestó decaida- Ha hecho todo lo posible para que me creyera que él estaba bien, pero no lo estaba Eiri, y eso me preocupa... Insiste en oficiar él los funerales de papá... -murmuró encendiendose un cigarrillo.

Toma le dirigió a su esposa una mirada rápida y significativa. Shuichi pudo ver como su amado Yuki se tensaba, apretando los puños. Ryuichi, por su parte, jugueteaba con Kumagoro, haciendo ver que no escuchaba la conversación.

- No va a hacerlo- dictaminó Yuki alzando el tono.

- Yo le dije lo mismo...- prosiguió Mika- Pero él seguía en sus trece. Ya sabes lo cabezota que puede llegar a ser... (le viene de familia).

- No creo que sea conveniente que un chico de 17 años entierre a su padre, querida.- dijo Toma con tono tranquilo.

Ryuichi se sintió tentado a añadir que tanto él como Kumagoro pensaban lo mismo, pero la situación le parecía demasiado seria. Y además, el ni siquiera conocía al hermano pequeño de Mika-chan y Yuki-san, con lo que se veía sin derecho a dar su opinión.

- Sé que no conozco a Tatsuha tanto como vosotros, -empezó Shuichi- pero lo que si sé es que cuando se propone una cosa, la lleva hasta el final, cueste lo que cueste.

Con esa intervención, la conversación se dió por terminada. El camino hasta el aeropuerto de Tokio se hizo bastante largo para todos. Hasta el imperturbable Eiri, iba constantemente dando golpecitos con el pie sobre el suelo del minibus.

Finalmente, llegaron al aeropuerto y, pocos minutos despues, estaban subiendo al jet privado de la compañía rumbo a Kioto.

Tres horas y media más tarde, cruzaron la entrada al templo budista Uesugui, pero nadie salió a recibirles.

- Mika, Eiri y yo entraremos al templo para hablar con Tetsuha, vosotros dos será mejor que os vayais ya a dormir- indicó Toma.

- Shuichi, tú ve a mi habitación, está en el segundo piso, segunda puerta a la izquierda.- le dijo Yuki.

- Ryuichi, tu te quedarás en la habitación de invitados. Está en este mismo piso, la tercera puerta a la derecha siguiendo el camino del fondo.- el muchacho asintió sonriente.

A la mañana siguiente, el templo Uesugui estaba lleno de personas que habían venido a acompañar en su camino a los cielos al fallecido sacerdote.

Ryuichi y Shuichi, se quedaron en un discreto segundo plano, tratando de no llamar la atención demasiado, pese a que el cantante pelirrosado deseaba poder estar junto a su Eiri para apoyarle.

- ¿Sabes si al final hablaron con su hermano pequeño?- le preguntó Ryuichi

- Me parece que sí, pero no les hizo caso. No logré sacar mucho en claro de lo que me dijo Yuki- suspiró tristemente- Mira, ya empiezan.

Efectivamente, en esos momentos hacían su aparición por la entrada del templo tres monjes budistas, ataviados con sus túnicas y ornamentos, rezando.

El que iba al frente era un muchacho que a Ryuichi le pareció que debería tener entre 20 y 25 años. Resaltaba mucho por lo atractivo que era. Su cabello era negro azabache, al igual que sus ojos, lo que acentuaba su piel clara. Era bastante alto, quizá algo más de 1.85, y tenía la espalda ancha y bien formada. En definitiva, un cuerpo que podría haber sido de todo, menos el cuerpo de un monje.

La voz de Shuichi le sacó de sus pensamientos.

- Ese de allí, es Tatsuha-kun.

Ryuichi le miró con ojos incrédulos.

-Ese muchacho es el hermano de Mika-san y Yuki-san?- Shu asintió- No parece que tenga 17 años!- exclamó entre susurros.

- No, en ningún sentido lo parece- murmuró el otro cantante.

El funeral duró casi dos horas. Al terminar, los hermanos Uesugui, Toma y Shuichi, asaltaron al joven monje y lo metieron en el interior de la casa, dejando a Ryuichi fuera, "vigilando".

-No vas a quedarte tú solo aquí, Tatsuha! Y no se hable más, esta es mi última palabra!- le gritó Mika a su hermano menor.

- Pero Mika, no voy a dejar el templo vacío, entiéndelo!- le replicó el chico.

- ¡Eres menor de edad, Tatsuha!Y ahora, tu hermano y yo somos los responsables de tu bienestar. Y NO te vas a quedar en Kioto solo! Y punto!

- ¿¡Desde cuándo os importa lo más mínimo que yo este solo, eh?! Llevo cinco años viviendo solo! Vivir con papá era como vivir solo! Además, cuantas veces has venido a verme desde que te fuiste de casa, Mika?- le pidió con reproche en su tono- Yo te lo diré, cero! Siempre que vienes es para ver a papá! Y a mi, que me den por saco! - Mika, por primera vez, se quedó sin palabras- ¿Y tu Eiri?- preguntó volteando a donde estaba su hermano- ¿Cuántas veces me has venido a ver aquí , a Kioto?- hizo una pausa-¡Exacto, cero! Si no viniese yo a veros, probablemente ni recordaríais que existo! Así que hacedme el favor y no seais tan hipócritas! Yo ni siquiera os importo! Nunca os he importado!

Dicho esto, se dirigió con paso decidido hacia la puerta, pero el cuerpo de su hermnao justo en frente le detuvo.

- Nos quedaremos aquí una semana. Así que ese es el tiempo que tienes para decidir si te vienes a vivir conmigo o con Mika, entendido?

