Asesinato en la comisaría de Osaka

CAPÍTULO 1

-¿Un nuevo aviso de Kid? -preguntó Shinichi a Heiji. El chico de Osaka había llamado al chico de Tókio para informarle.

-Sí, Aoko y Kaito están aquí, desesperados -respondió Heiji.

-¿Desesperdados? -Shinichi se extrañó al oír aquella palabra-. ¿Y se puede saber qué es lo que quiere Kid, esta vez?

-El collar que Kuroba le regaló a Aoko. Pero lo más extraño es que ese collar está roto.

-¿Roto? ¿Y para qué querrá ese un collar roto?

-¿Para arreglarlo? ¬ ¬ Pásate por aquí, que sé que tienes ganas de cogerlo. ¡Ah!, y tráete a Ran, que Kazu se muere de ganas de hablar con ella.

Hattori colgó el teléfono y miró a Kazuha y a sus dos invitados. Aoko estaba llorando sobre el hombro de Kuroba, y Kazuha miraba a Heiji, ansiosa.

-No os preocupéis, que esta vez no se escapará.

"¿Seguro?" -pensó Kaito, medio sonriendo.

Mientras tanto, en Tokio, Shinichi había llamado a Ran por teléfono.

-Ran, prepara las maletas, que nos vamos a casa de Heiji.

-¿A casa de Heiji? ¿A Osaka? ¿A ocurrido algo?

-El ladrón Kid va a robar el collar de Aoko.

-¿Qué? ¿Pero entonces, no deberíamos ir a casa de Aoko?

-Aoko y Kuroba están en casa de Heiji. Venga, te paso a buscar dentro de media hora.

Shinichi colgó le teléfono.

Al cabo de una hora, ya estaban Ran y Shinichi en el aeropuerto de Osaka. Allí les esperaba Heiji. Los tres cogieron un taxi y fueron a casa de los Hattori. Por el camino, el detective de Osaka les enseñó el aviso de Kid. Ese ladrón siempre ponía lo mismo en sus cartas: que robaría un objeto y que se llevaría a todo aquel que intentara interponerse en su camino.

-Sigo sin entender por qué quiere un collar roto -dijo Shinichi. -Ese Kid tiene unos gustos muy raros -observó Ran-. Recuerdo que una vez robó las agujas de un reloj. Pero creo que luego se dio cuenta de que no le servirían para nada y las devolvió.

Habían llegado a la casa de Hattori. Los tres chicos entraron. Kazuha, Aoko y Kaito seguían sentados en el sofá.

-¡Ran! -exclamó Kazuha al ver a su amiga-. ¡Tenía tantas ganas de verte! ¡Desde el més pasado que no nos hemos visto!

-Hola Kazuha -dijo Ran-. Y hola a vosotros dos, Kaito y Aoko.

Kaito les saludó con la mano, pero Aoko ni siquiera se inmutó.

-Aoko... -murmuró Ran-. ¡Ya verás como Shinichi y Heiji consiguen evitar que ese ladrón te quite el collar!

Aoko sonrió por primera vez y dijo: -¡Gracias!

-¡Parece mentira! -exclamó Shinichi-. ¡El més pasado quiso llevarse la pulsera de los Minesawa, y ahora quiere llevarse el collar de Aoko! ¡Seguro que lo próximo es...!

-Un anillo o unos pendientes -interrumpió Heiji, sonriendo.

-¡Oh, no! -exclamó Ran-. ¿Y si se lleva los pendientes que me regaló mamá la semana pasada?

-¡O el anillo de compromiso que mamá tiene tan bien guardado! -gritó Kazuha.

"Jeje!" -pensó Kaito-. "Los pendientes no me gustan, pero un anillo de compromiso no sería mala idea".

-¿Por qué sonries, Kaito? -le preguntó Aoko.

-¿Eh? ¡Ah! Nada, ¡es que parece que a Kid le gustan mucho las joyas! u

-¿Y cuando ha dicho que vendría? -preguntó Ran.

-A las doce de la noche -respondió Heiji-. Como siempre, ¿no es así, Kudo? -Heiji se giró hacia su amigo, pero ya no estaba--. ¿Kudo?

-Conociéndolo, seguro que habrá ido a inspeccionar la casa -dijo Ran.

Y Ran no se equivocaba. Shinichi sabía cual era la habitación de Aoko, cuando iban a pasar la noche a casa de los Hattori, así que fue a inspeccionar el lado de la casa donde daba la ventana de esa habitación.

"Es imposible entrar por aqu" -pensó el detective-. "La habitación está en el segundo piso, y los árboles no llegan hasta la ventana. Pero... ¿Y si...?

Shinichi se subió al árbol que estaba más cerca de la ventana, pero era imposible entrar en la habitación por ahí. La rama que estaba más cerca se rompería con sólo apoyar un pie. No podía ser, tenía que haber otra forma.

"¡Qué tontería!" -pensó el chico-. "¡Pero si cuando él actue estaremos todos en el salón!".

-¡Shinichi! -el chico oyó la voz de Ran, que le llamaba desde debajo del árbol, pero no lo había visto-. ¿Se puede saber donde te has metido? ¡Este chico nunca cambiará!

"¿Mira quien habla?" -Pensó Shinichi ¬ ¬

-¡Oh! ¡Sal de una vez, Shinichi! -exclamó Ran, dando un puñetazo al árbol donde el detective estaba escondido. Eso hizo que el chico perdiera el equilibrio y cayera al suelo-. ¡Así que estabas aquí, eh! -Ran cogió al chico de la oreja y lo estiró-. ¡Venga, que es la hora de cenar!

-¡Ran, que me haces daño!

-¡Te lo mereces!

Eran las doce menos cuarto de la noche. Shinichi tenía razón: no se habían movido del salón. Pero le extrañó que en vez de ser Hattori quien lo propusiera fue Kaito.

"Bueno" -pensó Kudo, mirando a Kaito-, "al fín y al cabo no es tan extraño: Kaito quiere a Aoko aunque siempre se estén peleando. Es normal que no quiera dejar a Aoko sola en esa situación".

Pero su forma de pensar se vino abajo: faltaban cinco minutos para que Kid apareciera y Kaito se levantó del sofá para irse.

-¡Eh, Kuroba! -llamó el chico-. ¿Adonde vas?

-Lo siento, Kudo -respondió el chico-. Tengo que ir al baño.

"¿Ahora?" -pensó Heiji, mirando a Shinichi. La mirada de los dos detectives se cruzaron.

-¿Sabes? -dijo el chico de Tokio al de Hosaka-. Voy a dar una vuelta por ahí, a ver si le veo.

-¡Sólo faltan cinco minutos para las doce! -exclamó Ran, levantándose-. ¿Y te vás ahora, sabiendo que tienes tantas ganas de atrapar a ese ladrón?

Shinichi sonrió, pero en vez de quedarse siguió a Kaito. Lo siguió de lejos, para que Kuroba no lo descubriera. Lo que más le extrañó a Shinichi es que Kaito no entró en el baño, sino que se dirigió al final del pasillo donde había una ventana que daba al jardín, y salió por ella.

"¡Qué raro! ¿Qué hace Kuroba? A lo mejor quiere atrapar a Kid".
Wola!! ¿Qué tal? la verdad es que me ha costado mucho, ya que es mi primer Fan Fic. Y como a mí me gusta mucho Kaito Kid quise hacerlo de él. Me gustaría que me dierais opiniones. R&R!!!!!