Ranma 1/2, y sus personajes son una creación de Rumiko Takahashi.
El siguiente relato no tiene fines de lucro; solo busca dar un momento entretenido a los apreciados fans de Ranma 1/2.
La presente Viñeta fue redactada originalmente en el grupo de Facebook, Fans Ranma½ el 14 de Abril de 2022, a partir de una imagen compartida por Bere Peralta para la dinámica #DíadePortada. Es un relato post-episodio 110 "¿Ranma es el novio de Nabiki?" (Ranma wa Nabiki no iizanuke? «乱馬はなびきの許婚?»), esta es mi versión de lo que pasó después. Dejo el link esperando que puedan accesar a él.
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Cita
Akane tomó las rosas, siendo consciente que eran para su hermana Nabiki. Aun así, las aceptó gustosa como si fueran para ella. Mientras caminábamos por el parque, varias veces las llevó a su rostro para inundarse con su fragancia. Sentí lo importante que era para ella esta cita para poder reconciliarnos.
Todo su atuendo está muy cuidado, incluso se ha maquillado, no mucho, solo lo suficiente para remarcar sus labios y sus ojos.
-Este... Akane... Y-yo... Debo decirte... Quiero decir... -los nervios me traicionan. Veo que Akane también tiene una mirada muy pensativa.
-Si... Dime... Ranma…
-Akane... Yo...
-Espera -se apresura a interrumpirme -Pensándolo bien. ¿Puedes escucharme primero? -dice mirándome casi suplicante, y yo no puedo negarle nada cuando me mira así, por más que me resista. Akane detiene su andar, de nuevo aspira el olor a las rosas -¡Su aroma es exquisito! ¡Gracias por las rosas! -hace una pausa y observa el suelo cabizbaja -¿Quiero… Necesito saber…? T-tenías intenciones de formalizar con Nabiki? –habla con la voz en un hilo
Comienzo a negar con mi cabeza y mis manos -¡No! ¡No! Y-yo...no -Akane me mira directo a los ojos y con el gesto asiente y yo guardo silencio de nuevo.
-¡Lo siento, Ranma! -está completamente roja que las rosas palidecen -¡Todo esto fue mi culpa...!
Ella es la única que me puede vencer sin pelear siquiera. Ha tenido el valor que yo nunca he tenido, debería patearme a mí mismo. Bajo la mirada, sintiéndome fatal.
-¿Ranma? ¿Me perdonas? -su voz está cortada, alzo la mirada viendo cómo sus oscuros ojos comienzan a nublarse
-¡No! -es mi estúpida contestación ella da un paso hacia atrás y se aferra a las rosas, trato de alcanzarla con mi mano derecha y me rehúye. Mi voz, toda mi capacidad de habla está inutilizada... Habla rápido idiota o la perderás antes de siquiera tenerla... De repente, lo recuerdo... Es la única forma...
-¡Técnica Especial Saotome!- toda mi vida ha sido un entrenamiento para ser un artemarcialista, un guerrero, está vez, tal vez sea la pelea más importante, por lo que está en juego y no requiere golpes.
-¡Ranma!- expresa atónita ante mi reacción y mi pose
-¡El Tigre Caído! Me postro ante ella avergonzado y totalmente a su merced. Doy tres reverencias más, y luego finalmente tengo control de mis dichos, con mi frente en el suelo y las puntas de mis dedos delante de esta hablo -¡Yo soy el que debe disculparse! ¡Mi estúpido orgullo complicó las cosas más de la cuenta y no debí seguir el juego de Nabiki!
Akane se inclina de inmediato, deja las rosas en el piso, toma mis antebrazos para levantarme. -¡Ranma, por favor! -dice suplicante; levanto mi torso para verla con pequeñas lágrimas saliendo de esos profundos pozos oscuros.
-¡Perdóname! –digo con las mejillas ardiendo, y tal vez con lágrimas que amenazan salir, y hoy no me importan que ella las vea, pues estoy arrepentido de todo lo que pasó.
-¡Te perdonaré!... -da una pausa que se me hace eterna -…¡Solo si, tú me perdonas!
-¡Hecho! –tomo el ramo de rosas y se lo vuelvo a entregar, a pesar de todo, le han gustado. Nos damos un momento para vernos -¡Vamos! Te invito a la cafetería.
Akane voltea varias veces y comenta -¡Ahí hay unos bebederos -yo la miro extrañado, pero ella me esboza una sonrisa -¡Es para que te conviertas en chica! -esta vez yo soy el que sonríe
-Esta vez no hay necesidad. Estamos en una cita.
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En la cafetería, Akane tomó un helado, yo solo pedí un té; pero ella me pidió un parfait. Se encargó de supervisar que lo comiera y de vez en cuando ella, luego de probarlo me daba en la boca y también de su helado, a pesar de resistirme. Miraba sus ojos brillantes y terminaba cediendo embobado. La verdad no fue tan malo. Vi a muchos chicos en la cafetería que tomaban de las copas de sus novias. ¿Novia? ¿En verdad quiero regresar a lo que éramos? Solo unos prometidos a la fuerza.
Regresamos por el mismo parque rumbo a casa, le pedí a Akane sentarnos en una de las bancas. De nuevo se veía sonrojada y algo nerviosa sosteniendo el ramo de rosas.
-Entonces, ¿Hemos vuelto a dónde estábamos? -Akane asintió, al parecer entendió de los que hablo. Ahora no puedo fallar ni permitir que malinterprete todo. Tomo una de sus manos, a pesar de que el temor me está matando, temor a ser rechazado, pero debo hacerlo. -¿Y si no quiero eso? -Akane respinga y trata de zafar su mano pero yo no lo permito y con ambas la sostengo.
-¿Ranma?... Tu... -su voz temblaba. Busque conectar nuestras miradas, el calor de mi rostro era insoportable.
-Akane... Tengo muchas cosas que mejorar, debo aclarar muchas cosas, pero quiero que sepas, a partir de hoy... No hay nadie más que quisiera que sea mi prometida... Y m-mi... ya sabes... -de nuevo las palabras atragantadas
-¿T-tu qué?... ¿Ranma?... -Creo que ella se da cuenta, que me cuesta trabajo, pero no suelto su mano, no la aprieto, con mis pulgares acaricio la piel de su dorso casi de porcelana... Ella lo nota, su mirada va de nuestras manos a mis ojos... –Entonces… Ranma... Si lo pides... Diré que sí... -mi corazón da un vuelco, sonrió, siento que lo que viene será fácil, de ahora en adelante.
…
Gilberto González González
Minatitlán, Veracruz; a 10 de Noviembre de 2022
Un fuerte abrazo y agradecimiento a todas las personas que comentan y siguen mis historias, espero cumplir con sus expectativas cada vez que entran a leer estos relatos que hago con mucho cariño… Hasta luego… Sean buenos.