Por toda respuesta, Tatsuha le miró con rabia, y de un empujón con el hombro, lo sacó de su camino.

Ryuichi y Kumagoro, se encontraban en una posición privilegiada desde donde podían escuchar toda la conversación que se estaba dando dentro de la casa. Estaban sentados sobre un árbol en un lateral de la casa, tomándose muy en serio su tarea como vigilantes.

- Mira Kumagoro!- exclamó de repente el chico de ojos azules- Viene alguien hacia aquí!

Tatsuha salió hecho una furia de la casa. ¿Qué pretendían sus hermanos? Que abandonara su vida en Kioto por completo? Qué derecho tenían!?

El muchacho se dirigió directamente a su árbol "de pensar", era un enorme y hermoso cerezo situado en un lateral de la casa. Sabía que si sus hermanos decidían buscarle le encontrarían rápido. Pero le daba igual, todo le daba igual.

Al llegar, se sentó a los pies del árbol y, apoyándose contra el tronco, echo un ovillo, comenzó a llorar.

Él nunca lloraba, llorar era sólo para los débiles, pero se sentía tan sobrecargado...

Primero la muerte de su padre, luego el funeral, tener que enterrarlo él mismo había sido muy duro pero tampoco hubiese querido que fuese otra persona, al contrario que sus hermanos, Tatsuha sí amaba sinceramente a su padre. Y ahora, encima, todo el asunto de tener que irse de Kioto... era demasiado para él.

De repente, sintió como unos brazos cálidos le abrazaban, envolviéndole cariñosamente, una mano acariciándole suavemente el pelo, y una muy conocida voz hablándole.

- Tranquilo, Tatsuha-kun, no llores más...

Tatsuha abrió los ojos desorbitadamente al reconocer esa voz, y alzó la cabeza por primera vez.

- Sakuma-sama!- logró decir entre sollozos.

- Ese soy yo! - sonri

El más joven no podía creérselo. Allí, justo delante suyo, abrazándole, se encontraba Ryuichi Sakuma! Su ídolo, su único amor, su Dios!

Abrió la boca unas cuantas veces, como tratando de decir algo, pero las palabras no salían de su boca y, lo peor de todo, es que tampoco había podido dejar de llorar.

- Ahora empiezo a creerme que tienes 17 años- le dijo Ryu dulcemente acariciándole el pelo- Tienes siempre esa actitud tan segura de tí mismo, que cualquiera diría que tan solo eres un adolescente. Bueno, aunque tu aspecto tampoco te ayuda mucho que digamos- sonrió.

- Yo... -empezó Tatsuha

- Shtt, tranquilo- le dijo obligándole a apoyarse contra su hombro, abrazándole- Estoy seguro de que encontraréis una solución que os guste a todos- sonrió.

El chico más joven, simplemente, se dejó consolar, apretándose más contra su Dios.

Al cabo de más o menos un minuto, la voz de su cuñado, Toma Seguchi, se pudo oir en toda la zona.

- Ryuichi!!- gritaba- ¿Donde te has metido? Ryuichiiii!

El cantante y Tatsuha se miraron por unos segundos y despues soltaron una risita baja de complicidad.

- Así está mejor- le sonrió el chico de ojos azules dulcemente- Estás más guapo cuando sonríes!

Tatsuha se quedó demasiado sorprendido por la declaración como para poder articular palabra.

- Ryuichii!!- se oyó de nuevo

- Creo que será mejor que vaya antes de que Toma llame al FBI a buscarme- rió- Ten.- dijo entregándole un conejo de peluche rosa- Este es Kumagoro, dice que él se quedará contigo hasta que te encuentres mejor.

- ¿Me prestas a Kumagoro?- preguntó el muchacho incrédulo, ya que sabía (como buen fan que era) lo que significaba el conejo para el cantante- Gracias...

- Sí, pero solo te lo presto! Me lo tendrás que devolver, de acuerdo?- Tatsu asintió aún embobado- ¡Me voy volando!- exclamó entonces Ryuichi- ¡Nos vemos luego!- se despidió dándole un fugaz beso en la mejilla.

- Adiós, Sakuma-sama...- murmuró simplemente el chico con una mano sobre la mejilla donde el cantante le había besado- Que alguien me pellizque...- dijo viendo a Ryuichi desaparecer por la esquina de la casa y abrazándose fuertemente a Kumagoro..-...porque creo que estoy soñando.

cóntinuará!!

Holaaa!Soy Nóel Moon! Este es el primer fic de Gravitation que escribo! Espero que os esté gustando!!

Os gustaría saber cómo sigue la historia?! ¿Por qué Ryu-chan se solidariza tanto con Tatsu-kun? ¿Será que él entiende por lo que está pasando? ¿Y qué hará Tatsu-kun? ¿Se irá a vivir con Yuki? ¿Con Mika? ¿O huirá con Kumagoro a una isla desierta donde se casarán y tendrán Kuma-chans y Tatsu-kuns?

Si kereis saberlo.... seguid leyendo la historia!!! Y....

Por favor, dejadme un review, para animarme un poquito! Q a vosotras no os cuesta más que unos segundos hacerlo y a mi me ha costado bastante más hacer este capítulo!! Os lo agradecería de corazón! Ah, y prometo contestar los review en el siguiente capítulo!!

Solo teneis que seguir las hormiguitas!

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y darle al botoncito!

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Sí, sí, ese mismo!

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AHÍ!

V ¡¡SENKIUUUUU!!